Procesos Geológicos Externos: Modelado del Paisaje por Ríos, Mar y Viento

La Acción Geológica de los Ríos

Los ríos son cauces con un flujo perenne de agua. Su caudal no es constante, ya que depende de las crecidas (aumento del caudal) y los estiajes (disminución del caudal).

Perfil Longitudinal y Nivel de Base

El perfil longitudinal de un río es el corte topográfico desde su nacimiento hasta su desembocadura. Muestra una progresiva pérdida de pendiente y un aumento del caudal aguas abajo. El río tiende a encajarse en el valle hasta alcanzar su nivel de base, que es la cota más baja a la que el cauce puede erosionar (generalmente el nivel del mar o de un lago).

Un descenso del nivel de base reactiva la erosión remontante, haciendo que el río se encaje más profundamente en su valle. Por el contrario, un ascenso del nivel de base favorece la sedimentación, que progresa remontando el cauce.

Erosión, Transporte y Sedimentación Fluvial

Estos tres procesos están influidos por el caudal, la pendiente, el tipo de cauce y las características del material sobre el que circula el río.

  • Erosión fluvial: El agua arrastra, arranca y empuja los sedimentos, desgastando el lecho y las orillas del cauce. Una alta carga sedimentaria (materiales transportados) puede aumentar la capacidad erosiva por abrasión.
  • Transporte fluvial: Ocurre en cualquier tramo del río, pero es más importante en los tramos con mayor pendiente, donde el agua posee más energía para mover partículas de mayor tamaño (carga de fondo) y mantener partículas finas en suspensión (carga en suspensión).
  • Sedimentación fluvial: La pérdida de velocidad del agua, al disminuir la pendiente o el caudal, provoca la decantación y depósito de los materiales transportados, empezando por los más gruesos.

Tipos de Cauces

Ríos en Roca

Circulan directamente sobre un sustrato rocoso. Son típicos de los tramos de cabecera, con pendientes pronunciadas, donde el agua tiene alta capacidad de erosión y transporte. Los sedimentos gruesos arrastrados producen abrasión, resultando en valles estrechos y profundos con perfil en V. El perfil longitudinal puede mostrar escalones que el río salva mediante rápidos y cascadas, al pie de las cuales se forman pozas o marmitas de gigante por la erosión turbulenta.

Ríos Aluviales

Circulan sobre los propios sedimentos (aluviones) que han depositado y rellenan el fondo del valle, cuya forma suele ser de artesa. Se genera un amplio espacio plano denominado llanura de inundación, que se inunda periódicamente durante las crecidas. El trazado de estos cauces es cambiante, ya que el lecho es fácilmente modificable por la erosión, transporte y sedimentación de las arenas y gravas del fondo. Hay dos tipos principales:

  • Ríos Meandriformes: Típicos de tramos con escasa pendiente. Transportan mucha carga fina en suspensión (limos y arcillas). El río traza curvas sinuosas llamadas meandros, que migran lateralmente y evolucionan con el tiempo.
  • Ríos Anastomosados o Trenzados (Braided): Característicos de zonas con pendiente moderada a baja y alta carga de sedimentos gruesos (grava y arena) como carga de fondo. El cauce se divide en múltiples canales entrelazados que rodean islas o barras de sedimento.

Depósitos Fluviales

Las llanuras de inundación, situadas en la zona media y baja de los cursos fluviales, constituyen enormes depósitos de sedimentos finos (limos y arcillas) depositados durante las crecidas.

Si el cauce se encaja debido a una caída del nivel de base o a cambios climáticos, partes de la antigua llanura de inundación pueden quedar colgadas a los lados del valle. Estos niveles elevados, con superficie plana y compuestos principalmente de grava y arena (antiguos sedimentos del lecho), se denominan terrazas aluviales. Los depósitos de terraza suelen mostrar cantos rodados de tamaños variados y lentejones de arena depositados en zonas de menor energía.

La Acción Geológica del Mar

Los procesos morfogenéticos litorales actúan en la franja costera, modelando el relieve por la acción combinada del oleaje, las mareas y las corrientes.

