Movimientos Literarios Españoles: Del Modernismo a las Vanguardias

El Modernismo

Para algunos, existe un único movimiento literario, el modernismo, que es la expresión del cambio de sensibilidad en la cultura española de fin de siglo. El modernismo es un movimiento artístico que se inicia en 1880 y se mantuvo vigente a lo largo de los primeros años del siglo XX, hasta la Primera Guerra Mundial. Las primeras manifestaciones literarias del modernismo tuvieron lugar en Hispanoamérica y su principal figura es Rubén Darío.

Orígenes e Influencias del Modernismo

  • El parnasianismo, caracterizado por la perfección formal y el culto a la belleza externa. Sus temas preferidos eran los mitos griegos y la evocación de ambientes exóticos. El modernismo tomó de los parnasianos la búsqueda de la perfección formal, los temas exóticos y el concepto de «el arte por el arte».
  • De los simbolistas, el ritmo y la musicalidad del verso.

El Lenguaje Modernista

Prosa y verso se pueblan de cisnes, orquídeas, góndolas y princesas orientales. Obras suyas como Azul o Prosas profanas causaron enorme impacto. Las dos primeras rechazan la vulgar realidad burguesa y la sustituyen por otra, exuberante y rotunda, poblada de hadas, héroes, princesas, cisnes, centauros, palacios y jardines suntuosos. La tercera, aunque no renuncia a nada de lo anterior, se inclina por una expresión más sobria e intimista, guiada por la preocupación política y la defensa del mundo hispánico frente a la opresiva colonización anglosajona.

Hay que señalar, sin embargo, que el modernismo español se volcó hacia el intimismo y prefirió un menor preciosismo formal. Hay que citar en primer lugar a Manuel Machado, cuyas obras más reconocidas son Alma y Alma, museo y cantares.

Como poeta, produjo obras como Las vendimias, Églogas, y Elegías, pero fue más reconocido como dramaturgo con obras como Tierras de España, Las hijas del Cid, o En Flandes se ha puesto el sol. Al hilo de ese teatro modernista, los hermanos Machado, Manuel y Antonio, escribieron obras en verso con títulos como La Lola se va a los puertos, o Las adelfas.

Un gran autor que produjo memorables libros modernistas en su primera época fue Juan Ramón Jiménez. Ineludibles son también nombres como Antonio Machado o Valle-Inclán, que comenzaron en el modernismo, pero trataremos la plenitud de su obra en el tema dedicado a la generación del 98.

La Generación del 98

Hay una tendencia que defiende que, aunque modernistas y noventayochistas pertenezcan a una misma generación histórica, existen diferencias suficientes entre ellos como para no incluirlos en el mismo movimiento.

Características

  • Escasa diferencia de edad: todos nacieron entre 1864 y 1875.
  • El acontecimiento generacional que los une es el desastre del 98, año en que España pierde sus últimas colonias.
  • Los autores del 98 sienten gran preocupación por el problema de España.
  • Buscaron respuestas abstractas y filosóficas, es decir, el tema de España les interesaba especialmente en el plano de las ideas o creencias. Por eso buscan la esencia de lo español en el idioma, en la tradición, en la literatura medieval o en el paisaje castellano, en el que descubrieron un motivo de inspiración, a pesar de que casi todos nacieron en la periferia.
  • Las preocupaciones filosóficas que más les interesan giran sobre el sentido de la existencia o el destino del hombre.

Autores

  • José Martínez Ruiz, «Azorín», introdujo un concepto de novela que es una lenta sucesión de imágenes, sin apenas trama argumental. Así ocurre en una trilogía bastante autobiográfica protagonizada por Antonio Azorín, «alter ego» del autor, que se inicia con La voluntad, y que se completa con Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo. En Don Juan y Doña Inés aborda estos mitos románticos de forma novedosa.
  • Miguel de Unamuno, rector de la universidad de Salamanca, intelectual de inmenso prestigio, cultivó todos los géneros, aunque quizá sean sus novelas lo más leído de su obra.
  • Como ensayista, trató la angustia existencial en Del sentimiento trágico de la vida y la situación del país.
  • Antonio Machado es, por otro lado, el mejor poeta de este grupo.
  • Como novelista, partió de un refinado modernismo con sus Sonatas, memorias amorosas del marqués de Bradomín. La serie de novelas El ruedo ibérico, inacabada, se burla de la corte de Isabel II con un tono crítico y grotesco.
  • Por otra parte, Tirano Banderas, inspirada en una estancia suya en México, fue una de las primeras «novelas de dictador».
  • Pero su hallazgo más feliz fue el «esperpento», género bautizado así por él, en el que se sirve de la deformación caricaturesca de personajes y situaciones para hacer una labor de denuncia no solo histórica y circunstancial, sino existencial.

