Platón y Aristóteles: Cosmos, Conocimiento, Ética y Política

Cosmos y Conocimiento en la Filosofía Platónica

En la filosofía platónica, el cosmos es una estructura ordenada que refleja la perfección y la racionalidad del mundo inteligible. Este orden cósmico es organizado por el demiurgo, una figura divina que toma el caos inicial y lo configura según el modelo de las Ideas. Así, el cosmos sensible, aunque imperfecto, es una copia del mundo perfecto de las Ideas.

Platón distingue entre:

  • El mundo sensible: Percibido por los sentidos, está sujeto al cambio y a la corrupción, por lo que es imperfecto y solo ofrece conocimiento de opinión (dóxa).
  • El mundo inteligible: Es el ámbito de las Ideas, eterno e inmutable, que es conocido a través de la razón (episteme). Este mundo es la verdadera realidad y la fuente de todo conocimiento.

La Teoría de las Ideas

La teoría de las Ideas es el centro de la metafísica de Platón y su concepto de realidad. Según esta teoría:

  • Las Ideas son entidades abstractas, perfectas y universales que existen independientemente del mundo físico.
  • Los objetos sensibles son copias o participaciones de las Ideas, pero no pueden alcanzar la perfección de estas.

Por ejemplo, un objeto como una silla particular es una copia imperfecta de la Idea de “silla” en el mundo inteligible. Una Idea es eterna, mientras que una silla es efímera e imperfecta.

Entre las Ideas, la más importante es la Idea del Bien, que es el principio supremo que ilumina y ordena todas las demás Ideas. El Bien es comparado con el Sol en la famosa analogía del Sol, que aparece en la obra La República: así como el Sol hace posible la visión y la vida en el mundo sensible, el Bien hace posible el conocimiento y la existencia en el mundo inteligible.

Conocimiento: Teoría de la Reminiscencia

Platón sostiene que el verdadero conocimiento no se adquiere a través de los sentidos, sino que consiste en la remembranza (anamnesis) de lo que el alma conocía antes de encarnarse en el cuerpo.

  • El alma humana, según Platón, es inmortal y preexistió en el mundo de las Ideas.
  • Al encarnarse, olvida las esencias universales, pero puede recuperarlas a través del ejercicio racional, guiado por la filosofía.

La dialéctica es el método que permite al alma ascender del mundo sensible al inteligible, comenzando por las opiniones y terminando en el conocimiento puro de las Ideas.

El Mito de la Caverna: Símbolo del Conocimiento

En el libro VII de La República, Platón presenta el mito de la caverna, una de sus imágenes más conocidas para explicar el proceso de conocimiento:

  • Los prisioneros en la caverna: Representan a los seres humanos atrapados en el mundo sensible, que solo pueden ver sombras (apariencias de la realidad).
  • La salida de la caverna: Simboliza el ascenso al conocimiento racional, en el que se deja atrás el mundo de las apariencias para alcanzar el mundo inteligible.
  • La contemplación del Sol: Representa la comprensión de la Idea del Bien, que es el máximo nivel de conocimiento y clave para entender el orden del cosmos.

Ética y Política en Platón

Introducción: La Conexión entre Ética y Política

En Platón, la ética y la política están profundamente interrelacionadas. La ética se centra en la vida virtuosa del individuo, mientras que la política busca construir una sociedad que facilite la consecución del bien común. Ambas disciplinas comparten un objetivo fundamental: alcanzar la justicia, tanto a nivel personal como colectivo. Para Platón, la justicia es la armonía que permite que cada elemento o individuo desempeñe su función conforme a su naturaleza.

Ética en Platón: La Virtud como Fundamento de la Vida Humana

La ética platónica se basa en su concepción tripartita del alma humana, en la que cada parte debe orientarse hacia su función adecuada:

  • Racional: La parte racional, que busca la verdad y el bien.
  • Irascible: La parte emocional o impulsiva, relacionada con la fuerza de voluntad y el coraje.
  • Concupiscible: La parte básica, asociada a los deseos y necesidades corporales.

Para Platón, la justicia en el individuo consiste en que cada una de estas partes actúe conforme a su naturaleza, con la razón gobernando, el ánimo apoyando, y los apetitos obedeciendo. Esta armonía interna no solo garantiza una vida ordenada, sino también virtuosa, permitiendo que el individuo se acerque a la Idea del Bien, el máximo ideal ético para Platón.

