Poesía Hispanoamericana del Siglo XX: Influencias, Movimientos y Autores Destacados

Poesía Hispanoamericana del Siglo XX

Antecedentes: El Modernismo

El Modernismo, nacido a finales del siglo XIX, se extendió durante las dos primeras décadas del siglo XX. Fue una corriente sincrética influenciada por el parnasianismo y el simbolismo francés. Rubén Darío, de Nicaragua, fue responsable de muchos de sus motivos e innovaciones métricas.

Influencias y Factores Determinantes

La poesía hispanoamericana del siglo XX estuvo determinada por:

  • Circunstancias históricas y sociales de Hispanoamérica
  • Importancia del paisaje y el mundo mítico de las culturas indígenas precolombinas y afroamericanas
  • Influencia de las literaturas europea y norteamericana, especialmente las vanguardias

Etapas de la Poesía Hispanoamericana

de su tiempo: inicios modernistas, vanguardia surrealista, la poesía social-política y la vuelta hacia una mayor sencillez. Inicia su producción influido por los modernistas, con Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924) recoge toda una tradición de poesía amorosa desde el Romanticismo hasta el Modernismo. Con Residencia en la tierra (1925-1935) se desarrolla su

poesía más experimental y surrealista. Más tarde, con Tercera residencia (1947) incorpora lo histórico y político relacionado con la Guerra Civil española. La rehumanización iniciada por Neruda o Vallejo encuentra un camino muy original en la llamada poesía negra o afroantillana. La poesía negra muestra un mundo lleno de vitalidad y sensualidad, al tiempo que denuncia las condiciones sociales de marginación de negros y mulatos. El poeta más destacado de esta poesía afroantillana es el cubano Nicolás Guillén. La visión de la poesía como signo trascendente llegó hasta el escritor mexicano Octavio Paz (Nobel de Literatura, 1990). La dilatada trayectoria poética de Paz y su capacidad para adaptarse a las nuevas corrientes espirituales y de pensamiento hacen que sus obras sean un resumen de la poesía del siglo XX. Sus primeros libros muestran un tono neorromántico y su compromiso político aparece en Bajo tu clara sombra y otros poemas de España (1937). En París entró en contacto con el Surrealismo y el Existencialismo, presentes en sus producciones de los años cincuenta, Semillas para un himno y Piedra de sol. La vertiente metafísica de su poesía se acentúa tras sus años de estancia en la India. Desaparece el tono pesimista de su poesía existencial de los cincuenta; la poesía es ahora un arte gozoso y de plenitud vital. En su lírica posterior (Pasado en claro, 1975) vuelve a las meditaciones existenciales y la importancia de la escritura como expresión del ser: «Soy la sombra que arrojan mis palabras». Para terminar, la poesía hispanoamericana ha sufrido desde los años sesenta un relativo oscurecimiento a causa de la atención prestada a la novela hispanoamericana dado su enorme éxito internacional. Pero sin embargo podemos mencionar a grandes poetas como Dulce María Loynaz, Juan Gelman, José Emilio Pacheco, Nicanor Parra o Ida Vitale.