La evolución política: si en el plano económico se reorientó y modernizó la economía del país, en el plano político no se originó un proceso paralelo de liberalización y apertura hacia la democracia. La creciente presión social consiguió arrancar en esta etapa algunas tímidas medidas de liberalización, que fueron mas aparentes que reales: la ley de prensa e imprenta de 1966 que eliminaba la censura previa aunque no garantizaba la libertad de expresión, pues se siguieron aplicando multas y suspensiones. La ley de la libertad religiosa de 1967 q reconocía la igualdad de todas las confesiones religiosas, aunque su trascendencia fue mínima eran pocos los españoles q profesaban otra religión distinta de la católica. 

La promulgación en 1967 de la ley orgánica del estado culminó el proceso de institucionalización del régimen. La nueva ley establecía de forma definitiva las funciones y organización de las instituciones estatales y otorgaba al jefe del estado un poder omnímodo e ilimitado. Para garantizar la continuidad del régimen y evitar disputas tras su fallecimiento, en 1969 Franco decidíó nombrar a Juan carlos como su sucesor a título de rey. Con este procedimiento Franco no restablecía a su muerte la monarquía tradicional, sino que instauraba una nueva monarquía continuadora de su propio régimen, ya q obviaba al heredero legítimo al trono y obligaba al sucesor designado por él a jurar fidelidad a las leyes fundamentales. 

Estándar 132: la organización política del estado franquista no surgíó de una sola vez, sino q se fue configurando a lo largo de la vida del régimen en un proceso continuo de adaptación a las circunstancias exteriores e interiores, como rasgos esenciales: aunque se defendía a españa como una monarquía católica, social y representativa, la jefatura de estado no recaía en un monarca, sino en la figura de Franco q la ejercía con carácter vitalicio se atribuía la prerrogativa de nombrar a su sucesor. Franco además de la jefatura del estado ejercía la jefatura suprema del ejército, la del movimiento nacional, la presidencia de gobierno y todos los poderes del estado. El máximo órgano de representación nacional eran las cortes españolas, de carácter corporativo y cuya capacidad legislativa se limitaba a proponer y elaborar leyes, estaban integrados por procuradores de tres tipos, los designados por el jefe del estado, los titulares de ciertos cargos de especial relevancia y los elegidos cada 4 años en representación de los órganos naturales de asociación, se definía el sistema político como democracia orgánica. El segundo órgano era la organización sindical española controlada por el estado a través del movimiento nacional en la que estaban encuadrados de forma obligatoria empresarios, técnicos y obreros, agrupados por ramas de sectores de producción. En ausencia de una constitución democrática, existían las leyes fundamentales, leyes de máximo rango, q se fueron promulgando desde 1938-1967, cada una de ellas establecía por separado algunos de los aspectos q en un régimen democrático suelen formar parte de una constitución: declaración de principios ideológicos, derechos y deberes fundamentales, funciones y funcionamiento de las instituciones del estado, etc. La similitud de todas ellas en conjunto con una constitución era solo aparente, defendían un estado autoritario y personalista, en el q se penalizaba incluso con la cárcel, el ejercicio de los más elementales derechos y libertades, como los de huelga, opinión, expresión y asociación.