Platón y Aristóteles: Dos Gigantes de la Filosofía Griega

Introducción a Platón

En el siglo V a. C., la Antigua Grecia era la potencia dominante en el mar Egeo. Grecia tenía un sistema político llamado Democracia, que surgió en la ciudad de Atenas, conocida como el gobierno del pueblo. La economía en la antigua Grecia se caracterizaba por la gran importancia de la agricultura, basada en tres tipos de plantaciones mediterráneas: los cereales, los olivos y las viñas. Más adelante se desarrollaron otras prácticas como la artesanía y el comercio.

Platón nació en Atenas en el año 427 a. C. Fue un filósofo griego, seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles. Nació en una familia aristocrática ateniense y noble. Era hijo de Aristón, el último de los reyes de Atenas, y tuvo dos hermanos, Glaucón y Adimanto, y una hermana, Potone. En cuanto a sus aspectos académicos, Platón siempre demostró preocupación e interés por la educación, y sus ideas sobre el tema terminaron de concretarse en la fundación de la Academia. Allí se preparaba para temas que luego se fueron separando, como la lógica y la física. Platón desarrolló sus doctrinas filosóficas mediante mitos y alegorías. Su gran pasión por la filosofía fue inculcada por su maestro Sócrates, y más adelante se la transmitió a Aristóteles, su discípulo. Este gran filósofo recogió muchas obras a lo largo de su carrera filosófica. Los diálogos platónicos se dividen en cuatro períodos o etapas:

  • Etapa socrática, en la que Platón reproduce las ideas de su antiguo maestro.
  • Etapa de transición, en la que ya van apareciendo algunas de las tesis fundamentales del pensamiento propiamente platónico, como la teoría de las ideas, como por ejemplo el mito de la caverna, la metafísica y la teoría de las ideas.

La Antropología

La Teoría de las Ideas es el horizonte desde el cual se comprende la doctrina platónica del ser humano. Esto es porque, al igual que Platón tiene una concepción dualista de la realidad (por un lado hay un Mundo Inteligible y por otro un Mundo Sensible), también tiene una concepción dualista del ser humano, distinguiendo en él dos partes diferentes y opuestas.

  • El alma es una realidad inmaterial, inmortal y eterna. Por origen pertenece al Mundo de las Ideas, pero por un conflicto interno se precipitó al Mundo Sensible y se unió al cuerpo de un modo accidental, antinatural, temporal e incómodo para ella. El alma para Platón es principio que anima el cuerpo (dándole vida y movimiento) y principio del conocimiento. Tiene tres partes:
    • Racional: se sitúa en la cabeza. Es inmortal. Capaz de reminiscencia de las Ideas y gobernar a las otras dos partes del alma inferiores a ella.
    • Irascible: se sitúa en el pecho. Es mortal. Es la fuente de las pasiones o tendencias nobles. Se deja conducir con facilidad.
    • Concupiscible: se sitúa en el vientre. Es mortal. Es la fuente de las pasiones innobles que arrastran al hombre hacia los placeres corpóreos.
  • El cuerpo es de naturaleza material, mortal, imperfecta y pertenece al Mundo Sensible.

Platón sigue a Pitágoras en su visión peyorativa del cuerpo. El cuerpo crea necesidades impidiendo al hombre que conozca la verdad. El cuerpo es, pues, una pesada carga de la que el alma tiene que liberarse poco a poco, purificándose, para poder acceder a la contemplación de las Ideas. Si logra purificarse, es decir, si no sigue las tendencias del cuerpo, se reencarnará en cuerpos cada vez más perfectos y cuando la purificación sea total, volverá al Mundo de las Ideas, donde será plenamente feliz contemplando la verdad. Si no se purifica, se reencarnará en cuerpos peores, incluso en cuerpos de animales. Este ejercicio de purificación exige un doble esfuerzo: el físico, mediante ejercicios corporales, y el intelectual, mediante las ciencias y la dialéctica.

