Teatro desde la Guerra Civil hasta los Años 50
El Contexto Teatral
Al terminar la Guerra Civil, el teatro español había perdido a los autores más innovadores de la época inmediatamente anterior, como Valle-Inclán, Lorca o Unamuno. Otros muchos estaban en el exilio: Max Aub, Alberti y Alejandro Casona, cuyas obras no serían conocidas hasta muchos años después por el público español.
Por otra parte, la censura impedía estrenar obras que supusieran el mínimo atentado contra los valores sociales o morales establecidos. Así siguió el panorama hasta 1949, año del estreno de Historia de una escalera, de Buero Vallejo, que inicia un camino hacia la renovación.
Las Tendencias Teatrales
La Inmediata Posguerra
- El costumbrismo, cultivado por José María Pemán en obras como La viudita naviera.
- Las obras de tema histórico de Juan Ignacio Luca de Tena: ¿Dónde vas, Alfonso XII?.
- La comedia de enredo, el género por excelencia de este tipo de teatro, lo representa en todos sus rasgos José López Rubio, premio nacional de Teatro en 1954. Todos sus estrenos (Celos del aire, La otra orilla, La venda en los ojos) fueron un gran éxito de taquilla.
Los Años 40
Durante los años cuarenta, desde la escena se adoctrina ideológicamente y se consigue crear un medio para la evasión en tiempos difíciles. Lo que se veía en las salas era:
- Un teatro militante, imbuido de espíritu falangista o nacional-católico. Este teatro de ideología afín a la de los vencedores tiene un corto recorrido, tras los primeros años de la posguerra y, sobre todo después de la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial, la militancia ideológica explícita es menor y el triunfalismo disminuye o quizá simplemente se camufla.
- La comedia burguesa, continuando la línea de la alta comedia de Benavente. Se identifica por una cuidada construcción, una buena dosificación de la intriga que ayuda a mantener el interés hasta el final y una mezcla muy hábil de escenas de humor y sentimentales. Los personajes suelen pertenecer a la clase media alta. Los temas se repiten (celos, infidelidades), pero si bien no es rara alguna crítica a esa burguesía poco ejemplar, la sátira no es excesivamente fuerte.
- Un teatro de humor que tenía sus principales representantes en Miguel Mihura y Enrique Jardiel Poncela, llenas de imaginación, inverosimilitud, ingenio o triunfo de lo absurdo.
- Comedia lacrimógena, semejante a la novela rosa que se vendía en los quioscos. Son comedias de carácter melodramático y folletinesco.
Los Años 50
A partir de los años cincuenta la literatura se aleja del marco triunfalista o de simple evasión de la década anterior, ahora el marco que aparece es la sociedad española con su evidente falta de libertades, desigualdad social y miseria generalizada. Estas obras se inscriben bajo los cánones de la literatura realista, de ahí que se incluyan dentro de un movimiento denominado realismo social.
También en el teatro, como en los demás géneros, se puede hablar de realismo social desde mediados de los cincuenta. Pero al referirnos a los escenarios hay que tener muy en cuenta (el texto, por un lado, y la representación –el hecho empresarial-, por otro) hay que diferenciar las rutas seguidas por los jóvenes dramaturgos de los cincuenta, interesados en denunciar lo que ven; y lo que los teatros comerciales ponen en la escena.
Durante esas fechas sigue predominando las obras melodramáticas, las comedias burguesas y el teatro de humor, así como revistas, zarzuelas, espectáculos de variedades y musicales diversos. Junto a esto, y de manera destacada, el cine era el gran fenómeno popular. Las producciones de Hollywood eran muy abundantes, pero también se veía cine español.
La censura era también, como en otras facetas artísticas, protagonista en todos estos espectáculos.
- En los temas, destacan la injusticia social, la tristeza de la vida española en esos momentos, su mediocridad… los personajes son las víctimas de dicha sociedad.
- Se incluyen en el realismo naturalista, el expresionismo vanguardista y los usos del teatro español del primer tercio de siglo.
- El lenguaje está lejos del atildado de la alta comedia.
