Obras Clave del Arte Moderno: Goya, Monet, Dalí, Picasso y el Nacimiento de las Vanguardias

Saturno devorando a su hijo (Goya)

La imagen propuesta para su comentario es la pintura Saturno devorando a su hijo de Francisco de Goya, datada entre 1820 y 1823. Pertenece al estilo del Romanticismo. Goya utiliza la técnica de óleo al secco. Esta obra pertenece a la serie de las “Pinturas Negras” del autor.

Estamos ante una pintura mitológica donde aparece el mito del dios Saturno (Cronos en la mitología griega) devorando a todos sus hijos al nacer para evitar que estos lo destronaran. Goya se muestra como un pintor revolucionario. Las formas monstruosas muestran la visión más oscura del ser humano, visión que se acentúa en Goya, fruto de su sordera que lo aísla del mundo.

La imagen, con fondo negro, nos representa de cuerpo entero a un personaje desdibujado, cuya deformidad es evidente y produce mucho más dramatismo. Apenas es dibujo, sino una simple mancha. Goya representa al dios como un verdadero monstruo, con unos ojos saltones y atormentados. Así, representa al tiempo como un ente devorador e inexplicable. Se trata de una pintura muy cruel, apreciable en dos puntos: la boca del dios desgarrando la carne de su hijo y la mancha de color rojo representando la sangre.

Los fusilamientos del 3 de mayo (Goya)

La imagen propuesta para su comentario es la pintura de Los fusilamientos del 3 de mayo. Este cuadro es de Francisco de Goya y se trata de un óleo sobre lienzo. Pertenece al Romanticismo.

Goya en esta pintura representa un hecho histórico: concretamente los fusilamientos que tuvieron lugar el 3 de mayo de 1808 en la montaña del Príncipe Pío, a las afueras de Madrid, como represalia por el levantamiento del día anterior contra la ocupación francesa. Goya pinta la guerra en su sentido más dramático, sin tomar partido explícito por un bando u otro, aunque la simpatía por las víctimas es evidente. Abandonó el academicismo rococó adentrándose en un nuevo lenguaje pictórico que conecta con la modernidad. Goya influyó notablemente en pintores posteriores como Manet o Picasso.

La escena se desarrolla durante la noche y está iluminada por un gran farol situado en el suelo. La luz ilumina de manera dramática al grupo de los condenados a muerte, en especial al hombre de camisa blanca que levanta los brazos en un gesto de desafío o súplica. Respecto a los colores, utiliza principalmente tonos oscuros, grises, ocres y blancos, creando un fuerte contraste. Los soldados franceses, dando la espalda al espectador, forman un bloque anónimo y mecánico, mientras los ejecutados muestran una amplia gama de reacciones: unos afrontan dicho destino con valentía, mientras otros se muerden los nudillos con horror o yacen ya muertos en el suelo. Goya hace una pincelada muy suelta y larga y hace uso del recurso de la perspectiva aérea para sugerir profundidad.

Impresión: Sol Naciente (Monet)

La obra propuesta para su comentario es una pintura titulada Impresión: Sol Naciente, que fue pintada en 1872 por Claude Monet. Se trata de un óleo sobre lienzo que va a dar nombre a todo un movimiento artístico que recibe el nombre de Impresionismo.

Monet, junto a otros pintores como Renoir, revolucionaron la pintura alejándose del dibujo academicista y de la función tradicional de representar la realidad de forma mimética. Esta corriente supondría el comienzo de una nueva era en la pintura y una nueva visión que se vería continuada por los denominados “ismos” posteriores.

El autor nos muestra el puerto de Le Havre con tres botes de remos que navegan, mientras al fondo, entre la niebla matutina y la humareda de las chimeneas de las fábricas, emerge el sol anaranjado. Con una pincelada suelta y vigorosa, el pintor prescinde del dibujo detallado, centrándose en los efectos de la luz y el color sobre el agua y la atmósfera. Los botes y las personas quedan reducidas a simples manchas. La técnica utilizada es fruto de la espontaneidad que exige la pintura al aire libre (en plein air) y el deseo de captar la impresión fugaz causada por el amanecer en un momento concreto.

La persistencia de la memoria (Dalí)

La imagen propuesta para su comentario es la pintura llamada La persistencia de la memoria, un óleo sobre lienzo realizado por Salvador Dalí en 1931. Pertenece al movimiento vanguardista del Surrealismo Figurativo.

El Surrealismo se divide en dos corrientes principales: el Surrealismo Abstracto (con figuras como Miró) y un Surrealismo Figurativo. A esta última corriente pertenecería Dalí. Dalí empleó una técnica que él mismo denominó como “método crítico-paranoico”, que consiste, según sus palabras, en “un método espontáneo de conocimiento irracional basado en la asociación interpretativo-crítica de los fenómenos delirantes”.

