1 El aparato circulatorio
¿Quién realiza el transporte de sustancias en el organismo humano?
El aparato circulatorio se encarga de transportar sustancias en el organismo: lleva los
nutrientes, resultado de la digestión, desde el tubo digestivo hasta todas y cada una de las
células del cuerpo, transporta las sustancias de desecho, producto del metabolismo de las
células, desde éstas hasta los órganos de la excreción, para que se eliminen al exterior, y
transporta las hormonas, tan importantes para que el organismo funcione coordinadamente.
Además participa en la regulación de la temperatura y la defensa del organismo.
El aparato circulatorio humano está formado por el aparato circulatorio sanguíneo que
transporta sangre, y por el sistema linfático que transporta la linfa.
2 El aparato circulatorio sanguíneo
Los componentes del aparato circulatorio sanguíneo son:
La sangre.
Los vasos sanguíneos.
El corazón
¿Quién realiza el transporte de sustancias en el organismo humano?
El aparato circulatorio se encarga de transportar sustancias en el organismo: lleva los
nutrientes, resultado de la digestión, desde el tubo digestivo hasta todas y cada una de las
células del cuerpo, transporta las sustancias de desecho, producto del metabolismo de las
células, desde éstas hasta los órganos de la excreción, para que se eliminen al exterior, y
transporta las hormonas, tan importantes para que el organismo funcione coordinadamente.
Además participa en la regulación de la temperatura y la defensa del organismo.
El aparato circulatorio humano está formado por el aparato circulatorio sanguíneo que
transporta sangre, y por el sistema linfático que transporta la linfa.
2 El aparato circulatorio sanguíneo
Los componentes del aparato circulatorio sanguíneo son:
La sangre.
Los vasos sanguíneos.
El corazón
2.1 La sangre
La sangre es un líquido viscoso, de color rojo y sabor salado que circula por el interior de los
vasos sanguíneos.
Tiene varias funciones importantes: Transporta:
– Nutrientes y oxígeno hasta las células.
– Sustancias de desecho hasta los órganos excretores.
– Hormonas desde las glándulas endocrinas a su lugar de acción.
Interviene en la defensa contra infecciones.
Participa en la regulación de la temperatura corporal.
Está formada por una parte líquida, el plasma, y por las células sanguíneas: glóbulos rojos,
eritrocitos o hematíes, glóbulos blancos o leucocitos y plaquetas.
2.1.1. Plasma
Formado por agua (80 a 90 %) y numerosas sustancias disueltas: proteínas (albúmina, anticuerpos…), sales minerales (Na, K, Ca…) y en menor proporción otras sustancias útiles o de desecho (glucosa, lípidos, vitaminas, hormonas, urea, ácido úrico).
El plasma sin algunas proteínas (principalmente fibrinógeno) se denomina suero sanguíneo. El proceso por el que el plasma solidifica se denomina coagulación.
Formado por agua (80 a 90 %) y numerosas sustancias disueltas: proteínas (albúmina, anticuerpos…), sales minerales (Na, K, Ca…) y en menor proporción otras sustancias útiles o de desecho (glucosa, lípidos, vitaminas, hormonas, urea, ácido úrico).
El plasma sin algunas proteínas (principalmente fibrinógeno) se denomina suero sanguíneo. El proceso por el que el plasma solidifica se denomina coagulación.
2.1.2. Células sanguíneas
Glóbulos rojos (hematíes o eritrocitos): son las células más numerosas de la sangre, en cada milímetro cúbico hay cuatro a cinco millones. Tienen forma de disco bicóncavo, carecen de núcleo y orgánulos, y su citoplasma está repleto de hemoglobina. La hemoglobina es una proteína con hierro que da el color rojo a la sangre, su función es combinarse con el oxígeno para transportarlo.
Glóbulos blancos o leucocitos: Son mayores, pero menos numerosos (unos siete mil por milímetro cúbico), son incoloros y con núcleo de diversa forma según el tipo, los granulocitos (neutrófilos, basófilos y eosinófilos) tienen gránulos en su citoplasma y núcleo polilobulado y los agranulocitos (monocitos y linfocitos) no presentan granulaciones y su núcleo sin lóbulos. Su función es intervenir en la defensa del organismo contra los patógenos y células tumorales (forman parte del sistema inmune). Algunos, como los monocitos (macrófagos), pueden fagocitar sustancias u otras células y destruirlas. Otros, como los linfocitos B, fabrican anticuerpos para defendernos. (Unidad 9).
