El Pensamiento de John Locke: Poderes y Derechos
John Locke, figura clave del liberalismo, articula una teoría del poder dividida en tres ramas:
- Poder Legislativo: Elegido por los ciudadanos mediante votación, este poder crea leyes, incluyendo el poder judicial. Su objetivo principal es el bien común, la preservación de la libertad y la propiedad, y la aplicación equitativa de la ley para todos.
- Poder Ejecutivo: Se encarga de la ejecución de las leyes. El gobierno, aunque sujeto a las leyes, puede ejercer el Derecho de Prerrogativa en situaciones excepcionales, permitiéndole actuar al margen de la ley, si es necesario, para el bien del pueblo.
- Poder Federativo: Gestiona las relaciones internacionales, incluyendo el comercio, la seguridad del Estado, los pactos, las alianzas y los conflictos.
Locke también establece el derecho a la sublevación (insurrección sagrada) de los gobernados. Este derecho se activa cuando el gobierno no garantiza los derechos naturales, en casos de conquista por un Estado enemigo, modificación arbitraria del poder legislativo, incapacidad del ejecutivo para ejecutar las leyes, o incumplimiento de funciones por parte del legislativo o ejecutivo.
Liberalismo y la Economía de Adam Smith
El pensamiento liberal, característico de la sociedad capitalista, sitúa al individuo y sus derechos en el centro de la política. El Estado debe garantizar un marco legal que proteja los derechos individuales (libertad civil), vele por el intercambio y respete las reglas de la competencia económica (libertad de mercado).
Adam Smith, padre de la economía moderna, sostenía que el Estado no debe intervenir en la economía. El bienestar y la riqueza de una sociedad, según Smith, dependen de:
- Egoísmo individual e interés propio: Consumidores y productores, buscando su propio beneficio, llegan a un acuerdo justo.
- Ley de oferta y demanda: Regula el mercado, ajustando los precios según la relación entre oferta y demanda.
- División y mecanización del proceso productivo: Aumenta la productividad, reduce los costes y genera mayores beneficios.
Smith introduce el concepto de la Mano Invisible: el libre mercado se autorregula sin necesidad de la intervención estatal, gracias al interés propio de cada individuo, lo que, paradójicamente, conduce al beneficio colectivo.
Análisis Marxista y la Lucha de Clases
Para Karl Marx, el motor de la historia es la lucha de clases entre explotadores (burgueses) y explotados (proletarios). Esta dinámica se repite hasta que los explotados toman conciencia de su situación y se rebelan, sustituyendo el sistema económico, social y político. El capitalismo, según Marx, culmina en la eliminación de la explotación y las clases sociales. Marx busca realizar un análisis científico del sistema capitalista.
Marx considera al ser humano como un producto histórico, una mercancía, un “animal de trabajo” alienado y esclavizado. Para él, es fundamental cambiar la estructura económica, de la cual dependen la religión, la filosofía, las leyes y la ciencia.
Popper, Falsacionismo y la Teoría Crítica
Karl Popper propone la aplicación del método científico tanto a las ciencias naturales como a las sociales. Introduce el falsacionismo: una teoría es científica si puede ser refutada. Popper distingue entre:
- Sociedades Abiertas: Defienden las libertades individuales y la posición social se basa en el esfuerzo personal.
- Sociedades Cerradas (como la marxista, según Popper): No cumplen el criterio falsacionista, son rígidas en costumbres y normas sociales, autárquicas y con poca o nula libertad y movilidad social.
Theodor Adorno, exponente de la Escuela de Frankfurt y defensor de la teoría marxista, argumenta que no existe la neutralidad científica ni la imparcialidad; la subjetividad influye en la formulación de teorías científicas.
El Concepto de Utopía y sus Representaciones
Utopía (no lugar) se refiere a una localización inexistente o imposible, un sueño imaginario, un estado perfecto y modélico que posibilita una existencia feliz, donde reinan la paz y la justicia.
Utopía Platónica
En La República, Platón describe un Estado justo con tres clases sociales: gobernantes (sabiduría), guardianes (coraje) y productores (apetencia). Cada clase tiene funciones, derechos y deberes específicos. La posición social no se determina por nacimiento, sino por capacidad, aptitud y educación. La armonía entre las clases es crucial para el buen funcionamiento del Estado. Para prevenir la corrupción, Platón propone evitar la propiedad privada y la familia, especialmente entre los dirigentes.
Utopías Renacentistas
El Renacimiento, marcado por desigualdades y una renovada confianza en la razón humana, ve un resurgimiento de las utopías.
- Tomás Moro, en Utopía, critica la sociedad de su época y describe una isla (no lugar) con una sociedad justa y feliz. Destaca una organización política racional, la abolición de la propiedad privada y la primacía del interés común sobre el personal. La organización es jerárquica, con puestos y funciones basados en la capacidad y el mérito, buscando la igualdad económica y social.
- Tommaso Campanella, en La Ciudad del Sol, describe una sociedad comunitaria guiada por la razón en la isla Taprobana.
- Francis Bacon, en La Nueva Atlántida, incorpora el aprovechamiento de los avances científicos y técnicos a la visión utópica.