Casa de la Cascada (Fallingwater)
La Casa de la Cascada, diseñada por Frank Lloyd Wright, es un ejemplo de arquitectura orgánica. Se caracteriza por sus niveles construidos con predominio de la horizontalidad y la línea recta. Los materiales utilizados son hormigón, piedra, hierro, vidrio y aluminio. El terreno donde se ubica tiene abundancia de rocas, lo que sirve de cimentación del edificio.
Los Kaufmann asumieron que la casa tendría vistas a la cascada, y cuando supieron que iba a estar sobre ella, se quejaron, aunque finalmente lo aceptaron. En la planta baja se prolonga un voladizo rectangular que se proyecta creando la ilusión de un salto de agua saliendo del edificio. Los voladizos separan los tres pisos y tienen función de terraza. Las terrazas sobresalen de los dormitorios y los pilares están hechos en piedra con la técnica del almohadillado. Tiene ventanas que se extienden verticalmente y que pasan de una planta a otra.
En la cara norte hay una serie de pérgolas a modo de toldo. Wright intentó dejar claro el respeto a la naturaleza. Edgar Kaufmann desconfió de Wright y añadió más acero, salvando esto, las gárgolas. Las características del funcionalismo son: nuevos materiales, eliminación de estilos pasados y búsqueda de formas geométricas, preocupación por la vivienda.
Fue diseñada en 1934-35 y construida entre 1936 y 1937. Destinada como segunda vivienda de los Kaufmann, cuando estos murieron, su hijo tuvo que venderla a la Fundación Wright por no poder pagarla. Se sitúa en Bear Run y es obra de Frank Lloyd Wright.
Villa Saboya
La Villa Saboya es una casa unifamiliar situada en una zona ajardinada, sostenida por columnas (pilotes). En la planta superior predominan los muros horizontales de color blanco que son recorridos por cristaleras. En la planta de la vivienda encontramos un espacio curvo de color blanco. Los materiales son el hormigón, el hierro y el vidrio. Predominan los vanos sobre los macizos y la línea horizontal sobre la vertical. El espacio está aligerado por ventanas que lo dividen en franjas. Está proyectada como una serie de niveles para dar sensación de volumen vacío y articulado.
La vivienda se encuentra en el piso superior y el jardín a su mismo nivel. La cubierta es un solárium con pared de protección curva con efecto de claroscuro. Las cuatro fachadas permiten pasar la luz. Es una obra racionalista por la simplicidad de las formas, el uso de volúmenes elementales y el resalto de la estructura sobre lo ornamental. El racionalismo dice que la obra debe demostrar para lo que fue creada:
- Fachada libre orientada a los cuatro puntos cardinales.
- Planta libre para moldear a voluntad.
- Ventanas apaisadas que aumentan la visibilidad.
- Planta sobre pilotes para perder pesadez.
- Azotea jardín para integrar la naturaleza a la casa.
Fue construida entre 1928 y 1931 y es de estilo racionalista. Situada en Poissy, es un lugar donde vivir y desde el que se ve el paisaje. Su autor es Charles Édouard Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier, arquitecto, urbanista, pintor y escultor suizo-francés.
Éxtasis de Santa Teresa
El Éxtasis de Santa Teresa fue realizado por el artista Gian Lorenzo Bernini entre 1647 y 1651 por encargo del cardenal Federico Cornaro. Es un grupo escultórico que representa a dos figuras en el interior de un retablo transparente. Las dos figuras se comunican entre sí por el movimiento: una está levantada y la otra, acostada en sus pies. Se trata de un ángel enviado por Dios a una monja española.
La capilla Cornaro es una explosión de mármol y metal, blancos y dorados. La combinación de materiales que utiliza le dan un juego de contrastes a la tipología del momento. La piedra dura y fuerte del mármol consigue la sensación de ligereza por ese cerco de nubes que eleva a la santa y la combinación de rayos. El mismo contraste se puede ver entre la suavidad del cuerpo del ángel con la dureza de los pliegues quebrados de la santa, que no se sabe si cae o se incorpora en la nube.