Plaquetas: en realidad son fragmentos de células grandes, y su función es intervenir en el proceso de coagulación sanguínea. Hay entre 200.000-300.000 por mm3.
La membrana plasmática de los glóbulos rojos contiene en su superficie diferentes proteínas, las cuales son las responsables de los distintos grupos sanguíneos (A, B, AB y O) y Rh (Unidad 9)
Glóbulos rojos (hematíes o eritrocitos): son las células más numerosas de la sangre, en cada milímetro cúbico hay cuatro a cinco millones. Tienen forma de disco bicóncavo, carecen de núcleo y orgánulos, y su citoplasma está repleto de hemoglobina. La hemoglobina es una proteína con hierro que da el color rojo a la sangre, su función es combinarse con el oxígeno para transportarlo.
Glóbulos blancos o leucocitos: Son mayores, pero menos numerosos (unos siete mil por milímetro cúbico), son incoloros y con núcleo de diversa forma según el tipo, los granulocitos (neutrófilos, basófilos y eosinófilos) tienen gránulos en su citoplasma y núcleo polilobulado y los agranulocitos (monocitos y linfocitos) no presentan granulaciones y su núcleo sin lóbulos. Su función es intervenir en la defensa del organismo contra los patógenos y células tumorales (forman parte del sistema inmune). Algunos, como los monocitos (macrófagos), pueden fagocitar sustancias u otras células y destruirlas. Otros, como los linfocitos B, fabrican anticuerpos para defendernos. (Unidad 9).
Plaquetas: en realidad son fragmentos de células grandes, y su función es intervenir en el proceso de coagulación sanguínea. Hay entre 200.000-300.000 por mm3.
La membrana plasmática de los glóbulos rojos contiene en su superficie diferentes proteínas, las cuales son las responsables de los distintos grupos sanguíneos (A, B, AB y O) y Rh (Unidad 9)
2.2 Los vasos sanguíneos
Los vasos sanguíneos son los conductos por los que circula la sangre. Son de 3 tipos: arterias, capilares y venas.
2.2.1. Arterias
Son los vasos que llevan la sangre desde el corazón hasta los diferentes órganos del cuerpo. De cada ventrículo sale una arteria, que comienza a ramificarse dando cada vez vasos más pequeños, las arteriolas.
Presentan paredes gruesas, muy elásticas y resistentes, para poder soportar la elevada presión con la que circula la sangre impulsada por el corazón. Las arterias se dilatan y contraen
conduciendo así la sangre hasta los capilares
Los vasos sanguíneos son los conductos por los que circula la sangre. Son de 3 tipos: arterias, capilares y venas.
2.2.1. Arterias
Son los vasos que llevan la sangre desde el corazón hasta los diferentes órganos del cuerpo. De cada ventrículo sale una arteria, que comienza a ramificarse dando cada vez vasos más pequeños, las arteriolas.
Presentan paredes gruesas, muy elásticas y resistentes, para poder soportar la elevada presión con la que circula la sangre impulsada por el corazón. Las arterias se dilatan y contraen
conduciendo así la sangre hasta los capilares
2.2.2. Venas
Conducen la sangre desde los distintos órganos hacia el corazón.
Sus paredes son más delgadas y menos elásticas que las de las arterias, ya que la sangre retorna hacia el corazón a menor presión. Presentan válvulas, que facilitan el ascenso de la sangre e impiden su retroceso. Se forman por la reuníón de pequeñas venas llamadas vénulas.
2.2.3. Los capilares
Son vasos microscópicos, dispuestos en forma de red, a través de ellos se une las arteriolas y las vénulas.
Sus paredes son muy delgadas y permiten el intercambio de nutrientes, de desechos y de gases, entre la sangre y las células de todas las partes del cuerpo
Son vasos microscópicos, dispuestos en forma de red, a través de ellos se une las arteriolas y las vénulas.
Sus paredes son muy delgadas y permiten el intercambio de nutrientes, de desechos y de gases, entre la sangre y las células de todas las partes del cuerpo
2.3 El corazón
El corazón es un órgano musculoso y hueco, del tamaño aproximado de un puño, de forma cónica con el vértice hacia abajo y a la izquierda, que actúa como bomba aspirante e impelente de la sangre.
