Miguel Ángel Asturias
Infancia y primeros años
Miguel Ángel Asturias nace el 19 de octubre de 1899. Su infancia y adolescencia están marcadas por angustias y vicisitudes que dejan una honda huella en su personalidad. Esto se debe a las circunstancias políticas de su país y a la actitud valiente de sus padres ante el momento histórico.
Manuel Estrada Cabrera, dictador que gobierna el país durante 22 años a partir de 1898, lidera un gobierno caracterizado por el terror, el atropello y los crímenes políticos. La situación de la familia Asturias se torna difícil, por lo que deben marcharse del pueblo a la provincia, a la pequeña ciudad de Salamá. Allí, el padre se dedica a las actividades comerciales y Miguel Ángel inicia sus primeras letras. En Salamá, entra en contacto con hombres del pueblo, de quienes oye contar costumbres y tradiciones del pasado de su país y conoce de cerca al indio miserable, abandonado a su propio destino.
Pasados algunos años, la familia regresa a la capital y Miguel Ángel continúa sus estudios, primero en el bachillerato y luego en la universidad, donde toma parte en las actividades político-estudiantiles contra la dictadura. En 1922 culmina sus estudios de derecho con una tesis sobre el problema social del indio.
Formación en Europa
En 1923, Asturias se marcha a Londres para seguir sus estudios de Economía. Permanece apenas unos meses en la capital británica antes de partir a París, ciudad que en ese momento es el centro de atracción por su vida refinada y su avance cultural.
Asturias vive en París durante diez años, absorto por la intensa vida literaria pero sin dejarse deslumbrar por sus atractivos. En la capital francesa, investiga y se relaciona intelectualmente, lo que contribuye en gran medida a su futura carrera de escritor.
En París, se inscribe en la Universidad de la Sorbona en un curso sobre las antiguas religiones americanas con el profesor George Reynaud, quien lo deslumbra con sus amplios conocimientos sobre la cultura prehispánica. La cultura maya lo estimula no como investigador o arqueólogo, sino como poeta.
De sus estudios en la Sorbona surge la traducción al español del Popol Vuh en 1927, basada en la versión francesa realizada por Reynaud. Esta traducción la realiza en compañía del mexicano J.M. González de Mendoza. En sus años parisinos, escribe una serie de leyendas que ordena bajo el título de Leyendas de Guatemala, publicada en Madrid en 1930.
Regreso a Guatemala y producción literaria
Leyendas de Guatemala está integrada por un conjunto de narraciones cuya presentación se inicia con un pórtico: “Guatemala, visión geográfica, histórica y cultural de aquella tierra”. Continúa con una narración: “Ahora me acuerdo”, donde su personaje recoge las leyendas contenidas de la Tatuana, del Sombrero de tres picos, del Lugar Florido y la leyenda de los Brujos.
Para el año 1933, Miguel Ángel Asturias regresa a Guatemala y se encuentra con que una nueva dictadura dirige los destinos de su patria. Jorge Ubico, en el poder desde 1931, permanecerá hasta 1944. Por esta razón, su segunda obra y primera novela, El señor presidente, se publica en México en 1946, después de la caída del dictador. Esta novela está construida a partir de un cuento corto titulado “Los mendigos políticos”, que había escrito antes de salir de su país.
A la caída de Jorge Ubico en 1944, Asturias es nombrado por el gobierno del doctor Juan José Arévalo agregado cultural en México, momento que aprovecha para publicar su novela. En 1949 se traslada a Buenos Aires en funciones diplomáticas y publica en dicha ciudad su segunda novela: Hombres de maíz. Esta obra lo consagra como uno de los mejores narradores de América y un gran renovador de la narrativa hispanoamericana.
El ciclo bananero
El señor presidente y Hombres de maíz son las novelas que componen el “ciclo del banano”, obras de protesta social y denuncia política en donde se pone de manifiesto la actitud nacionalista y antiimperialista del escritor. A estas novelas se suman: Viento fuerte (1950), El Papa verde (1954), Los ojos de los enterrados (1960) y una serie de relatos históricos y políticos como Week end en Guatemala (1956).
Viento fuerte fue escrita por Asturias a su regreso a Guatemala en 1949, pero su publicación se realizó en 1950. Esta novela, junto con las demás del ciclo bananero, propició la caída del gobierno del coronel Jacobo Árbenz en 1954.
Para ese momento, Miguel Ángel Asturias desempeñaba el cargo de embajador de su país en Venezuela. Su país fue invadido por el coronel Castillo Armas, quien usurpó el poder. En este contexto, publica Week end en Guatemala (1956), una denuncia a la política opresora norteamericana.
El último libro del ciclo bananero, Los ojos de los enterrados, aparece en julio de 1960. En esta obra, narra la lucha de un pueblo por la justicia social.
Últimas obras
Concluido el ciclo bananero, Asturias regresa al mundo de las leyendas, el mito y las tradiciones. Publica El alhajadito en 1961 y dos años después aparece Mulata de tal (1963).
Su libro Espejo de Lida Sal (1967) sigue la misma orientación mágico-realista de sus obras anteriores. Para esta época, Asturias se traslada de Buenos Aires a París.