Los Reyes Católicos y la Unión Dinástica en España

Los Reyes Católicos: La Unión Dinástica e Instituciones de Gobierno

La boda de los Reyes Católicos fue seguida por una grave crisis política en Castilla. A la muerte de Enrique IV en 1474, se produjo una guerra civil entre Isabel, la hermana de Enrique y Juana la Beltraneja su hija. En 1479, la guerra finalizó con la firma del Tratado de Alcacovas, por el que Juana renunció al trono español y se repartieron las zonas de expansión en el Atlántico. La boda de Isabel y Fernando por el cual ascendieron al trono supuso una unión dinástica que mantenía la independencia territorial e institucional de cada corona, siendo Castilla la hegemónica. Su programa político tenía un triple objetivo: dominio peninsular, unidad religiosa y centralización del poder. Los Reyes Católicos establecieron las bases del Estado Moderno mediante el refuerzo de la monarquía autoritaria con instrumentos de control necesarios: la Santa Hermandad, el Tribunal de la Inquisición, la limitación del poder de la nobleza, la expulsión de judíos y la conversión de musulmanes. Entre las instituciones de gobierno destacan los Consejos (funciones administrativas) de Castilla, de Aragón, de Estado, de las Indias, de la Inquisición y de Órdenes Militares. En Castilla, se mantuvieron las Cortes (representación estamental), la Chancillería (justicia) y el sistema de corregidores en municipios. Sin embargo, las Cortes perdieron importancia a favor de los Consejos. En la Corona de Aragón, debido al pactismo, apareció la figura del virrey y una Audiencia (justicia) en cada reino.

El Significado de 1492. La Guerra de Granada y el Descubrimiento de América

Los acontecimientos que tuvieron lugar en 1492 marcaron el reinado de los Reyes Católicos y la Historia Moderna. En primer lugar, el objetivo principal de la política exterior de los Reyes Católicos era la conquista de Granada, lo que exigió un gran esfuerzo económico a pesar de la decadencia nazarí. La guerra se desarrolló en tres fases entre 1481 y 1492: la conquista de Alhama, la toma de Málaga y la rendición de Granada con las capitulaciones pactadas con Boabdil. El avance del ejército cristiano fue por medio de la ocupación del territorio y esclavitud de su población. La unión de la fe se completó con el exilio musulmán y la expulsión de los judíos. En segundo lugar, los avances en la navegación y el desarrollo del comercio internacional fueron determinantes para el descubrimiento de América. Después de ser rechazado, el proyecto de llegar a las Indias por Occidente de Colón fue aceptado por Castilla, firmando las capitulaciones de Santa Fe. Colón realizó 4 viajes y murió sin saber que había descubierto América. En tercer lugar, las dos coronas firmaron el Tratado de Tordesillas que junto con el Tratado de Alcacovas, repartiría el nuevo territorio entre Castilla y Portugal.

El Imperio de los Austrias: España bajo Carlos I. Política Interior y Conflictos Europeos

El imperio de los Austrias en España comenzó cuando Carlos I, nieto de los Reyes Católicos, fue proclamado rey de España en 1516 y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en 1519 con el nombre Carlos V. La política interior estuvo marcada por dos sublevaciones. En la rebelión de las Comunidades de Castilla, el pueblo llano reclamaba el regreso de Carlos a España, la expulsión de extranjeros de cargos políticos, la limitación del poder real, la defensa de la industria textil y la reducción de impuestos. Fueron derrotados en la batalla de Villalar en 1521. Al mismo tiempo estallaron las Germanías en Aragón, fue un movimiento de carácter social, dirigido por gremios y campesinos contra los señores feudales, que fue erradicado por el Ejército Imperial. Ambas revueltas se sofocaron fortaleciendo el poder real. Por otra parte, su política exterior se basó en la defensa del catolicismo y el mantenimiento de la hegemonía en Europa. En primer lugar, tuvieron cuatro guerras contra Francia por el control del Milanesado, que finalizaron con su incorporación. A su vez, la lucha de Carlos I contra el avance de los turcos en el Mediterráneo alternó triunfos y fracasos. Finalmente, combatió el nacimiento del protestantismo y a pesar de su victoria, el tratado Paz de Augsburgo dividió el Imperio en protestantes y católicos.