La cúpula tiene frescos con un cielo de trampantojo repleto de querubines y con la luz descendente del Espíritu Santo en forma de paloma. Hay una ventana en la parte superior que ilumina de forma clara los rayos, consiguiendo un contraste entre sombras y luces. La obra se representa como una escena teatral donde Teresa y el ángel son el acto principal. Toda la obra destaca por su tensión dramática y la fuerza arrolladora de los personajes.
Bernini consigue fusionar la escultura y la arquitectura. La composición de líneas cruzadas marca el momento dramático. Bernini consigue resumir todos los elementos de la escultura barroca: el valor de lo sensorial sobre lo racional, el tiempo para un arte coherente y lúcido, pero con movimiento y creatividad. Los rostros buscan el máximo sentimentalismo. El ángel mira con alegría y satisfacción, y la santa alcanza el paroxismo cuando se contempla la vehemencia del momento con la boca entreabierta, los ojos entornados y la mano en el corazón. Obras como esta enseñaron la maestría del autor y resucitaron el barroco.
El David de Miguel Ángel
El David, esculpido en mármol de Carrara, es estrecho y de gran altura (4,34 metros y 5,5 toneladas). Parece que espera algún acontecimiento. La composición es cerrada (centrípeta), con los brazos cerca del cuerpo. Representa a David, un joven desnudo, musculoso y con mirada penetrante, a punto de enfrentarse a Goliat con una piedra y una honda que sostiene en ambas manos. Su cuerpo en tensión destaca su cabello, musculatura, tendones y venas. Tiene un giro en su cabeza y se apoya más en su pierna derecha que en la izquierda, que se fija a un tronco que lo mantiene.
Fue ejecutada en el siglo XVI. La función de esta obra es decorativa, aunque se convierte en símbolo político de Florencia. La obra muestra el triunfo de la condición humana y se encuentra en la Galería de la Academia de Florencia. Se hizo para un espacio público en la Plaza de la Señoría, pero se colocó una réplica como símbolo cívico-patriótico. Miguel Ángel era un auténtico homo universalis que destacó como arquitecto, escultor y pintor, y que estudió el mundo clásico. Con esta escultura, Miguel Ángel trató de romper la armonía, el equilibrio, la belleza y los edificios perfectos.
Cúpula de Santa María de las Flores
La Cúpula de Santa María de las Flores es una catedral gótica proyectada con una cúpula apuntada con un tambor de planta octogonal. Tiene una doble cúpula que permite ahorrar peso y distribuir los empujes. En su interior hay una cúpula más apuntada que la externa, dejando una cámara hueca entre ambas que la hace más ligera. Se realizó con ladrillo y argamasa. Presenta una apariencia con ocho aristas cubiertas de ladrillo rojo con aspecto apuntado y nervios de mármol blanco. Las nervaduras interiores tenían función de sujeción y distribución de empujes, y las exteriores eran decorativas. Rematada con una linterna abierta al viento, Brunelleschi consigue una gran perspectiva.
La cúpula refleja la nueva época cultural y artística que comenzó y que daba paso al Renacimiento. En el campo artístico destaca el artista, que deja de ser artesano para ser pensador. Su nombre aparece en la obra y su consideración social aumenta. En la pintura, el auge de la técnica pictórica, junto a la variedad temática, permiten un avance. La perspectiva y el estudio de la luz y el color avanzan también. En la escultura adquiere más protagonismo. Muchas obras son ideadas para espacios públicos y en su técnica se recupera la capacidad plástica clásica.
La Trinidad de Masaccio
Brunelleschi fue el descubridor de la perspectiva, y esta pintura fue una de las primeras realizadas acorde con estas matemáticas. Representa a la Trinidad con la Virgen y San Juan bajo la cruz, y los donantes. Como si fuera un agujero en la pared a través del que se pudiera ver una nueva capilla en el moderno estilo de Brunelleschi. En lugar de la delicadeza del gótico, la arquitectura era austera. El gesto sencillo de la Virgen señalando al hijo en la cruz es muy elocuente porque es el único movimiento en el conjunto. Sus figuras parecen estatuas.