En la imagen aparece representado lo que parece un paisaje onírico, posiblemente inspirado en Port Lligat, con espacios dilatados y una atmósfera inquietante. En un primer plano aparece lo que podría ser una estructura similar a una mesa o bloque, sobre ella dos relojes blandos y una rama seca de un árbol sin hojas. Uno de los relojes se muestra con una textura mórbida, colgando del borde. El único reloj rígido, más pequeño y boca abajo, se encuentra cubierto de hormigas (un símbolo recurrente en Dalí asociado a la putrefacción y el deseo). Sobre la rama del árbol aparece otro reloj blando. En el centro encontramos una extraña forma biomórfica en el suelo, que podría ser una representación del propio Dalí dormido, y sobre ella se encuentra otro reloj blando.

La técnica que utiliza Dalí es bastante precisa y detallista, casi fotográfica. Destaca su dibujo de líneas puras. Todos los objetos aparecen representados con gran detalle, aunque sus formas y relaciones no se correspondan con la realidad lógica, sino con la del subconsciente. Dalí utiliza tonos cálidos en primer plano que contrastan con los más fríos y luminosos del fondo paisajístico. La luz tiene un papel importante, creando una atmósfera irreal y atemporal.

Guernica (Picasso)

La obra propuesta para su comentario es una pintura llamada Guernica de Pablo Picasso, realizada en 1937. Pertenece estilísticamente principalmente al Cubismo (especialmente en la fragmentación de las formas y la perspectiva múltiple), aunque también incorpora elementos del Expresionismo (en la intensidad dramática y la distorsión) y el Surrealismo (en el simbolismo de algunas figuras).

El cuadro fue encargado por el gobierno de la República Española para el pabellón español de la Exposición Internacional de París de 1937. Aunque inspirado por el bombardeo de Guernica durante la Guerra Civil Española, el cuadro no contiene ninguna alusión directa a sucesos concretos, sino que, por el contrario, constituye un alegato genérico contra la brutalidad y el terror de la guerra. El gran lienzo es el testimonio del horror que supuso la Guerra Civil, así como una premonición de la violencia que iba a desatarse en la Segunda Guerra Mundial.

La sobriedad cromática (una paleta de blancos, negros y grises), la intensidad de los motivos representados y la articulación dinámica de esos mismos motivos determinan el extremado carácter trágico de la escena. Al analizar su iconografía, se puede observar una composición aproximadamente piramidal cuyo vértice es la lámpara o bombilla en forma de ojo. Los actores se dividen en dos grupos principales:

  • Animales: El toro (símbolo de brutalidad o quizás de España), el caballo herido y relinchando en el centro (símbolo del pueblo sufriente) y un pájaro alado apenas visible a la izquierda, entre el toro y el caballo.
  • Seres humanos: Figuran un soldado muerto y desmembrado en la parte inferior (con una flor naciendo de su mano que empuña una espada rota), y varias mujeres: una madre con su hijo muerto a la izquierda, una mujer que irrumpe desde la derecha con un candil, otra atrapada en un edificio en llamas a la derecha, y una figura que parece clamar desde abajo a la derecha.

Los acontecimientos de la vida privada de Picasso, junto a los sucesos políticos de la época, dieron lugar tanto al propio Guernica como a sus numerosos bocetos preparatorios y las obras posteriores relacionadas (post scriptum).

Francisco de Goya

Su pintura arranca en el Rococó tardío y termina plenamente en el Romanticismo. Empleó procedimientos de composición neoclásica, como la ordenación geométrica en algunas obras, pero sobre todo supo destacar lo feo, terrible y monstruoso, que desemboca en lo grotesco y lo sublime, características plenamente románticas y precursoras de movimientos posteriores.

Influencias y Contexto

Sus maestros fueron Velázquez, Rembrandt, la naturaleza y, fundamentalmente, su propia imaginación. Su vida discurre entre los siglos XVIII y XIX, una época convulsa en la que se discute la pervivencia del Antiguo Régimen y se producen grandes cambios sociales y políticos (Ilustración, Revolución Francesa, Guerra de la Independencia Española), periodo que condicionará profundamente su obra. Nació en Fuendetodos (Zaragoza). Tras una etapa formativa en España, viajó a Italia, donde obtuvo cierto reconocimiento. A su regreso, consiguió importantes encargos, como la bóveda de la Basílica del Pilar en Zaragoza, y poco después, accedió a la corte madrileña, llegando a ser Pintor de Cámara del Rey. Goya es un gran innovador artístico que se deja llevar por sus impulsos creativos, evolucionando constantemente. El factor humano es el principal protagonista de su obra.

Etapas Artísticas

En su larga trayectoria artística pueden distinguirse varias etapas o facetas:

