Realismo y Naturalismo: características generales y principales autores
En la segunda mitad del siglo XIX, grandes cambios históricos y filosóficos, como el Positivismo y el Marxismo, influyen en Europa y España. El Realismo, movimiento literario predominante, busca reflejar la realidad de forma objetiva y minuciosa, abordando temas cotidianos y burgueses. Sus principales características incluyen descripciones detalladas, narrador omnisciente, crítica social y estilo claro. La novela es el género principal, destacando por su verosimilitud y análisis psicológico o social.
El Naturalismo, derivado del Realismo, incorpora ideas científicas como la herencia y el determinismo, mostrando ambientes degradados y personajes condicionados por su entorno, aunque en España no se desarrolló plenamente por tensiones religiosas.
Principales autores del Realismo español:
1. Benito Pérez Galdós: Etapas:
- Novelas de tesis: Doña Perfecta, con crítica a la moral tradicional.
- Episodios Nacionales: 46 novelas que narran la historia de España.
- Novelas contemporáneas: Ej. Fortunata y Jacinta, con análisis social y psicológico.
- Novelas espiritualistas: Ej. Misericordia, con atención al mundo interior.
Su obra lo consagra como el mejor novelista español tras Cervantes.
2. Emilia Pardo Bazán:
Introductora del Naturalismo en España, aunque rechaza el determinismo.
Obras destacadas: Los pazos de Ulloa, La madre Naturaleza y La Tribuna, con críticas al atraso rural y la violencia hacia las mujeres.
3. Leopoldo Alas “Clarín”:
• Autor de La Regenta, obra maestra con un fuerte componente determinista, que refleja la opresión social sobre la protagonista, Ana Ozores.
Ambos movimientos, con sus variaciones, ofrecen una radiografía crítica y detallada de la sociedad de su tiempo.
El Modernismo
El Modernismo, corriente literaria y artística que se desarrolló entre finales del siglo XIX y principios del XX, buscó romper con las normas burguesas y renovar la estética. Sus principales características incluyen la perfección formal, la musicalidad, el gusto por lo exótico, la melancolía y la evasión de la realidad mediante el arte. Influidos por el Parnasianismo (arte por el arte) y el Simbolismo (uso de símbolos y sugerencias), los modernistas exploraron el ideal de belleza, el erotismo y la decadencia, marcados por un espíritu crítico hacia el mundo burgués y racionalista.
Rubén Darío, poeta nicaragüense, lideró este movimiento en Hispanoamérica y España. Su obra se caracteriza por:
- La búsqueda de la belleza a través de símbolos como el cisne y el color azul.
- La riqueza sensorial y la musicalidad mediante sinestesias y aliteraciones.
- Innovaciones métricas, como el uso del alejandrino y versos largos.
- Un marcado cosmopolitismo y una defensa de la cultura hispánica frente a la influencia extranjera.
Sus obras más importantes incluyen:
- Azul… (1888): Introduce el modernismo con temas de escapismo, erotismo y exotismo.
- Prosas profanas (1896): Culmina la etapa de exuberancia modernista con un lenguaje sensorial y el simbolo del cisne.
- Cantos de vida y esperanza (1905):
Refleja una visión más reflexiva e intimista, con temas existenciales y melancolía.
Delmira Agustini, poeta uruguaya, representa la última etapa del Modernismo y aporta una perspectiva femenina y transgresora. Su obra explora:
- El erotismo y el deseo femenino, invirtiendo los roles tradicionales de género.
- Un tono pesimista y oscuro, lleno de amargura y decepción.
Sus principales obras incluyen:
- El libro blanco (1907): Introduce una voz femenina que reivindica el deseo mediante símbolos como Eros y la serpiente.
- Cantos de la mañana (1910): Plantea relaciones amorosas conflictivas y un discurso rebelde contra el patriarcado.
- Los cálices vacíos (1913): Refinamiento de sus temas, con una exploración madura del erotismo y la melancolía.
Rubén Darío y Delmira Agustini destacan como figuras esenciales del Modernismo, aportando perspectivas complementarias:
Darío, con su perfección formal y universalismo; Agustini, con su enfoque feminista y osado sobre el deseo.
La novela en la Generación del 98
1. Contexto histórico
La crisis del final del siglo XIX tras la pérdida de las colonias (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) marcó la literatura de la Generación del 98. Escritores como Unamuno, Baroja y Azorín mostraron una actitud crítica hacia la situación política y social. En sus novelas, abandonaron el realismo para centrarse en la expresión de la realidad personal e interior, marcando un cambio en la narrativa a partir de 1902.
2. Características de la novela del 98
- Protagonista único: Personajes inadaptados, fracasados o rebeldes con conflictos internos.
- Preocupación por España: Reflejan la decadencia política y social del país.
- Tramas simples: Poco peso de la acción; el paisaje adquiere protagonismo.
- Narración fragmentada: Se estructura en escenas significativas y reflexiones.
- Novela dialogal: Los diálogos expresan conflictos existenciales.
- Estilo directo: Lenguaje sencillo, frases breves y antirretoricismo.