Realidad y Conocimiento: Perspectivas Filosóficas de Santo Tomás, Hume y Descartes

Santo Tomás de Aquino: Realidad, Conocimiento y Existencia

a. Esencia, Existencia y la Relación entre Dios y los Seres Creados

Santo Tomás, influenciado por Aristóteles, distingue entre esencia (la naturaleza de una cosa) y existencia (el acto de ser). Argumenta que solo en Dios la esencia y la existencia son idénticas, siendo Él el único ser necesario y autoexistente. Los seres creados, en contraste, son contingentes; su existencia depende de Dios, quien actualiza su potencialidad de ser.

b. Jerarquía de los Seres y Grados de Perfección

Tomás de Aquino propone una jerarquía ontológica basada en el grado de perfección de la existencia, que a su vez, está determinado por la esencia. Esta jerarquía se extiende desde las sustancias inorgánicas hasta Dios, incluyendo plantas, animales, humanos y ángeles. Cada ser participa de la existencia divina en diferente medida. Dios, en la cúspide, es el ser absolutamente perfecto y puro acto de ser.

c. Sustancias Materiales y Espirituales: Una Distinción Clave

A diferencia de Aristóteles, Santo Tomás diferencia entre sustancias materiales (compuestas de materia y forma) y sustancias espirituales (constituidas únicamente por forma, sin materia). Esta distinción es crucial para su argumento sobre la existencia de los ángeles y la inmortalidad del alma humana, la cual no depende de la materia para su existencia.

d. Teoría del Conocimiento y Abstracción Aristotélica

Siguiendo la tradición aristotélica, Tomás de Aquino afirma que el conocimiento tiene su origen en la experiencia sensorial. El entendimiento agente, a través del proceso de abstracción, extrae la esencia común de las experiencias sensoriales individuales, formando así conceptos universales. El entendimiento paciente, a su vez, conoce estos conceptos y los aplica a la realidad. La verdad, para Santo Tomás, se define como la adecuación entre el concepto y la cosa real.

Hume: Empirismo, Conocimiento y Crítica a la Metafísica

1.1. Impresiones e Ideas: La Base del Conocimiento

Hume establece una distinción fundamental entre:

  • Impresiones: Percepciones intensas y directas, derivadas de los sentidos o de la reflexión (emociones, pasiones). Pueden ser simples (un color) o complejas (un objeto).
  • Ideas: Copias menos vívidas de las impresiones, son recuerdos o representaciones mentales. También pueden ser simples o complejas (resultado de la combinación de ideas simples).

Hume niega la existencia de ideas innatas, afirmando que todas las ideas provienen, en última instancia, de impresiones. Una afirmación solo es verdadera si sus ideas corresponden a una impresión.

1.2. Leyes de Asociación de Ideas: Cómo se Forman las Ideas Complejas

Hume explica la formación de ideas complejas a través de la memoria y la imaginación, que combinan impresiones siguiendo tres leyes:

  • Semejanza: Asociamos ideas que se parecen entre sí (una fotografía y la persona retratada).
  • Contigüidad: Vinculamos ideas cercanas en el tiempo o el espacio (una calle y las tiendas que hay en ella).
  • Causa-Efecto: Conectamos ideas basándonos en una relación causal (el humo nos hace pensar en el fuego).

1.3. Relaciones de Ideas y Cuestiones de Hecho: Dos Tipos de Conocimiento

Hume distingue dos categorías de conocimiento:

  • Relaciones de ideas: Propias de las ciencias formales (matemáticas, lógica). Son verdades necesarias, descubiertas por la razón, pero no proporcionan información sobre el mundo real (ejemplo: “El todo es mayor que la parte”).
  • Cuestiones de hecho: Pertenecen a las ciencias empíricas. Son contingentes y se fundamentan en la experiencia. Su contrario es concebible sin contradicción (ejemplo: “El sol saldrá mañana”).

1.4. Crítica a la Idea de Causa: El Problema de la Inducción

Hume argumenta que la relación causa-efecto no es una verdad necesaria, sino un producto del hábito. No percibimos una conexión necesaria entre la causa y el efecto; solo observamos la conjunción constante de dos eventos. Afirmamos que el sol saldrá mañana basándonos en la experiencia pasada, pero no tenemos una certeza absoluta de que esto sucederá.

1.5. Crítica a la Idea de Sustancia: Más Allá de la Experiencia

Hume rechaza la noción de sustancia (tanto material como espiritual) porque no tenemos impresiones directas de ella. Conceptos como “yo”, “Dios” o “esencia” son, para Hume, construcciones de la imaginación, conjuntos de percepciones unidas por la costumbre, pero sin un sustrato real subyacente.

1.6. Fenomenismo y Escepticismo: Las Consecuencias del Empirismo Radical

El empirismo de Hume conduce a:

  • Fenomenismo: Solo podemos conocer los fenómenos, es decir, las apariencias que percibimos.
  • Escepticismo moderado: No podemos alcanzar un conocimiento absolutamente cierto; solo podemos tener creencias probables basadas en la experiencia.