El Novecentismo

La inestabilidad del país contrasta con la aparición en 1910 de una serie de intelectuales que buscan la modernidad del país. Con el nombre de novecentismo o generación de 1914 se designa a un grupo de escritores situados entre la generación del 98 y la del 27.

Los principales rasgos que los definen como generación son:

  • En la poesía, huyen del sentimentalismo romántico y de los adornos modernistas.
  • Son, por tanto, intelectuales con una sólida preparación universitaria, personalidades que influyen en la política del país, haciendo prevalecer la razón y la huida del sentimentalismo. Por ejemplo, la prosa recurre a la «función poética» del lenguaje, aparecen poemas en prosa como Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez.

Su obra se divide en tres etapas

  • Destacan sus obras La soledad sonora y Platero y yo.
  • Etapa intelectual.

Novelistas

  • El estilo será muy elaborado.
  • Sus novelas son prosa poética de intenso lirismo, intimismo y elementos autobiográficos.
  • Ramón Pérez de Ayala. La novela de Pérez de Ayala es intelectual por la importancia concedida a los temas que trata, al tiempo que experimental por el empleo de renovadoras técnicas narrativas.
  • Destacan sus obras Tigre Juan y Troteras y Danzeras.

Las Vanguardias

El propósito común que los anima es el de renovar radicalmente el arte y la literatura anterior, abriendo nuevos caminos y creando nuevas formas estéticas.

Como características generales podemos señalar las siguientes:

  • Ruptura y revolución artística contra el arte del pasado, especialmente contra el realismo.
  • Se dan a conocer a través de distintos manifiestos, que son las ideas estéticas de las que parten.

Entre los numerosos «ismos» o movimientos de vanguardia destacan:

  • Nuevos temas hacen así su irrupción en la literatura de la época.
  • Fundado por Tristán Tzara en 1916 es el movimiento vanguardista más destructivo, ya que parte de la negación absoluta de todo, incluso del arte y la literatura.
  • El surrealismo. Además de renovar el arte, la pretensión era cambiar la vida. Por tanto, la función del arte consiste en explorar el subconsciente y, de paso, liberar al individuo. Como método para acceder al subconsciente proponen la escritura automática, que consiste en escribir sin el control de la razón y al margen de la preocupación estética. Esta escritura produce un lenguaje ilógico para la razón pero cargado de sugerencias y evocaciones. Se recurre también a la metáfora surrealista, que no se basa en la lógica sino en la asociación libre, ilógica e inesperada de ideas y palabras. El influjo de la escritura automática y la metáfora producto del mundo de los sueños o del inconsciente del autor, han sido de gran importancia en toda la literatura posterior.

El vanguardismo se divide en dos periodos



Las primeras manifestaciones vanguardistas aparecieron hacia 1908 de la mano de Ramón Gómez de la Serna, su obra fue tan original como difícilmente clasificable. Es el creador de la «greguería», que él mismo definió como «humorismo + metáfora». Consiste esencialmente en una ingeniosa asociación de ideas o una metáfora insólita, resumida en una breve frase. Según el manifiesto ultra, la literatura se basa en la metáfora.

Destacan los escritores Rafael Cansinos Assens, Jorge Luis Borges y R. de la Serna. Fue el movimiento más fructífero e influyente en la segunda etapa de la Generación del 27, pero los autores de la misma rechazaron su similitud con el surrealismo francés. Destacan los autores R. En definitiva, los movimientos vanguardistas se presentaron como corrientes alternativas juveniles rupturistas, provocadoras y minoristas que acabaron dejando una profunda huella en el arte posterior.

Su mayor logro fue imponer la libertad total del artista, herencia que ha perdurado en el arte y la literatura hasta la actualidad.