La URSS: Auge y Caída de un Gigante (1905-1939)
1. Un Gigante con Pies de Barro
1.1 Progreso Económico y Atraso Social
A comienzos del siglo XX, el Imperio ruso era una de las grandes potencias mundiales, pero al mismo tiempo, un país atrasado en comparación con las naciones modernas. Socialmente, la diferencia entre la pequeña minoría dueña de grandes fortunas y la mayoría campesina y obrera, que vivía en condiciones miserables, era radical. Uno de los grandes problemas era la falta de una clase media (una burguesía fuerte) que hubiese podido modernizar el país y atenuar las desigualdades.
En esa época, la mayoría de las zonas rurales seguían estando muy atrasadas. Casi toda la tierra estaba en manos de unos pocos propietarios: la aristocracia, la monarquía y la Iglesia. Frente al atraso del campo, donde habitaba la mayoría de la población, la industria se desarrolló tardíamente. Aunque el proletariado industrial era poco numeroso, vivía en condiciones parecidas a las que padecieron, cien años antes, los obreros europeos. El hecho de estar concentrados en grandes fábricas favoreció la extensión de las ideas revolucionarias.
1.2 Los Enfrentamientos Políticos
El Imperio ruso seguía siendo una monarquía absoluta. A pesar de las dificultades, fueron surgiendo grupos políticos que reclamaban cambios y el fin del absolutismo. La nueva clase media, agrupada en el Partido Constitucional Demócrata, deseaba implantar una monarquía parlamentaria. En el campo, el descontento y el deseo de acceder a la propiedad de la tierra unieron a la población en torno al Partido Socialista Revolucionario. Entre los obreros industriales se extendieron las ideas revolucionarias del marxismo y se creó el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, dividido en bolcheviques (los más radicales, dirigidos por Lenin) y mencheviques (socialistas moderados).
1.3 La Revolución de 1905
La crisis económica de 1902-1903 propició la aparición de huelgas obreras y numerosas acciones terroristas. El detonante de la revolución fue la guerra de 1904 entre Rusia y Japón. La derrota rusa provocó una enorme conmoción en el país, que facilitó el estallido de la revolución de 1905.
En 1905, una manifestación pacífica que se dirigía al palacio para pedir al zar protección y justicia fue disuelta a tiros, provocando centenares de muertos y heridos (Domingo Sangriento). Este hecho desencadenó la revolución. Al no poder acabar con las protestas, el zar Nicolás II aceptó algunas reformas: la instauración de una asamblea representativa (la Duma) y mejoras laborales y sociales. Pero el zar, enemigo del liberalismo, boicoteó la Duma y anuló las reformas. La oposición pensó que la mejor manera de cambiar la situación del país era eliminar al zar.
2. La Revolución de 1917
2.1 La Revolución de Febrero
En 1914, Rusia entró en la Primera Guerra Mundial junto a Francia y Reino Unido. Su atraso económico y la invalidez del zarismo pusieron de manifiesto que no podía vencer a enemigos tan poderosos como Alemania y Austria-Hungría. Cuanto más avanzaba la guerra, aumentaban los malestares de la población, viniéndose abajo el prestigio del zar y su régimen. Las municiones y los alimentos no llegaban al frente, las máquinas paraban al no tener materias primas o combustible, y los habitantes tenían hambre y frío. Cada vez más se acusaba al zarismo y a Nicolás II de ser los responsables de los desastres. En 1914, solo los bolcheviques se habían opuesto a la entrada de Rusia en la guerra.
En el invierno de 1916-1917, el descontento del ejército y las ciudades se multiplicaba. Bajo temperaturas glaciares, largas colas de mujeres se formaban delante de las tiendas para conseguir alimento o carbón. En febrero de 1917, se produjeron en Petrogrado manifestaciones espontáneas de protesta de mujeres, a las que se unieron obreros en huelga. La policía se mostró impotente para detenerlas. El gobierno mandó al ejército, pero este actuó con indecisión. Ante esta situación, el presidente de la Duma pidió al zar que renunciara, a lo que este respondió clausurando la Duma.
El 27 de febrero, parte de las tropas enviadas contra las manifestaciones se unieron a la protesta. La ciudad entera se había revelado, lo que llevó al día siguiente a la dimisión del gobierno. Ante el vacío de poder, los diputados liberales de la Duma formaron el Comité Provisional de la Duma. Al mismo tiempo, se creó el Sóviet de Obreros y Soldados de Petrogrado, controlado por mencheviques. Surgieron dos poderes: el de la Duma y el del Sóviet de Petrogrado. El 2 de marzo, ambos poderes llegaron al acuerdo de formar un gobierno provisional, del que formó parte el socialista Kerensky. Mientras tanto, Nicolás II abdicó a favor de su hermano, el duque Miguel, pero este no aceptó, convirtiéndose Rusia en una república. El zarismo había muerto.
