Los Reyes Católicos: La Construcción de la Monarquía Hispánica

Isabel de Castilla y su esposo Fernando de Aragón son conocidos como los Reyes Católicos. Este título fue otorgado por el papado tras acabar con el dominio musulmán en la península ibérica. Su matrimonio en 1469 permitió que ambos reinos tuvieran una política común. Gracias a esta política común, obtuvieron grandes éxitos en el exterior y ofrecieron una imagen de unidad. Esta política se consolidó cuando su nieto, Carlos de Habsburgo, heredó todo el patrimonio familiar en 1516.

La unificación de los reinos no significó la creación de un estado único, sin fronteras internas y con instituciones, leyes, lengua y moneda comunes. Ambos reinos permanecieron diferenciados. Isabel y Fernando inauguraron la monarquía hispánica y dieron lugar a la Edad Moderna en sus territorios.

El problema sucesorio

La unión dinástica nació marcada por la desigualdad. La alianza entre Castilla y Aragón se hizo perdiendo Portugal, pues Isabel, hermanastra del rey Enrique IV de Castilla, tuvo que luchar para conseguir el trono frente a Enrique y la hija del rey castellano, Juana la Beltraneja, casada con Alfonso V de Portugal. Para obtener el trono, Isabel se alió con Aragón por el matrimonio con Fernando, ambos eran Trastámara. Tras una guerra civil, el rey portugués firmó la paz con Isabel (Tratado de Alcaçovas, 1479). Alfonso V de Portugal y Juana renunciaban al trono castellano. Castilla, a cambio, se comprometía a no intervenir en el África atlántica, con excepción de Canarias. Isabel fue consolidada como reina de Castilla.

Expansión territorial

La expansión territorial de los Reyes Católicos se dio en varias zonas:

  • Rosellón y Cerdaña: En el siglo XV, Fernando II consigue que estos territorios vuelvan a formar parte del reino de Aragón y luego de Navarra.
  • Granada: Conquistan el reino Nazarí de Granada en la Guerra de Granada (1482-1492), el acontecimiento más importante de su reinado. Los Reyes Católicos, para conseguir la toma de Granada, usaron dos armas: la diplomacia (acuerdos entre Reyes Católicos y jefes musulmanes contra Boabdil) y el asedio a las grandes ciudades con nueva artillería. Boabdil entregó las llaves de la ciudad en 1492, poniendo fin a la presencia musulmana en la península.
  • Navarra: Desde el siglo XIII, Navarra era independiente por la falta de entendimiento de Castilla y Aragón para el reparto y estaba gobernado por diferentes dinastías, protegidos por los reyes franceses. Pero ahora, Castilla y Aragón estaban unidos y no querían que Francia controlase Navarra. En 1512, el rey de Francia quería casar a su hija con el heredero de Navarra, entonces Fernando II invadió el reino. En 1515, se incorporó una parte de Navarra a la Corona de Castilla. El norte del reino navarro fue independiente hasta que se integró en Francia en el siglo XVII.
  • Islas Canarias: Quedaron bajo dominio castellano por el Tratado de Alcaçovas (1479). Las conquistas posteriores fueron Gran Canaria, La Palma y Tenerife. El archipiélago era un punto de partida de las expediciones atlánticas. También fue un ensayo de los métodos que luego se aplicarán en América: la población indígena quedó diezmada por las epidemias, la guerra y la esclavitud. Los indígenas que sobrevivieron se integraron con rapidez a la nueva sociedad y los mestizos no fueron discriminados. Obligados a abandonar sus creencias y bautizarse. En la conquista se mezclaron las iniciativas privadas y las de los reyes. Los conquistadores firmaban unas capitulaciones con la Corona.

La Monarquía Autoritaria

El reinado de Isabel y Fernando no supuso una ruptura con la tradición política, sino que continuó la política de los Trastámara de Castilla y de Aragón. Buscaron centralizar el poder del estado, y a cambio otorgaron poder económico y social a los señores laicos y eclesiásticos. Así demostraban que la influencia del clero y nobleza dependía de la hegemonía de los monarcas. Para lograr sus objetivos, Isabel y Fernando modificaron algunas instituciones. En Castilla aplicaron el autoritarismo monárquico y en Aragón, las instituciones permanecieron intactas. Se realizaron una serie de reformas en el gobierno de los reinos: creación de consejos, de secretarios, de virreyes y en las Cortes también hubo cambios.