Representa a la Trinidad, cuyo símbolo es el triángulo, y la composición queda inscrita en un triángulo. La Trinidad es una idea-dogma, por eso sus figuras deben ser reales e históricas. Lo más bonito es la bóveda de medio cañón dibujada en perspectiva. La arquitectura está iluminada desde la izquierda por una luz sobrenatural. Masaccio concreta la luz en las figuras, apareciendo en penumbra. Cuando pintó este fresco, Masaccio era un joven pintor. Así, en este cuadro se finge abrir una capilla real en la que se abre un nicho y aparecen también los donantes, y donde la Virgen y San Juan lloran a los pies de la cruz donde está Cristo.
Las Meninas
Las Meninas fue realizada por Diego Velázquez en 1656. Está en el Museo del Prado en Madrid. El óleo representa a Velázquez realizando un retrato de los reyes. En la estancia se encuentran el pintor, los retratados y la infanta Margarita con sus dos meninas. Al fondo aparece la figura del aposentador de la corte y a su izquierda, un espejo donde se reflejan los bustos de los reyes. Velázquez consiguió reflejar una escena en movimiento donde todos los personajes miran hacia los reyes.
La profundidad se consigue por el uso de varias líneas. En la primera, los personajes están en dos grupos de tres figuras: la infanta con sus meninas y los dos enanos con el perro. En la siguiente está Velázquez, que aparece con la paleta en la mano. Al fondo están la camarera mayor y un guardadamas, y más al fondo está el aposentador y el espejo. Se crea una sensación de profundidad gracias a las distintas líneas en perspectiva y los varios planos (José Nieto es el punto de fuga). Velázquez también difuminó los contornos de las figuras para conseguir profundidad. Esta técnica se aprecia en los rostros. La luz incide sobre los rostros y la puerta del fondo, así Velázquez jugó con el claroscuro. En el siglo XVII, las meninas eran jóvenes de buena familia que se convertían en doncellas.
El Grito
El Grito, realizado por Edvard Munch en 1893, se encuentra en la Galería Nacional de Oslo. Es un óleo y temple que recoge una figura humana que grita sobre un puente. Las manos enmarcan el rostro en el que tiene la boca abierta como expresión de angustia. Al fondo hay otras dos figuras que dan la espalda al protagonista sin percatarse del sufrimiento de este. Munch recogió un paisaje situado a las afueras de Oslo en el que puede verse un fiordo al fondo, unos barcos y un puente.
El cuadro está dominado por las líneas curvas, aunque también hay alguna recta o vertical, como la de las personas del fondo, o diagonal. Los colores ayudan a resaltar la fuerza del cuadro. La persona que grita, las figuras del fondo y el paisaje aparecen representados con colores fríos (verdes, azules y negros) que nos transmiten sensación de angustia. El cielo y el suelo del puente se forman con trazos de colores más cálidos (anaranjados y amarillos) que aportan sensación de violento apasionamiento. Los profundos sufrimientos que marcaron la vida de Munch quedan reflejados en esta obra.
Las Señoritas de Avignon
Las Señoritas de Avignon es una pintura de caballete realizada al óleo. Representa naturalezas muertas. En el curso siguiente, los hombres y las flores desaparecen, quedando la fruta en primer término y fondo. Las figuras femeninas posan con libertad en varias posturas. Los contornos son angulosos y ásperos, de aspecto primitivo en sus rostros, de aspecto salvaje, con desprecio evidente hacia la belleza clásica. El primitivismo es contribuido por el arte ibérico y egipcio, especialmente en la mujer sentada a la derecha, que tiene diferentes puntos de vista: de frente, de perfil, cuerpo de espaldas, nariz.
Los desnudos centrales están pintados en color rosa con leves variaciones de tono. Las líneas constantes y angulosas señalan los contornos. No hay sombras, los colores son planos. Los rostros aparecen delineados con suma claridad. La composición se convulsiona y sufre mutaciones. Rosa y negro modelan la figura de la izquierda, creando una intensidad plástica. Aparece un marinero vestido sentado entre cinco mujeres desnudas y por la izquierda entra otro hombre. Las figuras posan para el espectador. Una de las prostitutas está agachada frente al cliente y la demoiselle en cuclillas gira la cabeza.
Constituye un cuadro cubista realizado en 1907. Presenta incoherencias estilísticas. Se encuentra en la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York y su autor es Pablo Ruiz Picasso.