La Monarquía Hispánica de Felipe II. Gobierno y Administración. Los Problemas Internos. Guerras y Sublevación en Europa

En 1555, Carlos I cedió a su hermano Fernando los territorios del imperio austriaco y abdicó en su hijo, comenzando así el reinado de Felipe II (1556-1598). Residió permanentemente en España y fijó la capital en Madrid, donde construyó como símbolo de poder el Escorial. Gobernó a través de los Consejos territoriales (estructura institucional de cada reino) y temáticos (de las Indias, Órdenes Militares, etc.), siendo el único vínculo institucional común el Consejo de Estado. Además, se sirvió de secretarios reales, los corregidores y los virreyes ganaron importancia y Chancillerías y Audiencias aplicaron la justicia. En el interior, Felipe II persiguió en el interior al protestantismo. Al prohibir la vestimenta y lengua de los moriscos provocó la rebelión de las Alpujarras (1568-1571), tras la cual los moriscos granadinos fueron deportados. Las Alteraciones de Aragón fue un conflicto entre una monarquía pactista de Aragón y autoritaria de Castilla originado a partir del motín de la detención de Antonio Pérez, que finalizó con la modificación de los fueros aragoneses. A nivel internacional, España participó en numerosas guerras europeas: la lucha contra el Imperio Turco a quienes les acabaron ganando en la batalla de Lepanto 1571, la victoria contra Francia por el control de Italia en la batalla de San Quintín, la derrota contra la revuelta calvinista de los Países Bajos y la derrota de la Armada Invencible contra Inglaterra que apoyaba a los sublevados holandeses. Uno de los mayores triunfos de Felipe II fue la unidad ibérica con la anexión de Portugal y sus dominios.

3.5. EXPLORACIÓN Y COLONIZACIÓN DE AMÉRICA. CONSECUENCIAS DE LOS DESCUBRIMIENTOS EN ESPAÑA, EUROPA Y AMÉRICA.

La conquista de América se llevó a cabo mediante el sistema de Capitulaciones entre la Corona y los conquistadores. La conquista fue rápida gracias a la superioridad tecnológica (acero), las epidemias, el uso de animales (perros y caballos) y los problemas internos entre indígenas. Tras la conquista, el máximo órgano de poder fue el Consejo de Indias. Al inicio, se conquistaron las islas antillanas. Posteriormente, se avanzó en la conquista del continente: de Hernán Cortés en México ocupado por el Imperio Azteca, de Pizarro en Perú ocupado por el Imperio Inca. Finalmente, se conquistaron numerosos territorios de manera que entre 1540-1550 se había explorado casi toda América, desde California hasta el río de la Plata. La primera vuelta al mundo fue realizada por Magallanes (1519) y Elcano (1522). El descubrimiento y colonización ocasionó consecuencias en España, Europa y América en distintos ámbitos. En el terreno económico, el intercambio comercial, a través de la Casa de Contratación de Sevillla, consistió en la llegada de nuevos productos (patata, cacao, tabaco) y la importación de manufacturas y productos europeos. Los grandes ingresos generados provocaron la revolución de los precios. Además, se produjo la explotación indígena y de esclavos negros en la extracción del oro y la agricultura a través de repartimientos, encomiendas y mita. En el ámbito político, la monarquía hispana se convirtió en la primera potencia mundial. En América se produjo un descenso demográfico, la aparición del sistema de castas y la pérdida de la cultura autóctona (mentalidad colonial).