Está situado en la parte central del tórax, entre ambos pulmones.
Las paredes del corazón están formadas por tejido muscular, llamado miocardio, que permite la contracción involuntaria del mismo.
Tiene cuatro cavidades, dos inferiores o ventrículos y dos superiores o aurículas. La parte izquierda del corazón no se comunica con la derecha.
Cada aurícula se comunica con el ventrículo de su mismo lado mediante una válvula, que sirve para evitar que la sangre retroceda, entre la aurícula derecha y el ventrículo derecho está la válvula tricúspide, en el lado izquierdo, separando aurícula y ventrículo está la válvula mitral.
La pared de las aurículas es mucho menos gruesa que la de los ventrículos. Además, la pared del ventrículo izquierdo es más gruesa que la del derecho, pues es el encargado de enviar la sangre al cuerpo, mientras que el derecho sólo la envía a los pulmones.
Las venas pulmonares entran en el corazón por la aurícula izquierda, y las venas cava inferior y superior por la aurícula derecha.
La arteria aorta sale del corazón del ventrículo izquierdo y la arteria pulmonar del derecho, al comienzo de estas arterias existen unas válvulas denominadas sigmoideas.
El corazón es un órgano musculoso y hueco, del tamaño aproximado de un puño, de forma cónica con el vértice hacia abajo y a la izquierda, que actúa como bomba aspirante e impelente de la sangre.
Está situado en la parte central del tórax, entre ambos pulmones.
Las paredes del corazón están formadas por tejido muscular, llamado miocardio, que permite la contracción involuntaria del mismo.
Tiene cuatro cavidades, dos inferiores o ventrículos y dos superiores o aurículas. La parte izquierda del corazón no se comunica con la derecha.
Cada aurícula se comunica con el ventrículo de su mismo lado mediante una válvula, que sirve para evitar que la sangre retroceda, entre la aurícula derecha y el ventrículo derecho está la válvula tricúspide, en el lado izquierdo, separando aurícula y ventrículo está la válvula mitral.
La pared de las aurículas es mucho menos gruesa que la de los ventrículos. Además, la pared del ventrículo izquierdo es más gruesa que la del derecho, pues es el encargado de enviar la sangre al cuerpo, mientras que el derecho sólo la envía a los pulmones.
Las venas pulmonares entran en el corazón por la aurícula izquierda, y las venas cava inferior y superior por la aurícula derecha.
La arteria aorta sale del corazón del ventrículo izquierdo y la arteria pulmonar del derecho, al comienzo de estas arterias existen unas válvulas denominadas sigmoideas.
3 El aparato ciclo cardíaco
El corazón funciona como una bomba aspirante e impelente. Para lo cual realiza movimientos de relajación (diástoles), seguidos de movimientos de contracción (sístoles). La secuencia de los movimientos alternantes de contracción y relajación del corazón se denomina ciclo cardíaco.
3.1 Etapas del ciclo cardíaco
El ciclo cardíaco (latido) presenta 3 etapas: Diástole: Las paredes de las aurículas y de los ventrículos se relajan y aspiran la sangre, la cual llega por las venas. La sangre que llena las arterias no retrocede, gracias a que las válvulas sigmoideas (también denominadas semilunares) que hay en su inicio están cerradas. Sístole auricular: Las paredes de las aurículas se contraen, se abren las válvulas aurículo-ventriculares (mitral y tricúspide) y la sangre pasa a los ventrículos. Sístole ventricular: Las paredes de los ventrículos se contraen y la sangre del ventrículo izquierdo pasa a la arteria aorta, hacia el resto del cuerpo, y la del ventrículo derecho pasa a la arteria pulmonar hacia los pulmones. Simultáneamente se cierran las válvulas sigmoideas.
El corazón funciona como una bomba aspirante e impelente. Para lo cual realiza movimientos de relajación (diástoles), seguidos de movimientos de contracción (sístoles). La secuencia de los movimientos alternantes de contracción y relajación del corazón se denomina ciclo cardíaco.
