Narrativa española contemporánea: desde 1975 hasta la actualidad

Narrativa española desde 1975 hasta nuestros días

La nueva novela

El final de la dictadura trae consigo la adquisición de nuevas libertades. La desaparición de la censura y la difusión editorial de la novela son algunas de las consecuencias: Autores como Quim Monzó, Bernardo Atxaga o Manuel Rivas dan a conocer la literatura en lenguas catalana, gallega y vasca a partir de los años 80 y 90. Autores como Cela, Delibes o Torrente Ballester, entre otros, siguieron publicando hasta finales de los años 90. Cela escribe Mazurca para dos muertos (1983) y Cristo versus Arizona (1988). Miguel Delibes escribe Los santos inocentes (1981), El hereje (1998). Inauguran obra otros como Eduardo Mendoza, que en 1975 escribe La verdad sobre el caso Savolta.

La narrativa conecta con el público y las editoriales publican a un ritmo frenético. Ante la calidad de las obras editadas, dado el empuje del mercado editorial, resulta difícil retratar estas décadas. Hoy en día los premios literarios (algunos polémicos por su escasa calidad literaria, como el Planeta; otros clásicos como el Nadal, o el concedido por la crítica) provocan que las editoriales publiquen sin descanso. Son muchas las obras publicadas, premiadas o de gran éxito editorial: algunas de intriga (Javier Marías, Corazón tan blanco), otras históricas (Arturo Pérez Reverte, El club Dumas, La tabla de Flandes – novela comercial); la novela lírica y emotiva (Julio Llamazares); el realismo imaginario (Luis Landero Juegos de la edad tardía, 1989). También el periodismo conoce una época de esplendor y muchos de los autores de novela también escriben columnas en prensa. Nuevos formatos digitales prometen un mercado que interese también a lectores más jóvenes.

Características comunes

El experimentalismo sufre un retroceso. Sin embargo, los juegos literarios aparecen en obras de Juan José Millás (El desorden de tu nombre), Enrique Vila-Matas… Coexisten autores y estilos anteriores: análisis de sentimientos, individualismo, fantasía, aventuras, novela policíaca… Hay un retorno al realismo y el estilo cercano, lineal y con narrador único. Esto facilita el acercamiento al gran público. Sin embargo, no se vuelve al realismo típico de la narrativa del XIX, ni al más próximo del realismo social. No se trata de que la novela refleje la realidad como un espejo en el camino (la vieja fórmula del realismo del XIX), ni que sea el soporte explícito del compromiso social político… La ambientación realista sólo sirve de marco verosímil a las preocupaciones estrictamente individuales de los personajes.

Se utiliza la tercera persona narrativa, pero también la primera y el monólogo interior. Se vuelve al relato lineal, pero también se echa mano de cierto desorden cronológico. Prácticamente, ningún género literario ha estado ausente de la novela española de los últimos años: novelas de amor, de aventuras, policíacas, fantásticas, psicológicas, novela negra, novela histórica, relatos autobiográficos, etc. Han proliferado incluso subgéneros novelescos menores: la novela policíaca (Manuel Vázquez Montalbán, con sus novelas protagonizadas por el detective Carvalho, como Los mares del sur; El invierno en Lisboa, de Antonio Muñoz Molina); la novela histórica (El hereje de Miguel Delibes, o Las visiones de Lucrecia de José María Merino). Tampoco faltan los mundos míticos, fantásticos y legendarios, como en el caso de La vieja Sirena, de José Luis Sampedro, que es una mezcla entre la novela histórica y el relato fantástico.

Eduardo Mendoza

(Barcelona, 1943). Durante su estancia en Nueva York debuta con La verdad sobre el caso Savolta (1975). Esta obra marca un antes y un después en la forma de narrar, pues el autor vuelve a poner el foco en la trama, en este caso de una historia ambientada en la Barcelona de principios de siglo XX. La obra de este autor es muy extensa: El misterio de la cripta embrujada, La ciudad de los prodigios, La isla inaudita, su primera obra de teatro, Restauració, al que le seguirían otras piezas teatrales. En el 2009, con Tres vidas de santos, debuta en el género del relato. Ha recibido multitud de reconocimientos y premios literarios, entre los que destaca el Premio Cervantes en 2016. Se trata de un autor polifacético en cuanto a género literario; mención aparte, la técnica del pastiche en La verdad sobre el caso Savolta, donde combina la novela policíaca, histórica y folletinesca. Domina la técnica de narrar, pero destacan la sencillez de su prosa y su gran sentido del humor. Son conocidos los giros narrativos sorprendentes (Sin noticias de Gurb), así como su interés por la ambientación histórica en algunas de sus obras (La verdad sobre el caso Savolta, La ciudad de los prodigios). Prefiere Barcelona o Nueva York para muchas de sus novelas y relatos. En su última trilogía (Las tres leyes del movimiento) se interesa por el mundo que le rodea y algunas de las experiencias vividas.