3.6 LOS AUSTRIAS DEL SIGLO XVII. EL GOBIERNO DE LOS VALIDOS. LA CRISIS DE 1640

Los reyes del siglo XVII, llamados Austrias menores por su presunta ineficacia política y por la pérdida de la hegemonía española, delegaron las decisiones de gobierno en sus validos. El valido no era un cargo institucional pero asumía las funciones de primer ministro. Destacaron el duque de Lerma con Felipe III, el conde duque de Olivares con Felipe IV, el jesuita Nithard en la regencia de Mariana de Austria y Juan José de Austria con Carlos II. Las decisiones políticas de los validos ocasionaron conflictos internos. La expulsión de los moriscos en 1609, ordenada por el duque de Lerma tuvo graves consecuencias económicas. Posteriormente, Olivares planteó una política exterior bélica e interior centralista: unificación institucional (Gran Memorial) y un ejército nacional permanente (Unión de Armas). La oposición a esta política provocó revueltas en Andalucía, Vizcaya y Sicilia; y rebeliones en Cataluña y Portugal.La crisis de 1640 se inició el día del Corpus de Sangre, en el cual estalló un motín general de campesinos y segadores catalanes contra los funcionarios reales que finalizó con el asesinato del virrey. Los catalanes se convirtieron en una república bajo la protección de Francia hasta en 1652, forzados por las tropas de Felipe IV. Paralelamente, se inició una rebelión en Portugal. Los nobles, apoyados por Francia e Inglaterra, nombraron rey al duque de Braganza (Juan IV). España reconoció su independencia en 1668.

3.7 LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS Y LA PERDIDA DE LA HEGEMONÍA ESPAÑOLA EN EUROPA

La Guerra de los Treinta Años estalla en 1618 bajo el mando de Felipe IV, hasta el año 1648 que termina con la Paz de Westfalia en 1648. Es una guerra que comenzó como un conflicto interno del imperio pero acaba siendo internacional entre católicos y protestantes. Durante el reinado de Felipe IV se vivió un periodo de paz gracias a dos hechos, la muerte de Isabel I de Inglaterra y la ruina financiera que obligó a firmar con las Provincias Unidas la Tregua de los Doce Años en 1609. No hubo intervenciones exteriores salvo el apoyo a los Habsburgo en la Guerra de los Treinta Años. En el reinado de Felipe IV expiró la Tregua de los Doce Años con Provincias Unidas, reanudándose la guerra. Aunque España comenzó con victorias, la entrada de Francia a favor de los Provincias Unidas en cambió el rumbo de la guerra, y se produjo la derrota naval de Las Dunas. La sublevación de Cataluña y Portugal debilitó a España. En Francia, Luis XIV llegó al trono el mismo años de la derrota de Rocroi. La guerra continuó entre España y Francia pese a la firma de la paz de Westfalia en 1648 donde se reconocía la independencia de la Provincias Unidas. La Paz de los Pirineos de 1659 estableció la cesión a Francia del Rosellón y la Cerdaña. De esta manera, se inició la hegemonía francesa en Europa. Además, en 1668 España reconoció la independencia de Portugal.

3.8 PRINCIPALES FACTORES DE LA CRISIS DEMOGRÁFICA Y ECONÓMICA DEL SIGLO XVII Y SUS CONSECUENCIAS

El siglo XVII fue un siglo de crisis en Europa. Los factores fundamentales de la crisis en España fueron el descenso demográfico y la depresión económica. La pérdida de población se debió a las cruentes epidemias (tres oleadas de peste), las crisis de subsistencia, la expulsión de los moriscos y las frecuentes guerras exteriores. Por otra parte, a lo largo del siglo XVI España experimentó un crecimiento económico a costa del endeudamiento de la Corona y la inflación. A finales de siglo hubo sucesivas bancarrotas que anunciaban la crisis del siglo XVII. La producción agrícola disminuyó debido a malas cosechas, la Mesta disminuyó por el descenso de exportaciones y no se invirtió en la industria y comercio, por lo que no pudieron competir con productos extranjeros. El comercio con América decayó por el agotamiento de metales preciosos, pasando a manos extranjeras y agudizando el endeudamiento.