  • Influencia Barroca y Rococó: En sus inicios, Goya es un gran colorista. Se le encarga el fresco de la bóveda del Coreto en la Basílica del Pilar, con un rico colorido y una composición y efectos escenográficos de tipo barroco tardío. Trabajó en la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, donde permanecerá durante años diseñando cartones. Esta labor definirá parte de su estilo inicial, su colorido vibrante y su forma de composición, liberándose progresivamente de la rigidez académica. En esta época los temas son de carácter narrativo, amable, con elementos populares que reflejan diversiones aristocráticas y de las clases altas, como El quitasol o El columpio.
  • Neoclasicismo (breve): La etapa neoclásica fue muy breve y poco representativa de su producción global. En 1787, pintó para el Convento de Santa Ana de Valladolid tres lienzos de temática religiosa con una composición más sobria y colores más fríos, cercanos a la estética neoclásica.
  • Madurez y Romanticismo: A partir de la década de 1790, especialmente tras una grave enfermedad que le dejó sordo en 1792, su obra se vuelve más personal, crítica y sombría. Desarrolla los retratos con una profunda penetración psicológica, aborda la crítica social en sus grabados (Los Caprichos) y pinta obras maestras como La familia de Carlos IV. La Guerra de la Independencia (1808-1814) marca un punto de inflexión hacia lo trágico con obras como Los desastres de la guerra (grabados) y los lienzos de El 2 de mayo y El 3 de mayo de 1808.
  • Pinturas Negras: En su última etapa, recluido en la Quinta del Sordo, pinta directamente sobre las paredes las famosas Pinturas Negras (1820-1823), una serie de obras de temática oscura, pesimista y enigmática, con una técnica muy libre y expresiva, que representan la cumbre de su expresividad más personal y atormentada.

Trascendencia de Goya

  • Los románticos aplauden su imaginación desbordante, su expresividad y su colorido dramático.
  • Los realistas, su preocupación por reflejar la sociedad de su tiempo y las clases más desfavorecidas.
  • Los impresionistas valoran en él la pincelada libre, suelta, y su capacidad para captar la esencia de los personajes más allá del detalle superficial.
  • Los expresionistas y surrealistas apoyan su libertad formal, su exploración del subconsciente y su despreocupación por las normas académicas.

Sin embargo, Goya apenas tuvo discípulos directos de su talla, siendo una figura demasiado singular.

Temáticas Principales de su Pintura

  • Pinturas históricas: Goya intenta siempre expresarse sin limitaciones academicistas. Sus cuadros de tema histórico, como los mencionados 2 y 3 de mayo, son fragmentos de una realidad viva y brutal. El pueblo es a menudo el protagonista colectivo.
  • Cartones para tapices: Realiza una extensa serie para la Real Fábrica de Tapices, con escenas populares, costumbristas y festejos repletos de colorido y vitalidad, aunque a veces con una sutil crítica social.
  • Retratos: Pintó personajes representativos de todas las clases sociales, desde la familia real y la aristocracia hasta intelectuales, amigos y figuras anónimas. Destacan por su penetración psicológica y su realismo.
  • Las Pinturas Negras de la Quinta del Sordo: Tras quedarse sordo, su aislamiento le llevó a encerrarse en sí mismo y caer en cierto pesimismo. Los colores que emplea son muy oscuros (ocres, tierras, negros). Los temas más representados son la vejez, la locura, la superstición, la violencia, el dolor, la desesperación y la muerte.
  • Los grabados: Realizó cuatro grandes series de grabados que le permitieron expresar sus ideas con mayor libertad y difusión: Los Caprichos (crítica social y de costumbres), Los desastres de la guerra (crónica brutal del conflicto), La Tauromaquia (visión de la fiesta nacional) y Los Disparates o Proverbios (escenas enigmáticas y oníricas, consideradas precursoras del Surrealismo).

Las Vanguardias Históricas

Hacia 1900 se produce en la Historia del Arte un cambio impresionante. En las primeras décadas del siglo XX, muchos de los principios artísticos anteriores dejan de ser válidos para una nueva generación de creadores. Este cambio era un reflejo de las profundas transformaciones que estaban ocurriendo en la vida social, científica y tecnológica (industrialización, nuevas teorías físicas, psicoanálisis, tensiones políticas que desembocarían en la Primera Guerra Mundial).

La invención y popularización de la fotografía liberó a la pintura de su función tradicional de representar fielmente la realidad visible, permitiendo al artista investigar en otros aspectos como la expresión de emociones, la estructura formal del cuadro o la exploración del subconsciente. Estos pintores tratarán de “pintar” las ideas, las emociones, las percepciones subjetivas, las neurosis y los estados anímicos profundos.

La libertad creativa es total: se experimenta con todo tipo de materiales y técnicas (collage, ensamblaje, etc.), y se rompen radicalmente los principios renacentistas de perspectiva única, composición equilibrada y representación naturalista.

Las vanguardias históricas (aproximadamente entre 1905 y 1940) se suelen dividir conceptualmente en dos grandes tendencias:

  • La tendencia racional: más objetiva, constructiva y a menudo optimista respecto al progreso y la tecnología. Está representada por movimientos como el Cubismo, el Futurismo o el Neoplasticismo (De Stijl).
  • La tendencia emotiva o sentimental: más subjetiva, expresiva y a menudo pesimista o crítica con la sociedad. Está representada por movimientos como el Expresionismo, el Dadaísmo y el Surrealismo.

Algunas de estas corrientes geniales y con una enorme carga de investigación y ruptura fueron principalmente: el Fauvismo (énfasis en el color puro y arbitrario), el Cubismo (fragmentación de la forma y perspectiva múltiple), el Expresionismo (énfasis en la emoción y la distorsión subjetiva) y el Surrealismo (exploración del mundo de los sueños y el inconsciente).