Introducción al Racionalismo y Empirismo
Los siglos XV y XVI marcaron una transición entre la Edad Media y la Edad Moderna, un período conocido como Renacimiento. Este período presenció un crecimiento demográfico, una expansión económica, la consolidación de los primeros Estados nacionales y una crisis religiosa (causada por la Reforma Luterana). Entre los eventos históricos más destacados se encuentra el descubrimiento de América. Durante el Renacimiento, se sentaron las bases para la revolución científica que tendría lugar en la modernidad, a lo largo de los siglos XV, XVI y XVII. Esta revolución científica se debió en gran parte a la generalización de un nuevo método para las ciencias: el método hipotético-deductivo. Este método se basaba en elaborar hipótesis de carácter matemático que pudieran ser comprobadas experimentalmente. Además, en la modernidad se produjo una matematización de la física.
En este contexto, surgieron en el siglo XVI dos grandes corrientes filosóficas: el racionalismo y el empirismo, que se dedicaron especialmente a intentar ofrecer soluciones al problema del conocimiento y desentrañar cómo podemos llegar a la verdad. El racionalismo defendió que el conocimiento se basa sobre todo en la razón, en el conocimiento a priori (independiente de la experiencia), y en la creencia en las ideas innatas. Los empiristas, en cambio, creían que la experiencia era la única fuente de conocimiento y negaban la existencia de ideas innatas.
René Descartes: Fundador del Racionalismo
René Descartes, filósofo que vivió durante la primera mitad del siglo XVII, es considerado uno de los más importantes filósofos racionalistas; de hecho, es el fundador de esta corriente. También ha sido calificado como el primer filósofo de la filosofía moderna. Entre sus obras destaca el Discurso del método.
David Hume: Empirista Escepticista
Entre los empiristas más importantes se encuentra David Hume. Este pensador escocés, que vivió a lo largo del siglo XVIII, es especialmente conocido por sus críticas escépticas a las ideas de sustancia y causalidad. Entre sus obras destaca el Tratado de la naturaleza humana.
Conceptos Clave del Racionalismo y Empirismo
Racionalismo: Corriente filosófica que defiende que el conocimiento se basa en la razón y el conocimiento a priori, independiente de la experiencia. Los racionalistas creen en la existencia de ideas innatas que constituyen los principios fundamentales del conocimiento.
Empirismo: Corriente filosófica que sostiene que la experiencia es la única fuente de conocimiento y niega la existencia de ideas innatas. Considera que todo conocimiento se origina en las percepciones derivadas de los sentidos.
Ideas innatas: Ideas que, según los racionalistas como Descartes, no provienen de los sentidos, sino que están presentes en la razón de manera intrínseca desde el nacimiento.
Experiencia: Para el empirismo, es el origen de todo conocimiento. Las experiencias pueden ser externas, captadas por los sentidos, o internas, relacionadas con estados de conciencia.
Método científico: Método hipotético-deductivo que consiste en descomponer un hecho en partes simples, elaborar hipótesis matemáticas, deducir consecuencias y verificar experimentalmente la hipótesis. Incluye una matematización de la física.
Certeza: En el método cartesiano, se define como aquello que no puede ser dudado. Surge de concebir las ideas con claridad y distinción.
Intuición: Según Descartes, el acto mental que nos permite llegar a la evidencia de las ideas claras y distintas sin necesidad de razonamiento.
Deducción: Proceso mental para derivar verdades complejas a partir de verdades más simples siguiendo el método cartesiano.
Análisis: Segundo paso del método cartesiano, que implica dividir el problema en tantas partes como sea necesario para entenderlo claramente.
Síntesis: Paso del método cartesiano en el que se reconstruyen las partes analizadas para entender el todo de manera completa, yendo de lo simple a lo complejo.
Duda metódica: Estrategia cartesiana para cuestionar todo conocimiento hasta encontrar una verdad absoluta indudable, como el “cogito ergo sum“.
Res infinita: Substancia infinita que en la filosofía de Descartes se refiere a Dios, la causa última de las otras substancias finitas.
Res cogitans: Substancia pensante identificada por Descartes como el “yo”, el sujeto que duda y piensa. También llamada alma.
Res extensa: Substancia extensa que representa la realidad material que ocupa espacio y que es objeto de estudio de la física.
Impresiones de sensación: Según Hume, son percepciones directas causadas por los sentidos que nos permiten conocer las cualidades externas de los objetos.
Impresiones de reflexión: Percepciones que surgen de los estados internos de conciencia, como las emociones y pasiones.
Causalidad: Relación tradicionalmente entendida como conexión necesaria entre causa y efecto. Según Hume, la causalidad no es más que una expectativa basada en el hábito y no una conexión necesaria.
Conocimiento de las relaciones entre ideas: Para Hume, incluye las ciencias como la aritmética y geometría que operan sobre proposiciones intuitiva o demostrativamente verdaderas y no requieren validación empírica.
Conocimiento de los hechos: Tipo de conocimiento basado en la experiencia y relacionado con los hechos empíricos observables. Su certeza no es absoluta, ya que se basa en la inducción y no en el principio de no contradicción.
Conexión necesaria: Idea tradicionalmente asumida como inherente a la causalidad, pero que Hume rechaza al no poder relacionarse con una impresión directa. Es una convicción generada por el hábito y no por evidencia sensorial directa.