Política en Platón: El Estado Ideal

Platón concibe el Estado como una gran alma colectiva, donde cada clase social debe cumplir con su función específica, estableciendo una correspondencia entre las partes del alma y las clases sociales:

  1. Filósofos-reyes: Representan la razón y están llamados a gobernar, ya que son los únicos capaces de comprender la Idea del Bien.
  2. Guardianes o guerreros: Representan el ánimo y son responsables de proteger el Estado y mantener el orden.
  3. Productores: Representan los apetitos y se encargan de las actividades económicas y materiales.

La justicia en el Estado surge cuando cada clase desempeña su papel sin interferir en las funciones de las demás. Este equilibrio garantiza la armonía social y la estabilidad política.

La Idea del Bien y el Gobernante Ideal

La Idea del Bien ocupa un lugar central en la ética y la política de Platón. Para él, el gobernante ideal debe ser un filósofo, ya que solo quien ha alcanzado el conocimiento de la Idea del Bien puede actuar de manera sabia y justa. Este conocimiento no es meramente teórico, sino que implica una dimensión ética que guía todas las decisiones políticas hacia el bien común.

Platón desarrolla su modelo de Estado ideal como una alternativa a los sistemas políticos imperfectos de su tiempo, como la democracia, la oligarquía o la tiranía. Según él, estas formas de gobierno se basan en intereses egoístas, la ignorancia o el desorden, mientras que su sistema busca superar estas limitaciones mediante la virtud y la racionalidad.

Física, Metafísica y Cosmología en Aristóteles

1. Física y Metafísica

Aristóteles clasifica el conocimiento en tres ramas:

  1. Ciencias teóricas, que buscan el conocimiento por sí mismo (metafísica, física y matemáticas).
  2. Ciencias prácticas, orientadas a la acción moral, como la ética y la política.
  3. Ciencias productivas, centradas en la creación de objetos útiles.

La metafísica, llamada “filosofía primera”, estudia:

  • El ser en cuanto ser, lo que es común a todos los seres.
  • Sustancias y accidentes: La sustancia existe por sí misma (un árbol), mientras que los accidentes son atributos no esenciales (su color).
  • Las cuatro causas que explican la existencia y el cambio:
    1. Material: de qué está hecho algo (ej., el mármol de una estatua).
    2. Formal: su definición o esencia.
    3. Eficiente: quién o qué lo origina.
    4. Final: su propósito o razón de ser.

La física, segunda ciencia teórica, se enfoca en las sustancias sensibles y el movimiento, definido como el paso de la potencia al acto.

  • Potencia: la capacidad de ser algo (una semilla puede ser árbol).
  • Acto: la realización de esa capacidad (el árbol formado).

En su teoría hilemórfica, Aristóteles sostiene que todo ser combina materia (lo que lo constituye) y forma (lo que define su esencia).

2. El Motor Inmóvil

Aristóteles propone que todo movimiento tiene un origen: el motor inmóvil, que es:

  • Eterno, ya que el movimiento es continuo.
  • Puro acto, sin potencialidad, pues no puede desarrollarse más.
  • Inmóvil, ya que no depende de nada.
  • Divino, actuando como causa final que atrae todo hacia su perfección, como un objeto deseado motiva a quien lo busca.

3. Cosmología Aristotélica

Aristóteles divide el universo en dos regiones:

  1. El mundo sublunar, que incluye la Tierra. Aquí, las sustancias están sujetas a generación, corrupción y otros cambios, y están compuestas por los cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego.
  2. El mundo supralunar, formado por esferas celestes donde los movimientos son circulares y perfectos. Estas sustancias están hechas de éter, un material incorruptible.

El universo sigue un orden teleológico, en el que cada parte tiende hacia su perfección. Este proceso está guiado por el motor inmóvil, que actúa como la meta última y causa final de toda la realidad.

Ética y Política en Aristóteles

Esta sección analiza la ética y la política en la filosofía de Aristóteles, con un enfoque en su visión universalista, la importancia de la virtud y la organización de la comunidad política.

1. Ética en Aristóteles

Para Aristóteles, la ética es una disciplina teleológica, lo que significa que todas las acciones humanas tienen un propósito o fin. El fin último de los seres humanos es la felicidad (en griego, eudaimonía), que no es un estado momentáneo, sino una forma de vivir acorde con la razón. Según Aristóteles, la virtud es esencial para alcanzar esta felicidad.

