A veces, los autores intentan persuadirnos para que aceptemos sus ideas de forma más o menos encubierta, para convencernos de forma disimulada o abiertamente. Se emplean, para ello, los llamados mecanismos de modalización, mediante los que el emisor deja entrever su opinión en cuanto a lo expuesto en el texto, es decir, su subjetividad. Los principales mecanismos de modalización son los siguientes:
- Uso de la primera persona, a través de verbos, pronombres personales o determinantes posesivos. De esta manera, el autor deja ver su adhesión a lo que escribe.
- Empleo de determinadas modalidades oracionales:
- Enunciativas o asertivas: presentan una idea con presunta objetividad y a veces con especial rotundidad: Resulta innegable que la situación es caótica.
- Exclamativas: muestran sorpresa o admiración: ¡Cómo es posible!
- Exhortativas: implican mandato: Hagamos que nos escuchen. Gritemos si es necesario. En este mismo sentido funcionan a veces las interrogativas, especialmente las preguntas retóricas: ¿No piensas hacer nada para evitarlo?
- Desiderativas: expresan deseo: Ojalá aún estemos a tiempo.
- Dubitativas: plantean posibilidades o dudas. Quizás si todos arrimásemos el hombro…
- Uso de léxico valorativo y connotativo. Las palabras seleccionadas son significativas y orientadoras de la opinión del emisor y muestran su sentir ante lo expuesto: Asistimos a un espectáculo grandioso. El léxico valorativo puede pertenecer a distintas categorías gramaticales:
- Adjetivos: lamentable, indigno, estupendo, magnífico…
- Adverbios y locuciones adverbiales: posiblemente, sin duda, angustiosamente, por supuesto, a lo mejor, evidentemente.
- Sustantivos de carácter afectivo o ideológico: amor, odio, desprecio, indignación, entusiasmo. El empleo de diminutivos, aumentativos o despectivos puede darle un valor subjetivo a cualquier sustantivo: cafecito, cochazo,…
- Verbos de pensamiento, dicción y sentimiento y perífrasis verbales de obligación o posibilidad: pensar, creer, sentir, experimentar, decir, hablar, lograr, vivir, morir, amar, odiar, avergonzar; tener que, haber de, poder + infinitivo.
- Conectores oracionales de opinión: A mi modo de ver, en mi opinión, según yo creo.
- Empleo de los modos verbales. El indicativo es el modo de la realidad y la objetividad; el subjuntivo, de la irrealidad y la subjetividad. Es frecuente, pues, que el empleo del subjuntivo pueda tener valor modalizador. Quisiera poder hacer algo… El imperativo, por su parte, indica mandato, que es otra forma de modalización.
- Tematización. Para resaltar determinadas ideas, el emisor puede alterar el orden de las frases, de manera que la idea que se desea destacar ocupe un lugar principal: Anteponer el bien común al propio: eso es lo que necesitamos para salir de esta situación.
- Figuras retóricas:
- Metáforas y símiles. El equipo jugó como pollo sin cabeza.
- Ironías. La película la protagoniza Mario Casas, tan feísimo como de costumbre.
- Hipérboles o exageraciones: Fue una jugada monumental, digna de figurar en los libros de Historia.
- Personificaciones. El móvil me pidió un descanso.
- Los signos de puntuación:
- Los puntos suspensivos sirven para dejar sugerida una idea y que el receptor la complete: Si no te gusta cómo he cocinado, ya sabes lo que tienes que hacer…
- Los paréntesis se usan para interrumpir una frase con una idea sin conexión sintáctica. Se aprovechan en muchas ocasiones para plantear un inciso valorativo: La actriz (que aquella noche iba guapísima) llegó acompañada por el productor de la película. Con el mismo sentido se emplean las rayas o, en ocasiones, las comas.
- Las exclamaciones suelen reforzar las oraciones exhortativas, exclamativas o desiderativas, todas ellas con una fuerte presencia del emisor: ¡Ojalá me equivoque!
- Las comillas pueden servir para destacar una palabra o introducir una ironía: El nuevo «cochecito» de Fernando Alonso ha sido presentado esta mañana a la prensa internacional.
- Determinadas tipografías (letra en negrita o cursiva; empleo de mayúsculas; cambio de tipo de letra) puede servir, asimismo, para destacar determinadas palabras o expresiones que al emisor le interesen.
- Cambio de registro. Cuando en un texto formal aparece un coloquialismo, suele ser para llamar nuestra atención y evidenciar la opinión del autor: Ante las próximas elecciones ya sabemos lo que tenemos que hacer con los políticos corruptos: que les zurzan.
La ausencia de estos rasgos, por lo general, evidencia la objetividad de un texto: predominio de la modalidad enunciativa, el modo indicativo, léxico denotativo, uso de frases impersonales o pasivas y pasivas reflejas; empleo de la tercera persona del singular (o, a veces con el mismo valor, la primera Persona del plural) suelen denotar un tratamiento objetivo.
Introducción: Presentación del tema
Debes empezar situando el tema del texto. Puedes hacerlo de dos maneras:
- Resumir brevemente lo que plantea el texto.
- Plantear el tema de forma general sin repetir el texto (por ejemplo, mencionando su relevancia actual).
Ejemplo:“El texto aborda el problema del cambio climático y sus consecuencias. Se trata de un tema de gran actualidad, ya que las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando a nivel global.”
Desarrollo: Argumentación
Aquí debes exponer tu opinión sobre el tema, apoyándote en argumentos bien estructurados. Puedes:
- Estar de acuerdo con el texto, aportando más razones o ejemplos.
- Estar en desacuerdo, explicando por qué y ofreciendo tu punto de vista.