Descartes: Racionalismo, Método y las Tres Sustancias

2.1. El Método Cartesiano: Búsqueda de la Certeza

Descartes busca un método riguroso para alcanzar un conocimiento indudable, inspirado en el razonamiento matemático. Este método se compone de cuatro reglas:

  1. Evidencia: Aceptar solo aquello que se presente a la mente de forma clara y distinta, sin posibilidad de duda.
  2. Análisis: Dividir los problemas complejos en partes más simples para facilitar su comprensión.
  3. Síntesis: Reconstruir el conocimiento, partiendo de lo simple y avanzando hacia lo complejo mediante deducciones lógicas.
  4. Enumeración: Revisar exhaustivamente cada paso del proceso para evitar errores.

2.2. La Duda Metódica: Un Camino hacia la Verdad

Para encontrar una verdad fundamental, Descartes emplea la duda metódica, que es: provisional, universal, teórica e hiperbólica. Duda de:

  • Los sentidos: Porque pueden ser engañosos.
  • La realidad externa: Debido a la imposibilidad de distinguir con certeza entre el sueño y la vigilia.
  • Las verdades matemáticas: Postula la hipótesis de un “genio maligno” que podría engañarnos incluso en las verdades lógicas.

2.3. La Primera Certeza: “Cogito, Ergo Sum”

A pesar de la duda radical, Descartes descubre una verdad indubitable: si duda, piensa, y si piensa, existe. Esta es la primera certeza y el fundamento de su sistema filosófico: la existencia del “yo” como ser pensante (res cogitans).

2.4. El Análisis de las Ideas: Tipos y Origen

Descartes clasifica las ideas en tres tipos:

  • Adventicias: Provienen de la experiencia sensorial (ej: un árbol).
  • Facticias: Son construcciones de la mente a partir de ideas simples (ej: un unicornio).
  • Innatas: No derivan de la experiencia ni de la imaginación; están presentes en la mente de forma natural (ej: infinito, perfección).

2.5. La Segunda Certeza: La Existencia de Dios

Descartes demuestra la existencia de Dios como garante de la verdad del conocimiento, utilizando los siguientes argumentos:

  • Causa de la idea de infinito: Una mente finita no puede producir por sí misma la idea de infinito; esta debe provenir de un ser infinito (Dios).
  • Causa de la propia existencia: Si el “yo” no es la causa de su propia existencia, debe existir un ser perfecto (Dios) que lo sea.
  • Argumento ontológico: Si Dios es un ser perfecto, debe existir, ya que la existencia es un atributo de la perfección.

2.6. La Tercera Certeza: La Realidad del Mundo Físico

La existencia de Dios, como ser perfecto y veraz, asegura que el mundo externo (res extensa) es real y que nuestras ideas corresponden a una realidad extramental. Descartes concibe el mundo como un mecanismo regido por leyes matemáticas (mecanicismo). Distingue entre:

  • Cualidades primarias: Propiedades objetivas y medibles (extensión, forma, movimiento).
  • Cualidades secundarias: Propiedades subjetivas (color, sabor, olor).

Conclusión: Descartes establece tres tipos de sustancias que componen la realidad:

  • Sustancia pensante (res cogitans): El “yo” pensante.
  • Sustancia infinita (res infinita): Dios, fundamento de la verdad.
  • Sustancia extensa (res extensa): El mundo físico, objetivo y cognoscible mediante la razón.

Antropología Dualista de Descartes: Alma y Cuerpo

Descartes defiende un dualismo antropológico, afirmando que el ser humano es la unión de dos sustancias independientes:

  1. Res cogitans (alma, mente o pensamiento): Inmortal, cuyo atributo principal es el pensamiento, que abarca actos como sentir, imaginar, juzgar y desear. Las facultades fundamentales del alma son el entendimiento y la voluntad, siendo esta última libre y capaz de elegir según el entendimiento.
  2. Res extensa (cuerpo): La parte material, sujeta a las leyes físicas, concebida como una máquina creada por Dios para servir al alma. Descartes considera que los animales, al carecer de alma, son meras máquinas sin sensibilidad.

Aunque alma y cuerpo son independientes, Descartes postula que interactúan a través de la glándula pineal, ubicada en el cerebro. Para él, el dolor y las sensaciones no son del cuerpo, sino percepciones del alma.

Esta perspectiva dualista ha sido criticada por su influencia en la justificación de la superioridad humana sobre la naturaleza y los animales, contribuyendo, según algunos, a una relación de explotación sistemática del mundo natural.

Rousseau: El Ser Humano, la Sociedad y la Política

1. El Problema del Ser Humano en Rousseau

1.1. El Estado de Naturaleza: Un Modelo Ideal

Rousseau propone un estado de naturaleza como un modelo hipotético para criticar la sociedad de su tiempo. Aunque admite que este estado podría no haber existido históricamente, su objetivo es analizar cómo la sociedad ha corrompido al ser humano y buscar una vía para remediar sus males.