Una de las ideas que aporta Platón, y que es original y novedosa en la Grecia de su época, es la inmortalidad del alma. En el diálogo Fedón aparecen una serie de argumentos para demostrarlo. Destacamos los siguientes:

  • Primera prueba basada en el conocimiento: Conocer consiste en recordar, quien conoce es el alma, el alma ya existía antes de unirse con el cuerpo, antes de nacer una persona.
  • Segunda prueba basada en algo admitido por todos los filósofos como es la indisolubilidad de lo simple: Lo compuesto es, lógicamente, corruptible, descomponible. Lo simple, por el contrario, es indisoluble, incorruptible, indivisible, permanente. El alma se asemeja más a lo indivisible, inteligible, uniforme, constante que a lo múltiple, por ello el alma es inmortal.
  • La tercera prueba basada en la ética dice que la justicia se impone siempre. Si la muerte supusiera la desaparición tanto del cuerpo como del alma, habría crímenes sin castigo, cosa, a todas luces injusta.

De estas pruebas se desprenden dos características muy importantes para Platón: que el alma se asemeja a lo divino y que se relaciona y pertenece al mundo de las Ideas. En tanto el alma se asemeja a las Ideas, es simple, uniforme, inmutable, invisible.

Conclusión

Platón ha sido y es considerado por muchos como el filósofo más importante de la historia y, lógicamente, su pensamiento se desarrolló y perfeccionó a lo largo de su vida. Formuló todos los temas de la filosofía posterior y sus ideas están presentes en toda la civilización occidental por medio del cristianismo. Autores como Scheler, Popper o Husserl recientemente, S. Agustín en la edad media, Descartes en la época moderna o Aristóteles en la antigua son algunos de sus seguidores más conocidos. También ha tenido grandes detractores como Nietzsche, quien le considera el culpable de los males de occidente.

La Política

Platón no está interesado, como Sócrates, en crear hombres buenos a través de la paideia: lo que realmente le interesa desde que era joven es cómo hallar un modo de gobierno que sea justo. Es necesario formar a buenos gobernantes para que estos gobiernen justamente sobre los demás. Con lo cual, podríamos decir que la preocupación última de Platón es una preocupación política, es decir, la sabiduría al servicio de la ética y la ética al servicio de la política, y es que en Platón el individuo pierde importancia frente al estado.

Platón defendía una estructura social tripartita en base a los distintos tipos de concepción del alma, distinguiendo así tres tipos:

  • La concupiscible, propia de los escalones más bajos de la sociedad, ubicada en el estómago y de carácter mortal.
  • La irascible, propia de los guerreros, ubicada en el tórax y de carácter mortal.
  • La racional, propia de los filósofos gobernantes, situada en la cabeza y de carácter inmortal.

La consecuencia práctica de la teoría política de Platón es un gobierno de carácter autoritario y paternalista en el cual el poder lo ejerce el más capacitado, el filósofo, y los individuos más irracionales no ostentan responsabilidad política. El modelo ideal de gobierno para Platón era la aristocracia, siguiendo un criterio intelectual. Si dichas formas de gobierno no fueran posibles, las mejores opciones restantes eran la timocracia, la oligarquía y las peores eran la democracia y la tiranía.

Las polis, ciudades griegas, tenían una gran importancia para sus ciudadanos al ser considerados centros de gran interés cultural. Platón defendió además firmemente que el individuo pierde importancia frente al Estado, prestando más importancia a los derechos de la comunidad en contraposición a los del individuo. Esta visión era conocida como organicismo, ya que el órgano en sí tiene más valor que las partes que lo componen, sacrificando al individuo en aras del bien común.

Para Platón, justicia significa dar a cada cual lo que le corresponde según su naturaleza, según el alma que poseen, ejemplificando dicha idea con el mito del carro alado. Cada uno de los tipos de alma posee una virtud específica que hace a sus portadores más aptos para realizar diversas funciones dentro de la Polis, pero a su vez, les imposibilitaba para llevar a cabo otras. El alma concupiscible posee la virtud de la templanza, el alma irascible, la fortaleza y el valor y la racional, que posee la prudencia y la sabiduría, de naturaleza inmortal, siendo además la más destacada para gobernar.

En consecuencia, Platón defendió el poder del Estado en manos de los filósofos ya que solo ellos pueden ejercer un poder honesto, buscando el bien en contraposición a un poder interesado. El pensamiento platónico es además dualista, ya que contrapone su teoría entre el mundo de las ideas y el mundo material. La política y la moral platónica se basan en torno a la jerarquía del bien, denotando el bien como la perfección.

Se inspiró también en el intelectualismo socrático que defendía que conociendo el bien, solo se podía obrar bien. Sin embargo, él sostuvo que conocer no era sinónimo de actuar y que la única forma de alcanzar el bien es mediante la razón, cualidad propia de los filósofos.

