Reinos cristianos de la península

Los dialectos hispanos


-En el año 409 se iniciaron en la Península las invasiones de los pueblos germánicos o bárbaros.
Durante el reino germánico visigodo se logró cierto Renacimiento artístico y literario. Toledo, junto con otras sedes episcopales (Sevilla, Tarragona, Mérida, Zaragoza…), se convirtió en el foco de irradiación del saber. La lengua latina de la clase culta mostraba aún cierta unidad: pero en el habla del pueblo se inició un proceso de diversificación de la lengua que tendría como resultado la aparición de distintos dialectos.
La herencia germánica sobre el romance hispano se limitó a algunos términos léxicos (sacar, espía, ropa, parra, guerra, esquela, orgullo…) y a nombres propios (Álvaro, Gonzalo, Elvira…).
-En el año 711 se produjo la invasión árabe.
Como consecuencia, se rompíó la unidad del territorio hispánico y se quebró el florecimiento cultural del período visigótico. La Península quedó dividida en dos bloques enfrentados: los musulmanes y los cristianos.
-El castellano y otros dialectos peninsulares incorporaron gran cantidad de términos árabes relativos a la guerra (adarga, alfanje…); a la agricultura (acequia, alberca); al comercio (aduana, almacén…); a las ciencias (cifra, algoritmo…); a las instituciones (alguacil, alcalde…) y a la toponimia (Alcalá, Guadalajara, Medinaceli, Calatayud…)-En la zona dominada por los musulmanes, el poder integrador y unificador de la lengua culta de los visigodos (el latín tardío) se perdíó. Por otra parte, los núcleos cristianos se hallaban muy dispersos y formaron reinos diferentes; hecho que potenció la fragmentación lingüística en dialectos ROMánicos centrales, occidentales y orientales.
En la zona de dominio árabe se desarrolló el mozárabe.-

Los romances centrales:

El castellano: Durante el siglo IX,  Fernán González logró unificar bajo su mando todos los condados y ser reconocido como conde de toda Castilla por el rey de León. En el año 932, se declaró independiente, establecíó la capital en Burgos y desarrolló una organización política, social e incluso, religiosa diferente de la leonesa. El condado castellano adquiríó la condición de reino en 1035 con Fernando l, momento en el que se inició el ascenso de Castilla y el declive del reino de León. El castellano fue la lengua hablada en la regíón de los castillos del Alto Ebro.

La creación de la norma castellana:

La incorporación de nuevos territorios a Castilla hace que en el castellano aparezcan una gran cantidad de rasgos dialectales. Un hito importante en el proceso de creación de la norma castellana fue la decisión del rey Fernando III de convertir al castellano, frente al latín, en lengua de cancillería, es decir, la lengua en que se redactaban los documentos oficiales (jurídicos, administrativos y políticos). Pero el hecho más decisivo en esta normalización fue la labor desarrollada por el rey Alfonso X el Sabio, en la segunda mitad del Siglo XIII. Tomando como modelo el lenguaje culto toledano, el rey Alfonso X adoptó normas ortográficas, gramaticales y léxicas, que utilizó en su monumental obra escrita (Las siete partidas, Libros del saber de Astronomía, el Lapidario…). 


El asturleonés o bable


En la regíón asturiana se formó el primer núcleo de resistencia contra los musulmanes. Después de la batalla de Covadonga se constituyó el reino de Asturias. Ahí se produjeron los primeros balbuceos romances. Tras un período de conquistas se trasladó la corte a León (en el año 910). Con el auge político de Castilla, el asturleonés sufríó una enorme regresión espacial y lingüística a favor del castellano. El bable designa un amplio conjunto de hablas aisladas en los valles asturianos, que solo tenían vitalidad en la vida familiar y rural. Actualmente, en la comunidad asturiana se distinguen tres grandes zonas de bable: la oriental, la central y la occidental.

El Aragónés:

La invasión musulmana en el valle del Ebro produjo una retirada hacia el refugio pirenaico de la población hispanorromana. Allí se generó el primitivo reino de Aragón y en el aislamiento de aquellos valles nacieron las variedades lingüísticas altoaragonesas.
La lengua que, actualmente, se habla en esta zona es heredera de las falas del Alto Aragón. Del antiguo altoaragonés perduran residuos dialectales dispersos: el ansotano (de Ansó), el cheso (de Hecho), el belsetano (de Bielsa) y el chistaví (de Gistau).