1.2. El “Buen Salvaje”: Libertad y Sentimientos Naturales

En el estado natural, el ser humano es libre y pacífico, guiado por sentimientos naturales como el amor de sí mismo (instinto de autoconservación) y la piedad (compasión hacia el sufrimiento de otros). No existe el egoísmo, ya que carece de nociones como propiedad o justicia. Esta concepción del hombre naturalmente bueno se inspira en el mito del “buen salvaje”, aunque Rousseau reconoce su carácter idealizado.

1.3. El Origen de la Desigualdad: La Propiedad Privada

Rousseau argumenta que la propiedad privada es el origen de la desigualdad y la corrupción. Esta genera egoísmo, dependencia y conflictos, reemplazando el amor de sí mismo por el amor propio social, que se manifiesta como orgullo o vanidad. La sociedad se transforma en un ámbito de competencia y desigualdad, donde la búsqueda de la paz a menudo justifica la dominación de unos sobre otros.

2. El Problema de la Sociedad y la Política en Rousseau

2.1. El Contrato Social: Reforma de la Sociedad

Dado que el retorno al estado natural es inviable, Rousseau propone una reforma social a través de un nuevo contrato social. Este pacto implica que los ciudadanos renuncien a sus intereses particulares y se sometan a la voluntad general, que representa el bien común. Se sustituye así la libertad natural por una libertad civil y moral, basada en el respeto a leyes justas que emanan del pueblo.

2.2. La Soberanía: Inalienable e Indivisible

La soberanía reside en el pueblo y no puede ser delegada a representantes. El poder ejecutivo es solo un administrador de las leyes, mientras que la función legislativa es exclusiva del pueblo. Además, la soberanía es indivisible; no se admite la separación de poderes, a diferencia de otros modelos políticos.

2.3. La Voluntad General vs. la Voluntad de Todos

La voluntad general busca el bien común y es infalible, pero no debe confundirse con la voluntad de todos, que es la suma de los intereses individuales. Rousseau advierte que la mayoría puede equivocarse si se deja influenciar por intereses particulares. Por ello, es crucial evitar los partidos políticos y asegurar que los ciudadanos voten libremente y con la información adecuada.

2.4. La Importancia de la Educación: Formación de Ciudadanos

La educación es fundamental para formar ciudadanos capaces de contribuir al bien común. En su obra Emilio, Rousseau propone una pedagogía que respete la naturaleza innata del ser humano y prevenga su corrupción, fomentando la virtud y la libertad desde la infancia.

Comparación entre Descartes y Hume: Epistemología y Consecuencias

1. Enfoque epistemológico: Descartes y Hume representan posturas opuestas en relación con el conocimiento. Descartes, como racionalista, defiende que la razón es la fuente principal del conocimiento y postula la existencia de ideas innatas. Su método se basa en la duda metódica y culmina en la certeza del cogito ergo sum. Hume, desde el empirismo, afirma que todo conocimiento se deriva de la experiencia sensible. Rechaza las ideas innatas y distingue entre impresiones (percepciones vívidas) e ideas (recuerdos o copias de impresiones).

2. Origen del conocimiento: Para Descartes, el conocimiento verdadero se origina en la intuición racional y la deducción. Considera que la razón puede alcanzar verdades universales, como las matemáticas. Hume, en cambio, sostiene que el conocimiento surge exclusivamente de la experiencia. Las ideas complejas se forman mediante la asociación de ideas simples, obtenidas a partir de impresiones.

3. Certeza y escepticismo: Descartes busca la certeza absoluta y, tras su proceso de duda metódica, encuentra una verdad indubitable: “pienso, luego existo”. Hume, por su parte, adopta un escepticismo moderado. Considera que solo podemos conocer fenómenos y que el conocimiento es siempre provisional, basado en la experiencia y la costumbre, sin alcanzar nunca la certeza absoluta.

4. Causalidad y sustancia: Descartes defiende la existencia de la sustancia (res cogitans y res extensa) y considera la causalidad como una verdad racional. Hume critica la idea de causa y efecto, afirmando que es solo una costumbre derivada de la experiencia. Asimismo, niega la existencia de la sustancia y del “yo” como entidades reales, considerándolos meras ficciones de la mente.

5. Relación con la ciencia: Descartes busca un fundamento racional para la ciencia mediante un método basado en la evidencia y la deducción. Hume, por su parte, destaca el papel de la experiencia y el hábito en el conocimiento científico, pero advierte sobre los límites de la inducción y la imposibilidad de garantizar certezas absolutas.

En síntesis: Mientras Descartes confía en la razón para alcanzar verdades universales e inmutables, Hume subraya la importancia de la experiencia y la incertidumbre inherente al conocimiento humano.