Conclusión

Platón ha sido y es considerado por muchos como el filósofo más importante de la historia, y, lógicamente, su pensamiento se desarrolló y perfeccionó a lo largo de su vida. Formuló todos los temas de la filosofía posterior y sus ideas están presentes en toda la civilización occidental por medio del cristianismo. Autores como Scheler, Popper o Husserl recientemente, S. Agustín en la edad media, Descartes en la época moderna o Aristóteles en la antigua, son algunos de sus seguidores más conocidos. También ha tenido grandes detractores como Nietzsche, quien le considera el culpable de los males de occidente.

Epistemología

Si la filosofía es “amor a la sabiduría”, el hombre tiende por naturaleza a saber y a buscar la verdad superando los impedimentos de lo sensible. El qué y cómo del conocimiento, así como sus límites o la relación con la realidad, son cuestiones que abordó Platón en sus diálogos intentando dar una respuesta.

Nuestro autor defendió que no será lo mismo el conocimiento que puede existir en el mundo de las ideas donde nada cambia y las cosas son fijas y estables que el que existe en el mundo sensible donde todo cambia y no hay nada fijo ni estable, siendo la auténtica realidad las ideas ya que son eternas e inmutables. El conocimiento del mundo de las ideas se denomina ciencia (episteme) y es de primera categoría, siendo la opinión (doxa) el conocimiento del mundo sensible, conocimiento de segunda categoría.

Platón trató de explicar en su conocido símil de la línea que deberemos ser capaces de remontarnos desde esta realidad cambiante que nos rodea hasta el mundo de las ideas para poder alcanzar la ciencia. Platón toma una línea recta y la divide en secciones, representando distintos grados de conocimiento. Así, dirá que el conocimiento de los seres materiales sólo nos permite obtener doxa (opinión), mientras que el conocimiento de los seres inmateriales nos permite alcanzar episteme (ciencia). Pero aún hay que hacer más distinciones, pues, como ya hemos visto, no todos los seres físicos son de la misma manera, ni en el mismo grado (mientras que unos son copias físicas de las ideas, otros son sólo sombras de seres físicos). A los primeros los llama Platón seres físicos; a los segundos, iconos o imágenes y los seres físicos nos permiten conocer en un grado muy superior al de las imágenes. Al conocimiento a través de imágenes se le llama eikasia o imaginación, al conocimiento obtenido a través de los seres físicos lo llamamos pistis o creencia.

Pero esta duplicidad de ser y de conocimiento que observamos referida al ámbito de lo sensible ocurre también dentro del ámbito inmaterial o inteligible, ya que, aun siendo igualmente inmateriales las ideas y los conceptos, no son sin embargo lo mismo, ya que las ideas son seres que existen por sí mismos, mientras que los conceptos son resultado del ejercicio de la razón. Las ideas pueden ser contempladas por la razón, mientras que los conceptos son fabricados por el discurrir humano. Por eso, el conocimiento que el hombre consigue a través de los conceptos recibe el nombre de dianoia o razón discursiva. Platón habla sobre todo de concepto matemáticos, los más elevados. Sin embargo, el conocimiento máximo supone acceder de nuevo a la contemplación de las ideas. Este conocimiento de las ideas, recibe el nombre de noesis o razón intuitiva.

Platón propone diversas formas de acercarse a la realidad y conocerla. En sus obras maduras se recogen especialmente tres: la teoría de la reminiscencia, la definición (dialéctica) y su teoría del amor.

  • La teoría de la reminiscencia dice que el hombre nace sabiendo ya que su alma ha estado expuesta al mundo de las ideas y puede recordar (anámnesis) los objetos originales. Estos conocimientos innatos, según lo aprendido de la escuela órfico-pitagórica, se deben a que el alma no solo es inmortal sino también eterna.
  • La dialéctica, para Platón es la más importante y mantiene en buena medida su influjo socrático: en esta ocasión, no iniciamos nuestro conocimiento a partir del mundo inteligible de las ideas, sino a partir del mundo sensible que nos circunda. El hombre aprendería a través del diálogo y la sucesión de preguntas y respuestas, en un intento de definir los conceptos abstractos y las ideas. Poco a poco vamos descartando hipótesis y enriqueciendo otras, hasta alcanzar la definición precisa de lo que buscamos.
  • Otra forma de conocer complementaria con la dialéctica es el eros o amor. El amor nos induce a buscar a través de las formas sensibles los ideales que subyacen a estos –la forma ideal de belleza, la forma ideal de verdad-. De aquí parte la idea del “amor platónico”. Las consecuencias de quien se queda en dicho amor platónico es que acaba perdiendo el contacto con la realidad y es incapaz de reconocer las imperfecciones.

