Benito Pérez Galdós (1843-1920)
Primeras Novelas
Nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1843, Galdós demostró un profundo conocimiento del Madrid de su época, gracias a su experiencia periodística. Sus primeras novelas, como Doña Perfecta y Marianela, se caracterizan por un narrador omnisciente y una estructura lineal.
Episodios Nacionales
Esta monumental novela histórica, iniciada en 1873, consta de 46 episodios que narran la historia de España desde la batalla de Trafalgar (1805) hasta la época de Cánovas (1880). Con una estructura narrativa y narradores diferentes en cada episodio, Galdós mezcla historia y ficción, con toques de dramatismo e ironía. Algunos títulos destacados son Trafalgar y La Corte de Carlos IV.
Novelas Españolas Contemporáneas
Esta etapa, la más prolífica de su carrera, comienza con La desheredada (1881). Influenciado por el Naturalismo, Galdós profundiza en el análisis psicológico de sus personajes y utiliza la ironía. Destacan obras como El amigo Manso, Lo prohibido, Fortunata y Jacinta (1887), Miau (1888), las novelas de Torquemada y Misericordia. Características de este periodo:
- El poder del dinero como motor de las acciones de los personajes.
- Diversidad de narradores, como el narrador en primera persona de El amigo Manso.
- Estructura múltiple, presentando la vida de varios personajes simultáneamente, como en Fortunata y Jacinta (subtitulada Dos Historias de casadas).
- Creación de un universo narrativo propio con personajes recurrentes y una recreación detallada del Madrid del siglo XIX.
- Tratamiento dramático de los conflictos, generando tensión en el lector.
Obras Dramáticas
Galdós también escribió obras de teatro, como El abuelo y Electra, aunque con menor éxito que sus novelas.
Rubén Darío (1867-1916)
Nacido en Nicaragua en 1867, Rubén Darío vivió en diversos países como El Salvador, España, Francia y Chile. En Chile publicó Abrojos, pero fue Azul… (1888) la obra que le dio reconocimiento. Azul…, una recopilación de poemas y prosas, recibió el apoyo del crítico Juan Valera, impulsando su fama. Prosas profanas consolidó el Modernismo. En 1898, Darío viajó a España, donde fue recibido con entusiasmo por jóvenes escritores como Juan Ramón Jiménez, Valle-Inclán y Unamuno. Alternó su residencia entre París y Madrid. En 1905 publicó Cantos de vida y esperanza, incluyendo poemas como “Salutación del optimista” y “A Roosevelt”. Posteriormente, su vida y obra entraron en declive debido a problemas personales y el auge de las vanguardias. Publicó Canto a la Argentina en 1914. Falleció en Nicaragua en 1916.
Antonio Machado (1875-1939)
Nacido en Sevilla en 1875, Antonio Machado, al igual que su hermano Manuel, se educó en la Institución Libre de Enseñanza. Su primer libro, Soledades (1903), reeditado como Soledades, galerías y otros poemas (1907), muestra la influencia de Rubén Darío y el simbolismo francés. Su estilo se caracteriza por un vocabulario rico en adjetivos y metáforas, con temas como la melancolía, los árboles y jardines al atardecer. En Soria, conoció y se casó con Leonor. Tras su fallecimiento, Machado se trasladó a Baeza, Segovia y Madrid. Campos de Castilla, su segundo gran libro, mantiene temas como la soledad pero con un lenguaje más sencillo. Incluye poemas descriptivos, leyendas en prosa y poemas dedicados a Leonor. En Cancionero apócrifo, Machado crea poetas ficticios y explora temas filosóficos. Falleció en Francia en 1939, tras huir de la Guerra Civil española.
Juan Ramón Jiménez (1881-1958)
Poeta prolífico de carácter complejo, Juan Ramón Jiménez se exilió en Estados Unidos y Puerto Rico tras la Guerra Civil. Su obra se divide en etapas:
- Etapa sensitiva (1896-1915): Influencia modernista. Obras como Arias tristes y Almas de violeta reflejan melancolía. Platero y yo, con poemas en prosa, alude a la crueldad y la tristeza.
- Etapa intelectual (1915-1936): Diario de un poeta reciéncasado, escrito tras su boda con Zenobia Camprubí, mezcla poesía y prosa. En Eternidades, busca la “poesía pura”.
- Etapa suficiente o verdadera: Etapa filosófica y mística. Destaca Dios deseado y deseante. Recibió el Premio Nobel en 1957.
Generación del 98 y Novecentismo
Azorín (1873-1967)
José Martínez Ruiz, Azorín, fue un teórico de la Generación del 98. Sus novelas, con sintaxis breve, adjetivos y lenguaje rico, se centran en la observación. La trilogía compuesta por La voluntad (1902), Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo refleja la crisis existencial de un personaje en la España conservadora.
Ramón del Valle-Inclán (1866-1936)
Con un lenguaje preciosista, Valle-Inclán creó las Sonatas, ejemplo de prosa modernista. Tirano Banderas (1926) denuncia el caciquismo en Hispanoamérica.
Gabriel Miró (1879-1930)
Del Novecentismo, Miró destaca por novelas líricas como Nuestro padre San Daniel y El obispo leproso, con un lenguaje rico en recursos retóricos. La enfermedad del obispo simboliza la decadencia española.
Ramón Pérez de Ayala (1880-1962)
Su novela A.M.D.G. critica el poder de la institución jesuita.
Ramón Gómez de la Serna (1888-1963)
Introductor de las vanguardias, destaca por obras como El rastro, su autobiografía Automoribundia y sus Greguerías, definidas como “Humor + metáfora = greguería”.