1.1) Invasión y conquista de la Península
Es un episodio más de la expansión de los musulmanes. En el 711 un ejército formado por árabes, pero mayoritariamente por bereberes vence al último
rey visigodo, Don Rodrigo, en la batalla de Guadalete, que desemboca en
El de Santa María. Lo dirige Tariq. Al año siguiente, Muza empieza la que será una rápida ocupación de la Península La entrada de los musulmanes se habría producido por la traición de un ofendido conde
don Julián. Y rapidez de la conquista tiene varios factores: la lucha por el poder entre don Rodrigo y Agila Il; el descontento de los campesinos con las cargas fiscales; y de los judíos por las persecuciones de que eran objeto. Además, los musulmanes manténían el autogobierno de las ciudades y las propiedades de los que se rendían. El avance musulmán termina con las derrotas ante don Pelayo en Covadonga -Asturias- (722) y Carlos Martel, rey Franco, en Poitiers (732)
1.2) La evolución política de Al-Ándalus
Los musulmanes llamaron Al-Ándalus al territorio conquistado, fuese cual fuese su extensión en cada momento. La primera etapa es el emirato o waliato dependiente de Damasco (711-756). Fue un
periodo de guerras internas por la heterogeneidad de la población musulmana La capital estará en Córdoba. El emirato independiente va de 756 a 929. Surge al huir Abderramán I, de la matanza que sufre familia, de la dinastía Omeya Damasco, a manos los abasíes o abbasid y tomar el poder os los Córdoba. El Califato de Córdoba (929-1031) será el periodo de máximo esplendor de los musulmanes en la Península. Abderramán logra detener el avance cristian hasta la línea del Duero, y refuerza el control sobre el norte de África. Almanzor, primer ministro a fines del siglo X, asume todo el poder ante un califa sin personalidad. Realiza importantes campañas primaverales para obtener botines llegando hasta Santiago de Los Compostela. A su muerte habrá rápida sucesión de califas, y en 1031 un asamblea de notables de Córdoba decide la disolución del califato. El periodo que sigue al califato se conoce como los reinos de taifas (1031-1085), con distintos reinos menores en Al-Ándalus, enfrentados continuamente entre ellos y que debían pagar parias o a los reinos cristianos. Ante la conquista de Toledo en por VI, los andalusíes piden ayuda a los almorávides, pueblo de fuerte carácter militarista y fanático, que había formado un vasto Imperio en el norte de África. Someterán todos los reinos de taifas y establecerán la capital en Sevilla. La relajación almorávide y la presión cristiana y revueltas internas, hace que otro pueblo de norteafricano, los almohades (1146) conquisten el territorio. Es un pueblo también muy riguroso en lo religioso. El principio del fin de su dominio estará en la derrota de las Navas de Tolosa (1212) ante una coalición cristiana dirigida por Alfonso VIII y que abrirá las puertas del valle del Guadalquivir a los cristianos. Así, Fernando III el Santo tomará Córdoba en 1236 y Sevilla en 1248. Los aragoneses, por su parte, conquistarán Valencia y Baleares El
reino nazarí de Granada será el último periodo de dominio islámico (mediados s. XIII hasta 1492). Engloban aproximadamente las actuales provincias de Almería, Málaga y Granada. Deberá pagar fuertes tributos a los cristianos para mantener su independencia Boabdil, último rey nazarí, en un contexto de luchas internas musulmanas, y el afán de los Reyes Católicos de unificar a nivel religioso y político la Península, determinarán su fin. El legado cultural y artístico de Roma ha sido muy grande. Tenemos importantes literatos de origen hispano como Lucano y Marcial; el tratadista agrícola Columela; y sobre todo, el filósofo Séneca, preceptor de Nerón. En Itálica nacerán los emperadores Trajano y Adriano.