El Modernismo y la Generación del 98 en la Poesía Española
Modernismo
Movimiento poético de origen hispanoamericano, introducido en España por Rubén Darío. Los modernistas desprecian el interés por la realidad vulgar, la forma descuidada y las tesis morales del movimiento realista decimonónico; por el contrario, sienten un fervoroso entusiasmo por todo lo refinado y exquisito, e hicieron de su actividad poética un verdadero culto a la belleza. Su inspiración tomó dos direcciones: la evocación de ambientes irreales o exóticos o la expresión vaga de sus emociones íntimas teñidas de una lánguida melancolía.
Generación del 98
Únicamente interesada en los problemas de contenido, no de estética, muestra una aguda preocupación por la situación de España y busca soluciones. Siente una gran preocupación ética y está muy influenciada por los filósofos europeos. Forman parte de esta generación: Pío Baroja, Azorín y Unamuno. Posteriormente se incluirá, por su preocupación ética y la tendencia filosófica, un poeta nacido en el modernismo, Antonio Machado.
Antonio Machado
Siente desdén por la poesía excesivamente adornada, preocupada por el color y el sonido. Este desdén lo acercará a la poesía tradicional y popular. Él buscaba ante todo una poesía que fuera producto de una auténtica emoción humana.
Temas y estilo:
- Abundan las alusiones a los sentimientos.
- La melancolía ante el paso del tiempo.
- La búsqueda en el recuerdo de la felicidad perdida.
Obras:
- Soledades, galerías y otros poemas
- Campos de Castilla
Juan Ramón Jiménez
Por su edad, su carácter y su concepto de la poesía y la literatura, pertenece a la segunda generación del siglo XX, la llamada Generación del 14, o Novecentistas. En sus primeras obras aparecen muchos rasgos modernistas, pero a medida que va madurando se va alejando del estilo decorativo y sonoro, para centrarse en lo que él llamó poesía esencial o desnuda.
Obras:
- Arias tristes
- Jardines lejanos
Generación del 27
Evolución del grupo:
- 1ª etapa (1920-1928): Son evidentes las resonancias del modernismo y de la poesía pura de Juan Ramón.
- 2ª etapa (a partir de 1928): Madurez generacional compartida, casi todos mantienen un trato directo y manifiestan un acercamiento a los movimientos de vanguardia.
- 3ª etapa: Dispersión y evolución particular, que comenzaría con el estallido de la Guerra Civil y el inmediato exilio de gran parte de ellos.
Temas:
- Aborrecimiento de la rigidez de la sociedad moderna, que pretende ahogar con normas y leyes la libertad de los individuos.
- Reivindicación de la libertad del individuo, en línea con lo anterior, y que trae a la poesía otro tema frecuente: la necesidad de un amor erótico libremente elegido.
- Anhelo de totalidad y absoluto, esta voluntad lleva a algunos escritores a indagar en la trascendencia propia de la fe, y todos, de un modo confesional o no, sienten una viva conmoción ante la eternidad y la dimensión religiosa del hombre.
Federico García Lorca
Comenzó a cultivar tres géneros literarios: prosa poética, teatro y poesía. La primera obra publicada es Impresiones y paisajes, libro de prosa poética en la que recoge descripciones de lugares vistos en sus excursiones por España. Toda su obra se halla traspasada por un destino trágico que se cierne sobre el individuo y le impide realizar sus deseos más profundos e irrefrenables, los cuales, al intentar cumplirse, acaban en muerte o en angustioso fracaso. Su obra más destacada es el Romancero gitano (el personaje principal, según el propio Lorca, es la pena andaluza, que él define como una lucha de la inteligencia amorosa con el misterio que la rodea y no puede comprender. No tiene ningún interés costumbrista. Unidos al símbolo del gitano hay dos temas recurrentes: el amor y la muerte.
Rasgos estilísticos:
Es una mezcla de rasgos de lo más tradicional y los modos de expresión más habituales del folclore andaluz con otros que son característicos de la poesía de vanguardia. Utiliza muchos símbolos como la luna, que es el astro de la muerte, el caballo, que suele traer malas noticias, los bueyes, que representan la fuerza…
La Poesía Española Después de la Generación del 27
Después de la Guerra Civil, a los poetas españoles solo les quedan dos salidas: el exilio, al que se acogen gran número de ellos, debido a sus ideologías; o seguir ofreciendo lo mejor de su producción en un ambiente hostil.
Miguel Hernández
Es un poeta puente entre la Generación del 27 y los poetas de la posguerra. En su obra recoge tres de las actitudes más claras de la poesía contemporánea:
- Poesía pura, de corte neogongórico, en la línea de Juan Ramón Jiménez y de los primeros tiempos de la Generación del 27. Perito en lunas.
- Poesía amorosa de carácter subjetivo. El rayo que no cesa.
- Poesía de tono social, que influirá de manera decisiva en la poesía social de la década de los 50. Viento del pueblo.
Clasificación por décadas de la poesía de posguerra:
- Década de 1940-1950: Poesía de evasión, de carácter formalista. Esta tendencia huye de la tétrica realidad española del momento y se refugia en el intimismo. Destacan: Leopoldo Panero y Luis Rosales. En 1944 surge la ruptura. En ese año se publica Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, y aparece también la revista Espadaña. El libro de Dámaso Alonso supone una fuerte innovación temática y técnica respecto de la tendencia oficial dominante.
- Década de 1950-1960: Poesía social. El panorama poético abierto por Dámaso Alonso y la revista Espadaña va a dar sus frutos en esta década. El compromiso histórico, característico de los escritores de la Generación del 98, da paso al compromiso ideológico, y el tono antiformalista se lleva a sus máximas consecuencias. Gabriel Celaya.
- Década de 1960-1970: En los años finales de la década, asoma una nueva tendencia. Se trata de una poesía de corte surrealista, muy influida por la obra de Vicente Aleixandre, que incorpora al poema los más diversos materiales estéticos y que tiene entre sus máximas aspiraciones la consecución de un lenguaje auténticamente poético. José Ángel Valente, Vázquez Montalbán.
- Década de 1970-Actualidad: Salvo raras excepciones, siguen en la misma línea de las dos tendencias anteriores, y así se pone de manifiesto en las últimas antologías publicadas: Poetas españoles poscontemporáneos (1974), de José Batlló, y Nueve poetas del resurgimiento (1979), de Víctor Pozanco.