Poesía Desarraigada y Arraigada
La poesía desarraigada hace referencia a la obra de aquellos poetas que manifiestan un tono agrio, trágico, una religiosidad atravesada por la duda y desesperanza, y con un trasfondo existencialista. Tienen como núcleo aglutinante la revista Espadaña. Máxima expresión de la poesía desarraigada fue Blas de Otero, de quien trataremos más adelante.
Por otra parte, en esta década de los 40 se publican dos obras fundamentales de autores adscritos a la Generación del 27, que ejercerán enorme magisterio sobre los poetas más jóvenes. Por un lado, Hijos de la ira de Dámaso Alonso, poesía desarraigada que refleja un mundo de caos y angustia; por otro lado, Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre, obra cumbre del poeta, en el que el autor imagina un prodigioso edén, libre de sufrimiento y muerte.
Aparte de esta poesía arraigada y desarraigada, también hubo en estos primeros años de posguerra otras tendencias, como el surrealismo de Miguel Labordeta, o el Postismo, fundado en 1945 por Carlos Edmundo de Ory, que enlazan con la poesía de vanguardia y reivindican la libertad expresiva; y el grupo de la revista Cántico (Pablo García Baena) de Córdoba, autores de una poesía brillante y rica en imágenes no apreciada hasta años después.
Características de la Poesía Social
Características Generales
La poesía de los años 50 sigue la estela de la rehumanización y el alejamiento de la experimentación vanguardista, que se venía observando en la poesía desde los años treinta. La poesía toma partido ante los problemas del mundo y el poeta es un ser solidario con el sufrimiento, es decir, se pone al servicio de los hombres y de la historia. Entonces se creía, ingenuamente, que la poesía “es un arma cargada de futuro”, capaz de transformar el mundo. De ahí viene la denominación de poesía social.
Temas y Estilo de la Poesía Social
Temas
El hilo conductor es la interiorización del desastre colectivo que fue la guerra por parte de los vencidos. En relación con ello habría que entender otros temas más concretos como: la denuncia de la injusticia social; el mundo del trabajo y la alienación; el anhelo de libertad y de un mundo mejor; la solidaridad con los menos favorecidos.
Estilo
Tales temas explican las notas dominantes de su estilo. Los poetas se dirigen a la mayoría y lo hacen con un lenguaje claro, prosaico muchas veces y con un tono coloquial. Entre sus representantes más destacados, podemos citar a Gabriel Celaya y a Blas de Otero.
Etapas en la Evolución Poética de Gabriel Celaya
(Falta información en el texto original para completar las etapas de Gabriel Celaya)
Etapas de la Obra de Blas de Otero: Características y Obras Significativas
(Falta información en el texto original para completar las etapas de Blas de Otero)
Poetisas de la Poesía Social
Gloria Fuertes
Poetisa de voz personal e intransferible, con su fuerte carga de profundidad social en los 50. Escritora mediática, se hizo especialmente conocida en España a partir de los años setenta por sus colaboraciones en programas infantiles y juveniles de Televisión Española, fama que eclipsó su reconocimiento como poeta para adultos de la posguerra española. En su poesía abogó por la igualdad entre mujeres y hombres, el pacifismo y la defensa del medio ambiente. En 2017, con motivo de la celebración del centenario de su nacimiento, se ha reivindicado su papel en la poesía española del siglo XX. Destacan sus poemarios Isla Ignorada, Antología y Poemas del suburbio, Aconsejo beber hilo, Cómo atar los bigotes al tigre y Obras incompletas.
Ángela Figuera Aymerich
Se la considera una de las principales figuras de la denominada poesía desarraigada de la Primera Generación de Postguerra Española. Su primera obra poética, Mujer de barro, la escribe con cuarenta y seis años; se trata de una obra de temática amorosa. Al igual que Gabriel Celaya y Blas de Otero, escritores también vascos como ella, empieza su etapa de poesía social: Belleza cruel y Toco la tierra. Letanías; este último es considerado por muchos su libro de mayor madurez.