El Reinado de Isabel II
Tras las numerosas sublevaciones y guerrillas entre absolutistas y liberales, Fernando VII se hizo con el trono. Ahora el reinado de Isabel II supondrá para la Historia de España una época de profundos cambios, entre los cuales está la transición política del absolutismo monárquico al liberalismo, y el paso de una economía y sociedad propias del Antiguo Régimen a un sistema capitalista y burgués moderno. Antes de todo, María Cristina deberá ocuparse del trono hasta que Isabel II alcance su mayoría de edad.
Desarrollo
En 1830, Fernando VII por fin tiene descendencia, Isabel, la primera hija que tuvo con su cuarta esposa, pero la ley sálica de 1713 no permitía que las mujeres ocupasen el trono, por lo que este le pertenecería a su hermano, Carlos María Isidro. Para evitarlo, Fernando VII antes de morir cambió dicha ley, y mientras Isabel II fuese menor de edad, María Cristina se encargaría de la Regencia. Los tres primeros años de la regencia, en plena guerra carlista, algunos de los liberales moderados exiliados volvieron para adherirse poco a poco a la política con una amnistía de por medio.
En 1833 María Cristina emitió el decreto en el que el Estado se organizaba en 49 provincias, y por otra parte también emitió el Estatuto Real en 1834 que no reconocía la soberanía nacional, la libertad política, la división de poderes y además el poder legislativo quedaba para el monarca. Esto no satisfacía ni siquiera a los liberales moderados y mucho menos a los carlistas.
Comenzaron a surgir numerosas sublevaciones exigiendo:
- Más libertades políticas y de sufragio.
- Reclamación de la entrega del poder a los políticos progresistas como Mendizábal.
Al final un grupo de suboficiales entraron por la fuerza en el palacio de San Ildefonso de la Granja, donde María Cristina pasaba sus vacaciones de verano, y la obligaron a firmar un decreto en el que se restauraba la Constitución de 1812, y se derogaba el Estatuto Real, hecho conocido como el Motín de la Granja. La nueva Constitución fue la Constitución de 1837 con algunas diferencias a la de 1812:
- Supresión de la obligación a pagar diezmos a la Iglesia.
- Supresión de las aduanas interiores.
- Desamortización eclesiástica.
- Supresión de los gremios.
Tras finalizar la guerra carlista un gobierno dirigido por Pérez de Castro estableció la Ley de Ayuntamientos, en la que se suprimía el derecho de los ciudadanos a elegir a su alcalde, sino que estos serían nombrados directamente por el Gobierno.
Las numerosas sublevaciones llevaron a María Cristina a abandonar la regencia.
Primera Guerra Carlista
Con la muerte de Fernando VII comenzó la guerra entre los carlistas y los isabelinos (1833-1840). Los carlistas partidarios del hermano de Fernando VII, era un grupo constituido principalmente por absolutistas intransigentes, mientras Isabel II se apoyaba en un grupo de liberales y absolutistas moderados. Los dos grupos anteriores se enfrentaron:
- Los carlistas: se hicieron fuertes en el norte de la Península y el general Ramón Cabrera junto con Carlos María Isidro llegaron hasta las puertas de Madrid. El coronel Zumalacárregui organizaba y dirigía el ejército del norte y consiguió dominar el País Vasco. Pero tras la muerte de Zumalacárregui comenzaron las victorias isabelinas.
- Las victorias de las tropas isabelinas obligaron a Carlos María Isidro a huir a Francia.
El general Espartero (isabelino) y el general Maroto llegaron al Convenio de Vergara, finalizando la primera guerra carlista. Aunque muchos carlistas y el propio CMI estaban en contra y se exiliaron.
Regencia de Espartero
Tras el abandono de María Cristina, Espartero fue nombrado regente por las Cortes. Espartero gobernó dos años dictatorialmente reprimiendo a los moderados y apoyado por los progresistas, aunque nunca sometiéndose al Parlamento. Estableció una política librecambista que ponía en peligro la industria catalana, por lo que Cataluña rechazaron su política, uniéndose a ellos los vascos, ya que se estableció también la Ley Paccionada en la que se restauraban los fueros vasconavarros. La regencia de Espartero acabó con una revuelta militar encabezada por Narváez, exiliándose Espartero a Londres.
