El Siglo XV: Transición y Contexto
Resumen, contexto histórico, social, cultural.
El siglo XV es un período de transición donde coexisten elementos de la Edad Media y el Renacimiento. En la Península Ibérica, los Reyes Católicos logran la unidad territorial con la conquista de Granada en 1492, la unidad religiosa con la Inquisición y la expulsión de los judíos, y la expansión territorial con el descubrimiento de América por Cristóbal Colón (1492), abriendo la puerta a la colonización europea.
El auge del comercio impulsa el crecimiento urbano y la ascensión de la burguesía, mientras que el humanismo renacentista, influenciado por Dante, Petrarca y Boccaccio, promueve el conocimiento racional y las lenguas vulgares. La invención de la imprenta por Gutenberg acelera la difusión de ideas y el Renacimiento en Europa.
En la literatura, la nobleza se convierte en promotora de la poesía en lengua romance, inicialmente con fines didácticos y moralizantes. Con el tiempo, surge una literatura más centrada en el individuo y sus emociones, y los romances se convierten en poemas narrativos que adaptan los antiguos cantares de gesta, dividiéndolos en estrofas de ocho versos.
La guerra por los tronos y las disputas dinásticas marcan el siglo XV, especialmente en Europa. Además, la mentalidad de la época refleja una crisis del sistema de valores medieval, combinando una visión antropocéntrica y materialista con la espiritualidad cristiana. Obras como La Celestina y Coplas por la muerte de su padre ilustran esta dualidad.
Dentro de las principales manifestaciones literarias de la época destacan el romance y la poesía culta. Esta última, influenciada por el mundo clásico grecolatino, se caracteriza por una lírica refinada donde predomina el amor cortés, entendido como una relación de vasallaje entre el amante y la dama, además de incluir algunas redacciones satíricas.
Entre los autores más representativos destacan Juan de Mena, conocido por El Laberinto de Fortuna; el Marqués de Santillana, célebre por sus serranillas y su interés por la poesía italiana; y Jorge Manrique, autor de Coplas por la muerte de su padre, una de las obras más importantes de la poesía castellana del siglo XV.
Poesía Culta
La poesía culta es heredera de la lírica trovadoresca provenzal y de la poesía italiana de los siglos XIII y XIV. Aparece reunida en cancioneros. Sus características son las siguientes:
El amor es el tema primordial de la poesía de cancionero, representado desde la óptica amorosa propia de la lírica trovadoresca (amor cortés). En esta línea, el amor se entiende en clave de servicio o vasallaje a una dama superior, la señora, a la que se diviniza. Esto dará pie a la hipérbole sacro-profana cancioneril, según la cual el amor se convierte en una religión. La relación será imposible, secreta e inalcanzable por distintos impedimentos: dama casada o desdeñosa y cruel con el enamorado.
– Además del tema amoroso, también aparecen composiciones satíricas en las que se critica a la nobleza y se destacan tanto sus defectos como los abusos de poder. De este tipo son las Coplas de la panadera o las Coplas de Mingo Revulgo.
– Las formas estróficas más comunes son la canción, de contenido amoroso; el decir, de temática filosófica, política o religiosa, y las serranillas, en las que un caballero se encuentra con una mujer rústica. La canción y las serranillas estaban destinadas al canto.
– El verso más empleado es el octosílabo, combinado a veces con el tetrasílabo, en coplas de pie quebrado, y el arte mayor castellano. Este último tipo de versificación se sirve del ritmo acentual, que combina sílabas átonas y tónicas en tiradas largas de versos divididos en dos hemistiquios.
Comentario de una Copla de Jorge Manrique
Introducción General
Esta copla pertenece a la obra Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique, escritas en 1476. Jorge Manrique (1440 – 24 de abril de 1479) fue un noble que destacó como poeta y guerrero. Su obra más conocida son las Coplas, que se divide en tres partes: reflexión sobre la vida y el paso del tiempo (tópico del tempus fugit), demostración y ejemplificación (tópico del ubi sunt?) y concreción: figura de don Rodrigo Manrique (aparición de una nueva vida: la de la fama)
Estructura de las Coplas
Las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique están compuestas por un total de 40 coplas escritas en una métrica de pie quebrado, que consiste en versos de 8 sílabas seguidos de versos de 4 sílabas. Estas se dividen en tres partes.
Información un poco desordenada. Primero se presenta autor, su obra, la estructura y la métrica.
Las coplas están divididas en tres partes:
Coplas I-XIV→ Reflexión de la vida y del paso del tiempo/Tópico del Tempus Fugit
Coplas XV-XXIV→ Demostración y ejemplificación/Tópico del ubi sunt
Coplas XXV-XL→ Concreción: figura de don Rodrigo Manrique/Aparición de una nueva vida: la de la fama.
Tópicos Posibles
Tempus fugit: fugacidad del tiempo y carácter efímero de la juventud.
Ubi sunt: reflexión sobre la muerte y la desaparición de grandes personajes.
Vida de la fama: pervivencia del honor y la memoria a través de las acciones heroicas. (decir la copla a la que pertenece)
Poesía Popular
Romance
Los romances son composiciones de versos octosílabos, con extensión variable, rima asonante en los versos pares, quedando sueltos los impares y el tono puede ser épico (hazañas, aventuras) o lírico (emociones). Los romances son anónimos y se transmiten de forma oral, por lo que pueden existir muchas versiones de un mismo romance.
Según la época en que fueron creados, los romances se dividen en:
Romancero viejo o tradicional: Son textos creados de forma colectiva, transmitidos de manera oral y, ya en el siglo XV, escritos.
Romancero nuevo: Son obras de autores de los siglos XVI y XVII que imitan los romances antiguos.
Temas/Clasificación del Romance
Romances épicos: Se centran en personajes legendarios, como el Cid o don Rodrigo.
Romances históricos y fronterizos: Relatan temas de la Reconquista y los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes.
Romances novelescos y líricos: Hablan de héroes ficticios o históricos con temas de valentía, honor o venganza, a menudo en episodios amorosos o de aventuras.
Los romances tienen características que facilitan su difusión oral y memorización, como:
Condensación de la narración: eliminan detalles innecesarios, lo que hace que tengan un carácter evocador y fragmentario, con finales abiertos, final truncado, cuando la narración se interrumpe abruptamente y finales o comienzos in medias res.
Mezcla de narración y diálogo: combinan narración y diálogo directo, lo que da dinamismo y dramatismo al relato, con una adjetivación sencilla y cambios de tiempo verbal.
Presencia de recursos estilísticos que facilitan la memorización: gracias a las repeticiones, como la anáfora, los paralelismos y las enumeraciones, propios de la épica, se facilita la memorización y se resaltan ciertos elementos del contenido.
– Anáfora: Repetir la misma palabra al inicio de varias frases. Ejemplo: Corre, corre, que el tiempo vuela.
– Enumeración: Lista de cosas seguidas. Ejemplo: Compré pan, leche, queso y fruta.
– Paralelismo: Repetir estructuras similares en varias frases. Ejemplo: Quiero dormir, quiero soñar, quiero vivir.