En Castilla:

  • La Santa Hermandad: Creada en 1476 para luchar con los bandidos de los caminos, formada por cuadrillas armadas, organizadas por los consejos. Su función era perseguir, juzgar y ejecutar a los delincuentes del reino. Era un ejército nacional utilizado en la Guerra de Granada.
  • Reorganización de las finanzas: La recolecta de impuestos fue más eficaz (la alcabala, impuesto más importante), así prescindieron más de las Cortes.
  • Régimen de corregidores: Delegados de los reyes en las ciudades de Castilla.
  • Reorganización de los consejos: Sobre todo el de Castilla, convirtiéndose en la cúspide del gobierno y la administración. Se crearon nuevos consejos: Aragón, Inquisición e Indias.
  • Reforma de la Iglesia: Los Reyes Católicos obtuvieron del papa el derecho de presentación de obispos: reafirmación del regalismo.
  • Reforma de las órdenes religiosas: Fue obra del Cardenal Cisneros. Se les obligó a seguir la regla, especialmente a los franciscanos.

Se reformó la administración de justicia de Castilla que se organizó en 3 ámbitos:

  • Local: Representado por los corregidores, que actuaban en los municipios y tenían competencias bastante amplias. El cargo se consolidó y generalizó durante el reinado de los Reyes Católicos.
  • Superior o segunda instancia: En él estaban las chancillerías o audiencias que resolvían las apelaciones hechas por el desacuerdo con las decisiones de los corregidores.
  • Última instancia: Era el Consejo Real de Castilla, estaba por encima de los tribunales.

En Aragón:

  • Se resuelve el conflicto de los remensas mediante la Sentencia Arbitral.
  • Se respetan los privilegios y fueros.
  • Sistema de sorteo para elegir los principales cargos de las ciudades en Barcelona.
  • Consejo de Aragón: órgano similar al Consejo de Castilla.
  • El Consejo de las Órdenes Militares: eran instituciones militares de carácter religioso creadas para protegerse de los ataques del islam. Administraba las tres órdenes castellanas (Santiago, Alcántara y Calatrava). Sus miembros eran monjes y soldados.

Política Religiosa

Reforma intelectual y moral:

El programa de reforma perseguía un doble objetivo: la relajación moral e intelectual de los eclesiásticos y aumentar el control de la corona sobre la Iglesia. La mayor parte del alto clero eran nobles y no habían renunciado a la riqueza y al lujo. Algunos obispos eran absentistas. El bajo clero tenía una formación intelectual deficiente. Isabel y Fernando querían nombrar obispos a personas idóneas, por lo que imponían a sus candidatos. Obtuvieron éxitos, como el derecho de presentación. En Granada, Canarias y las Indias, los monarcas nombraban directamente a los obispos. Los candidatos a obispos eran elegidos de las universidades de Salamanca, Lérida y la de Alcalá o Complutense (creada por Jiménez de Cisneros).

Nueva Inquisición:

Las reformas de los Reyes Católicos también pretendían que todos los súbditos profesaran una misma fe, por lo que se estableció el Consejo de la Suprema Inquisición (única institución común a todos los reinos). Funcionó en Aragón del siglo XIII al XIX, controlado por el papado y los dominicos. Su misión era perseguir herejes. En Castilla funcionó entre el siglo XV y XIX, y su misión era perseguir falsos conversos. Autorizado por el papa, el primer tribunal de la Inquisición fue en Sevilla, dirigido por dominicos, dependía de los soberanos y se extendió por los reinos. Al principio eran muy estrictos.

Expulsión de minorías religiosas:

Isabel y Fernando en 1492 expulsaron a todos los judíos de Castilla y Aragón que no se bautizaran. A esta expulsión siguió la de los mudéjares de Castilla, se les dio a elegir entre el bautismo o el destierro. La mayoría se convirtió al cristianismo. En Aragón también. Los bautizados se denominaron moriscos.