Década Moderada
Tras el fin de la regencia de Espartero, Isabel II ya era mayor de edad y asumió el trono (13 años de edad). Isabel encargó la formación del gobierno al partido moderado encabezado por Narváez, que gobernó durante diez años. Se derogó la Constitución de 1837 y se realizó otra nueva: la Constitución de 1845:
- Más poder a la corona y al gobierno, y menos al Parlamento
- Creación del Senado y el Congreso de los Diputados
- Sufragio censitario
- Reformas político-administrativas: Ley Fiscal, Código Civil, el Código Penal, etc.
Se creó la guardia civil para mantener el orden en las zonas rurales. Gracias a las desamortizaciones se repartieron más las tierras. Creación de un sistema educativo. Se firmó un convenio de Colaboración con el Vaticano por el que recuperaba privilegios.
La Segunda Guerra Carlista
Se desarrolló principalmente en Cataluña y la iniciaron los partidarios del hijo de Carlos María Isidro, Carlos Luis de Borbón, que intentó casarse con Isabel II sin éxito alguno. Los ejércitos carlistas dirigidos por Cabrera y Tristany llegaron hasta Barcelona donde fueron derrotadas. Tras la derrota muchos carlistas permanecieron en sociedades secretas en varias zonas de España.
El Bienio Progresista
Se inició con un pronunciamiento militar llevado a cabo por O’Donell conocido como la Vicalvarada (ocurrió en Vicálvaro). Este pronunciamiento no pretendía destronar a Isabel II sino obligarla a admitir las reformas democráticas según el Manifiesto de Manzanares que redactó Cánovas. A partir de este golpe Isabel II pidió a Espartero que formara de nuevo un gobierno como el que caracterizó su regencia. Se llevó entonces a cabo la segunda desamortización de las tierras comunales de los municipios, que trajo consigo consecuencias: muchos campesinos utilizaban estas tierras como complemento a su economía que era miserable. Durante estos dos años se estableció la Ley de ferrocarriles, la Ley Bancaria (que facilitaba las inversiones exteriores). Durante el bienio progresista la economía fue bastante buena ya que aumentaron considerablemente las exportaciones a causa de la Guerra de Crimea que afectó a la producción de varias potencias europeas.
El Bienio progresista acabó por la reacción de los liberales moderados y la presión eclesiástica a la corona. Narváez se puso al frente del gobierno predominando tres sectores sociales: los terratenientes, los militares conservadores y la Iglesia. El gobierno se alternaba entre Narváez y O’Donell, quedando los liberales radicales marginados del gobierno. Hubo varios hechos importantes:
- Paralización de la segunda desamortización
- Promulgación de la Primera Ley de Educación
- Comenzó la corrupción del sistema político, como los pucherazos o la compra de votos.
Durante el gobierno de O’Donell hubo buenas cosechas y una expansión comercial gracias a Cuba y Filipinas, además se produjo la Guerra de Secesión en EEUU y se favorecieron las exportaciones. Apareció el partido demócrata y el republicanismo. Se crearon las primeras organizaciones obreras y aparecieron revueltas en el campesinado jornalero y las demandas de libertad.
En 1866 apareció una crisis industrial y financiera a causa de:
- El ferrocarril había llegado a su fin.
- Como consecuencia de la Guerra de Secesión americana se encareció el algodón y el consecuente hundimiento de todos los bancos.
- Malas cosechas y crisis de subsistencia.
Por todo lo anterior comenzaron las agitaciones sociales, eliminando la enseñanza llevada a cabo por los profesores republicanos. Hubo pronunciamientos progresistas llevados a cabo por el general Prim.
Al final progresistas y demócratas formaron una alianza frente al gobierno de Isabel II.