Procesos Morfogenéticos Litorales

Oleaje

Es el factor más determinante en el modelado litoral. Se trata de ondulaciones superficiales del agua, fruto del transporte de energía. Su origen principal es el viento, aunque también pueden ser de origen tectónico (tsunamis). Cuando la profundidad del mar es menor que aproximadamente la mitad de la longitud de onda de las olas, el fondo interfiere en su avance, frenándolas desde la base. A medida que la ola se acerca a la costa, disminuye su velocidad y longitud de onda, mientras que aumenta su altura. Finalmente, la ola se vuelve inestable, rompe y se desploma sobre la orilla (rompiente).

Mareas

Son oscilaciones periódicas del nivel medio del mar debidas a la atracción gravitatoria ejercida por la Luna y el Sol sobre la Tierra. El ascenso del nivel del mar se llama pleamar (marea alta) y el descenso, bajamar (marea baja). Las mareas generan corrientes y modifican la zona donde actúa el oleaje. Definen la franja intermareal, una superficie de la costa que alterna periódicamente entre el ambiente subacuático y el subaéreo.

Corrientes Litorales

Tienen una gran capacidad morfogenética, transportando sedimentos a lo largo de la costa. Existen dos tipos principales:

  • Corrientes de deriva litoral: Resultan de la llegada oblicua del oleaje respecto a la línea de costa. El agua sube oblicuamente por la playa y regresa perpendicularmente, generando un transporte neto de sedimentos paralelo a la costa en un movimiento en zigzag.
  • Corrientes de resaca o retorno: Son flujos concentrados de agua que regresan mar adentro perpendicularmente a la costa, compensando la acumulación de agua generada por el oleaje. Pueden ser peligrosas para los bañistas.

Morfologías Litorales

El oleaje, las mareas y las corrientes pueden generar morfologías costeras tanto por acumulación de sedimentos como por erosión de rocas del litoral.

Formas de Erosión

  • Acantilados: Escarpes rocosos verticales o subverticales en la costa, generados por la socavación del oleaje en su base y los posteriores desprendimientos.
  • Plataformas de abrasión: Superficies rocosas planas o ligeramente inclinadas hacia el mar, situadas al pie de los acantilados. Son pulidas por la abrasión de los materiales rocosos agitados por el oleaje.
  • Rasas: Antiguas plataformas de abrasión que han quedado elevadas sobre el nivel del mar actual debido a descensos del nivel del mar o levantamientos tectónicos.
  • Arcos y chimeneas litorales (farallones): Los arcos se forman por la erosión diferencial del oleaje en salientes rocosos o cabos. Cuando un arco se derrumba, el pilar externo que queda aislado forma una chimenea o farallón.
  • Estuarios: Desembocaduras de ríos donde la influencia marina (mareas y oleaje) es dominante, impidiendo la formación de un delta y resultando en una entrada del mar en el valle fluvial, con forma de embudo.
  • Fiordos: Valles de origen glaciar (con perfil en U), profundos y de laderas muy verticales, que han sido invadidos por el mar tras la retirada de los hielos.

Formas Acumulativas

  • Playas: Acumulaciones de sedimentos sueltos (arena, grava) en la línea de costa, modeladas por el oleaje y las corrientes. La arena procede principalmente de aportes fluviales, erosión de acantilados o restos de organismos marinos.
  • Dunas litorales: Acumulaciones de arena formadas por la acción del viento en la parte trasera de las playas.
  • Flechas litorales: Cordones o lenguas de arena y grava adosados a la costa en uno de sus extremos y que se prolongan mar adentro, generalmente paralelos o ligeramente oblicuos a la línea de costa. Se forman por la acción de la deriva litoral.
  • Barras litorales: Cordones de arena que cierran total o parcialmente una bahía o laguna costera. Si cierran completamente la bahía, forman una albufera.
  • Albuferas: Lagunas costeras de agua salobre o dulce, separadas del mar por una barra litoral o cordón dunar.
  • Tómbolos: Cordones de arena que unen una isla cercana a la costa con tierra firme.
  • Deltas: Extensos depósitos de sedimentos acumulados en la desembocadura de un río cuando la cantidad de sedimentos aportados por este supera la capacidad de redistribución del oleaje y las corrientes marinas.