Son momentos en los que se establece un fuerte debate entre los dramaturgos que muestran su desacuerdo contra la realidad socio-política española:
- Posibilismo: Los hay que defendían atenuar la crítica del texto, utilizando la alusión o los dobles significados, con tal de que tales obras pudiesen llegar al público desde un escenario. Representante de esta corriente es Antonio Buero Vallejo.
Antonio Buero Vallejo
Antonio Buero Vallejo resume en la evolución de su obra la trayectoria del teatro español después de la guerra, ya que sus dramas han ido adaptándose a las distintas corrientes del teatro de este siglo.
Su obra discurre por varias etapas:
- Historia de una escalera (1949) es una pieza existencial, ya que presenta un mundo gris de vecinos (personaje colectivo) cuyas vidas llenas de fracasos están marcadas por la frustración. En la misma línea escribe En la ardiente oscuridad.
- Más tarde, en las dos décadas siguientes, se apunta al teatro social. Denuncia la miseria, la opresión, la explotación humana, la falta de libertad y el abuso de poder en obras como El concierto de San Ovidio, El tragaluz, Las meninas o La fundación.
- Con sus obras posteriores a los setenta el teatro de Buero siguió obteniendo grandes éxitos de público.
- Imposibilismo: Otros preconizaban expresarse libremente y exponerse a ser censurados y a no ser representados. Representante de esta corriente es Alfonso Sastre.
Alfonso Sastre
Alfonso Sastre se caracteriza principalmente por una actitud de denuncia social, acompañada por intentos de renovación de técnicas dramáticas.
Publicó diversos artículos en los que expuso su teoría del teatro como un arte social que serviría para agitar las diversas esferas de la vida española. Su producción dramática es amplia y aún no se han representado muchas de sus obras, ya que nunca conectó totalmente con el gusto del público, además de los grandes problemas de censura que tuvo que sufrir.
Entre sus dramas destacan Escuadra hacia la muerte (1953), una pieza antibelicista en la que desarrolla el conflicto entre autoridad y libertad; y La mordaza (1954) en la que vuelve al tema de la tiranía con un planteamiento parecido al de Lorca en Bernarda Alba.
La Narrativa Española desde los 60 hasta la Actualidad
Introducción Histórica
Las repercusiones del fin de la dictadura en la vida literaria española fueron evidentes: desaparece la censura, se recuperan a los autores exiliados, se produce una apertura hacia la literatura extranjera (europea, norteamericana y latinoamericana, fundamentalmente), la creación literaria en lenguas españolas distintas al español recibe un impulso, se multiplican los premios y certámenes literarios, y se consolidan importantes grupos editoriales y de comunicación (PRISA, Planeta, RBA…).
La Novela de los Años Sesenta
La novela en los años sesenta no abandona la reflexión crítica sobre la sociedad española, pero su presentación formal es radicalmente novedosa. Tiempo de silencio (1962), de Luis Martín Santos, marca el inicio de la renovación de la novela. Desarrolla el tema del desarraigo existencial del protagonista y su frustración: ante los ricos, siente resentimiento, aunque desea asimilarse a ellos; ante los intelectuales vacíos y engreídos, desprecio; y ante los pobres, una mezcla de compasión y repugnancia. El carácter innovador se debe al empleo de un vocabulario culto y científico, metáforas, una expresión algo barroca, monólogo interior combinado con digresiones ensayísticas, puntuación arbitraria, etc.
A lo largo de la década, otros autores siguen experimentando con estas nuevas formas: Gonzalo Torrente Ballester, Camilo José Cela, Miguel Delibes (Cinco horas con Mario), Juan Marsé (Últimas tardes con Teresa) o Juan Benet (Volverás a Región).
Las innovaciones más importantes de la novela de los años 60 son:
- El argumento pierde importancia y en algunas novelas desaparece.
- Reaparece, frente a la novela social, el personaje individual, siempre en conflicto consigo mismo o con la sociedad que trata de destruirlo.
- Técnicas narrativas: reaparece el narrador omnisciente, que adopta la visión de la realidad de varios personajes (multiperspectivismo).
- En cuanto al lenguaje, es muy retórico, y en él se combinan variedad de registros lingüísticos (cultismos, vulgarismos…). A menudo desaparece la puntuación.
