La Reconstrucción del Estado Republicano
En mayo de 1937, el socialista Juan Negrín formó un gobierno de concentración con el objetivo de afrontar la difícil situación del bando republicano. El nuevo gobierno reconstruyó la autoridad del Estado canalizando y centralizando los recursos para ganar la guerra, objetivo puesto en peligro por la ofensiva franquista en el País Vasco. Se paralizaron las colectivizaciones y se nacionalizó la economía, de manera que se creó una industria de guerra y se militarizaron las principales empresas.
El Ejército Popular se hizo realidad mediante la introducción de la disciplina, la dotación a las unidades de mandos de prestigio, como el teniente coronel Vicente Rojo, y la integración de los cuadros procedentes de las milicias, como en los casos de Enrique Líster, comunista, o de Cipriano Mera, anarquista. El fracaso en la campaña de Aragón de este ejército renovado provocó una crisis de gobierno y el socialista Prieto, ministro de Defensa Nacional, abandonó el gobierno.
Sin embargo, Negrín propugnó una política de resistencia a ultranza y remodeló el gobierno en abril de 1938, con la inclusión de todas las fuerzas políticas. El gobierno presentó el programa de los 13 puntos, que contenía las bases para finalizar la guerra y los principios políticos que debían regir la República en el futuro.
En la retaguardia, los desastres del frente y la prolongación de la guerra provocaron una situación desesperada: la inflación, la disminución de la producción, la escasez y el encarecimiento de las subsistencias, el racionamiento y el mercado negro afectaron a la población. El cierre de la frontera francesa, que inmovilizaba el material bélico soviético, agravó la situación.
La Consolidación del Bando Sublevado
La insurrección militar utilizó el ejército como eje vertebrador de las operaciones militares y de la configuración de un Estado nuevo. Franco llevó a cabo la unificación política de falangistas y carlistas y proporcionó un sustrato ideológico al nuevo régimen que iba adoptando progresivamente rasgos definidores del autoritarismo fascista.
Levantamiento y Organización del Poder Político
Se creó una dirección unificada que se convirtió en una Junta de Defensa Nacional. La Junta proclamó el estado de guerra e inició la represión contra las autoridades y los partidarios del régimen republicano y contra los integrantes de las organizaciones políticas y sindicales en las zonas bajo su control. Prohibió todos los partidos integrantes del Frente Popular y las actividades políticas y sindicales de cualquier signo ideológico.
Franco fue nombrado generalísimo de las fuerzas nacionales de tierra. Poco después comenzó a ser llamado caudillo de España y a concentrar más poder en sus manos. Formó una Junta Técnica del Estado, integrada por militares, la que actuó, de hecho, como un gobierno.
Franco, después de someter a la disciplina del ejército a las milicias carlistas y falangistas, decretó, el 19 de abril de 1937, la unificación bajo su dirección de falangistas y tradicionalistas. De esta manera nació Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (FET y JONS). Este partido recogía los principios esenciales de la Falange y establecía las bases de un Estado totalitario.
Después del fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera en la zona republicana, su sucesor, Manuel Hedilla, contrario a la unificación, fue condenado a muerte por Franco y posteriormente indultado y desterrado. En septiembre, la jerarquía eclesiástica publicó una pastoral dirigida a los obispos del mundo en que reafirmaba el apoyo de la Iglesia al levantamiento militar, justificándolo como una cruzada para erradicar la revolución comunista. Se originó el nacionalcatolicismo como fundamento ideológico del nuevo régimen.
El Régimen Franquista: La Consolidación del Nuevo Estado
En enero de 1938, Franco culminó el proceso de estructuración política y administrativa del nuevo régimen con la Ley de Administración Central del Estado, que le otorgaba todos los poderes: la potestad legislativa y la suprema autoridad del Estado, del gobierno, del ejército y del partido único, de manera que se consolidaba una dictadura autoritaria de tipo fascista.
Nombró un gobierno de integración formado por militares y civiles que representaban a falangistas, monárquicos y tradicionalistas. Fue significativa del peligro ideológico del nuevo régimen la derogación de toda la legislación social republicana y de la legislación referente al matrimonio civil, el divorcio y la promoción cultural.
Restableció la Compañía de Jesús, la obligatoriedad de la enseñanza católica, la retribución económica del clero y la exención fiscal de los bienes de la Iglesia. Prohibió cualquier actividad sindical y la política social se plasmó en el Fuero del Trabajo. Las huelgas y los actos reivindicativos eran considerados delitos contra la patria. Promulgó la Ley de Prensa e Imprenta. La Ley de Responsabilidades Políticas le permitió perseguir a los sospechosos de haber defendido la causa republicana.
La defensa de la unidad de España se concretó en la abolición de los gobiernos vasco y catalán. Este Estado se convirtió, una vez finalizada la guerra, en una dictadura que se prolongó durante casi cuarenta años.
Glosario
- Ejército de África: Tropas destinadas al protectorado de Marruecos. Fuerza militar más profesional del ejército español.
- Requetés: Milicias armadas carlistas.
- Mercado negro: Compraventa de artículos de consumo al margen de controles legales.
- Nacionalcatolicismo: Visión del catolicismo mantenida por la mayor parte de la jerarquía eclesiástica que apoyó a la dictadura.
Personajes Clave
- Francisco Franco: Jefe militar y político. Estableció la dictadura en España.
- Juan Negrín: Diputado del PSOE y presidente del gobierno.
- Emilio Mola: Militar que planificó el golpe de Estado de 1936.
- Vicente Rojo: Militar que dirigió la defensa de Madrid.