Conclusión

Platón ha sido y es considerado por muchos como el filósofo más importante de la historia, y, lógicamente, su pensamiento se desarrolló y perfeccionó a lo largo de su vida. Formuló todos los temas de la filosofía posterior y sus ideas están presentes en toda la civilización occidental por medio del cristianismo. Autores como Scheler, Popper o Husserl recientemente, S. Agustín en la edad media, Descartes en la época moderna o Aristóteles en la antigua, son algunos de sus seguidores más conocidos. También ha tenido grandes detractores como Nietzsche, quien le considera el culpable de los males de occidente.

La Metafísica

La metafísica es una parte de la Filosofía que se centra en el estudio de lo más íntimo de la realidad, de lo más abstracto o general de la misma. Frente al pensamiento anterior, que se debatía entre el pluralismo y el cambio, y el monismo radical, Platón buscará el ser auténtico, el “ontos on”, que no se encuentra en este mundo que podemos tocar con las manos y ver con los ojos de la cara, sino, más bien, en otro mundo, en el mundo ideal. Por tanto la metafísica platónica tendrá como centro de investigación el mundo de las Ideas.

El mundo de las ideas es inmaterial y suprasensible. Está constituido por las ideas, las cuales solo pueden ser conocidas por la razón y la inteligencia, nunca por los sentidos. Es el principio o causa del mundo sensible, de las cosas que vemos con los ojos de la cara. Se trata de una causa no material, sino ejemplar, esto es, las cosas de este mundo están hechas a imagen y semejanza de las Ideas, éstas son el modelo. De esto resulta evidente que los elementos materiales de los cuerpos son, para Platón, simples condiciones de su existencia. Está jerarquizado, es decir, no todas las Ideas tienen la misma importancia, por encima de todas están las Ideas de Belleza, Justicia y Bien, siendo esta última la cúspide de la pirámide y la causa de las demás ideas, idea compartida con Sócrates. Platón compara esta Idea de Bien con el sol: sin el sol nada se vería, sin la Idea de Bien nada resultaría inteligible. Para estudiar la idea de bien, hace uso de la Dialéctica.

El segundo, el mundo sensible, es justamente lo contrario que el mundo inteligible, por tanto es:

  • Material. Platón tiene un concepto negativo de la materia, todo lo que sea material no es perfecto.
  • Sensible, constituido por las cosas que son: cambiantes, corruptibles, compuestas, constituyen una realidad a medias, es decir, son mezcla de ser y no-ser, no son conocidas por la razón y son conocidas por los sentidos que son los que captan lo material. Es una copia imperfecta del Mundo Ideal. Participa jerárquicamente de las Ideas.

En La República, concretamente en el Mito de la Caverna, Platón deja claro que el mundo sensible, como decíamos antes, es una imagen del mundo verdadero que es el Inteligible. Se trata, pues, de una imagen entendida como participación por semejanza del Mundo Inteligible. Es la famosa Teoría de la Participación de Platón.

La relación entre los dos mundos la describe Platón en los términos de…

  • Participación: las cosas sensibles participan de las Ideas en un sentido similar a como la imagen del espejo participa del ser, ser que es reflejo. Es decir, las cosas sensibles toman de las ideas su ser o su forma.
  • Imitación: el mundo sensible ha sido hecho por el Demiurgo imitando las Ideas. La imitación pone el acento en que las Ideas son modelos a los cuales quieren acercarse, sin conseguir igualarlos plenamente jamás.
  • Presencia: si la cosa sensible tiene un cierto ser, es porque la Idea está presente en ella como esencia.
  • Finalidad: el fin último de todo el cosmos es la idea del Bien, es decir, todas las cosas tienden al bien, imitan su perfección.

Platón fundamenta su teoría metafísica en el mito de la caverna y el Demiurgo. El primero sostiene que lo que ven los prisioneros dentro de la cueva pertenece al mundo sensible, es decir, al que percibimos por los sentidos. Éstos, a veces, pueden hacer que nos equivoquemos y tengamos por verdad algo que no lo es. El exterior de la cueva es el mundo inteligible, con el sol como representación del bien. Para llegar a conocer el bien hay que evolucionar desde el mundo sensible e ir más allá. Es decir, dejar las tinieblas de la ignorancia de la cueva y acostumbrarnos a la luz de la verdad.

