LA NOVELA ESPAÑOLA TRAS LA Guerra Civil
La novela tras la Guerra Civil
La Guerra Civil (1936-1939) supone en España una ruptura con la tradición literaria inmediatamente anterior. Este género narrativo, que había sido cultivado sobre todo por la Generación del 98, por los escritores “novecentistas” (una generación posterior que busca la regeneración de España tomando como base las ideas del filósofo Ortega y Gasset, y entre cuyas figuras destacan Ramón Pérez de Ayala y Gabriel Miró) y por algunos autores vanguardistas (como Francisco Ayala, Max Aub, Rosa Chacel o Ramón J. Sender, -todos exiliados-), es el más desarrollado después del conflicto, con temas como la propia guerra vista
por ambos bandos y la descripción de la situación económica y moral en que ha quedado España tras la contienda. Mientras que unos autores elaboran sus obras en el extranjero tras huir del país, originando la “narrativa del exilio”, los más significativos son los mencionados: Francisco Ayala, Max Aub, Rosa Chacel o Ramón J. Sender. Las dos novelas más conocidas de este último escritor son Crónica del alba y Réquiem por un campesino español, ambas sobre el tema de la Guerra Civil. En la última citada se nos cuenta la vida de Paco el del Molino que es fusilado por defender las ideas republicanas. Otros, en cambio, siguen escribiendo en España y producen la “narrativa de posguerra”. Ésta, para su estudio, la dividimo en varias corrientes principales:
Novela existencial de los años 40
Inmediatamente posterior a la Guerra Civil, centra su temática en la contienda y sus consecuencias, dado que estos novelistas han vivido la guerra como adultos. Se refleja en sus novelas el desengaño producido por la difícil vida de la posguerra y se plantean problemas como la incertidumbre del destino humano. Entre los principales autores encontramos a Gonzalo Torrente Ballester (Javier Mariño)
, Camilo José Cela (La familia de Pascual Duarte)
, Carmen Laforet (Nada, con la que ganó la primera edición del Premio Nadal en 1945) y Miguel Delibes (La sombra del ciprés es alargada, Premio Nadal en 1948). Con La familia de Pascual Duarte, Cela inaugura un movimiento llamado tremendismo, por la cantidad de acciones truculentas y sangrientas que acumula en sus páginas, que tiene algunos seguidores
Realismo social de los años 50
El existencialismo de las primeras novelas de posguerra evoluciona en la década de los 50 hacia una literatura de denuncia social. Tiene un precedente en el “tremendismo”. Estos novelistas se preocupan más por los problemas del pueblo y son más solidarios. Este Realismo social se bifurca en dos tendencias: el “objetivismo” (novela sin narrador, articulada mediante diálogos, en la que predomina la objetividad), con obras como El Jarama (1955) de Rafael Sánchez Ferlosio; y el “Realismo crítico” (haciendo más explícita la crítica), con obras como La colmena (1951) de C. J. Cela o Los Bravos de Fernández Santos. Surge una nueva generación de escritores, la “Generación del medio siglo”, a la que pertenecen, además de los citados, Ignacio Aldecoa (Cuentos), Carmen Martín Gaite (Entre visillos), Alfonso Grosso (La zanja), Juan Goytisolo (Duelo en el paraíso), …
La novela experimental de los años 60
Inaugurada con la publicación de Tiempo de Silencio (1962) de Luis Martín Santos, donde, comienza una novela preocupada por innovaciones formales. Supone un cambio con respecto a la narrativa anterior: a partir de ahora, los escritores empiezan a preocuparse por las técnicas narrativas y marcan, generalmente, las siguientes carácterísticas: Argumento de poca importancia. Personajes reducidos excepto el protagonista, cuya importancia se resalta con el
monólogo interior. Espacio impreciso y tiempo desordenado, con utilización de flash-backs. Estructura compleja, con varias historias a modo de contrapunto y, además, con final abierto. Tratamiento del narrador: o bien omnisciente, o no hay (objetivismo), o en 1ª o 2ª persona, y con varios puntos de vista. Estilo complicado, con sintaxis alterada, lenguaje coloquial y juegos ortográficos y tipográficos /Además de Martín Santos, otros autores importantes de este periodo son Juan Goytisolo (Señas de identidad), Juan Marsé con Últimas tardes con Teresa (1966) o Si te dicen que caí (1973), Juan Benet con Volverás a Regíón (1968), y los ya muy conocidos Miguel
Delibes (Cinco horas con Mario) y Cela (San Camilo 1936).
La novela tras la dictadura franquista: la novela en democracia
Desde 1975, la novela vive un momento de esplendor. Aparecen muchos autores que se suman a los ya consagrados que continúan su producción. La llegada de las libertades permite que el escritor pueda expresarse sobre cuestiones religiosas, ideológicas, vitales,
eróticas…, sin ningún tipo de censura. Además, surgen diversidad de corrientes y tendencias (por ejemplo: novela histórica, novela intimista o del discurso reflexivo, novela experimental, meta-novela, novela erótica, novela de intriga, novela neorrealista). /Tras el cansancio por la experimentación, aunque se continúan empleando técnicas de
la época anterior, se recupera la importancia de la trama argumental y de la intriga. Una obra clave de este periodo es La verdad sobre el caso Savolta (1975) de Eduardo Mendoza, narrada desde tres puntos de vista diferentes: el protagonista en primera persona, el narrador omnisciente, y documentos del juicio en el que se investiga el caso; pero en ella lo importante es la anécdota narrada. También incorpora y parodia dentro de la novela diversos géneros narrativos, desde la novela negra a la rosa, pasando por la costumbrista. Otras obras de este autor son: El misterio de la cripta embrujada, La ciudad de los prodigios o El extraño viaje de Pomponio Flato… Se cultiva también la novela negra. Tiene varios escritores conocidos como Manuel Vázquez Montalbán (Los mares del Sur, La Rosa de Alejandría o El laberinto griego…, todas protagonizada por Carvalho), Juan Madrid (Días contados), Alicia Giménez Bartlett (Serpientes en el paraíso, de la policía Petra Delicado), Lorenzo Silva (En el lejano país de los estanques, del sargento de la Guardia Civil Belvilacqua)… Otros escritores de otras tendencias muy conocidos en la actualidad son: Javier Marías
(Corazón tan blanco), Muñoz Molina (El jinete polaco), Arturo Pérez Reverté (La carta esférica), Almudena Grandes (El corazón helado), Enrique Vila Matas (El mal de Montano), Rosa Montero (Te trataré como una reina), Luis Landero, José María Merino, Soledad Puértolas, José María Guelbenzu, Luis Mateo Diez, Félix de Azúa, Lucía Echebarría, José María de Prada, Manuel Rivas, entre otros muchos.