El Experimentalismo (Hasta mediados de los años 70)
La primera promoción de los años setenta está muy condicionada por el experimentalismo narrativo de Tiempo de Silencio, de Luis Martín Santos. El clima cultural era propicio a ello: autores de la postguerra se incorporan a los experimentos narrativos (Delibes, Cela, Torrente Ballester), el boom de la novela hispanoamericana llega a España, y la influencia del nouveau roman francés, así como el conocimiento tardío de la gran novela norteamericana y europea del siglo XX (Proust, Joyce, Kafka, Faulkner…), se dejan sentir con fuerza por entonces.
Se trata de autores que publican sus primeras obras entre finales de los años sesenta y principios de los setenta. Uno de los más destacados fue Juan Benet. Cultivan una novela minoritaria y culturalista, hermética y experimental, cuya preocupación es el lenguaje. Se utilizan el monólogo interior, la narración en segunda persona, el uso de una tipografía con efecto expresivo (como ya lo hicieran las vanguardias), se prescinde de los signos de puntuación, tratamientos espacio-temporales diversos (concentración del tiempo, flash-back, tiempo circular, espacios comprimidos…). Dentro de esta tendencia destacó Juan Benet con Volverás a Región (de 1967), Juan Marsé con Últimas tardes con Teresa y Juan Goytisolo con Juan sin tierra.
Tendencias de la Novela de las Últimas Décadas
En la década de los setenta, se observa cierto cansancio de la fiebre experimental y se produce un viraje hacia la concepción más realista de la novela, por lo que se habla de “Realismo renovado”. Una obra clave de esta nueva perspectiva será La verdad sobre el caso Savolta (1975) de Eduardo Mendoza.
Con este cambio de corriente, la narrativa presenta gran variedad de tendencias tanto temáticas como técnicas.
En la actualidad se observa una gran libertad y diversidad de tendencias. No debe olvidarse que la novela es objeto de consumo en el mercado editorial. La nómina de novelistas que publican en esta época es tan amplia que no es posible nombrarlos a todos. A continuación, se presentan diferentes tendencias:
Diferentes Tendencias en la Novela Actual
- Metanovela. El narrador reflexiona sobre los aspectos teóricos de la novela que suele trasladar a la ficción como tema o motivo del relato. Un claro ejemplo es Juegos de la edad tardía, de Luis Landero.
- Novela histórica. Se trata de un tipo de narrativa muy valorado por los lectores, que viene a integrarse dentro de una tendencia europea que recupera a maestros como Robert Graves o Umberto Eco. Se trata de un tipo de novela de gran precisión histórica que obliga al novelista a documentarse sobre el período, acontecimientos y personajes sobre los que pretende novelar.
- Novela de intriga y policíaca. En la década de los 70 se produce una invasión de traducciones de novela negra europea y norteamericana. Los autores españoles adoptarán estos modelos y los adaptarán a la realidad española.
- Novela neorrealista o de la generación X. Este tipo de narrativa estuvo de moda durante los años que van desde la caída del muro de Berlín (1989) hasta el 11 de septiembre de 2001. Su temática se centra en la representación de la conducta de los entonces jóvenes adolescentes: salidas nocturnas en las grandes ciudades, el uso y abuso de drogas, sexo, música rock, etc.
- Novela lírica. Trata una variada gama de problemas personales o existenciales. Suele resaltarse una intimidad desasosegada, asediada por la angustia y la incertidumbre, la búsqueda de la propia identidad y del sentido de la vida.
- Novela culturalista. En los últimos años han aparecido una serie de autores que hacen una novela que se ocupa de analizar y explicar diferentes aspectos de la cultura occidental desde unas posturas bastante eruditas. Es lo que hace Juan Manuel de Prada en La tempestad.
- Novela de pensamiento. Cercana al ensayo, se trata de un tipo de narrativa en la que se difuminan las fronteras entre la novela y el ensayo, pues da cauce a múltiples digresiones sobre las preocupaciones del autor, en un tono cercano, a veces, a lo autobiográfico. Un ejemplo de ello es Cuando fui mortal, de Javier Marías.