El Demiurgo produce los objetos naturales: contemplando las Ideas y utilizándolas como modelos intenta plasmarlas en la materia, del mismo modo que un artesano intenta fabricar una mesa viendo el dibujo de una mesa. La materia informe y las Ideas son, por tanto, anteriores a la acción del Demiurgo, lo que muestra la distancia de esta concepción respecto del punto de vista cristiano para el cual Dios crea el mundo de la nada. A pesar de todo, el Demiurgo, igual que el Dios cristiano, tiene una dimensión providencial pues produce las cosas naturales introduciendo en éstas una finalidad, aspiración o apetito que les lleva a buscar siempre su propia perfección o bien.

Conclusión

Platón ha sido y es considerado por muchos como el filósofo más importante de la historia, y, lógicamente, su pensamiento se desarrolló y perfeccionó a lo largo de su vida. Formuló todos los temas de la filosofía posterior y sus ideas están presentes en toda la civilización occidental por medio del cristianismo. Autores como Scheler, Popper o Husserl recientemente, S. Agustín en la edad media, Descartes en la época moderna o Aristóteles en la antigua, son algunos de sus seguidores más conocidos. También ha tenido grandes detractores como Nietzsche, quien le considera el culpable de los males de occidente. Su legado filosófico es indiscutible, y su impacto continúa siendo objeto de estudio y debate en el mundo de la filosofía.

Introducción a Aristóteles

Grecia empezó el s. IV a. C. bajo una débil hegemonía espartana tras la victoria de Esparta en la guerra del Peloponeso. Esparta afianza su dominio militar sobre Grecia, que permanecerá estable durante un par de décadas. En aquella época Grecia se componía de un conjunto de polis independientes en cuanto a economía, política y ejército. La filosofía de la época estaba marcada por la Escuela de Atenas con una fuerte oposición de los Sofistas.

Aristóteles nació en Grecia en Estagira, hacia 367 o 366 a. C. Al morir su padre, fue enviado a Atenas para ingresar en la Academia de Platón, donde permanecerá unos veinte años: recibió una información superior, se familiarizó con la filosofía platónica y terminó impartiendo denominada “Liceo”; a su vez ejerció de maestro de Alejandro Magno. (peripatéticos los que estudiaban en esa escuela)

Aristóteles es considerado el fundador de la lógica, gracias al planteamiento de un sistema de silogismos, y el padre de la biología. Aristóteles fue discípulo de Platón, pero refutó su teoría idealista de las ideas, sometiéndose a una severa crítica y revelando las raíces gnoseológicas del idealismo en general. “Metafísica” (fija el objeto de la “primera filosofía”), “Ética a Nicómaco”, “Política” y “Retórica” son consideradas las obras más importantes de Aristóteles.

La Ética

La ética aristotélica está unida a su filosofía política, ya que para él la comunidad social es el medio necesario de la moral. Sólo en ella puede realizarse el ideal de vida teórica en que estriba la felicidad. El ser humano es un animal político y social, por consiguiente no puede llevar una vida moral como individuo aislado sino como miembro de la comunidad. Este ser humano, en el que cuerpo y alma son complementarios, posee la capacidad de pensar y entender, por eso desea acercarse a la realidad y conocer las cosas.

Para comprender a Aristóteles, debemos diferenciar entre ética y moral.

  • Ética es la reflexión sobre los fines que debe conseguir el hombre. Aquello que me ayuda a conseguirlo es ético y si no, no lo es.
  • Moral, sin embargo, hace referencia al cumplimiento o no de una norma. Hacer lo que manda la norma es moral, e inmoral lo contrario.

Su ética va dirigida a proponer ideas que ayuden a conseguir los fines humanos.

1. La felicidad. La meta o fin (telos) que el ser humano pretende alcanzar es la felicidad, y por eso, se dice que la ética aristotélica es eudaimonista. Sólo ella es perfecta y autosuficiente. Aun así, la felicidad es un objetivo complejo al que deben contribuir otros bienes menores sin los que sería imposible alcanzarla. Aristóteles distingue a este respecto:

  • Bienes externos: riqueza, honores, fama, poder…
  • Bienes del cuerpo: salud, placer, integridad…
  • Bienes del alma: la contemplación, la sabiduría…

Con independencia de las condiciones materiales de vida a las que nos hemos referido, Aristóteles hace consistir la felicidad humana en el pleno desarrollo de aquello que le es más esencial: la inteligencia (nous), que se alcanza mediante la actividad contemplativa, es decir, la dedicada al conocimiento puro, a la filosofía. La virtud de la sabiduría es la que proporciona al ser humano la verdadera felicidad aunque debe conjugarla con otras virtudes y con los bienes exteriores.

