Pintura Gótica Italiana y Flamenca: Características y Autores Clave

Pintura Gótica Italiana (Trecento)

En el siglo XIV, destaca la obra de un pintor considerado como el iniciador de la pintura moderna: Giotto. De él, podemos destacar tres ideas esenciales:

  • La conquista del espacio.
  • La conquista de la anatomía.
  • La importancia de la luz en función del color.

Por lo que respecta a la conquista del espacio, se busca, a través de la representación de la naturaleza (influenciada por el amor por la naturaleza de San Francisco de Asís), crear una ilusión de profundidad sobre la superficie plana de las pinturas. La conquista de la anatomía se consigue con la búsqueda de las medidas y de las proporciones del cuerpo humano. Por una parte, se representa la belleza racionalmente ideal y, por otra, se estudian los gestos y las actitudes de los personajes, humanizando sus formas. Por último, la luz se hace clara y se matiza en función de las tonalidades de los colores, desapareciendo las figuras y los colores planos.

Entre las obras más destacadas de Giotto, se encuentran los frescos de la capilla Scrovegni (Padua), que narran escenas de la vida de Cristo y de la Virgen, y los frescos de la Iglesia alta de Asís, donde se representan escenas de la vida del santo. Estas escenas se convierten en ejemplos para los fieles, ya que la vida de San Francisco se presenta como un camino hacia Dios. Giotto también realizó obras sobre tabla, como la Virgen en el trono de la Galería de los Uffizi.

Pintura Flamenca

Características Generales

  • Las obras son de pequeño tamaño, normalmente trípticos (tres tablas).
  • Suelen decorar estancias de la rica burguesía.
  • El material que utilizan es la tabla, con la técnica del óleo (técnica pictórica que utiliza el aceite como aglutinante de los colores).
  • La utilización del óleo proporciona un mayor brillo en los colores.
  • Minuciosidad de los detalles y un rico colorido (cabellos, hierba, pétalos, líneas y letras de los libros, etc.).
  • Naturalismo, ya que se representa la realidad tal cual es, sin idealización (arrugas, poros, etc.).
  • Representación del paisaje. Si la imagen representa el interior de una estancia, el paisaje suele aparecer a través de una ventana o de una puerta, desarrollándose así la perspectiva.
  • Gusto por la representación de los objetos, especialmente objetos de la vida cotidiana (vidrio, metal, telas, etc.). Las telas suelen representarse en pliegues duros, geométricos y almidonados.

Pintores Más Importantes

Jan van Eyck (1390-1441)

Pintó para la realeza (Duques de Borgoña), la aristocracia y la burguesía. Es un pintor de la realidad minuciosa. Sus obras más importantes son el Retablo del Cordero Místico y El Matrimonio Arnolfini.

El Retablo del Cordero Místico, realizado junto con su hermano Huberto, fue encargado por un rico burgués de la ciudad de Gante. El tema es teológico (exaltación eucarística) y está relacionado con la realidad social de la época. El tamaño de la obra es considerable, teniendo en cuenta el pequeño tamaño de la mayoría de las obras flamencas; esta obra tiene 20 tablas.

El exterior (cerrado) representa el tema de la Anunciación (comienzo de la Redención de la humanidad a través de la encarnación del Hijo de Dios en María). Aparecen también representados los donantes del cuadro y las imágenes de San Juan Evangelista y San Juan Bautista, estas dos últimas a modo de esculturas.

En el interior del retablo, en la parte superior, la Déesis (Pantocrátor, la Virgen y San Juan) destaca la riqueza cromática y de objetos, como la corona que aparece a los pies de Dios y que simboliza el sometimiento de todo poder terrenal a los pies de Dios. A los extremos, aparecen Adán y Eva, que recuerdan el pecado que hizo necesaria la redención del hombre.

En la parte inferior, aparecen las praderas celestiales con el Cordero Místico, al que acuden a adorar los diversos estados de la condición humana, religiosa, civil y militar, así como las alegorías de las Virtudes (Justicia, Fortaleza, Prudencia y Templanza). En el centro, un cordero en un altar vierte su sangre en un cáliz (Cristo sacrificado) frente a la fuente de la vida. Aparece una gran procesión de personas que adoran y están protegidas por los rayos que el Espíritu Santo, en forma de paloma, envía desde el cielo.

