NOVECENTISMO Y VANGUARDIAS
La segunda década del Siglo XX constituyó una etapa de innovación y experimentación cultural en toda Europa. En la literatura
española coincidieron dos movimientos: el Novecentismo y las Vanguardias.
La publicación en 1909 del Manifiesto futurista de Marinetti supuso el inicio de las llamadas vanguardias o ismos.
El novecentismo o generación del 14 es una generación de autores innovadores que defendían un arte puro, europeísta y
eminentemente intelectual.
Su guía o inspirador fue, fundamentalmente, el filósofo Ortega y Gasset. Cinco grandes rasgos
Su guía o inspirador fue, fundamentalmente, el filósofo Ortega y Gasset. Cinco grandes rasgos
definen y atraviesan las obras de este movimiento:
Racionalismo, europeísmo, intelectualismo, elitismo y clasicismo.
Racionalismo, europeísmo, intelectualismo, elitismo y clasicismo.
Juan ramón Jiménez es el máximo exponente de la lírica novecentista y su obra, en continua búsqueda de la pureza, evoluciona
desde su etapa sensitiva del Modernismo hacia dos nuevas etapas:
Una etapa intelectual: presenta la desnudez y la presencia del mar como símbolo central, con temas trascendentes, una
huida del sentimentalismo y una nueva métrica. Entre sus obras destacamos Diario de un poeta recién casado,
Eternidades…
Una etapa suficiente o verdadera: se caracteriza por una obsesión por la muerte y la eternidad, un misticismo poético y
una depuración verbal. Destacamos La estación total, Dios deseado y deseante…
La novela novecentista se caracteriza por su cuidado lenguaje, su preciosismo estilístico y su marcado carácter intelectual. Entre
los autores más importantes destacamos:
Gabriel Miró. Autor de novelas líricas, en su obra se distinguen dos etapas: decadentista y novecentista. Sus novelas se
caracterizan por su preciosismo lírico y el uso de la técnica del fragmentarismo. Los temas fundamentales en torno a los
cuales gira su obra son el paso del tiempo, la rutina y la moral opresora. Destacamos Nuestro padre San Daniel y El
obispo leproso.
Ramón Pérez de Ayala. Autor de novelas de carácter ensayístico e intelectual, su obra se divide en tres etapas:
autobiográfica, de transición y de los grandes temas filosóficos. En sus novelas se aprecia una tendencia a la
experimentación formal: perspectivismo, estudio del subconsciente y el empleo del humor con valor crítico.
Destacamos Belarmino y Apolonio, Tigre Juan…
En el novecentismo tiene lugar un auge del género ensayístico como herramienta de difusión ideológica. Se caracteriza por: un
elitismo intelectual, un afán europeísta, frente al tradicionalismo español, una voluntad reformista y un cientifismo. Los autores
que destacan en este género son José Ortega y Gasset, Eugenio D’Ors, Manuel Azaña, Salvador de Madariaga, Gregorio
Marañón, Américo Castro…
La obra ensayística de José Ortega y Gasset gira en torno a tres grandes temas:
El tema de la existencia, con ensayos filosóficos. Defiende la razón vital como instrumento esencial para entender la
existencia. La vida, realidad anterior al propio pensamiento, solo puede entenderse desde las circunstancias del yo.
El tema del arte, con ensayos literarios y estéticos. Destaca por un arte deshumanizado (contra lo anecdótico y
sentimental). El creador debe buscar la belleza y el goce exclusivamente estético.
El tema de España, con ensayos sociopolíticos. Expresa la necesidad de europeizar y modernizar el país. Frente a la
masa, se propone la dirección de una élite intelectual que conduzca al progreso.
Eugenio D’Ors es un autor de glosas, artículos ensayísticos breves e ingeniosos en los que reflexiona sobre diversas cuestiones.
Los rasgos centrales de su obra son la vuelta al clasicismo y el afán de modernidad. Destacamos Tres horas en el museo del
Prado, Lo Barroco…
Los movimientos de vanguardia se caracterizan por: la originalidad y el antirrealismo, un rechazo del sentimentalismo, un
eclecticismo y experimentación estética y la exaltación de la contemporaneidad.
El término ismos hace referencia a las diversas tendencias o escuelas artísticas que surgieron en Europa a partir de la primera
década de 1900. Estas escuelas se van a caracterizar por:
Expresionismo. Es la deformación grotesca y critica de la realidad, ahondando en temas como la guerra o la violencia.
Cubismo. Se caracteriza por la exaltación del movimiento, la acción, la tecnología, la fascinación por el mundo
moderno, la ciudad y las máquinas.
Futurismo. Es una visión múltiple de la realidad. Se caracteriza por el empleo de perspectivas simultáneas y de
inspiración geométrica.
Dadaísmo. Se caracteriza por la experimentación, improvisación y afán de polémica: buscan la novedad y el impacto en
el receptor. Renuncia al significado y uso de un lenguaje incoherente.
Surrealismo. Es la creación bajo el dictado del inconsciente, siguiendo las teorías del creador del psicoanálisis, Sigmund
Freud. Defiende la libertad absoluta del creador y se da importancia a lo onírico, automático y lo irracional.
A comienzos del Siglo XX España se abre a las vanguardias europeas. Los principales promotores de los nuevos movimientos en
España fueron Rafael Cansinos-Assens y Ramón Gómez de la Serna.
Rafael Cansinos-Assens fue poeta, novelista, crítico literario, traductor y ensayista. Con sus ensayos contribuyó a difundir y
consolidar las ideas estéticas de las vanguardias. Destacamos Los temas literarios y su interpretación, La nueva literatura…
Ramón Gómez de la Serna destaca por sus novelas y greguerías, género de su invención. Las novelas se caracterizan por su
antirrealismo y libertad absoluta de forma y argumento. Destacamos La viuda blanca y negra, El doctor inverosímil…. Por otro
lado, las greguerías son textos breves semejantes a aforismos, en los que se presentan asociaciones sorprendentes que
combinan lo metafórico y lo humorístico.
Los movimientos de vanguardia entraron en España hacia 1908 y se expandieron rápidamente dando lugar a corrientes nuevas
como el ultraísmo y el creacionismo.
El ultraísmo es un movimiento sincrético en el que se fundieron rasgos del Cubismo (innovaciones tipográficas y el collage), el
Futurismo (exaltación de la modernidad) y el dadaísmo (el rechazo de la lógica y el antisentimentalismo).
El creacionismo es un movimiento fundado por Vicente Huidobro que aspira a crear una realidad propia dentro del texto,
convirtiéndolo en una entidad autónoma. Se caracteriza por el empleo de metáforas sorprendentes y múltiples, la ausencia de
anécdotas y elementos sentimentales y las innovaciones tipográficas.