La Psicología Social: Influencia, Comportamiento y Desarrollo Personal
Introducción a la Psicología Social
La psicopatía era considerada el peor de los trastornos psicológicos por lo devastador que puede resultar el enfermo psicópata para la sociedad; tanto es así, que también se conoce dicho trastorno con el nombre de sociopatía. Dicho lo anterior, podríamos añadir que ningún tipo de psicología tendría sentido si no considerásemos nuestro aspecto social.
El Concepto de Psicología Social
Aristóteles ya adelantó algunos principios básicos de la influencia y la persuasión sociales, pero solo a mediados del siglo XX se sometieron estos principios a verificación empírica por Carl Hovland. Cuando tratamos de definir la psicología social, hay que subrayar con Elliot Aronson que lo realmente importante es la influencia que la sociedad ejerce sobre el individuo, así como la influencia que las personas tienen sobre las creencias o las conductas de otras. En esta línea, Meyers propone la siguiente definición: “La psicología social es el estudio científico de la manera en que las personas piensan unas de otras, se influyen y se relacionan entre sí”.
El Apego como Primera Relación Social
Acerca de la relación del bebé con su madre, o con la persona que ejerza este papel, la teoría generalmente aceptada de cómo se formaba esta relación sostenía que el niño recibía satisfacciones de la madre bajo la forma de alimentación, cariño, limpieza, eliminación del dolor, etc., y al asociar estas situaciones con la persona que las hace posible, se establece un lazo entre él y la madre que se retroalimenta continuamente por un mecanismo de condicionamiento. Sin embargo, Bowlby observó que la necesidad de contacto con la madre es independiente de la necesidad de alimentación; a esta teoría quiso buscarle una base utilizando la etiología. Por otro lado, René Spitz, en 1945, denominó hospitalismo a un síndrome que presentaban los niños que habían experimentado una separación larga de su madre y una carencia afectiva intensa en un período determinado. También denominó depresión anaclítica al síndrome producido por la carencia afectiva parcial.
Influencia de las Diferentes Escuelas en la Psicología Social
Las diferentes escuelas han hecho incursiones en el ámbito social. En el ámbito psicoanalítico, Carl Jung hablaba del inconsciente colectivo, para referirse a las sensaciones, pensamientos y recuerdos compartidos por toda la humanidad, distinguiéndolo de las sensaciones personales y los pensamientos inconscientes o reprimidos desarrollados durante toda la vida del individuo; es interesante su concepto de arquetipo. La Gestalt, en sus múltiples investigaciones acerca de la percepción, utilizó el término percepción social para determinar la influencia de los demás en la propia percepción. En el contexto del conductismo, Skinner consideraba los reformadores sociales como los de mayor valor operante. Más adelante, Bandura desarrolló toda una teoría conductual basada en el aprendizaje vicario, o por imitación.
Aportaciones de la Ciencia Cognitiva a la Psicología Social
La escuela que ha hecho aportaciones más ricas a la psicología social ha sido el cognitivismo. La cognición social supone analizar la capacidad de la mente para procesar la información acerca de los demás, lo que constituye de por sí el espíritu de la psicología social. La psicología cognitiva se ha centrado en el estudio de las distorsiones cognitivas, entre las que se encuentran la lectura del pensamiento, que puede ocasionar un gran daño en las relaciones interpersonales, y en las leyes del pensamiento social.
Leyes del Pensamiento Social
Nuestras percepciones controlan nuestras interpretaciones y recuerdos. Las ideas preconcebidas dirigen nuestra forma de percibir, interpretar y recordar la información. Lo mismo sucede con la percepción social, lo que es fácil de comprobar en las relaciones interpersonales. Si al presentarnos a alguien se produce empatía, hay puntos en común, y quien nos lo presentó nos comunica que le hemos caído bien, lo normal es que recordemos a esa persona como alguien agradable y simpático. También sucede al contrario. Los cognitivistas, por tanto, proponen dos leyes del pensamiento social:
- Efecto del falso consenso: Creemos que los demás piensan como nosotros. Esta falsa creencia es tan común como la anterior, y suele llevar, en especial a las personas inexpertas, a situaciones ciertamente conflictivas.
- Prestamos más atención a la información social negativa: Aun cuando la crítica sea constructiva, si alguien nos aporta algún dato negativo, nos quedamos con él como aspecto básico de todo el contenido de la crítica, y desatendemos todo lo demás.