Las consecuencias de la crisis afectaron a todos los grupos de la sociedad estamental. La nobleza, que aumento a consecuencia de las ventas de títulos, vio disminuir sus rentas y tuvo que endeudarse para mantener su nivel de vida. El clero creció por la necesidad de buscarse un medio de vida y muchos campesinos se vieron obligados a vender sus tierras y a emigrar. La escasa burguesía abandonó sus negocios e invirtió en tierras y en la compra de títulos nobiliarios. Alrededor 1680 comenzó una mejoría ya que la natalidad aumentó y se inició una lenta recuperación de la producción y el comercio.

3.9 CRISIS Y DECADENCIA DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA: EL REINADO DE CARLOS II Y EL PROBLEMA SUCESORIO

A la muerte de Felipe IV, comenzó la Regencia de Mariana de Austria hasta la mayoría de edad de su hijo. Durante el reinado efectivo de Carlos II, el último de losHabsburgo, la delegación del poder siguió en manos de validos. La desastrosa situación de la hacienda, así como la decadencia política heredada, marcaron un reinado que no pudo evitar una gran devaluación monetaria en y una acusada caída de la actividad económica, con frecuentes motines o sublevaciones populares como la de Cataluña, o la de Madrid. Sin embargo en las décadas finales de su reinado los síntomas de recuperación fueron notables. En el panorama internacional, se reconoció la independencia de Portugal en 1668. Además, España fue víctima de la política agresiva y expansionista de Luis XIV de Francia. Durante las sucesivas guerras, España cedió a Francia ciudades flamencas en la Paz de Aquisgrán (1668) y el Franco Condado en la Paz de Nimega (1678. España quedaba relegada a un segundo plano en el escenario internacional Francia emergía como potencia europea indiscutible. Por último, el problema sucesorio. Carlos II no consiguió tener descendencia por lo que nombro a dos posibles sucesores: Felipe de Anjou de Francia y Carlos de Habsburgo de Austria. Tras su muerte en 1700, nombro a Felipe de Anjou como heredero buscando una alianza con Francia que provoco la Guerra de Sucesión Española que genero la llegada de los borbones al trono español.

4.1 LA GUERRA DE SUCESIÓN ESPAÑOLA Y EL SISTEMA DE UTRECHT. LOS PACTOS DE FAMILIA

Carlos II nombro a Felipe de Anjour heredero de manera que el temor europeo a un bloque hispano-francés provocó el enfrentamiento entre Francia y España contra la Alianza de La Haya (Austria, Holanda, Inglaterra, Portugal y Saboya) en la Guerra de Sucesión Española. A nivel nacional se desarrolló una guerra civil entre Castilla, partidaria de Felipe V, y Aragón, con Carlos de Habsburgo. En Europa, la victoria inicial austriaca se alteró cuando el archiduque Carlos heredó el Imperio (1711), perdiendo a sus aliados. La Guerra de Sucesión finalizó con la firma de los Tratados de Utrecht (1713) y Rastadt (1714). En el plano político, Felipe V fue reconocido rey de España, prohibiendo la unión de Francia y España. De esta manera, Francia perdió su hegemonía pasando a un equilibrio entre Francia, Austria e Inglaterra. Económicamente, España perdió el monopolio americano y del asiento de negros, instaurando el navío de permiso, principalmente con Gran Bretaña. A su vez, Inglaterra recibió Gibraltar y Menorca; Austria tomó Flandes y territorios italianos y Saboya recibió Sicilia. En busca de aliados, los Borbones firmaron una serie de pactos con Francia que ligaron los intereses de ambas monarquías a lo largo del siglo XVIII: los Pactos de Familia.

