Contexto de las Leyes de Reforma Agraria de 1932 y 1935
Contexto Político
La Segunda República Española (1931-1936) se caracterizó por una marcada inestabilidad política, con una constante alternancia entre gobiernos de corte progresista y conservador. En 1931, el gobierno republicano-socialista puso en marcha un ambicioso programa de reformas, entre ellas la agraria, que se materializó en la Ley de Reforma Agraria de 1932. No obstante, la oposición de los sectores conservadores y la lentitud en su implementación limitaron su impacto.
Tras las elecciones de 1933, la victoria de la derecha (CEDA y Partido Radical) condujo al poder a un gobierno de talante más conservador, que paralizó y revirtió muchas de las reformas previas. En este contexto, en 1935 se promulgó la Ley de Rectificación de la Reforma Agraria, que derogó los aspectos más radicales de la reforma de 1932 y favoreció a los grandes terratenientes.
Contexto Social
España presentaba una estructura social profundamente desigual, especialmente en el ámbito rural. El latifundismo predominaba en regiones como Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, donde los jornaleros carecían de tierras propias y subsistían en condiciones de extrema precariedad. La reforma de 1932 suscitó esperanzas entre los campesinos, pero su lenta aplicación generó desilusión y provocó ocupaciones ilegales de fincas.
Contexto Cultural
El problema agrario no solo tenía implicaciones económicas y sociales, sino también culturales. El campo español estaba marcado por una estructura tradicionalista, con una fuerte influencia de la Iglesia y de los grandes propietarios sobre los campesinos. La reforma de 1932 representó un intento de modernización que chocó con estas estructuras arraigadas.
Además, la educación y la politización de los jornaleros aumentaron en estos años, impulsadas por sindicatos y partidos de izquierda como la CNT, la UGT y el PSOE. La contrarreforma de 1935, al restablecer el poder de los terratenientes, fue vista por muchos como un intento de frenar este avance cultural y social.
Contexto Económico
La economía española seguía dependiendo en gran medida del sector agrario, que estaba dominado por grandes latifundios poco productivos. La reforma de 1932 pretendía mejorar la eficiencia del sector mediante la redistribución de tierras a campesinos sin recursos. Sin embargo, la falta de presupuesto y la burocracia ralentizaron su aplicación.
Con la contrarreforma de 1935, se eliminó la posibilidad de expropiaciones sin indemnización, lo que dificultó aún más la redistribución de la tierra. Esto benefició a los grandes propietarios, pero mantuvo la estructura económica precaria y aumentó las tensiones entre jornaleros y terratenientes.
Comparativa de las Leyes de Reforma Agraria
La Ley de Reforma Agraria de 1932 constituyó uno de los intentos más ambiciosos de la Segunda República para redistribuir la tierra y mejorar las condiciones de vida de los campesinos. Establecía la posibilidad de expropiar tierras incultas o mal explotadas, incluso sin indemnización en algunos casos, para entregarlas a los jornaleros. No obstante, su aplicación fue lenta debido a la escasez de recursos del Estado y a la oposición de los terratenientes, que recurrieron a la burocracia y a los tribunales para frenar el proceso.
La Ley de Rectificación de 1935 supuso un retroceso en estos avances al suprimir la expropiación sin indemnización y exigir el pago previo por las tierras. Esta medida benefició a los grandes propietarios y detuvo casi por completo la redistribución de tierras. Como consecuencia, la frustración entre los jornaleros se acrecentó, lo que condujo a un aumento de las ocupaciones ilegales de fincas y a una mayor radicalización política.
Ambas leyes son un reflejo de la pugna entre el reformismo, que aspiraba a redistribuir la tierra, y el conservadurismo, que defendía el latifundismo. La contrarreforma de 1935 frustró a los jornaleros, exacerbando la tensión social y la radicalización, lo que contribuyó a la victoria del Frente Popular en 1936 y al estallido de la Guerra Civil.
La contrarreforma de 1935 frustró aún más a los jornaleros, al limitar sus posibilidades de acceder a la tierra. Esto llevó a un aumento de la conflictividad social en el campo, contribuyendo a la radicalización de la población campesina, que en su mayoría apoyó al Frente Popular en 1936.
Naturaleza de los Documentos
Ambos documentos son textos legales. La Ley de Reforma Agraria de 1932 es una norma jurídica de carácter reformista y social, cuyo objetivo era transformar la estructura agraria para reducir las desigualdades. La Ley de Rectificación de 1935 es también una norma jurídica, pero con un enfoque opuesto, ya que deroga las medidas más radicales de la ley anterior y favorece a los grandes propietarios.