2.- La Virtud. Aristóteles afirma que es imposible que exista la felicidad sin la virtud: la felicidad es”la actividad del hombre conforme a la virtu”. La virtud se adquiere por el hábito: disposición a obrar de un modo determinado que se adquiere mediante la repetición de actos. Los hábitos positivos son llamados Virtudes y nos acercan a la felicidad, mientras que los negativos, conocidos como vicios, nos alejan.

Aristóteles no compartía con sus maestros que la virtud se adquiere sólo por medio de la educación y el saber. Saber qué es el bien, no implica hacer el bien. Por eso, junto a un buen entendimiento que nos ayude a determinar fines y medios, es necesaria la voluntad, que es lo que nos mueve o impulsa a obrar. A este saber obrar conforme a la razón, lo llama Aristóteles prudencia: una de las virtudes éticas básicas.

El estagirita distingue dos clases de virtudes:

  • Éticas
  • Dianoéticas

Las virtudes dianoéticas se adquieren a través de la educación y se relacionan con la parte racional del alma. Las principales son el entendimiento, ciencia, sabiduría, arte y la prudencia, esta última es fundamental para la ética porque es la capacidad para discernir y hacer lo bueno o lo malo.

Las virtudes éticas se adquieren a través de la costumbre o el hábito cuyo fin es dominar la parte irracional del alma (vegetativa y sensitiva). Sin ellas sería imposible la convivencia. Las más importantes son: fortaleza, templanza y justicia.

La justicia es una virtud ética muy importante. Consiste en dar a cada uno lo que es debido. Hay dos clases de justicia, la universal (obediencia total a las leyes) y particular que se divide en:

  • La justicia distributiva, es la que señala cómo deben distribuirse los bienes y honores en una comunidad en función de los méritos de cada uno.
  • La justicia conmutativa, se da entre individuos y es correctiva: tiene como fin restituir un daño causado a otra persona. Cuando esa reparación se da en los tribunales se la llama”judicia”.

Correctiva: se encarga de reparar los daños voluntarios e involuntarios de los individuos.

3.- El Término Medio. La virtud se identifica con el término medio entre dos extremos o vicios, uno por exceso y otro por defecto. Así, el valor es un medio entre la cobardía y la temeridad y la generosidad será el justo medio entre la prodigalidad (exceso) y la avaricia (defecto). La templanza es el término medio entre el libertinaje y la inapetencia. Pero el término medio no es igual para todos, cada uno haciendo uso de la prudencia debe determinar cuál es el suyo.

4.- Felicidad y vida buena. Fiel a su realismo, Aristóteles añade dos condiciones para una vida buena:

  • Combinar los dos tipos de virtudes, ya que nadie es completamente feliz por el mero ejercicio de las virtudes intelectuales. La vida contemplativa es superior a la vida activa pero la combinación de ambas es la garantía de una vida buena.
  • Disponer de bienes: disfrutar de ciertos bienes relacionados con el cuerpo, si no son virtud, la favorecen. Destacan la salud corporal y la prosperidad laboral.

Conclusión

La influencia que Aristóteles ha tenido en el mundo ha sido extraordinaria. Fueron los árabes los que redescubrieron al Estagirita y a través de ellos pasó a la filosofía escolástica. Destacan las interpretaciones y continuidad que dieron filósofos como Tomás de Aquino y Averroes. En el Renacimiento su filosofía experimentó una decadencia momentánea. Los nuevos conceptos científicos lo llevan a un segundo plano, pero su influjo seguirá vigente en el pensamiento filosófico de autores modernos como Leibniz o Hegel así como en la escuela de Salamanca, neotomismo o neoescolástica.

Conceptos

Mundo de las ideas

Es inmaterial y suprasensible. Está constituido por las ideas, las cuales pueden ser conocidas por la razón y la inteligencia, nunca por los sentidos. Es el principio o causa del mundo sensible, de las cosas que vemos con los ojos de la cara. Las cosas de este mundo están hechas a imagen y semejanza de las ideas, están son el modelo. Está jerarquizado, es decir, no todas las ideas tienen la misma importancia, por encima de todas están las ideas de belleza, justicia y bien, siendo esta última la cima de la pirámide y la causa de las demás ideas.

