Literatura Española Medieval: Épica, Clerecía y Prosa

La Épica Medieval

Época histórica

Como época histórica, la Edad Media abarca el extenso período de tiempo comprendido entre el siglo V (caída del Imperio Romano en el año 476) y el siglo XV (toma de Constantinopla por los turcos en 1453). La denominación “Edad Media” se la dieron los humanistas del Renacimiento, que la consideraban como una época intermedia.

Época literaria

Y refiriéndonos a la literatura en lengua castellana, la Edad Media abarca desde finales del siglo IX, en que aparecen los primeros textos artísticos (las jarchas), hasta finales del siglo XV.

Tres culturas

Conviven en la Edad Media tres culturas: los cristianos (mayoritarios), los judíos y los árabes (que, viviendo en territorio cristiano, se les llamaba mudéjares).

En la Edad Media predomina el feudalismo, basado en una serie de lazos y dependencias que vinculaban a señores y vasallos. La sociedad medieval estaba dividida en tres estamentos: clero, nobleza y pueblo llano. La pertenencia a un estamento venía determinada por nacimiento.

  • Los clérigos y monjes (Iglesia) se dedicaban a la oración y a la conservación de la cultura utilizando el latín. El uso del latín como lengua culta responde a la visión teocéntrica del mundo medieval. Las obras literarias de este periodo solían ser anónimas. En los siglos XII y XIII surgen las universidades.
  • La nobleza era esencialmente guerrera y vivía en los castillos al servicio de un rey.
  • El estamento social más numeroso lo constituía el pueblo llano (artesanos y campesinos), que no sabían leer ni escribir. En el siglo XIV aparece la burguesía.

La poesía épica

Incluye las composiciones en verso de tipo narrativo características de la época medieval. La poesía épica era difundida por los juglares, artistas que se ganaban la vida recorriendo pueblos y castillos para divertir a la gente. Gran parte de la obra de los juglares se perdió debido a su transmisión oral.

Solo se conservan por escrito y de forma completa: el Cantar de Mio Cid, el Cantar de Roncesvalles y el Cantar de las mocedades de Rodrigo. Los transmisores de los cantares de gesta se llamaban “cantares” porque se componían para ser cantados y “gestas” porque narraban las gestas o hazañas de grandes héroes.

Del mester de juglaría destacan las siguientes características:

  • Autoría anónima
  • Transmisión oral
  • Métrica irregular
  • Protagonista de tipo heroico
  • Finalidad: entretener, informar y mantener vivos los valores de la colectividad.

Cantar de Mio Cid

Es el poema épico más antiguo que ha llegado a nosotros de forma casi completa. Data de 1307 según Per Abbat y solo faltan el comienzo del poema y algunos versos. En total, se conservan 3730 versos. No se conoce con certeza el nombre del autor, aunque se atribuye a dos juglares.

La métrica del poema es irregular y se compone de series o tiradas de versos sin número fijo, divididos en dos hemistiquios irregulares y con una misma rima asonante. El Cantar se divide tradicionalmente en tres partes:

  1. Cantar del destierro
  2. Cantar de las bodas
  3. Cantar de la afrenta de Corpes

Características del Cantar:

  • Recuperación de la honra, tanto pública como personal, por parte del Cid.
  • El perdón del rey y la honra personal se restituyen con las nuevas bodas de sus hijas con la nobleza.

Rasgos característicos del Mio Cid: el realismo.

La poesía narrativa del mester de clerecía

El mester de clerecía (“oficio de clérigos”) se caracteriza por:

  • Lenguaje culto
  • Uso de la cuaderna vía
  • Temas religiosos
  • Intención moralizante y didáctica

Gonzalo de Berceo

Es el primer poeta español de nombre conocido. Fue clérigo en el monasterio de San Millán de la Cogolla (La Rioja). Toda su obra tiene carácter religioso: Vida de Santo Domingo de Silos, Vida de San Millán y otras composiciones dedicadas a la Virgen María. Su obra más importante son los Milagros de Nuestra Señora, 25 poemas que narran otros tantos hechos milagrosos atribuidos a la Virgen. La obra se abre con una introducción en forma de alegoría en la que Berceo aparece como un peregrino que llega a un hermoso prado, símbolo del paraíso.

Juan Ruiz, Arcipreste de Hita

Nació a finales del siglo XIII y continuó la escuela del mester de clerecía en el siglo XIV. Su obra más importante es el Libro de buen amor (1330), que consta de 1728 estrofas de métrica variada, con predominio de la cuaderna vía en alejandrinos; en total, más de 7000 versos.

La obra está constituida por:

  • Un relato en forma autobiográfica
  • Cuentos y fábulas
  • Digresiones didácticas
  • El episodio de don Melón y doña Endrina, un relato alegórico
  • Una serie de composiciones líricas de temas variados

Se ha escrito mucho sobre la intención de la obra. El Libro de buen amor mezcla elementos cultos, que recogen fuentes clásicas, árabes o europeas, con otros populares. Los rasgos característicos son el humor, la ironía y el tono juvenil.

La prosa medieval

Orígenes de la prosa

En la época medieval, los textos cultos se escribían en latín, que era la lengua de la cultura. Los primeros textos en prosa romance datan del siglo X y son las Glosas Silenses y las Glosas Emilianenses, pero se trata únicamente de una serie de palabras y frases sueltas que alguien anotó en documentos redactados en latín. Las primeras manifestaciones de la prosa literaria en castellano no las encontramos hasta el siglo XIII. Por lo tanto, el castellano con fines literarios comenzó a usarse mucho antes en verso (lírica popular, cantares de gesta) que en prosa.

Alfonso X, el Sabio

La prosa en romance castellano aparece en el siglo XIII gracias a la labor de Alfonso X, el Sabio, que impulsó el abandono del latín y el uso del castellano en los documentos oficiales de la cancillería real y en los trabajos de la Escuela de Traductores de Toledo. Entre sus obras destacan dos de carácter histórico: la Crónica general, primera historia de España escrita en castellano, y la General estoria, la más antigua historia universal en lengua romance. Otras obras suyas son: Las siete partidas, Libros del saber de astronomía, Lapidario y Libro de ajedrez.

Don Juan Manuel

La labor empezada con Alfonso X la continuó en el siglo XIV su sobrino, el infante don Juan Manuel, en el terreno de la creación literaria. Combinó la actividad militar y política con la de hombre de letras, siendo el primer autor castellano con conciencia de escritor. Entre las obras de don Juan Manuel destaca el Libro de los enxiemplos del conde Lucanor et de Patronio, más conocido como el Conde Lucanor (1335).

El Conde Lucanor consta de 5 partes, pero la más importante y conocida es la primera, una colección de 51 cuentos o apólogos que Patronio, ayo y consejero del conde Lucanor, le relata a este para aconsejarle. La estructura interna de los cuentos es siempre la misma:

  1. Consulta inicial del conde Lucanor a Patronio sobre un determinado problema.
  2. Patronio, en lugar de darle una respuesta directa, le cuenta un cuento.
  3. Aplicación que hace Patronio de la enseñanza que se desprende del cuento al problema concreto que le ha planteado el conde al principio.
  4. Intervención del propio don Juan Manuel con unos versos en forma de pareado que resumen la enseñanza del cuento en forma de moraleja.

El libro pretende ser un manual para la formación del hombre de la Edad Media, especialmente en el sentido práctico de enseñarle a enfrentarse con las situaciones de la vida.