Racionalismo y Empirismo Moderno: Descartes, Hobbes y Locke

Racionalismo y Empirismo Moderno

El Método Cartesiano

La Duda y la Primera Verdad

Según Descartes, lo más importante es cuestionarse los conocimientos y buscar las verdades indudables, ya que no todos los conocimientos son fiables. Es famosa su duda universal y metódica, que se fundamenta en las razones siguientes:

  • La incertidumbre de los datos sensoriales: duda que todos los datos que se originan en los sentidos.
  • Los errores de razonamiento: duda de los errores que comete el ser humano a menudo dado que lo que se había demostrado en la época de la escolástica era ahora considerado un saber confuso e incierto, y defiende que es válido dudar de todos los razonamientos que se habían demostrado en una época pasada.
  • La dificultad para distinguir el sueño de la vigilia: existe la posibilidad de que todos los pensamientos del estado de vigilia son en realidad sueños que no reconocemos como tales.
  • La hipótesis del genio maligno: para que su duda sea universal, hace falta la existencia de un “genio maligno, astuto y engañador” que le lleve a considerar como evidentes cosas que no lo son.

La duda de Descartes es un paso que se da con la esperanza de encontrar después una verdad indudable. Cuando dudo, pienso, y la acción de pensar implica la existencia de un ser que piensa, y por eso si pienso implica que estoy existiendo a la vez: “Pienso, luego existo”. Esta es la primera verdad incuestionable a la cual accede Descartes. Es una intuición; absolutamente nada permite dudar de ella, es evidente, clara y distinta.

Las Tres Sustancias

El cogito, ergo sum de Descartes justifica la existencia de un yo pensante diferenciado del cuerpo y se convierte en un principio modélico. Aplicando su método, llegó a distinguir las tres sustancias que componen todo lo real: el yo pensante, Dios y el mundo.

El Yo Pensante (res cogitans)

Descartes afirma que se puede dar una duda de la existencia de mi cuerpo y del mundo que me rodea, porque tengo información a través de los sentidos y estos a veces fallan, pero no puedo dudar de la existencia de mis pensamientos, ideas y subjetividad. El gran reto al que se enfrenta Descartes es encontrar la manera de conocer si las ideas del mundo no son sueños ni ilusiones, es decir, conocer si hay cosas objetivas y cómo son estas cosas. Por eso, Descartes estudia y clasifica las ideas de la siguiente manera:

  • Adventicias o adquiridas: provienen de fuera, de la experiencia sensible y de la percepción propia. Pueden resultar erróneas porque cada humano puede tener una percepción diferente de cada objeto externo.
  • Facticias o artificiales: son las ideas que inventamos nosotros mismos.
  • Innatas o naturales: son aquellas que emergen de la facultad de pensar, que nuestra mente capta y han de ser aceptadas necesariamente sin poder modificar nada.
Dios (res divina)

Descartes considera que el yo pensante no es perfecto, pero tiene la idea de perfección. Esta idea no puede provenir de nosotros, sino que tiene que haber sido una realidad divina la que la ha hecho surgir en nuestras mentes, la idea innata de Dios. La demostración de la existencia de Dios es una pieza fundamental en la metafísica cartesiana. Defiende por eso que Dios es la garantía del conocimiento, porque en él existen las grandes verdades eternamente establecidas por él, todas las verdades matemáticas que descubrimos están en Dios, al igual que las leyes de la naturaleza. Además, como argumento de la existencia de este, Descartes incorpora el argumento ontológico de San Anselmo, que defiende que la idea de Dios es inseparable de su gran propiedad, la existencia, y que no carece de esa perfección que representa.

El Mundo (res extensa)

La materia o res extensa constituye la tercera sustancia de la metafísica cartesiana. Descartes llega a la conclusión de que la sustancia extensa o el mundo material existe. Considera que Dios es garantía de conocimiento de nuestras verdades claras y distintas, lo cual no significa que todo lo que puedan captar nuestros sentidos haya de recibir dicha consideración. Lo que sí podemos afirmar con seguridad es que, cuando logramos explicar el funcionamiento del mundo físico a través de las matemáticas, tenemos la garantía de que nuestra concepción se ajusta a los hechos.