- Novela autobiográfica (intimista). Es un tipo de obra en la que el autor elabora un relato de ficción a partir de sus propias experiencias personales.
La Poesía Española desde los Años 60 hasta la Actualidad
Contexto
En los años sesenta se produjo en España un desarrollo económico acompañado de una cierta liberalización social. Se elaboraron los llamados Planes de Desarrollo.
En 1975 muere Franco y se instaura la democracia en España con una nueva Constitución aprobada en 1978.
Poesía en los Años 60
Durante los años cincuenta un grupo de jóvenes poetas -niños durante la Guerra Civil- comienza una nueva andadura que, aunque arranca de la poesía social, poco a poco va distanciándose de ella. Son: Ángel González, Jaime Gil de Biedma, Claudio Rodríguez, José Ángel Valente, Carlos Barral, Caballero Bonald y Francisco Brines, entre otros.
Tal vez porque publican sus primeros libros en los años cincuenta, algunos críticos los llaman también “Generación del medio siglo” o “Poetas españoles de los cincuenta”. Sin embargo, sólo es a mediados de los años sesenta, hacia 1965, cuando ya se percibe claramente que son una alternativa poética distinta a la poesía social. Aunque no puede decirse que formen “grupo”, es indudable que tienen algunos rasgos comunes:
- Estos poetas ya no creen en la eficacia del poema para cambiar el mundo, así que vuelven su mirada a la intimidad del poeta, a su mundo interior.
- Y como ese conocimiento se descubre a través de la escritura del propio poema, y el poema es un hecho lingüístico, el cuidado del lenguaje y una definida voluntad de estilo serán las características que los distingan de la generación anterior de poetas sociales. Se recupera así el interés por los valores estéticos del verso.
- Consideran como maestros a Antonio Machado, con el que comparten la introspección intimista, la preocupación social.
- En la temática de sus poemas percibimos el cambio desde los temas colectivos de la poesía social a los temas personales y particulares: la infancia con la Guerra Civil, el amor, la amistad, la vida cotidiana.
- En casi todos ellos el lenguaje es sencillo, aparentemente corriente.
Características Adicionales de la Poesía de los 60
- El nuevo concepto que defendían estos poetas de que el poema se manifiesta al poeta en el momento de la escritura.
- Los temas fundamentales son el tiempo (el fluir del tiempo, fugacidad de la vida, la caducidad de lo terreno…); como contrapunto, los poetas se refugian en la infancia y la adolescencia, con un tono triste y nostálgico, el amor y el erotismo, la amistad y el propio proceso de creación poética.
- El lenguaje sigue siendo cercano, sencillo aunque muy cuidado. Utilizan el verso libre.
Autores Destacados de los Años 60
- Ángel González (1925-2008). En 1968 reúne su obra en Palabra sobre palabra. En sus versos se presentan personajes y hechos cotidianos, intentando ofrecer testimonio de un “tiempo desolado”. Denuncia las injusticias del mundo y ofrece una visión de la existencia desde un pesimismo resignado.
- Jaime Gil de Biedma (1929-1990). En la polémica entre poesía como comunicación y poesía como conocimiento, adopta una postura intermedia: poesía como experiencia. Su poesía está basada en las experiencias personales (su vida cotidiana y privada) evocadas desde la distancia que impone el paso del tiempo. Sus versos están impregnados de escepticismo.
- José Ángel Valente (1929-2000). La poesía para Valente es un medio para acercarse a lo absoluto, a aspectos de la realidad que sólo a través de la poesía se revelan y de los que el poeta debe dar cuenta (como un ‘medium’ o ‘vidente’). A lo largo de más de cuatro décadas de quehacer poético se advierte en Valente una evolución en busca de la depuración conceptual, de la palabra precisa. A partir de 1966 inicia una segunda época denominada “poesía del silencio” o “poesía minimalista”; se acentúa la preferencia por los versos densos y escuetos, por la expresión concentrada; su poesía es cada vez más metafísica y meditativa (se ha hablado de Valente como poeta místico y metafísico). Hoy podemos leer su obra lírica completa en dos volúmenes: Punto Cero y Material memoria.
