Nelson Mandela: Un Legado de Democracia y Honestidad Política

*Otras Maneras* de Rosa Montero: Estructura del Texto

El texto se divide en tres párrafos:

  • Primer párrafo: Se introduce la figura de Mandela y el respeto que suscita como líder político, lo cual genera un gran interés en su persona.
  • Segundo párrafo: Se aborda el descrédito de la democracia debido a la corrupción política. Se expone cómo la percepción de que “todos los políticos son igualmente corruptos e incapaces” alimenta el deseo de volver a la tiranía y propicia el surgimiento de populismos que defienden sistemas totalitarios, los cuales parecen más limpios solo porque son más opacos.
  • Tercer párrafo: Frente a los populismos, la autora defiende la democracia como el mejor sistema posible, utilizando a Mandela como ejemplo de que el sistema político puede funcionar correctamente. La estructura de esta columna es inductiva, ya que la tesis principal se encuentra al final del texto: “Yo sigo creyendo, en fin, que la democracia es el sistema menos malo, y que, con todas sus contradicciones, ha permitido mejorar notablemente la situación del mundo. Y también creo que no hay que rendirse y que hay otra manera de hacer política. Lo demostró Mandela.”

Tema Central

Mandela nos enseñó que la democracia, con sus errores, sigue siendo hoy por hoy el sistema más justo.

Resumen

Los funerales de Nelson Mandela y su legado como político y activista sudafricano sirven como punto de partida para defender la democracia. A pesar de la crisis actual y la corrupción institucional, que han mermado la confianza en la clase política y han hecho surgir simpatías hacia sistemas dictatoriales, Mandela representa un ejemplo de integridad y compromiso con la democracia.

Comentario Crítico del Texto

Este texto periodístico, un artículo de opinión publicado en El País, utiliza un hecho de actualidad (los homenajes a Mandela) para reflexionar sobre la democracia como sistema político. La autora, Rosa Montero, emplea una forma discursiva argumentativa que capta la atención del lector con un tema actual para luego llevarlo a una reflexión profunda sobre la democracia. Montero adopta una postura subjetiva al defender la democracia frente a sistemas autoritarios, utilizando un tono directo (“Quiero, creo,…”). Sus argumentos apelan a los sentimientos, como la experiencia de vivir bajo una dictadura, más que a datos objetivos. Se vale del ejemplo de Mandela y utiliza un lenguaje accesible, pero estilísticamente cuidado, con metáforas como “flor negra de la añoranza de la tiranía” y figuras de repetición como “político que honró la política”. También incluye referencias culturales, como la mención del periodista John Carlin y la célebre frase de Churchill sobre la democracia.

El texto es de plena actualidad debido al surgimiento de grupos políticos extremos y la desafección ciudadana hacia la política y el bipartidismo. Rosa Montero utiliza la admiración por Mandela para defender la figura del político honrado, que ha hecho de su vida y actividad pública un ejemplo de servicio.

Desarrollo de la Argumentación

La tesis principal se presenta al final: “Yo sigo creyendo, en fin, que la democracia es el sistema menos malo, y que, con todas sus contradicciones, ha permitido mejorar notablemente la situación del mundo. Y también creo que no hay que rendirse y que hay otra manera de hacer política. Lo demostró Mandela.” Para llegar a esta conclusión, Rosa Montero persuade gradualmente a los lectores, partiendo del hecho de que la crisis económica y el descrédito del sistema debido a la corrupción han generado un hartazgo generalizado hacia la clase política. Tras una introducción sobre Mandela (“Me admira… esa fiesta interminable que está siendo su despedida”), inicia el cuerpo argumentativo con el objetivo de que los lectores compartan su tesis al final.

Estrategias Argumentativas

Se pueden identificar varias estrategias argumentativas:

  1. Argumento de autoridad: Presenta a Mandela como un ícono del político honesto e incorruptible, llevando al lector a pensar que aún existen políticos honrados.
  2. Concesión: La autora muestra comprensión hacia quienes desconfían del sistema (“Veo en todo el mundo una crisis en la credibilidad… un creciente enojo ante sus abusos evidentes…”).
  3. Implicación: Advierte del peligro de acercarse a posturas totalitarias, basándose en su experiencia personal de haber nacido bajo un régimen fascista (“Haber nacido en una dictadura me vacunó contra ello…”).

Tras esta argumentación, se plantea la tesis: la defensa del sistema democrático y de “otra manera” de hacer política, como enseñó Nelson Mandela.

Reflexión Final

No existen soluciones fáciles para los problemas complejos. Solo podemos contribuir vigilando las instituciones y a quienes las ocupan. Hay diversas opiniones sobre la política, pero coincido con la autora en que la democracia es el mejor sistema. Vivimos en tiempos difíciles, aunque no tanto como otros, y siempre habrá quienes critiquen el sistema actual. Sin embargo, debemos considerar que el error no reside en la democracia en sí, sino en quienes la administran. La corrupción es un problema grave en muchos países, lo que puede llevar a algunos a considerar la democracia como una mala opción. Incluso hay quienes apoyan el regreso a una dictadura. Aunque no he vivido una dictadura, considero que sería un retroceso. La idea es progresar y evolucionar, no estancarse en un sistema que poco haría por el país. Prefiero una democracia, aunque no sea perfecta, a una dictadura. Muchos políticos actuales deberían tomar a Mandela como modelo a seguir, un hombre que se ganó el respeto y el afecto de todos por su integridad y dedicación al servicio público.