- Matizar la postura del autor, mostrando que el tema es más complejo.
Tipos de argumentos que puedes usar:
- Históricos: Referencias a hechos del pasado que demuestren tu punto.
- Científicos o estadísticos: Datos que respalden tu argumento.
- Éticos o filosóficos: Reflexiones sobre valores, derechos humanos, etc.
- Ejemplos concretos: Situaciones reales o hipotéticas que refuercen tu idea.
Ejemplo: “Si bien es cierto que los gobiernos deben tomar medidas urgentes contra el cambio climático, también es fundamental que la ciudadanía asuma su responsabilidad. Según la ONU, más del 70 % de las emisiones provienen de diez países, lo que demuestra que la cooperación internacional es clave.”
Conclusión: Síntesis y cierre
Cierra el comentario con una conclusión clara y breve. Puedes:
- Reafirmar tu postura con una última idea contundente.
- Proponer una solución o reflexión final.
Ejemplo: “En definitiva, el cambio climático es un problema que requiere acción global y local. No solo los gobiernos deben actuar, sino que cada persona tiene un papel en la solución.”
Existencialismo en la Literatura: Análisis de ‘Nada’ de Carmen Laforet
Existencialismo: la literatura existencialista es una corriente literaria que se caracteriza por explorar la condición humana y la existencia en sí misma. En Nada, de Carmen Laforet, los personajes viven en soledad y desesperanza. La abuela, Gloria, Juan y Román reflejan esta corriente: la abuela carece de propósito, Gloria soporta el maltrato de su marido, Juan es un artista sin futuro y Román, aislado en su buhardilla, termina suicidándose. En contraste, Andrea y Ena escapan del existencialismo al estudiar y buscar un futuro mejor. La novela trata temas clave como la soledad, la alienación y la falta de sentido, reflejando la influencia existencialista en sus personajes y trama.
Personajes de ‘Nada’: Un Estudio Detallado
Personajes:
- Andrea: Andrea es la protagonista, una joven tranquila y pensativa. Al llegar a Barcelona, se siente sola y busca encontrar su lugar en el mundo. Es muy observadora y reflexiva, siempre pensando sobre lo que pasa a su alrededor. A veces se siente perdida y triste, y le cuesta entender su propia identidad. A pesar de las dificultades, trata de ser independiente, aunque le resulta difícil en un ambiente tan complicado como el de su familia.
- Madre de Andrea: La madre de Andrea no aparece mucho en la novela y parece muy distante. Aunque es la figura materna, no muestra mucho cariño ni apoyo hacia su hija. Andrea busca su afecto, pero la madre está atrapada en sus propios problemas y no sabe cómo ser cercana. La relación entre ambas es fría y tensa. La madre no le da a Andrea la seguridad emocional que necesita, lo que hace que la joven se sienta aún más sola.
- Tía Angustias: Tía Angustias es una mujer estricta y controladora. Ella vive con Andrea y trata de imponer sus reglas. Siempre está preocupada por las apariencias y no permite que Andrea se libere o tenga su propio espacio. A veces parece muy seria y distante. Su forma de ser refleja las normas rígidas de la sociedad, y su actitud crea un ambiente tenso en la casa. No muestra cariño, lo que hace que Andrea se sienta atrapada y poco comprendida.
- Pablo: Pablo es un joven atractivo que tiene una personalidad muy cambiante. A veces parece amable y cariñoso, pero otras veces actúa de forma egoísta y fría. Tiene una forma de ser que confunde a Andrea, pues aunque parece quererla, no se compromete con ella. Es un chico que no sabe lo que quiere y vive sin responsabilidades. Su relación con Andrea es complicada, ya que ella se siente atraída por él, pero él no está dispuesto a dar lo que ella necesita.
- Juan: Juan es un personaje tranquilo y serio, aunque no es tan expresivo como Pablo. A pesar de ser algo distante, muestra interés y preocupación por Andrea. Es más reflexivo y, aunque no se involucra demasiado, en algunos momentos la cuida de manera silenciosa. Aunque no es tan cercano como Andrea desearía, su presencia es reconfortante y le da un poco de paz en medio de la confusión de su vida.
- Ena: Ena es una amiga de Andrea que, a pesar de su juventud, tiene una personalidad vibrante y extrovertida. Es libre y no se deja atrapar por las normas sociales, lo que la hace diferente de los otros personajes más controladores, como la tía Angustias. A pesar de ser alegre y abierta, Ena tiene una vida compleja y, en ocasiones, muestra una tristeza oculta. Su amistad con Andrea es una de las pocas relaciones que le ofrece un poco de consuelo en medio del caos.
- Gloria: Gloria es una chica que forma parte del círculo de amigas de Andrea. Aunque parece superficial y un poco frívola, Gloria también refleja el vacío y la confusión que viven los jóvenes de la época. A menudo se muestra preocupada por su apariencia y por agradar a los demás, pero detrás de su actitud parece esconderse una falta de dirección en su vida. A pesar de sus diferencias con Andrea, la amistad entre ellas se mantiene y Gloria le sirve de ejemplo para reflexionar sobre el tipo de vida que Andrea no quiere para sí misma.
- Román: Román es un joven tranquilo y algo melancólico que vive en la misma casa que Andrea. Es una persona amable, pero su personalidad es más reservada y seria. Tiene una relación un tanto distante con los demás, aunque muestra una cierta ternura hacia Andrea. A menudo parece estar marcado por la tristeza y el sufrimiento, lo que lo hace parecer un poco solitario. Román no busca destacar ni llamar la atención, pero, a lo largo de la novela, se revela como un personaje clave en el desarrollo de Andrea.