Empirismo Moderno (Hobbes y Locke)

Los empiristas defienden que la razón no es omnipotente y está limitada por los datos sensoriales y la experiencia. Solo podemos garantizar un uso legítimo de la razón cuando se apoya en datos proporcionados por los sentidos.

Características empiristas y diferencias con los racionalistas:

  • Supremacía de la experiencia: todo lo que podemos conocer procede de la experiencia.
  • Negación de la existencia de ideas innatas: la mente humana está inicialmente vacía, y se llena con la información proporcionada por los sentidos.
  • Dificultad/Imposibilidad de metafísica: es difícil obtener un conocimiento metafísico válido.
  • Ciencias experimentales como modelo: se fijan en la observación y experimentación.

El Contractualismo Social

Ni el Estado ni el poder se fundamenta en Dios, son una creación humana, fruto de acuerdo entre todos los miembros, racionales y libres. Esta teoría contempla el origen y constitución del Estado, de modo semejante a la fundación de gremios, producto del pacto y consentimiento de todos. Este pacto es una metáfora filosófica para remarcar el carácter convencional y humano de la sociedad.

Hobbes

Según Hobbes, los humanos son esencialmente iguales y no nacen predeterminados para llevar a cabo labores en función a sus actitudes. Los hombres tienen similares posibilidades de conseguir sus objetivos: el menos dotado de astucia usará la fuerza para conseguir lo que otro no alcanza con la inteligencia. Esta igualdad unida al egoísmo hace pensar a Hobbes que la vida sin una autoridad firme, sería un infierno y un peligro para todos.

  • El estado de naturaleza: situación anterior al pacto, donde el humano vive en completa libertad y no existen leyes ni autoridad. El hombre es un lobo para el hombre, lo que impide el progreso.
  • El pacto: la razón humana impulsa a los hombres a renunciar a la libertad y pactar una forma de vida más represiva, pero más segura. El poder se traspasa a un tercero, el soberano.
  • El Estado o Leviatán: de manera voluntaria, se constituye un Estado en el que el soberano tiene todo el poder, que ha de ser absoluto.
Locke

Para Locke, el origen y legitimación del Estado son fruto de un pacto entre individuos. La convivencia no se entiende si no hay un consentimiento de sus miembros. Este contrato no comporta el absolutismo ni la renuncia a los derechos personales.

  • El estado de la naturaleza: además de disfrutar de libertad, los hombres poseen derechos naturales. Al no haber ninguna fuerza que obligue a que se cumplan, existe el riesgo de individuos que no nos respeten.
  • El pacto: los hombres libres pactan la creación de una autoridad, pero no renuncian a sus derechos. Otorgan a los gobernantes el poder para que los protejan.
  • El Estado liberal: surge el Estado, aunque no pasa a ser absoluto. Los gobernantes están al servicio de los individuos, protegiendo sus derechos.

Epistemología

Locke intuye que puede avanzarse poco en la ciencia, si no se aclaran cuáles son las posibilidades y capacidades del entendimiento humano. Fija el principio del empirismo: la razón no es infalible ni autónoma, trabaja con material de la experiencia que constituye la garantía del éxito racional.

Origen de nuestras ideas

Solo podemos acceder al mundo mediante representaciones de él. Locke aclara que no hay ideas innatas, ya que no hay contenido mental anterior a la experiencia. Todo lo que hay en nuestra mente proviene de ella:

  • Ideas Simples: no pueden dividirse en partes.
  • Ideas complejas: combinación, unión de ideas simples.
Idea de sustancia

Según Locke, la idea de sustancia es una idea compleja, producto de la unión de ideas simples que el entendimiento lleva a cabo. Agrupa bajo una misma idea las cualidades que acostumbramos a percibir juntas. Consideramos esta idea de sustancia como una realidad material que permanece como soporte y causa de las sensaciones. Aunque no podemos tener experiencia de las sustancias, Locke no llega a rechazar la existencia de estas, ya que tenemos que creer en la existencia de realidades que sean las causas de nuestras experiencias.