DIVERSOS SISTEMAS ECONÓMICOS:
Capitalismo:
Siguiendo a Ortiz y García (Iglesias y otros: 2012, 347), podríamos definir el capitalismo como un sistema económico basado en una serie de principios básicos entre los que se incluyen: -la existencia de la propiedad privada, -la libertad de empresa y de elección, -el interés propio y la búsqueda de beneficio personal como principal motivación, -la competencia basada en el sistema de precios o en el libre mercado, -una reducida intervención de los poderes públicos.// De esta manera, en el sistema económico capitalista son los individuos particulares y las empresas privadas los que efectúan la producción y el intercambio de bienes y servicios a través de transacciones en las que participan los precios y los mercados.// El desarrollo del capitalismo se produce en Europa y se va expandiendo en distintas etapas, hasta que se considera como una realidad totalmente implantada en la segunda mitad del Siglo XIX. Desde Inglaterra pasó a otros países europeos y, de esta forma, el sistema capitalista se fue difundiendo por todo el mundo, convirtiéndose así en el sistema económico carácterístico a escala mundial hasta el estallido de la Revolución Rusa y la Primera Guerra Mundial, momento en el que aparece un nuevo sistema socioeconómico, el comunismo, que se presenta como opuesto al capitalismo.
Economías planificadas:
consumismo: Marx y Engels fueron los principales teóricos del socialismo. En sus obras analizaron el capitalismo y pusieron de manifiesto lo que ellos consideraban las contradicciones del mismo, que darían lugar a la aparición de un nuevo sistema social, político y económico caracterizado por: -la abolición de la propiedad privada, -la colectivización de los medios de producción, -una planificación económica centralizada, -y, posteriormente, la instauración de una sociedad comunista en la que desaparecieran las clases y toda desigualdad social.
Economías mixtas:
Se trata de un modelo económico que incorpora elementos tanto de la economía de mercado libre como de la economía planificada. Coexisten tanto la propiedad privada del capitalismo como la propiedad comunitaria o social del socialismo. Las decisiones las toma el mercado y el estado. Existe libertad de acción para productores y consumidores, pero el estado puede intervenir para corregir desajustes del mercado y garantizar derechos sociales.
La actividad económica y los sectores productivos:
Se recoge ocupación del sector primario (extractivo: transforma las materias primas en productos primarios no elaborados), secundario (transformativo: transforma los productos primarios en bienes de consumo o productos utilizables en otros ámbitos del sector secundario) y terciario (de servicios y distribución).
*El trabajo:
Se presta de manera temática la síntesis de las ideas fundamentales que A. Giddens propone como resumen de temas esenciales tratados en el capítulo de su Sociología dedicado al trabajo. Remitimos al capítulo referido para ampliar información sobre el asunto.
Trabajo y ocupación:
El trabajo es la ejecución de tareas que precisan de un esfuerzo físico y mental, y que tienen como objetivo la producción de bienes y servicios que cubran las necesidades humanas. Muchos trabajos importantes, como el doméstico o el voluntario, no están remunerados. Una ocupación es un trabajo que se realiza a cambio de un salario regular. En todas las culturas el trabajo es la base del sistema económico.
Cambios en el sistema ocupacional:
En el pasado siglo se han producido grandes cambios en el sistema ocupacional.
Ha sido especialmente importante el aumento relativo a los trabajos no manuales a costa de los manuales. Ahora hay mucha gente que cree que estamos asistiendo al paso de la economía industrial a la del conocimiento, en la que las ideas, la información y otras formas de conocimiento sustentarán en crecimiento económico.
*Complejidad de la división del trabajo:
Una peculiaridad del sistema económico de las sociedades modernas es el desarrollo de una división del trabajo sumamente compleja y diversificada. La división del trabajo supone que éste se divide en diferentes ocupaciones que precisan una determinada especialización. Uno de los resultados de este proceso es la interdependencia económica: todos dependemos de los demás para mantener nuestro sustento.
Taylorismo y fordismo:
La producción industrial se hizo más eficiente con la introducción del taylorismo u organización científica, para el que los procesos industriales pueden dividirse en tareas simples cuya duración es posible medir (cronometrar) y organizar. El fordismo llevó los principios de la organización científica a una producción a gran escala vinculada a los mercados de masas. El taylorismo y el fordismo pueden considerarse sistemas de baja confianza que aumentan la alienación del trabajador. Un sistema de alta confianza es el que permite que los trabajadores controlen el ritmo, e incluso el contenido, de sus tareas.
*Posfordismo:
En los últimos años, las prácticas fordistas han sido sustituidas por técnicas de funcionamiento más flexible en muchos países industrializados. Se usa el término “posfordismo” para describir el periodo de producción económica actual, en el que se maximizan la flexibilidad y la innovación con el fin de responder a las demandas del mercado, que precisa de productos diversos, hechos a la medida del cliente. La especialización flexible, el trabajo en equipo, el trabajo compartido y la multicualificación son varios enfoques posfordistas que han tenido mucha aceptación.
*Trabajo y género:
La naturaleza del trabajo de la mujer se ha visto muy afectada por la separación entre ámbito laboral y hogar. El ámbito del trabajo remunerado se ha relacionado tradicionalmente con los hombres, aunque en la actualidad hay muchas más mujeres con trabajos así que hace algunas décadas. Sin embargo, las mujeres continúan sufriendo desigualdades en el mercado laboral. La segregación ocupacional en función del género tiene que ver con el hecho de que hombres y mujeres se concentran en diferentes clases de empleos: muchos trabajos “femeninos” ocupan las categorías ocupacionales menos remuneradas. También hay una presencia excesiva de las mujeres en los empleos a tiempo parcial. El desfase salarial de género alude al hecho de que el promedio de las mujeres gana menos a lo largo de su vida que los hombres con cualificación similar.
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Por su parte, la división del trabajo doméstico describe cómo se distribuyen las responsabilidades de éste entre los miembros del hogar. Independientemente del número de mujeres que tiene trabajos remunerados, éstas siguen realizando el grueso de las labores no pagadas que tienen que ver con el mantenimiento del hogar y la crianza de los hijos. Sin embargo, puede que estas pautas estén cambiando; los hombres, especialmente en las parejas jóvenes, participan más en el trabajo doméstico que en épocas pasadas.