2.2 Los Gobiernos Provisionales (marzo-octubre 1917)
El primer gobierno provisional se planteó implantar un régimen democrático. Sus primeras decisiones fueron continuar con la guerra y aprobar medidas democratizadoras: una amnistía política, la instauración de las libertades políticas y personales, y la convocatoria de una asamblea constituyente. El gobierno provisional fue aceptado en toda Rusia, pero los grandes problemas quedaron aplazados, como la paz ansiada tras años de muertes y sufrimientos. A pesar de ello, los sucesivos gobiernos provisionales siguieron en la guerra, lo que provocó mucha impopularidad. El ejército empezó a descomponerse. La propaganda de los bolcheviques por la paz se extendía por todo el país. Los mandos militares desobedecían y los engaños crecían día a día. El poder de los sóviets iba en aumento, convirtiéndose en un segundo poder. La situación era cada vez peor. Los gobiernos provisionales se sucedían y las manifestaciones volvieron. Kerensky formó un gobierno con mayoría de mencheviques. Los bolcheviques seguían criticando al gobierno provisional por no querer continuar con la guerra, lo que hizo que su influencia creciera.
2.3 La Revolución de Octubre
La sublevación de Rusia contra el absolutismo acabó a los pocos meses en la primera revolución socialista del mundo. Los bolcheviques, un partido con pocos militantes pero muy activos, aumentaban su prestigio. Un mes después de la expulsión del zar, Lenin regresó a Rusia desde su exilio en Suiza. Tras su llegada, resumió en las Tesis de Abril sus ideas sobre el futuro de Rusia: paz e instauración de un gobierno de los sóviets en sustitución del gobierno provisional. El gobierno provisional acabó persiguiendo a los bolcheviques, acusados de promover la rebelión. Al final del verano, el comandante Kornilov intentó un golpe de estado. Kerensky reunió todas las fuerzas revolucionarias para derrotar la sublevación. La ayuda de los bolcheviques fue decisiva.
La degradación de la situación decidió a Lenin a pasar a la acción revolucionaria. Regresó del exilio y convenció al comité de su partido de dar un golpe de estado para derrotar a Kerensky y tomar el poder. La organización del golpe recayó en Trotsky. En la noche del 24 al 25 de octubre, las tropas y las milicias bolcheviques ocuparon fácilmente los puntos estratégicos de Petrogrado. Los ministros, excepto Kerensky, fueron arrestados. Esa misma noche, Lenin ofreció el poder a los sóviets. Los mencheviques y los del Partido Socialista Revolucionario abandonaron el congreso. Los sóviets eligieron un nuevo gobierno y a Lenin como presidente. Los bolcheviques habían triunfado.
3. El Nacimiento de la URSS
3.1 El Nuevo Régimen: Las Primeras Medidas
Rusia se había convertido en el primer país en el que un partido obrero alcanzaba el poder. En los días siguientes a la constitución del Consejo de Comisarios del Pueblo, este promulgó una serie de decretos con el fin de satisfacer las principales peticiones de las clases populares:
- La orden de terminar la guerra y proponer una paz sin anexiones ni compensaciones.
- La orden sobre la tierra, que expropiaba las grandes propiedades para que pasaran a manos de comités agrarios.
- El control de las fábricas por los obreros y empleados.
- El derecho de los pueblos rusos a disponer libremente de su destino.
El poder soviético y la dictadura del proletariado se convertían en los pilares básicos de la Rusia bolchevique. En 1918, el Congreso de los Sóviets aprobó la primera constitución soviética, en la que declaraba la decisión de construir el socialismo sin clases sociales ni Estado. El primer objetivo del nuevo gobierno fue apartar al país de su participación en la guerra mundial. Lenin defendía la necesidad de alcanzar la paz a cualquier precio. Sin embargo, Trotsky estaba a favor de exportar la revolución a otros países. La paz se firmó en la ciudad de Brest-Litovsk. Rusia perdió territorios.
3.2 La Guerra Civil y el Comunismo de Guerra
Entre 1918 y 1920, el nuevo régimen se enfrentó a una guerra civil. Francia, Reino Unido y Japón querían frenar el contagio revolucionario. Para ello, enviaron pequeños cuerpos expedicionarios y aportaron capitales y armas a los ejércitos antirrevolucionarios (los blancos), enfrentados a los revolucionarios del Ejército Rojo. Este último, dirigido por Trotsky, acabó con los ejércitos blancos a finales de 1919. La fijación del poder soviético se vio refrendada por la creación, en diciembre de 1922, de la URSS. El principal problema que tuvo que afrontar el gobierno comunista fue el del abastecimiento. Los campesinos fueron obligados a entregar parte de sus cosechas, lo que creó un ambiente de violencia en las zonas rurales.