Distingue entre dos tipos de virtudes:

  1. Virtudes éticas: Relacionadas con la parte sensible y apetitiva del alma. Consisten en encontrar el justo medio entre dos extremos viciosos (por ejemplo, entre la cobardía y la imprudencia está la valentía). Estas virtudes se adquieren mediante la práctica y el hábito, destacando especialmente la justicia, que regula los intercambios y repartos de manera equitativa.
  2. Virtudes dianoéticas: Perfeccionan la parte racional del alma. Las principales son:
    • Prudencia: La capacidad de deliberar correctamente sobre las acciones prácticas.
    • Sabiduría: El conocimiento teórico y metafísico, que conduce a la máxima felicidad a través de la vida contemplativa.

2. Antropología y Psicología

Aristóteles explica que los seres vivos son una combinación de materia y forma, siendo el alma la forma que actualiza al cuerpo. Distingue tres tipos de alma:

  1. Vegetativa: Relacionada con funciones básicas como nutrición y reproducción (plantas).
  2. Sensitiva: Asociada al movimiento y las sensaciones (animales).
  3. Racional: Propia de los humanos, incluye la deliberación y el conocimiento racional. La plenitud humana se alcanza al vivir conforme a la razón.

3. Política en Aristóteles

Para Aristóteles, la ética y la política están estrechamente ligadas, ya que el ser humano es un animal social o político (zoon politikon). No puede alcanzar la felicidad ni la virtud fuera de una comunidad, y su forma de organización ideal es la polis.

Aristóteles analiza los regímenes políticos según:

  • Si buscan el bien común o un bien particular (justos o injustos).
  • El número de personas que ejercen el poder (uno, pocos o muchos).

Propone la politeia como el mejor régimen, una mezcla entre democracia y aristocracia, donde el poder reside en la clase media, evitando los extremos. La polis ideal debe garantizar que los ciudadanos desarrollen su capacidad racional, facilitando una vida virtuosa y contemplativa.


1. Contexto histórico e filosófico
Aristóteles (s. IV a.C.) nace en Estaxira, preto de Macedonia, e foi discípulo de Platón. Criticou a teoría das Ideas do seu mestre, desenvolvendo teorías propias. Funda o Liceo en Atenas tras a súa etapa como preceptor de Alexandre Magno. Na ética e política, mantivo unha perspectiva universalista e obxectivista contraria ao relativismo dos sofistas, destacando o concepto de virtude. Na política, propuxo a “politeia”, un modelo mixto entre democracia e aristocracia.

2. Antropoloxía e psicoloxía
Aristóteles define os seres vivos como unha unión de materia e forma, sendo a alma a forma que dá vida. Distingue tres tipos de alma:

  • Vexetativa: funcións básicas como nutrición e reprodución (plantas).
  • Sensitiva: sensación e movemento (animais).
  • Racional: deliberación e elección (humanos), propia da plenitude da racionalidade.

3. Ética
A ética de Aristóteles é teleolóxica: todas as accións humanas buscan un fin último, a felicidade ou eudaimonía, que consiste en vivir conforme á razón. Distingue dous tipos de virtudes:

  • Éticas: Dominio das paixóns mediante a razón, buscando o xusto medio entre exceso e defecto (exemplo: valentía entre covardía e imprudencia). A xustiza, clave, divídese en:
    • Conmutativa: Equidade nos intercambios.
    • Distributiva: Reparto proporcional de bens e cargas.
  • Dianoéticas: Virtudes intelectuais como a prudencia (acción práctica) e a sabedoría (vida contemplativa), sendo esta última o camiño á máxima felicidade.

4. Política
A ética e política están interconectadas: o ser humano é un “animal político” que só alcanza a felicidade na comunidade (polis). Aristóteles clasifica os sistemas de goberno segundo:

  • O obxectivo: ben común (xustos) ou interese particular (inxustos).
  • O número de gobernantes: un (monarquía ou tiranía), poucos (aristocracia ou oligarquía), moitos (democracia ou demagoxia).

O ideal é a politeia, unha mestura de democracia e aristocracia liderada pola clase media, garantindo o benestar material para que os cidadáns poidan desenvolver plenamente a súa racionalidade e virtude.