Almudena Grandes

(Madrid, 1960-2021). Aunque intervino en varias novelas colectivas, con Las edades de Lulú (1989) se dio a conocer. A partir de entonces, no ha parado de escribir y su estilo personal se ha ido consolidando en sus novelas y en prensa. Su novela Malena es un nombre de tango (1994) fue llevada al cine. Otras obras posteriores, Atlas de geografía humana, Los aires difíciles, Castillos de cartón, El corazón helado y Los besos en el pan, junto con los volúmenes de cuentos Modelos de mujer y Estaciones de paso.

Se reivindicó como heredera de la narrativa realista del siglo XIX, especialmente de la obra de Benito Pérez Galdós. Parte de su obra se ambienta en la España de finales del siglo XX y en la vida cotidiana de cambio de siglo. Le interesa también la auténtica historia, esa que está detrás de los libros, la de la gente de a pie. Le interesó especialmente la Guerra Civil española. La serie de novelas Episodios de una guerra interminable fue un proyecto de seis novelas independientes con un hilo común: todas ellas ambientadas en la posguerra:

  • Inés y la alegría (2010)
  • El lector de Julio Verne (2012)
  • Las tres bodas de Manolita (2014)
  • Los pacientes del doctor García (2017)
  • La madre de Frankenstein (2020)

La autora intentaba con esta serie acercarse a la verdad histórica desde una perspectiva poco frecuente. Tenía pensado continuarla, pero falleció un año después de la publicación de la última novela de la serie. Su novela póstuma es Todo va a mejorar. La autora no llegó a acabarla, por lo que uno de los capítulos fue completado por su pareja, el escritor Luis García Montero. Se trata de una novela distópica.

Antonio Muñoz Molina

(Úbeda, Jaén, 1956). Su primer libro es un compendio de artículos (El Robinson urbano, 1984). Muchas de sus obras reflejan experiencias autobiográficas, tal y como sucede en estos artículos. En su primera novela, Beatus ille, escrita en 1986, habla de la ciudad imaginaria Mágina, trasunto de su natal Úbeda, que volverá a aparecer en otras obras. En 1987 gana el Premio de la Crítica y el Premio Nacional de Narrativa por El invierno en Lisboa, novela negra, de persecución, un tema que será habitual en su obra. A partir de entonces, serán muchos los reconocimientos y premios literarios. Otras obras destacadas son: El jinete polaco, Beltenebros (1989); Plenilunio, novela en la que un inspector de policía busca desesperado al autor de un crimen; su conocimiento del País Vasco, donde cumplió el servicio militar obligatorio, se refleja en esta novela. En 2009 con La noche de los tiempos, recuerda el inicio de Guerra Civil Española. La novela de persecución es su género más habitual. La técnica narrativa es envolvente en el tratamiento del tiempo, con constantes analepsis y prolepsis. Prefiere la primera persona. La experiencia personal se muestra junto con la trama. Son novelas introspectivas, de personajes que buscan que se desvele lo oculto.

Rosa Montero

(Madrid, 1951). Escritora y columnista, colaboró con grupos de teatro independiente como Tábano y Canon. Su primer libro fue Crónica del desamor (1979). Empezó a publicar novelas y a ser conocida por novelas como Te trataré como a una reina (1983), Bella y Oscura (1993). En 1997 le llegó el reconocimiento de la crítica con La hija del Caníbal. Otros títulos reconocidos por la crítica: La Loca de la casa (2003), Historia del rey transparente (2005), Instrucciones para salvar el mundo (2008), La ridícula idea de no volver a verte (2013), Los tiempos del odio (2018). Ha recopilado sus cuentos en Amantes y enemigos y ha escrito dos ensayos biográficos (Historias de mujeres, Pasiones). También ha publicado cómic. Destaca la creación de un universo personal. Sus principales temas son sus compromisos vitales y existenciales (la ética de la esperanza). Otros temas esenciales: la memoria, la imaginación, la identidad y la muerte.