La Acción Geológica del Viento

El viento es el movimiento del aire causado por las diferencias de presión atmosférica en la superficie terrestre. Su papel como agente geológico externo es significativo principalmente en regiones áridas y semiáridas (desiertos), donde la escasez de vegetación y humedad facilita su acción.

Su acción es más eficiente sobre materiales de granulometría fina (arena, limo) y poco cohesionados.

Erosión Eólica

Los procesos básicos de erosión por el viento son:

  • Deflación: Levantamiento y arrastre de partículas sueltas (polvo, arena) de una superficie rocosa o de suelo desnudo. Puede excavar depresiones llamadas cubetas de deflación.
  • Corrasión o Abrasión eólica: Desgaste, pulido y tallado de las superficies rocosas producido por el impacto de los granos de arena transportados por el viento. Es más intensa cerca del suelo, donde la concentración de arena es mayor.

Morfologías Eólicas de Erosión

  • Ventifactos: Cantos o rocas que presentan caras planas y pulidas por la abrasión eólica.
  • Alvéolos: Pequeñas oquedades o depresiones redondeadas formadas en superficies rocosas, a menudo favorecidas por la meteorización (como la haloclastia -rotura por cristales de sal- o ciclos de humectación-secado).
  • Rocas fungiformes (en forma de seta): Rocas que presentan una base más estrechada que la parte superior debido a que la abrasión eólica es más intensa cerca del suelo.

Transporte y Sedimentación Eólica

El viento es un agente de transporte muy selectivo, capaz de mover principalmente partículas finas:

  • Suspensión: Partículas muy finas (limo, arcilla) que pueden ser elevadas a gran altura y transportadas a largas distancias.
  • Saltación y Rodadura/Reptación: Granos de arena que son levantados y avanzan a saltos cortos cerca de la superficie, o ruedan y se deslizan por ella.

Depósitos Eólicos

  • Loess: Extensos depósitos de limo fino, de color amarillento, transportado en suspensión por el viento durante tormentas de polvo y depositado lejos de su área de origen. Forman suelos muy fértiles.
  • Ripples (rizaduras): Pequeñas ondulaciones formadas en la superficie de la arena por la acción del viento.
  • Dunas: Acumulaciones de arena de mayor tamaño, con formas diversas (barjanes, dunas longitudinales, transversales, parabólicas, en estrella) según la dirección y constancia del viento y la disponibilidad de arena.
  • Megadunas (Draa): Dunas de escala kilométrica.

Tipos de Desiertos según Superficie

  • Reg o Hamada: Desiertos pedregosos o rocosos, donde la deflación ha eliminado los materiales finos dejando una superficie cubierta de cantos o bloques rocosos.
  • Erg: Desiertos de arena, caracterizados por grandes extensiones cubiertas de dunas.

Los Desiertos y su Formación

Las zonas desérticas (áridas), así como las semiáridas e hiperáridas, son donde los procesos eólicos resultan más efectivos, generando paisajes de aridez extrema. Su formación se debe a diversos factores:

  • Circulación General Atmosférica: La mayor parte de los grandes desiertos se localizan en los cinturones subtropicales (aproximadamente entre 20° y 30° de latitud N y S), donde dominan las altas presiones (anticiclones) asociadas a aire descendente, seco y estable, lo que inhibe la formación de nubes y precipitaciones. Esto provoca cielos despejados, gran evaporación y notable oscilación térmica diaria.
  • Corrientes Frías Oceánicas: La circulación general oceánica redistribuye la energía del planeta. Algunas corrientes marinas frías que circulan cerca de las costas enfrían el aire superficial, inhibiendo la evaporación y la convección, lo que provoca que las costas que bañan sean muy secas (ej. Desierto de Atacama, Namib).
  • Sombras Pluviométricas (Efecto Foehn): Cuando una cordillera actúa como barrera orográfica, obliga a las masas de aire húmedo a ascender por una de sus vertientes (barlovento), enfriándose y provocando precipitaciones. Al descender por la vertiente opuesta (sotavento), el aire ya está seco y se calienta, generando condiciones de aridez.
  • Continentalidad: La lejanía de grandes masas de agua (océanos) dificulta la llegada de frentes húmedos y masas de aire cargadas de humedad al interior de los continentes, favoreciendo la aridez.