El Conformismo y la Agresividad como Mecanismos Sociales
El Conformismo
Los seres humanos vemos frustradas nuestras aspiraciones muy a menudo, pero hay mecanismos que nos ayudan a evitar la frustración. Uno de ellos es el conformismo. Se puede definir el conformismo como un cambio en la conducta u opiniones de una persona como resultado de una presión real o imaginada de personas o grupos de personas.
Clasificación del Conformismo
Tres tipos de influencia social:
- Sumisión: Se trata de la conducta conformista de una persona movida por el deseo de obtener una recompensa o evitar un castigo. Su duración es tan larga como la promesa de recompensa, o la amenaza de castigo. El componente fundamental de la sumisión es el poder.
- Identificación: En este caso, el premio consiste en parecerse a quien influye por el propio deseo que tiene el sujeto de hacerlo. En la identificación, el componente social es el atractivo de la persona con la cual se identifica el individuo.
- Interiorización: Válida tanto para los valores como para las creencias, la interiorización es la respuesta más permanente y de más profundas raíces de la influencia social. El móvil para interiorizar una creencia específica es el deseo de estar en lo cierto, y naturalmente, la recompensa de esa fe es intrínseca. El componente social fundamental es la credibilidad de quien suministra la información.
La Agresividad
Si el conformismo es el mecanismo para reducir la frustración, otro tanto podemos decir de la agresividad, pero, en este caso, el signo es totalmente contrario, porque no se evita la frustración, sino que se elimina una vez que ésta ya ha ejercido su daño sobre la persona. Por eso, cabe distinguir la frustración de la privación, porque no es agresivo quien no posee, sino quien desea poder. La agresividad se puede definir como aquella conducta cuya meta es causar dolor, sea físico o psíquico. El problema de la conducta agresiva es que, por un lado, no necesariamente reduce la frustración ni tampoco la necesidad de volver a agredir, y por otro, es un hecho que la violencia genera violencia. Por otro lado, si la solución para reducir la agresividad radica en no ejercerla, esto puede provocar, y de hecho provoca, una mayor frustración. Así, pues, la pregunta que se hace necesario responder, es la siguiente: ¿Qué podemos hacer para reducir la violencia y no sentirnos frustrados?
Habilidades Sociales y Asertividad: Claves para el Bienestar
Las Habilidades Sociales
La respuesta a la pregunta anterior viene dada por la educación que nuestra cultura nos proporciona. Podemos, en este sentido, asumir tres pautas de comportamiento:
- Comportamiento pasivo: Una persona tiene conducta pasiva cuando permite que abusen de ella, cuando no sabe defender sus intereses y cuando hace todo lo que le dicen sin importar lo que piense o sienta al respecto. Su ventaja: Esta persona raramente recibe un rechazo directo de los demás. Su desventaja: los demás se aprovechan de esta persona, lo que lleva a que acumule una pesada carga de resentimiento y de irritación hacia sí mismo y los otros, que aumenta aún más su grado de frustración. El conformismo es una conducta pasiva.
- Comportamiento agresivo: Se caracteriza por la amenaza, la pelea y la acusación, y, en general, por todas aquellas actitudes que signifiquen agredir a los demás, sin tener en cuenta para nada sus sentimientos. Ventaja: nadie abusa de estas personas y son respetadas. Desventaja: Nadie quiere acercárseles a ellas.
- Comportamiento asertivo: Una persona tiene una conducta asertiva cuando defiende sus propios intereses, expresa sus opiniones libremente, no permite que los demás se aprovechen de ella, y, al mismo tiempo, es considerada con la forma de pensar y de sentir de los demás. Ventajas: Se puede obtener lo que se desea sin ocasionar trastornos a los demás; se puede actuar a favor de los propios intereses sin sentirse culpable por ello; dejan de ser necesarios la docilidad extrema o la retracción, el ataque verbal o el reproche, y estas formas de actuación pasan a considerarse formas inadecuadas de evitación que crean más dolor y estrés del que son capaces de evitar.
Por lo dicho, es conveniente desarrollar un comportamiento asertivo, puesto que tanto el estilo de conducta agresivo como el pasivo no sirven, generalmente, para lograr lo que se desea. Casi todo el mundo puede ser asertivo en algunas situaciones concretas. De lo que se trata es de aumentar la frecuencia de este tipo de actuaciones, aprendiendo a reaccionar de la manera más adecuada, mediante un programa de entrenamiento que ha recibido diversos nombres: entre los más destacados se pueden subrayar el de entrenamiento en habilidades sociales o el de entrenamiento asertivo.