3.3 La Nueva Política Económica
Al acabar la guerra civil, el país estaba agotado y la producción agrícola era mínima respecto a la preguerra. Lenin vio que el país necesitaba una pausa. Entre 1921 y 1927 se estableció la Nueva Política Económica (NEP). La idea de la NEP era reinstaurar brevemente un capitalismo controlado. La economía se liberalizó en parte: se restableció la libertad de comercio interior, los campesinos podían vender sus excedentes, se permitió la existencia de pequeñas empresas privadas y se facilitó la entrada de capital extranjero. La revitalización de la economía fue inmediata. Pero la NEP trajo consigo problemas sociales, ante el resurgimiento de una burguesía enriquecida. El balance de la NEP fue positivo, ya que restableció las bases económicas y mejoró la producción y las condiciones de vida de la población.
4. El Periodo Stalinista (1927-1939)
4.1 La Sucesión de Lenin
Lenin murió en 1924. No aclaró en su testamento cuál era su voluntad en la sucesión. Dos eran los candidatos: Trotsky y Stalin. El primero era presidente del Sóviet de San Petersburgo en 1905, organizador de la revolución de octubre y creador del Ejército Rojo. El segundo, bolchevique, tuvo un papel activo en la revolución de 1905, fue fiel a Lenin en todo momento, formó parte del primer gobierno bolchevique y ocupó la secretaría del partido en 1922. Desde este puesto, situó a personas de su confianza en lugares clave y fue eliminando a sus enemigos. Trotsky insistía en la idea de exportar la revolución por todo el mundo; Stalin defendía la tesis del socialismo en un solo país. Desde la muerte de Lenin, la posición de Trotsky fue decayendo. Perdió cargos, fue detenido, deportado y, finalmente, asesinado por un español, agente de Stalin, en 1939.
4.2 Socialización y Planificación
Entre 1927 y 1939 se cambió el capitalismo controlado de Lenin por la planificación estatal de Stalin. La planificación suponía el control de la producción industrial y la colectivización de la tierra.
I Plan Quinquenal. Sus principales objetivos eran:
- Desaparición del sector privado.
- Autofinanciación (se prohibieron los créditos extranjeros) y formación de mano de obra especializada.
- Desarrollo de la industria pesada y construcción de enormes obras públicas.
Para alcanzar estos objetivos, se movilizó a la población de forma casi militar, con resultados espectaculares.
El campo constituía uno de los principales problemas del gobierno para eliminar la propiedad privada. Una serie de medidas pusieron en marcha el proceso de colectivización. En pocos años, las tierras pasaron a formar parte de cooperativas y de granjas del Estado. La colectivización acabó con centenares de miles de campesinos, que murieron o fueron deportados inhumanamente.
II Plan Quinquenal. Su balance fue igualmente espectacular. Las condiciones de vida mejoraron considerablemente.
III Plan Quinquenal. Tuvo que ser modificado para atender las necesidades de la guerra.
4.3 La Dictadura de Stalin
Stalin instauró un régimen dictatorial mediante el empleo de métodos brutales y la eliminación de toda oposición. La URSS parecía en calma después de mucho tiempo de luchas y sacrificios. El régimen parecía contar con el apoyo de la mayoría de la población. Pero una profunda crisis se produjo en el seno del partido. A partir de 1933 se llevaron a cabo depuraciones internas motivadas por la enfermiza obsesión del dictador, que creía ver continuas conspiraciones contra él. Cualquier crítica era convertida en complot que había que erradicar. Tres grandes oleadas resumen el periodo estalinista. Las dos primeras depuraron el partido, expulsando a importantes integrantes. La tercera, en los Procesos de Moscú, importantes dirigentes fueron juzgados y ejecutados, acusados de crímenes absurdos. Como consecuencia, surgió un nuevo Partido Comunista, sometido a la voluntad de Stalin. El país se había industrializado y las ciudades crecieron considerablemente. La URSS se convirtió en una potencia económica mundial. Las represiones masivas no hicieron mella en el grueso de la población, que valoraba el retorno al orden, el sentimiento patriótico, la paz después de años crueles de guerras, el desarrollo cultural y una discreta mejora de las condiciones de vida.
4.4 El Papel de la URSS en el Mundo
La creación del primer régimen revolucionario fue recibida con gran expectación en todo el mundo. Las sociedades liberales y capitalistas se sintieron amenazadas. En el lado opuesto, la revolución provocó el entusiasmo de una parte de las clases trabajadoras, que veían en la toma del poder en Rusia el comienzo del fin del capitalismo. A partir de 1920, la URSS consiguió romper el cerco internacional y entablar relaciones con la mayor parte de los países e instituciones internacionales. Fue considerada por las potencias fascistas como el mayor enemigo político e ideológico.
4.5 La III Internacional
Se creó en Moscú, en marzo de 1919, conocida también como Internacional Comunista. Agrupaba a los partidos comunistas. En la práctica, la III Internacional tuvo como objetivo la expansión del modelo de la URSS por todo el mundo. La III Internacional trajo consigo una nueva división del movimiento obrero: comunistas y socialistas. La amenaza del fascismo permitió aplazar sus diferencias y favorecer la formación de una oposición unida: los frentes populares. La III Internacional fue voluntariamente disuelta por Stalin en 1943 como muestra de buena voluntad ante sus aliados frente al nazismo en plena Segunda Guerra Mundial.