Modernismo y Generación del 98 en Luces de Bohemia
El Contexto Histórico y Literario
Luces de Bohemia se enmarca en un contexto de profunda crisis en España, tanto política como social y económica. La obra refleja las preocupaciones de la época, compartidas por los autores del Modernismo y la Generación del 98:
- El tema de España: La preocupación por la mala situación política y la miseria económica y moral del pueblo son evidentes en toda la obra.
- La intrahistoria: Se explora la vida cotidiana y la idiosincrasia del pueblo español. En Luces de Bohemia, la vida miserable del protagonista y de aquellos con ideales contrasta con el lujo aparente de los poderosos.
- Las preocupaciones existenciales: Max Estrella muere de frío, dolor y angustia ante una vida miserable y sin sentido. Se inicia una búsqueda de nuevos caminos para explicar el mundo interior del hombre y la realidad en constante cambio.
La renovación literaria se basa en el Modernismo, que pretendía renovar la vida y el arte a través de una postura antiburguesa y la recuperación del lenguaje. Los autores de la Generación del 98, por su parte, buscaban regenerar la vida pública de un país atrasado y conmocionado por el desastre del 98. Muchos autores militaron en ambos movimientos, buscando la renovación del lenguaje literario. Sin embargo, es más fácil encontrar rasgos modernistas en Rubén Darío, Machado y Valle-Inclán, y rasgos más noventayochistas en Pío Baroja, Azorín y Unamuno.
Puntos en Común y Diferencias entre Modernismo y Generación del 98
Puntos en común:
- Búsqueda de un lenguaje literario diferente: más claro, más preciso y más bello.
- Espíritu de protesta y profundo amor al arte.
Diferencias:
- Los modernistas buscan ante todo la belleza y los valores estéticos del lenguaje, dentro de una concepción revolucionaria de la vida, antiburguesa y bohemia.
- Los noventayochistas buscan ante todo la verdad, aunque cuiden la belleza de su prosa. El escritor del 98 se inclina sobre su propia conciencia y analiza los caminos del pensamiento y del sentimiento en el hombre moderno.
Luces de Bohemia: Reflejo de la Realidad Política y Social
Luces de Bohemia es una obra profundamente renovadora desde el punto de vista teatral y muy crítica desde el punto de vista social. Valle-Inclán veía con enorme pesimismo la situación política y social en España.
En esta obra, Valle-Inclán cuestiona los puntos más críticos de la España de su tiempo:
- La corrupción generalizada, que incluía desde los políticos más encumbrados (el Ministro de la Gobernación) hasta los miembros más miserables de la sociedad (Don Latino de Hispalis).
- La secular pobreza y miseria del pueblo español.
- La falta de ideales y de amor por la cultura.
La obra fue publicada por primera vez como revista en 1920, aunque más tarde se publicó como libro, donde se introdujeron las escenas más fuertemente ideologizadas de toda la obra: II, VI y XI.
- La escena II: La cueva de Zaratustra, donde se hace un repaso del anticuado concepto de religión que tenían los españoles de la época. En ella se ve que los políticos llevan detenido a un hombre maniatado.
- La escena VI: El calabozo, donde Max se encuentra con el detenido que llevaban los policías en la escena II. Es un anarquista catalán. Se critica la relación entre obreros y patronos y los problemas de los trabajadores.
- La escena XI: Con el llanto desgarrador de la madre del niño muerto por una carga policial. En esta escena, la policía ha asesinado al anarquista catalán aplicándole la “ley de fugas”.
La obra se estrenó en el Teatro Principal de Valencia en 1970, 50 años después de su publicación.
El Esperpento en Luces de Bohemia
El esperpento pretende mostrar una realidad deforme (la miseria, la pobreza, la incultura) a través de una estética deformadora (personajes animalizados, escenarios sucios y malolientes), que la puedan reflejar en toda su crudeza.
La Esperpentización de los Personajes
Valle-Inclán desmonta a sus personajes y los imposibilita para ser héroes. Para conseguir que reflejen esa situación de degradación colectiva, Valle-Inclán realiza varias operaciones esperpentizadoras: desclasar, deshumanizar e idiotizar a sus personajes.
- Desclasar: Los personajes quedan reducidos a la categoría de fantoches por sus dichos, sus hechos y su aspecto. Solo la profesión les permite mantener la identidad social. Delito y golfería, ignorancia y desidia ejercen una función niveladora. Comparten el mismo nivel de miseria moral. El desclasamiento esperpéntico se advierte también en lugares como la taberna de Pica Lagartos y el Ministerio de Gobernación, todos tratados como antros por Valle-Inclán.
- Deshumanizar: El autor vacía a los personajes de razón, sentimientos y cultura hasta transformarlos en títeres y fantoches. El colorido de los pingajos de su ropa, la desproporción exagerada de la greña y el gesto animalesco son precisados con abundantes cosificaciones y animalizaciones.
- Cosificar: Valle-Inclán describe a sus personajes por los objetos que los caracterizan, y elude los rasgos que los harían personajes ante el espectador.
- Animalizar: Valle-Inclán confiere a sus personajes características y rasgos de los animales.
- Idiotizar: Los personajes de la obra sufren una especie de enajenación colectiva fruto de la ignorancia y del egoísmo. Debilitados e incapacitados, se nos presentan con un lenguaje maquinal, disparatado o frívolo. La mayoría no se preocupa de discernir lo verdadero de lo falso, lo justo de lo injusto.
La Esperpentización de Espacios y Ambientes
Estos personajes, que representan la España paupérrima y desgraciada de la época, se mueven en unos espacios casi siempre mal iluminados, sucios y chabacanos. Los recursos más usuales para esperpentizar el espacio son:
- La suciedad: Casi todos los espacios se presentan sucios, malolientes y desordenados.
- La falta de luz: La luz es muy importante en la obra porque es un elemento simbólico de primer orden. Ya en el título se alude a la luz, y es que Valle-Inclán nos quiere comunicar que la luz es la del entendimiento, las luces de la inteligencia. Esta falta de luz, común a casi todos los ambientes y personajes, se reflejará simbólicamente en unos espacios casi siempre poco iluminados.
- La chabacanería: Cuando Valle-Inclán describe espacios oficiales, la esperpentización llega a través del gusto vulgar y chabacano que preside las estancias.
Otros Recursos Esperpentizadores
- Abundante uso del contraste: El contraste es un recurso que le sirve a Valle-Inclán para denunciar posiciones contrarias que, al presentarse juntas, crean un choque profundo en el espectador. Hay contraste entre lo grave y lo burlesco, y entre la dejadez y la compostura chabacana.
- Uso continuado de la ironía: Marca aún más, si cabe, las enormes diferencias culturales entre la bohemia (imaginativa, culta, elitista) y el resto de los personajes.
- El humor, la ironía y el sarcasmo: Son los principales recursos que utiliza Valle-Inclán para esperpentizar la injusta realidad que percibe en su entorno.