La Narrativa Española del Siglo XX: Del Realismo al Experimentalismo
I. La Narrativa de la Generación del 98
La novela del siglo XX rompe con el estilo realista del siglo XIX, en el que los autores reflejaban la realidad de la manera más objetiva posible como medio para criticar a la sociedad burguesa de su época. A comienzos del siglo XX, los novelistas rompen con esta tendencia, en busca de la expresión del mundo interior del autor, la evasión de la realidad o buscando llevar a la literatura técnicas de otras artes (impresionismo). La novela se convierte en un método para analizar la decadencia de la sociedad occidental y se acerca al ensayo, alejándose del público burgués.
España entró en el siglo XX como una nación en decadencia y con graves problemas en todos los órdenes. Lejos de mejorar, la situación se deterioró, hasta llegar a unos años de gran agitación y graves conflictos. Hacia 1900, el 65% de la población española era analfabeta. La cuestión educativa era una de las preocupaciones más importantes de los intelectuales. El cambio de mentalidad, de pensamiento y de valores provocó en el siglo XX transformaciones en todos los campos. Ganaron terreno las tendencias idealistas e irracionalistas que se apoyaban en las ideas de filósofos como Schopenhauer, Kierkegaard y Nietzsche. Se produce una profunda transformación de las concepciones artísticas que llevaron a la ruptura con el arte burgués decimonónico. Junto a los modernistas surgen otros jóvenes escritores que participan del deseo de renovación estética y formal, es la Generación del 98 (Unamuno, Azorín, Pío Baroja, Antonio Machado y Valle-Inclán). Cultivan todos los géneros literarios, aunque cada uno de ellos seguirá una evolución distinta. No obstante, todos comparten ciertos anhelos idealistas. Algunos rasgos comunes son:
- Un cierto irracionalismo neorromántico por la influencia de los filósofos Schopenhauer, Kierkegaard y Nietzsche.
- Aparecen las preocupaciones existenciales.
- El tema de España.
Temas importantes:
El tema de España:
Estos autores mezclan el dolor y el amor por España, el rechazo y la exaltación. De esta exaltación aparece el interés por el paisaje, por la vida de los pueblos y por nuestra historia. Todo esto se manifiesta de la siguiente manera:
- Las tierras fueron descritas con la misma mezcla de dolor y amor. Junto a una visión del atraso y la pobreza encontramos una exaltación lírica de los pueblos y paisajes, sobre todo de Castilla.
- La Historia es otro de los temas preferidos para la meditación de estos autores. Rastrean el pasado y las causas de los males del presente. Les atrajo lo que Unamuno llamó la intrahistoria, es decir, “la vida callada de millones de hombres sin historia” que, con su vida diaria, han creado la Historia.
Este tema del amor por España se combina con el anhelo de europeización.
Las preocupaciones existenciales:
Los autores o sus personajes se preguntan por el sentido de la existencia humana, sobre el paso del tiempo, sobre la muerte.
El problema religioso:
La mayoría fueron agnósticos en su juventud.
Con respecto al estilo, la generación del 98 contribuyó a la renovación literaria de principios de siglo. A pesar de que cada autor eligió un estilo propio, tienen algunos rasgos comunes a todos ellos.
- Muestran especial admiración por autores anteriores: Bécquer y Larra; Quevedo y Cervantes.
- Todos se proponen renovar la lengua literaria.
- Les une el ideal de sobriedad y el gran cuidado de la forma.
- Otro rasgo común es el gusto por las palabras tradicionales, aquellas que pervivían en los pueblos pero se habían olvidado en las ciudades.
- Muy importante es el subjetivismo: que a veces es difícil diferenciar en las descripciones del paisaje lo visto de la manera de mirar.
- Innovaciones en los géneros literarios.
II. La Narrativa del Novecentismo
Los escritores pertenecientes a este grupo pretenden ser una minoría ilustrada sin vocación popular que persigue el arte por el arte. Son Gabriel Celaya y Ramón Pérez de Ayala.
III. La Narrativa desde 1940 a los 70
La década de los 40 se centra en la historia individual de extremada crudeza, dentro del llamado realismo tremendista. Representantes de esta época son:
- Camilo José Cela (La colmena). Inaugura el tremendismo en el que se mezclan violencia, realismo y el retrato de ambientes marginales. Sus innovaciones son la excepcional riqueza léxica y expresiva y la creación de personajes colectivos.
- Miguel Delibes (El camino), sus novelas se caracterizan por desarrollarse en un ambiente rural y la abundancia de crítica social.
- Carmen Laforet: predominio de la crítica social como en Nada.
En los años 50 surge la novela social. Se produce un paso del yo al nosotros. Son novelas de protagonista colectivo. Predomina la tendencia al objetivismo y al neorrealismo. Algunos optan por el realismo crítico, que pretende denunciar las injusticias sociales.
En los años 60 se produce la superación del realismo y la aparición de lo que se denomina novela experimental. Los escritores experimentan con nuevos tonos y modos de estructurar el discurso. Así se difuminan los límites entre los géneros literarios.
IV. De los 70 a Nuestros Días
Se inicia la recuperación de los pilares de la narración y del arte de contar historias como base de la novela. Finalmente, en nuestros días, la novela se concibe como un producto editorial, lo cual hace que cambien el estilo y los temas. Tendencias de este periodo:
- Novela de intriga (Eduardo Mendoza y Arturo Pérez-Reverte) la cual mezcla la novela histórica con la de intriga.
- Novela histórica con Eduardo Alonso y Arturo Pérez-Reverte.
- Novela de autoficción, se utiliza la vida real del escritor como materia novelable (Javier Marías).
- Novela estilística, con Javier Marías o Luis Mateo Díez.