Contexto de “Noche Oscura del Alma” de San Juan de la Cruz
Autor, Época y Corriente Literaria
“Noche Oscura del Alma” es un poema escrito por San Juan de la Cruz, figura clave del Renacimiento español. La obra se enmarca dentro de la poesía mística, una corriente literaria que se caracteriza por la expresión de la unión del alma con Dios.
Métrica
El poema está compuesto por ocho liras. La lira es una estrofa de cinco versos que combina heptasílabos y endecasílabos, con la siguiente estructura de rima: 7a, 11b, 7a, 7b, 11B. Esta forma métrica fue introducida en la literatura española por Garcilaso de la Vega, quien la empleó en su poema “A la flor de Gnido”, escrito durante su estancia en Italia.
Significado y Alegoría en “Noche Oscura del Alma”
Tema Principal
El tema central del poema es la unión mística del alma con Dios. Este tema se presenta de manera explícita en el subtítulo con el que la obra suele publicarse, tanto en manuscritos como en ediciones impresas.
Carácter Alegórico
“Noche Oscura del Alma” posee un profundo carácter alegórico. La amada representa el alma, mientras que el amado simboliza Dios. La noche oscura simboliza el proceso de purificación y desprendimiento que el alma debe atravesar para alcanzar la unión con lo divino. El poema comienza de noche porque el proceso místico requiere la serenidad y la tranquilidad que esta ofrece, además de ser el momento en que los amantes se encuentran. La oscuridad es necesaria para que el alma pueda, posteriormente, alcanzar la luz. Se establece un contraste entre la oscuridad inicial y la luz que simboliza la unión con Dios.
Las Tres Vías de la Experiencia Mística
Vía Purgativa
En la vía purgativa, el alma se libera gradualmente de sus pasiones y purifica sus pecados. Esta fase se refleja en las dos primeras estrofas del poema. Se observa una paradoja en la expresión “Salí a buscar”, ya que, en realidad, el alma se adentra en sí misma para purificarse. La frase “Oscura y segura” también encierra una paradoja, pues la oscuridad suele asociarse con la inseguridad, pero en este contexto, el alma se siente segura en su camino hacia Dios. En la segunda estrofa, la aliteración con la repetición del sonido “s” evoca el silencio de la noche. Esta parte del poema tiene un carácter más narrativo.
Vía Iluminativa
En la vía iluminativa, el alma se ilumina con la luz de la fe, que la guía hacia la unión con Dios. Esta fase se corresponde con la tercera y cuarta estrofa. Se observa el uso de verbos en pretérito imperfecto (con terminaciones en “-aba” o “-ía”), lo que confiere a esta parte un tono más descriptivo. La última estrofa de esta sección, versos 20-25, expresa el agradecimiento del alma a la noche por haber propiciado la unión entre el amado y la amada, es decir, entre Dios y el alma.
Vía Unitiva
En la vía unitiva, el alma alcanza la unión con Dios, descrita por San Juan de la Cruz como un “matrimonio espiritual”. Una vez purgada de sus pasiones terrenales, el alma se eleva hacia Dios en medio de la noche y se une a Él. En esta fase, se observa una aliteración con la repetición del sonido “m”, que transmite una sensación de afectividad. La noche se convierte en un símbolo central. Se emplean epítetos como “oscuro” para enfatizar la naturaleza de la noche. La paradoja en el verso 6 (“oscura y segura”) se mantiene. El amado (Dios) nunca se nombra explícitamente, sino que se alude a él mediante perífrasis como “el que me espera”. Los paralelismos y las exclamaciones intensifican la expresión de los sentimientos. El polisíndeton en el verso 36 (“quédeme y olvidéme”) refuerza la idea de entrega y abandono del alma.
El Lenguaje Amoroso en la Experiencia Mística
El lenguaje amoroso se traslada a la experiencia mística a través de elementos como el amor cortés, el abanico (como símbolo de la entrega), el encuentro físico y el uso de un lenguaje profano que se reinterpreta en un contexto espiritual. Se establece un paralelismo entre el amor terrenal y el amor divino.
Recursos Literarios y Simbolismo en la Tercera Estrofa
El éxtasis místico se describe en la última estrofa, cuando el alma ya ha alcanzado la unión con Dios. Para intensificar la representación del éxtasis, se emplean recursos como la aliteración con el sonido “m”, que simboliza el amor absoluto, el paralelismo en la estructura de los verbos y el polisíndeton, que consiste en la repetición de conjunciones para enfatizar la enumeración de acciones.
Recurso Retórico en los Versos Cinco y Seis
En el verso “amado con amada, amada en el Amado transformada”, se emplea la figura retórica del retruécano o conmutación. Este verso simboliza la unión plena entre Dios y el alma. El amado representa a Dios y la amada al alma.
Ejercicios de Gramática
Construcción de una Secuencia Gramatical
Se solicita la creación de una secuencia gramatical con los siguientes elementos: verbo inacusativo en pluscuamperfecto de indicativo, nombre concreto, adjetivo relacional y sujeto tácito (elíptico).
Ejemplo: Había muerto atropellado por un coche policial.
Explicación de los elementos:
– Verbo inacusativo: Verbos que expresan acciones o estados que no dependen de la voluntad del sujeto, como morir, crecer o nacer.
– Pluscuamperfecto de indicativo: Tiempo verbal que indica una acción pasada anterior a otra acción también pasada. Se forma con el imperfecto del verbo “haber” más el participio del verbo principal (había muerto, había cantado, había jugado).
– Nombre concreto: Sustantivo que designa una entidad material o inmaterial perceptible por los sentidos.
– Adjetivo relacional: Adjetivo derivado de un sustantivo que establece una relación con este (policial, derivado de policía; americano, derivado de América; estudiantil, derivado de estudiante).
– Sujeto elíptico (tácito): Sujeto que no se expresa explícitamente en la oración, pero que se infiere por el contexto.
– Adjunto: Complemento que aporta información adicional a la oración.
Identificación de Oraciones Agramaticales
Se presenta un par mínimo de oraciones y se pide identificar cuál es agramatical (imposible) en español y explicar el motivo.
a) Ingrid obtuvo
b) Ingrid estornudó
La oración “a) Ingrid obtuvo” es agramatical porque el verbo “obtener” es transitivo y requiere un complemento directo que especifique qué se obtuvo. La oración “b) Ingrid estornudó” es gramatical porque “estornudar” es un verbo intransitivo que no necesita un complemento directo.