Análisis de los Textos de Descartes
Texto 1: El Discurso del Método – La Búsqueda de un Método Universal
El fragmento de la segunda parte del Discurso del método de Descartes contiene ideas fundamentales para comprender su método filosófico y científico.
- Búsqueda de un método universal y eficaz: Descartes señala la necesidad de un método que combine las ventajas de los existentes (en particular, la lógica, el análisis matemático y las ciencias empíricas) sin sus defectos. Hace una analogía con las leyes de un Estado, argumentando que un sistema más sencillo y claro permite una mejor regulación. De la misma forma, propone reducir la complejidad del conocimiento a principios esenciales.
- Los cuatro preceptos del método:
- Primero: Evidencia y claridad. Descartes establece que solo aceptará como verdadero aquello que pueda percibirse con absoluta claridad y sin posibilidad de duda.
- Segundo: División del problema. Propone analizar cada dificultad dividiéndola en partes más simples para resolverlas de manera más eficiente.
- Tercero: Orden de complejidad. Descartes sugiere comenzar por los objetos más simples y avanzar progresivamente hacia los más complejos.
- Cuarto: Enumeración y revisión exhaustiva. La enumeración completa y la revisión meticulosa garantizan que no se omita nada.
- Inspiración en las matemáticas: Descartes admira las demostraciones matemáticas por su claridad, rigor y certeza, considerando que este enfoque puede extenderse a todas las áreas del conocimiento.
- Universalidad del método: Para Descartes, el método no solo es aplicable a las matemáticas, sino a cualquier conocimiento humano.
Conclusión: El método de Descartes fue revolucionario, pero recibió críticas, especialmente de los empiristas como Hume. Su búsqueda de certezas absolutas es difícil de aplicar en campos donde el conocimiento es dinámico y provisional. Aun así, su llamado a cuestionar las bases de nuestras creencias sigue siendo un aporte esencial para el pensamiento crítico y científico.
Texto 3: El Discurso del Método – El Argumento Ontológico
En este fragmento de la cuarta parte del Discurso del método, Descartes desarrolla su argumento ontológico para demostrar la existencia de Dios.
- El reconocimiento de la imperfección propia: Descartes parte de la duda como prueba de su imperfección. Esto lo lleva a reflexionar sobre el origen de la idea de perfección que tiene en su mente.
- La idea de un ser más perfecto: Descartes argumenta que la idea de un ser más perfecto que él debe haber sido puesta en su mente por algo que posea esa perfección.
- La dependencia del ser humano respecto a Dios: El filósofo concluye que, dado que reconoce perfecciones que no posee, no es un ser independiente. Depende de un ser superior: Dios.
- El argumento ontológico: Descartes plantea que la existencia de Dios es necesaria porque solo un ser perfecto podría ser la causa de la idea de perfección en un ser imperfecto como él.
Conclusión: El argumento de Descartes sobre la existencia de Dios ha sido objeto de diversas críticas. Su razonamiento, aunque lógico dentro de su sistema filosófico, resulta problemático porque parte de presupuestos que no pueden verificarse. Sin embargo, su reflexión sobre la imperfección y la dependencia del ser humano sigue siendo valiosa.
Análisis de los Textos de Hume
Texto 1: Investigación sobre el Conocimiento Humano – La Causalidad
En este fragmento de la Investigación sobre el conocimiento humano de Hume, se expone su teoría sobre la relación entre causa y efecto.
- La relación entre causa y efecto como base del conocimiento factual: Hume afirma que todo razonamiento sobre hechos depende de la relación de causa y efecto.
- La dependencia de la experiencia: Hume sostiene que el conocimiento de la relación causa-efecto no puede obtenerse a priori, sino que se deriva exclusivamente de la experiencia.
- La crítica al conocimiento causal a priori: Hume niega que sea posible deducir las relaciones de causa y efecto sin experiencia previa.
- La inferencia inductiva: Su análisis apunta a la naturaleza inductiva del conocimiento: inferimos patrones generales a partir de observaciones particulares.
Conclusión: Hume ofrece un análisis brillante sobre los límites del conocimiento humano y la dependencia de la experiencia para inferir relaciones causales. Su rechazo a cualquier fundamento racional para la causalidad puede ser excesivo. A pesar de ello, su enfoque nos invita a reflexionar críticamente sobre nuestras certezas.
Texto 2: Tratado de la Naturaleza Humana – La Crítica a la Sustancia
En este fragmento del Tratado de la naturaleza humana de Hume, se aborda una crítica al concepto tradicional de sustancia.
- Crítica a la idea tradicional de sustancia: Hume cuestiona la idea de sustancia como una entidad subyacente a las propiedades.
- Reducción de la sustancia a un conjunto de cualidades: Hume propone que no tenemos una idea distinta de sustancia, sino que esta es solo una colección de cualidades particulares unidas por la imaginación.
- La conexión entre las cualidades: Las cualidades que forman una sustancia se consideran conectadas mediante relaciones de contigüidad y causalidad.
- El papel de la ficción en el concepto de sustancia: Hume identifica un elemento de ficción en la idea de sustancia, ya que imaginamos un “algo desconocido” al que atribuimos las cualidades observadas.
Conclusión: Hume realiza un análisis incisivo al desmontar las concepciones tradicionales de la sustancia. Su enfoque radicalmente empirista subestima cómo la mente humana organiza las percepciones. A pesar de esta limitación, su trabajo es valioso porque nos invita a cuestionar conceptos que solemos aceptar sin crítica.