Tema 13. La narrativa hispanoamericana del Siglo XX.
La novela y el cuento permanecieron hasta los años cuarenta apegados a las formas decimononicas. Narrador omnisciente, tiempo lineal, 3ª persona. No obstante, cuando se produjo despertar, este supuso una enorme renovación que súperó a la producida en el resto del mundo.
1. En las primeras décadas de la novela hispanoamericana: la novela regionalista.
Hasta los años 40, la novela y el cuento hispanoamericano discurrieron por el cauce del Realismo costumbrista, Sin experimentar una revolución de sus estructuras y su lenguaje.
Durante estos años se dan las siguiente tendencias:
– novela de la tierra. Describe la naturaleza americana en toda su grandiosidad. Doña Bárbara de Rómulo Gallegos, La voràgine de Rivera, que se centra en el enfrentamiento entre el hombre y la selva.
– Novela indigenista. El tema central son las injusticias que provoca el hombre blanco en la sociedad india. El mundo es ancho y ajeno de Ciro Alegría, narra la feliz convivencia de una comunidad indígena destruida por los latifundistas.
– Novela política. En este grupo destacan las novelas referidas a la renovación mexicana.
2. Los pioneros de la renovación: los inicios del Realismo mágico.
A partir de los 40 se observa en la narrativa hispanoamericana unas carácterísticas nuevas que la hacen diferente de la novela desarrollada hasta entonces. Éstos cambios se deben a una nueva concepción del mundo y de la vida consecuencia de los cambios sociales, políticos y económicos. Se añaden las influencias de la narrativa europea y norteamericana a estas novedades. Los cambios principales fueron:
– Se abandona el interés prioritario por los espacios rurales y naturales, y surgen temas nuevos en los que se integra lo urbano y los problemas del hombre contemporáneo. Ejemplo: el túnel de Ernesto Sábato, novela que mejor representa la incorporación de lo urbano y los problemas del hombre contemporáneo.
– Se introduce en las novelas lo fantástico, lo onírico y lo irracional, dando lugar a lo que se ha denominado Realismo mágico o lo real maravilloso.
– Formalmente, se produce un gran cambio puesto que se abandona la estética realista decimonónica y se adoptan las nuevas técnicas narrativas.
Se considera que el relato que marca el cambio de rumbo es El pozo (1939) de Juan Carlos Onetti. A esta obra seguirán otras en los años 40: el señor presidente de Miguel Ángel Asturias, y el túnel de Ernesto Sábato. Pedro Páramo de Juan Rulfo; La hojarasca de Gabriel García Márquez y La regíón más transparente de Carlos Fuentes.
La novela que mejor representa estas tendencias es Rayuela de Julio Cortázar; en ella el autor propone diversas lecturas (siguiendo capítulo a capítulo o haciendo cosas a los píe de página).
3. La novela de los sesenta: los años del boom. El Realismo mágico.
La definitiva renovación de la novelística hispanoamericana se produce a partir de los años sesenta con un fenómeno que la crítica ha denominado como el boom de la novela hispanoamericana. Surgíó ligado a un fenómeno extra literario que facilitó que esta novela fuera conocida en el exterior: el apoyo de las editoriales españolas, especialmente a partir del éxito de La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa.
Sin embargo, a lo anterior hay que añadir la coincidencia en un corto espacio de tiempo de una sucesión de novelas (y novelistas) deslumbrantes: Rayuela del argentino Julio Cortázar, El siglo de las luces del cubano Alejo Carpentier. Y sobre todo, Cien años de soledad, del colombiano Gabriel García Márquez.
En cuanto a los temas, aunque nos resulta sencillo sintetizarlos, destacan:
– la crisis existencial del individuo. Son recurrentes los temas de la muerte, la soledad y la incomunicación.
– El dictador. Ha sido retratado en El señor Presidente de Miguel Ángel Asturias, El otoño del patriarca de García Márquez,…
– La historia de Hispanoamérica. Han surgido numerosisimas novelas históricas de calidad excepcional: El siglo de las luces de Carpentier, La guerra del fin del mundo de Vargas Llosa.
4. La novela más reciente.
A partir de los años setenta continúan publicando autores ya consagrados, a los que se unen otros nuevos.
La narrativa de estos años reduce la complejidad técnica para crear una novela a la que el lector pueda acceder más fácilmente, pero también se recurre al Realismo mágico.
Nombres y títulos fundamentales de este período: El amor en los tiempos de cólera de García Márquez, La casa de los espíritus de Isabel Allende, El cartero de Neruda de Antonio Skármeta, Como agua para chocolate de Laura Esquivel, Primavera con una esquina rota de Mario Benedetti. El premio Cervantes 2018 se lo ofrecieron al nicaragüense Sergio Ramírez con el título “Margarita esta Linda la mar”.
5. El cuento hispanoamericano.
Junto con la novela, el cuento ha sido un género narrativo ampliamente cultivado en Hispanoamérica. Destaca la aportación extraordinaria de Jorge Luis Borges (El Aleph, Los dos Reyes y los dos laberintos). Asimismo, son importantes las narraciones de Juan Rulfo (El llano en llamas, en los que retrata la dureza de la vida rural mexicana).
Uno de los principales renovadores del género es Julio Cortázar, quien muestra en sus cuentos una realidad compleja (Historias de cronocopios y de Famas, en los que revela el absurdo de o cotidiano con gran sentido del humor), La pérdida y recuperación del pelo.
Augusto Monterroso es otro narrador importante.