4.2 LA NUEVA MONARQUÍA BORBÓNICA. LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA. MODELO DE ESTADO Y ALCANCE DE LAS REFORMAS

La nueva dinastía borbónica implanto el modelo francés de monarquía absoluta centralizada. Felipe V aprobó la Ley Sálica y los Decretos de Nueva Planta. Los fueros e instituciones de Aragón, Valencia y Cataluña fueron abolidos, debidola oposición de estos territorios en la Guerra de Sucesión. Mientras en Navarra y las provincias vascas conservaron sus fueros y privilegios fiscales por haber apoyado a los borbones. Con los Decretos de Nueva Planta, este territorio empieza a denominarse Reino de España. Se tomaron una serie de medidas para implantar el absolutismo monárquico: las Cortes de Castilla pasan a ser las Cortes Generales, el Consejo de Castila junto con las Secretaras de Estado desempeñaban labores ejecutivas. Se llevó a cabo una reforma territorial, que se dividía en Intendencias provinciales y municipios. Aumentó la recaudación impositiva en Mallorca, Valencia, Cataluña y Aragón.

4.3 LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII. EXPANSIÓN Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS: AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO CON AMÉRICA. CAUSAS DEL DESPEGUE ECONÓMICO DE CATALUÑA

El modelo económico de la monarquía borbónica del siglo XVIII influido por las ideas ilustradas y el mercantilismo, impulsó notablemente la agricultura, la industria nacional y el comercio.Los esfuerzos modernizadores se centrarán en la reforma de la propiedad y explotación de la tierra siguiendo las reformas agrarias de Olavide o Jovellanos, que chocaron generalmente con la oposición de los grandes latifundistas, nobleza e Iglesia. Se introdujeron sistemas de cultivo intensivo, así como cultivos industriales. El desarrollo de la vid propició una industria muy próspera y en la zona norte se introdujeron nuevos cultivos como el maíz o la patata. La necesidad de crear un mercado interior propició un gran esfuerzo en la creación de infraestructuras que facilitaran el transporte, así como el fomento de la industria a través de las Reales Fábricas de Manufacturas.Por otra parte, se reforzó la política comercial con América mediante la liberalización de su comercio, la creación de nuevas compañías comerciales y se combinaron medidas proteccionistas para impulsar la producción nacional. Por último, destaca el despegue económico de Cataluña. La política proteccionista del siglo XVIII y la duplicación de su población, que se orientó al mercado, permitieron a Cataluña conquistar el mercado nacional. Los excedentes de capital que generaron lo invirtieron en modernizar el sector textil, sentando las bases de la Revolución Industrial del siglo XIX.

4.4 IDEAS FUNDAMENTALES DE LA ILUSTRACIÓN. EL DESPOTISMO ILUSTRADO: CARLOS III

La Ilustración fue un movimiento cultural e intelectual que inicio en Francia en y se difundió por Europa en el siglo XVIII. Sus principios se basan en el uso de la razón, la búsqueda de la felicidad y el progreso. Se pueden distinguir cuatro generaciones ilustradas españolas representadas, cronológicamente, por Feijoo, el padre Flórez, Campomanes y Jovellanos. La Ilustración constituyó la base intelectual de las reformas, especialmente con Carlos III.Carlos III se caracterizó por la aplicación del despotismo ilustrado. El despotismo ilustrado intentó conciliar el absolutismo monárquico con el espíritu reformador de la Ilustración. El despotismo ilustrado se basaba en tres principios fundamentales: supuso una reafirmación del poder absoluto de la Monarquía, se planteó el ideal del “rey filósofo” y el tercer rasgo se refiere al pueblo, que es considerado como objeto, nunca como sujeto de su propia historia.Los ministros de Carlos III, con espíritu renovador, trataron de elevar el nivel económico y cultural del país. Fruto de ese interés por los asuntos económicos y sociales fue la creación de las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País, preocupadas por la difusión de las “ciencias útiles” y el desarrollo económico. El interés por la educación y el progreso científico se concretó en la creación de nuevas instituciones de enseñanza. En el plano artístico se impuso el Neoclasicismo, destacan arquitectos como Juan de Villanueva y pintores como Francisco de Goya.