3.1 Etapas del ciclo cardíaco
El ciclo cardíaco (latido) presenta 3 etapas: Diástole: Las paredes de las aurículas y de los ventrículos se relajan y aspiran la sangre, la cual llega por las venas. La sangre que llena las arterias no retrocede, gracias a que las válvulas sigmoideas (también denominadas semilunares) que hay en su inicio están cerradas. Sístole auricular: Las paredes de las aurículas se contraen, se abren las válvulas aurículo-ventriculares (mitral y tricúspide) y la sangre pasa a los ventrículos. Sístole ventricular: Las paredes de los ventrículos se contraen y la sangre del ventrículo izquierdo pasa a la arteria aorta, hacia el resto del cuerpo, y la del ventrículo derecho pasa a la arteria pulmonar hacia los pulmones. Simultáneamente se cierran las válvulas sigmoideas.
4 La circulación de la sangre
La sangre describe en nuestro cuerpo un circuito doble, pues en realidad son dos recorridos los que hace: uno menor y otro mayor.
4.1 Circulación menor o pulmonar
Se realiza entre el ventrículo derecho, los pulmones y la aurícula izquierda.
Comienza en el ventrículo derecho, del que la sangre sale por la arteria pulmonar. Ésta se bifurca enseguida en dos arterias pulmonares, que se dirigen una a cada pulmón. Las arterias pulmonares llevan sangre rica en dióxido de carbono y pobre en oxígeno a los pulmones, donde es oxigenada y vuelve por las cuatro venas pulmonares a la aurícula izquierda, pasando seguidamente al ventrículo izquierdo.
4.2 Circulación mayor o general
Se establece entre el ventrículo izquierdo, los órganos del cuerpo y la aurícula derecha.
La sangre oxigenada, que viene de los pulmones, sale del ventrículo izquierdo por la arteria aorta, la cual se dobla hacia abajo y la izquierda, yendo hacia todo el cuerpo, ramificándose en numerosas arterias.
En este recorrido la sangre llega a los diversos tejidos del cuerpo, donde a través de los capilares cede los nutrientes y el oxígeno, y recoge el dióxido de carbono y otros desechos producidos en el metabolismo celular. De los capilares pasa a las venas, que se agrupan hasta llegar a la aurícula derecha del corazón por la vena cava superior (viene de la cabeza, brazos y pared torácica) y la vena cava inferior (del resto del cuerpo).
La sangre pasa dos veces por el corazón para completar su recorrido (circulación doble), en ningún momento la sangre oxigenada se mezcla con la desoxigenada, por tanto se dice que la circulación es completa. La sangre nunca sale de los vasos (aunque en los capilares parte del plasma sanguíneo se filtra a los espacios intercelulares), se dice que la circulación es cerrada
La sangre describe en nuestro cuerpo un circuito doble, pues en realidad son dos recorridos los que hace: uno menor y otro mayor.
4.1 Circulación menor o pulmonar
Se realiza entre el ventrículo derecho, los pulmones y la aurícula izquierda.
Comienza en el ventrículo derecho, del que la sangre sale por la arteria pulmonar. Ésta se bifurca enseguida en dos arterias pulmonares, que se dirigen una a cada pulmón. Las arterias pulmonares llevan sangre rica en dióxido de carbono y pobre en oxígeno a los pulmones, donde es oxigenada y vuelve por las cuatro venas pulmonares a la aurícula izquierda, pasando seguidamente al ventrículo izquierdo.
4.2 Circulación mayor o general
Se establece entre el ventrículo izquierdo, los órganos del cuerpo y la aurícula derecha.
La sangre oxigenada, que viene de los pulmones, sale del ventrículo izquierdo por la arteria aorta, la cual se dobla hacia abajo y la izquierda, yendo hacia todo el cuerpo, ramificándose en numerosas arterias.
En este recorrido la sangre llega a los diversos tejidos del cuerpo, donde a través de los capilares cede los nutrientes y el oxígeno, y recoge el dióxido de carbono y otros desechos producidos en el metabolismo celular. De los capilares pasa a las venas, que se agrupan hasta llegar a la aurícula derecha del corazón por la vena cava superior (viene de la cabeza, brazos y pared torácica) y la vena cava inferior (del resto del cuerpo).
La sangre pasa dos veces por el corazón para completar su recorrido (circulación doble), en ningún momento la sangre oxigenada se mezcla con la desoxigenada, por tanto se dice que la circulación es completa. La sangre nunca sale de los vasos (aunque en los capilares parte del plasma sanguíneo se filtra a los espacios intercelulares), se dice que la circulación es cerrada