Las características técnicas de la obra son las siguientes: brillo en los colores (óleo), luminosidad (sombras al lado izquierdo y reflejos y brillos al derecho en la Anunciación, donde se aprecian dos ventanas), realismo (en los objetos, en los cabellos, en los rostros con venas y arrugas de Adán, en la imagen de Cristo, en las armaduras de los soldados, en la textura de los tejidos de las túnicas, en el paisaje, con praderas con línea del horizonte muy alta y la ciudad de Gante al fondo; en la ventana de la Anunciación aparece con minuciosidad la ciudad de Gante).

En cuanto a la composición, todo confluye en el centro, en el cordero, incluidos los rostros y las miradas.

Otra obra importante es El Matrimonio Arnolfini. Trata también un tema religioso, ya que representa el carácter sacramental del matrimonio, así como la maternidad. Esta tabla se encuentra en Londres, en la National Gallery. Es una obra llena de simbolismo.

Roger van der Weyden

Es el pintor del dolor, de la preocupación por los sentimientos y de las grandes composiciones. Su obra más importante es El Descendimiento de la Cruz. Los personajes aparecen representados de tamaño casi natural, con formas escultóricas. El fondo es de oro (recurso gótico). Las figuras aparecen en primer plano, como únicos protagonistas. La composición es cerrada, como si se tratara de un paso procesional.

El Bosco

Los temas que trata El Bosco son la locura, el pecado, el mundo onírico (los sueños), la muerte, el tormento, temas alegóricos, etc. La pintura del Bosco es el antecedente del surrealismo del siglo XX.

Su obra más destacada es El Jardín de las Delicias. Esta obra es un tríptico que se encuentra en el Museo del Prado.

En la tabla central, se representa el jardín de la lujuria. El acto sexual es prueba de que el hombre había perdido la gracia divina; el jardín se coloca entre el jardín del Edén, donde se cometió el pecado original, y el infierno, donde se expían todos los pecados. En la parte superior de esta tabla, aparecen estructuras simbólicas con afloramientos en forma de símbolos sexuales. En el centro de la tabla, aparecen mujeres bañándose en un estanque rodeado de jinetes. El montar a caballo es la metáfora del acto sexual. También puede simbolizar el “baño de Venus”, frase que significa el estar enamorado. En el centro de estos jinetes, aparece uno con un huevo en la cabeza, simbolizando la fragilidad del placer: los placeres de este mundo son un falso paraíso que conducen a la condenación eterna. En la parte inferior de esta tabla, aparecen jóvenes con frutas, que simbolizan el placer carnal. En el lenguaje medieval, “coger fruta” equivalía a tener comercio carnal. En una de las esquinas, un personaje nos muestra la tabla del paraíso; en la otra, Adán y Eva se refugian en una cueva.

En la tabla de la izquierda, se representa el jardín del Edén (a la derecha de la tabla central). En este jardín, aparecen gran número de animales: los que aparecen a la izquierda representan lo negativo (la jirafa: la inconstancia; el cerdo: la lujuria; las aves negras: el mal); los que aparecen a la derecha representan lo positivo (el elefante: la castidad; el perro: la fidelidad; las aves blancas: la pureza). De algunos de los animales que se representan se tenía constancia, aunque no se hubieran visto nunca, como el unicornio; de otros no se tenía conocimiento, pero se sabía que existían, como la jirafa; y otros eran animales imaginarios, como las aves de tres cabezas. También se representa el ciclo de la vida, ya que unos animales se alimentan de otros, como el gato y el ratón, los pájaros comiendo ranas y sapos, el león comiéndose un ciervo, etc. Se representa también el árbol del bien y del mal, con una serpiente enroscada en el tronco. Aparece Dios Padre creando a Adán y Eva.

En la tabla de la derecha (a la izquierda del jardín de la lujuria), todo se representa en color negro y rojo (frente a las tonalidades verdes y amarillas de la tabla del jardín del Edén). En la parte alta, aparece la imagen típica del infierno: llamas y azufre; debajo, aparece la guadaña fálica formada por dos orejas y una hoja. Aparecen soldados atravesados por lanzas y otros devorados por dragones, demonios despedazando con cuchillos a grupos de pecadores, etc. Hay instrumentos musicales gigantes que simbolizan el amor y la lujuria. Aparece una criatura aviforme (el demonio) que devora víctimas humanas y que defeca en un pozo de excrementos y vómitos: es el castigo de quienes incurren en el pecado de la gula (aparece el caldero sobre la cabeza).