Los romances orientales:

En la zona central de Cataluña y del actual Rosellón francés se desarrolló entre los siglos VII y x una variedad romance singular que presenta rasgos comunes con las demás lenguas de la Península y también concomitancias con el provenzal. Durante los siglos XII y XIII, esta lengua romance vivíó un fuerte período de expansión y conocíó hasta el Siglo XV una brillante etapa literaria con autores como el poeta y filósofo mallorquín Ramón Llull; los valencianos Arnau de Vilanova, Joanot Martorell (autor de Tirant lo Blanc) y el gran poeta Ausiàs March (1397-1459) y los catalanes Bernat Desclot, Ramón Muntaner y Bernat Metge. Desde la unificación del Estado por los Reyes Católicos, la lengua sufríó un retroceso progresivo en su uso oficial y literario. Durante el Siglo XIX, al abrigo del Romanticismo, surgíó un movimiento, la Renaixença, que recuperaría la actividad literaria. La Constitución de 1978 potencia el uso de las lenguas vernáculas.
Los Estatutos de Cataluña, Baleares y Valencia defienden la promoción, el desarrollo, la generalización y la normalización de las lenguas en cada una de las comunidades autónomas.-Variedades geográficas: El romance oriental presenta:Cataluña, Comunidad Valenciana e Islas Baleares. Además, se habla en una estrecha franja aragonesa limítrofe con Cataluña y la Comunidad Valenciana. Es la lengua oficial del Principado de Andorra. Fuera del Estado español, se mantiene en el Rosellón y en la ciudad de Alguer (Cerdeña). Desde el punto de vista lingüístico, se diferencian cinco grandes grupos: variedad central (Barcelona, Girona y parte de Tarragona), variedad septentrional (Rosellón, Cerdaña), variedad occidental (Lleida y parte de Tarragona), balear y valenciano.  El catalán central y el occidental De las dos variedades existentes en Cataluña, la central es la variedad seguida por el mayor número de hablantes y la que ha constituido el modelo para el catalán literario contemporáneo.El balear Las islas fueron conquistadas en el Siglo XIII y repobladas por gentes del este catalán; de ahí que la variedad balear se adscriba frecuentemente al catalán central.


El valenciano:


Presenta similitudes con el catalán occidental.Tiene rasgos fónicos, gramaticales y léxicos que lo afianzan como una variedad con personalidad propia. Se distinguen tres variedades dialectales dentro del valenciano:-
el valenciano central o apitxat, que se habla en las zonas de Valencia, Alzira y Sagunto;
-el valenciano septentrional, que se habla la zona de Castellón:-
el valenciano meridional, que se utiliza al sur del río Júcar (Xàtiva, Gandia, Ontinyent, Dénía.).

El romance occidental:

En los siglos posteriores a la dominación romana, germánica y árabe, el reino de Galicia estuvo anexionado, con más o menos independencia, a los reinos asturleonės, primero, y castellano, después. Galicia participó activamente en la Reconquista y en la repoblaciòn del territorio portugués e implantó allí su lengua. El romance gallegoportugués se fue diversificando poco a poco, pero mantuvo su unidad hasta el Siglo XV.  
El gallego fue lengua literaria en la Edad Media (Alfonso X el Sabio, o el rey portugués don Dinis). Posteriormente, quedó relegado a un uso rural y coloquial. En el Siglo XIX, se produjo un movimiento cultural denominado Rexurdimento, que revalorizó la estima del gallego y lo rehabilitó como lengua literaria.
En el Siglo XX, el gallego sufríó una retirada de la vida oficial y de la enseñanza. Pero desde el momento en el que el estatuto de autonomía declaró oficial esta lengua en la comunidad gallega, se favorecíó su uso en la vida oficial y su promoción en todos los ámbitos. El gallego se habla en las cuatro provincias de la comunidad, así como en una franja de la parte occidental de Asturias, de León y en el rincón zamorano de Sanabria.

El vasco o euskara es la lengua viva más antigua de Europa. Se extiende por las provincias vascas (españolas y francesas) y por el norte de Navarra Forma parte de una familia lingüistica compuesta por siete dialectos: vizcaíno, guipuzcoano, alto navarro, labortano (zona de Labort, Francia), bajo navarro, en Baja Navarra (Francia), suletino, en Soulė (Francia) y roncalés, en el valle del Roncal (Navarra).  Los orígenes del vasco representan aún una incógnita llena de interés para los investigadores. Se le ha emparentado con las lenguas camíticas africanas (bereber, copto, Sudánės) y con las lenguas caucásicas. La preocupación del Romanticismo por las lenguas vernáculas favorecíó las primeras reflexiones e hipótesis sobre el euskara.  En 1918 se celebró el I Congreso de Estudios Vascos. Posteriormente, se fundó la Academia de la Lengua Vasca (1919), dedicada al estudio y promoción de esta lengua. Durante la Il República se implantó en la enseñanza.
Después de la Guerra Civil se impuso una prohibición de uso, que fue especialmente dura en los primeros tiempos. El Euskera fue declarado lengua oficial y lengua de enseñanza por el estatuto de autonomía de 1979.