Mundo sensible

Es justamente lo contrario que el mundo inteligible, está conformado por lo material, Platón tiene un concepto negativo de la materia, todo lo que sea material no es perfecto. Es sensible, constituido por las cosas que son: cambiantes, corruptibles, compuestas, constituyen una realidad a medias, es decir, son mezcla de ser y no ser, no son conocidas por la razón y son conocidas por los sentidos, que son los que captan lo material. es decir, es una copia imperfecta del mundo ideal.

Relación entre ambos

En su obra “La República”, concretamente, en el mito de la caverna, Platón deja claro que el mundo sensible, como decía anteriormente, es una imagen del mundo verdadero que es inteligible. Se trata, pues, de una imagen entendida como participación por semejanza del mundo inteligible. Es decir, la famosa teoría de la participación de Platón. La relación entre los dos mundos la describe Platón en los términos de participación, imitación, presencia y finalidad.

Alma

Al igual que Platón tiene una concepción dualista de la realidad, también tiene una concepción dualista del ser humano distinguiendo en él dos partes diferentes y opuestas. El alma es una realidad inmaterial, inmortal y eterna. Por origen pertenece al mundo de las ideas, pero por un conflicto interno, se precipitó al mundo sensible y se unió al cuerpo de un modo accidental, antinatural, temporal e incómodo para ella. El alma para Platón es el principio que anima el cuerpo y principio del conocimiento.

Virtud

Para Platón, la virtud es una cualidad esencial del alma que permite alcanzar la excelencia y el bien. La virtud está muy ligada al conocimiento y la sabiduría, ya que una persona virtuosa actúa de acuerdo con la verdad y la justicia. En su obra “la República”, Platón describe cuatro virtudes cardinales: la sabiduría, la valentía, la templanza y la justicia. Para Platón cada individuo debe cultivar estas virtudes para alcanzar una vida justa y feliz. La virtud es entonces, el camino hacia la realización plena del ser humano en armonía, con el cosmos y con los polis.

Relación entre ambos

A nivel individual, las virtudes tienen un fundamento natural, pues su base es el alma misma. A cada una de las partes del alma corresponde una virtud, que está en consonancia con la acción asignada a dicha parte: la prudencia o la sabiduría es una virtud del alma racional, esta orienta al hombre sus acciones o actividades ideales. La valentía fortaleza es la virtud propia del alma irracional, haciendo que el hombre se sobreponga al sufrimiento y al dolor. La templanza es la virtud propia de la parte concupiscible del alma, ayudando al hombre a poner orden y modelación en las actividades del cuerpo.

Partes del alma

El alma es una realidad inmaterial, inmortal y eterna. Por origen pertenece al mundo de las ideas, pero por un conflicto interno, se precipitó al mundo sensible y se unió al cuerpo. Para Platón es el principio que anima el cuerpo y el principio del conocimiento. Tiene tres partes:

  • La parte racional se sitúa en la cabeza, es inmortal y es capaz de gobernar a las otras partes del alma.
  • La parte irascible, se sitúa en el pecho, es mortal, y es la fuente de las pasiones nobles.
  • La parte concupiscible, se sitúa en el vientre, es mortal y es la fuente de las pasiones innobles.

Ciudad ideal

Para Platón la ciudad ideal, distinta en La República, es una polis donde cada individuo cumple su función específica, asegurando la justicia, y el bien común. Está organizada en tres clases: gobernantes (filósofos), guerreros y productores. Los gobernantes poseedores de sabiduría toman decisiones justas, los guerreros protegen la ciudad y hacen cumplir las leyes y los productores aseguran el sustento material. La justicia se logra cuando cada clase realiza su función sin interferir en las responsabilidades de las otras. Esta estructura busca una actividad que funcione de manera eficiente y justa.

Relación entre ambos

Platón defendía una estructura social tripartita en base a los distintos tipos de concepción del alma, distinguiendo así tres tipos: la concupiscible propia de los escalones más bajos de la sociedad, ubicada en el estómago y de carácter mortal. La irascible propia de los guerreros, ubicada en el tórax de carácter mortal, y por último, la racional, propia de los filósofos gobernantes, situada en la cabeza y de carácter inmortal.

de carácter inmortal.