Materialismo Histórico de Karl Marx

KARL MARX: EL MATERIALISMO HISTÓRICO

La filosofía de Marx es la inversión del idealismo de Hegel. La mejor expresión del idealismo hegeliano es la siguiente: “todo lo real es racional y todo lo racional es real”, luego la historia es el desarrollo de la Idea absoluta, que se despliega en un movimiento dialéctico (tesis, antítesis, síntesis), según esta teoría cada momento histórico, cada forma de gobierno es totalmente lógica y está justificada. Marx invierte estos términos, cada momento histórico obedece a las condiciones materiales de los pueblos, eso sí, mantiene el movimiento dialéctico de la historia. Para el materialismo lo único real es la naturaleza, existe independientemente de toda filosofía, es la base sobre la que crecen y se desarrollan los hombres, fuera de la naturaleza y los hombres no existe nada, y los seres superiores que nuestra imaginación religiosa ha forjado no son más que reflejos fantásticos de nuestro propio ser. El materialismo dialéctico de Marx concibe la realidad como materia que está en continuo devenir dialéctico. Este permanente cambio se produce por el choque de contrarios (tesis-antítesis) que genera nuevas formas (síntesis). Este movimiento dialéctico de la historia no es azaroso sino que está regido por leyes:

  1. Interconexión de los fenómenos: unidad de la naturaleza: la naturaleza constituye una unidad orgánica en la que todo se encuentra conectado.
  2. Salto de cantidad a la cualidad: pequeños cambios cuantitativos pueden generar un salto cualitativo.
  3. Unidad y lucha de contrarios: la realidad es esencialmente contradicción, lucha, cualquier cambio es resultado de un choque de contrarios.
  4. Negación de la negación: Del choque de contrarios (tesis: afirmación) y antítesis (negación) surge la negación de la negación o síntesis. La síntesis alberga los dos momentos anteriores.

El materialismo histórico

El materialismo histórico pretende ser una explicación científica de la historia. Es preciso recordar que se distingue entre socialismo utópico, que sería el socialismo premarxista, basado en ideales humanitarios, y el socialismo científico, que quiere dar una explicación de la evolución de la historia, pero que, no sólo se queda en el plano teórico sino que propone pasar a la acción. El materialismo histórico considera que en el devenir de la humanidad las causas que condicionan de manera fundamental son de carácter económico (materiales) y que los intereses contradictorios de las clases sociales (dialéctica) engendra una lucha que es el motor de la historia. Por eso dirá Marx: “…la historia de la humanidad hasta nuestros días no ha sido otra cosa que la historia de la lucha de clases”. Frente a las interpretaciones que ven en la historia la plasmación progresiva de unos ideales (Hegel), el marxismo afirma la prioridad de los hechos económicos y la contradicción de los intereses de clase, como principal causa historia.

“En directa oposición con la Filosofía Alemana, que desciende de los cielos a la tierra, aquí nosotros ascendemos de la tierra a los cielos… Nosotros partimos del hombre real y activo”. El Marxismo no se presenta como una filosofía más que intenta interpretar la historia, sino que es una filosofía para la acción, de tal manera que la teoría de la lucha de clases se convierta en un instrumento en mano de la clase oprimida, “los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. Para continuar explicando el materialismo histórico es necesario detenerse en algunos conceptos claves de esta teoría: Infraestructura y Superestructura.

Se entiende por infraestructura del orden social el régimen o sistema de producción y de intercambio de los bienes producidos (sistema económico). La superestructura es la articulación del poder político, de las instituciones, la moral, la cultura… Es importante apreciar lo intencional de la terminología, pues implica suponer la realidad económica como substrato (Infra-) o base que condiciona las demás manifestaciones de la vida social, es decir, la justicia, la política y todas las demás instituciones dependen de la infraestructura económica. El modo de producción de la vida material determina el proceso de la vida social, política y espiritual en general.

Crítica de la propiedad privada de los bienes productivos

El elemento básico de la infraestructura es la propiedad privada y en especial la propiedad de los bienes de producción. La mercancía es aquello que sirve para satisfacer una necesidad. En una economía muy primitiva, cabe suponer que la tierra fuese propiedad común y que cada cual se apropiara individualmente de lo recogido con su esfuerzo. Pero con el cultivo de la tierra surgió la propiedad privada de los bienes productivos. La distribución de la propiedad privada de los bienes productivos se hizo pronto muy desigual, y mientras algunos acumulaban en exceso otros carecían totalmente de bienes. El conflicto surge cuando los hombres que carecían de bienes tienen que vender la fuerza de su trabajo, que es lo único que tienen, para conseguir bienes de subsistencia.

Clases sociales

La propiedad privada engendra las clases sociales, que son según Marx, dos: la clase poseedora de los bienes productivos (clase dominante) y la clase desposeída de tales bienes (clase dominada). Marx describe la historia de las clases sociales a lo largo de la historia (propiedad común de los bienes productivos, amos y esclavos, señores y siervos) termina este análisis centrándose en su momento histórico, en una sociedad capitalista configurada por la revolución industrial. En la sociedad capitalista la clase dominante es la burguesía y la clase dominada son los trabajadores o proletarios que venden su trabajo a los poseedores del capital. El precio del trabajo es el salario.