Poesía de los Años 70: Los Novísimos
En 1970, José María Castellet reúne en una antología, Nueve novísimos poetas españoles, a los autores que representaban para él las nuevas tendencias de una generación nacida ya en una época de mayor apertura al mundo y más posibilidades de leer a autores extranjeros y de viajar. Como características generales de todos ellos pueden señalarse:
- Culturalismo, es decir, constantes referencias a autores y obras, lo cual convierte la poesía en hermética, pues es necesario conocer esas referencias intertextuales.
- Temática inspirada en la cultura urbana: la televisión, la publicidad, el cine, el deporte, el cómic, el rock…
- Primacía de la forma sobre el fondo. Defienden la libertad formal, resucitan la escritura automática vanguardista, evitan el discurso lógico para que no ahogue la palabra pasando por el Vanguardismo y sus técnicas y los poetas ingleses contemporáneos. Usan también el collage, el flash cinematográfico, etc.
Además, los rasgos comunes de los novísimos son:
- Distanciamiento de la tradición literaria española, con excepción de algunos poetas del 27 como Cernuda o Aleixandre.
- Su formación se basa en la cultura de los medios de comunicación.
- Aunque pueda resultar paradójico, en otros poemas, de sesgo culturalista, describen ambientes refinados y decadentes, y defienden el gusto por lo exquisito.
- Defienden explícitamente -contra algunos poetas sociales- la ineficacia de la poesía para cambiar el mundo. Para los novísimos la poesía es un valor absoluto en sí misma.
- El poeta se centra en el lenguaje, la experimentación lingüística, que termina por ser la única justificación de la creación artística.
- Nuevo vanguardismo, utilización de la escritura automática e incorporación de las técnicas de “collage”, el verso libre amplio, la disposición visual y tipográfica del poema (poemas visuales), la prosa libre… en línea con su voluntario hermetismo.
- Todos estos rasgos explican que esta poesía sea en ocasiones elitista, de tendencia culturalista y con frecuencia hermética.
Pertenecen a esta tendencia: Manuel Vázquez Montalbán, Vicente Molina Foix, José María Álvarez, Félix de Azúa, Pere Gimferrer.
Últimas Tendencias en Poesía
A la muerte de Franco (1975) el grupo poético dominante sigue siendo el de los novísimos, pero sus planteamientos se van atenuando.
La principal característica de todos ellos es el individualismo: no desean ser encuadrados en movimientos ni grupos. Hay también un alejamiento de los novísimos y un acercamiento a los poetas de los años sesenta. Aparecen alusiones constantes a la sociedad posmoderna, y son notables la presencia del lenguaje coloquial y del poema narrativo.
Algunas de las tendencias principales son las siguientes:
- Los poetas ocultos: Tras el progresivo agotamiento de la poética culturalista, van apareciendo una serie de figuras nuevas que entroncan con la tradición clásica –“Los poetas ocultos” los llamó Luis Antonio de Villena– nacidos entre el final de la guerra y mediados de los 50: Juan Luis Panero, Antonio Colinas (que conjuga modernismo y romanticismo).
- Neosurrealistas: continúan la tradición de ciertos maestros del 27 –en especial Aleixandre– y de los poetas novísimos más cercanos al irracionalismo. Se habla de poesía neosurrealista.
- Minimalistas: En esta corriente se imponen los poemas breves, de gran simplicidad expresiva, en los que las pausas cobran gran importancia; siguen el magisterio de la poesía pura de Jorge Guillén o de la más cercana de José Ángel Valente (suelen denominarse minimalistas, por su densidad y concentración expresiva): Jaime Siles, Andrés Sánchez Robayna.
- Poesía del silencio. Una poesía minimalista, que reivindica las vanguardias, compuesta de poemas breves en los que se elimina la anécdota. Se trata también de una poesía reflexiva, filosófica, intelectual.
- Poesía de la experiencia. Esta corriente, encabezada por el poeta granadino Luis García Montero, propugna una poesía realista, que habla de la vida y de la realidad cotidiana de carácter urbano, con una expresión coloquial.