1. Fuerzas Políticas en la Transición
Tras la muerte de Franco, se inicia un complejo proceso de transición hacia la democracia en España. Diversas fuerzas políticas jugaron un papel crucial en este periodo:
Franquistas (Bunker):
Este sector inmovilista pretendía la continuidad del régimen franquista, con la defensa del catolicismo, la unidad de la nación y la lucha contra el comunismo. Recibían apoyo del ejército, la Guardia Civil y la Iglesia.
Reformistas-Aperturistas:
Integrados por políticos del franquismo, este grupo buscaba incorporar cambios al régimen y liberalizar el sistema. Destacan figuras como Adolfo Suárez, Manuel Fraga, José María de Areilza y Leopoldo Calvo Sotelo.
La Oposición:
Este sector buscaba la instauración de un sistema democrático. Se caracteriza por:
Debilidad de la derecha liberal.
Auge de los nacionalismos periféricos, con la creación de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) en Cataluña y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) en el País Vasco.
Fortalecimiento de la izquierda, con el Partido Comunista de España (PCE) liderado por Santiago Carrillo, la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con Felipe González y Alfonso Guerra.
2. El Gobierno de Arias Navarro
El gobierno de Arias Navarro, iniciado tras la muerte de Franco, incluía elementos de la línea dura, aunque también contaba con figuras reformistas como Manuel Fraga, José María de Areilza y Antonio Garrigues.
Su primera medida fue nombrar a Torcuato Fernández-Miranda como presidente de las Cortes. La oposición democrática exigía una amnistía política, la legalización de todos los partidos políticos y elecciones libres. Ante la incapacidad de Arias Navarro para la negociación, el Rey Juan Carlos I forzó su dimisión en julio de 1976.
3. El Gobierno de Suárez y la Reforma Política
Adolfo Suárez formó un gobierno con miembros de los sectores más progresistas del régimen e inició el proceso de transición. Mantuvo contactos con el PSOE y el PCE para lograr una transición pacífica.
En septiembre de 1976, Suárez presentó su proyecto de Ley para la Reforma Política ante un grupo de militares de alta graduación, obteniendo su apoyo gracias al respaldo del ejército al Rey. Este proyecto fue aprobado en las Cortes con escasa oposición.
Durante este periodo, la tensión aumentó por la actuación de grupos violentos como el GRAPO, que inició una campaña de atentados y secuestros. El 24 de enero de 1977, terroristas de ultraderecha asesinaron a cinco abogados laboralistas comunistas en Atocha. La respuesta pacífica y disciplinada del PCE impresionó a la sociedad española, que comenzó a perder el miedo a la legalización del partido.
En febrero de 1977 se inició el proceso de legalización de partidos políticos. Suárez se reunió con Santiago Carrillo, quien aceptó la monarquía a cambio de la legalización del PCE, la cual se produjo el 9 de abril. El 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas desde la Segunda República. La Unión de Centro Democrático (UCD), el partido de Suárez, resultó vencedora, seguida por el PSOE y, en menor medida, el PCE, Alianza Popular (AP) y el PNV.
4. El Gobierno de la UCD y el Periodo Constituyente (1977-1979)
El gobierno de la UCD se centró en la elaboración de una nueva Constitución y en la lucha contra el terrorismo de ETA.
Pactos de la Moncloa:
En octubre de 1977, en un contexto de crisis económica, paro e inflación, las fuerzas políticas firmaron los Pactos de la Moncloa, un conjunto de medidas consensuadas con los sindicatos y la patronal.
Proceso Preautonómico:
Se establecieron organismos preautonómicos para Cataluña, País Vasco, Galicia, Asturias, Castilla y León, etc. Tras las demandas de las autonomías catalana, vasca y gallega, la UCD impulsó la generalización de la autonomía regional “café para todo”).
Proceso Constitucional:
Las Cortes de 1977 fueron Cortes Constituyentes. Se creó una Comisión Constitucional (los”padres de la Constitució”) formada por representantes del PSOE, UCD, PCE, AP y PNV. Se logró un amplio consenso y la Constitución fue aprobada en referéndum el 6 de diciembre de 1978 con un 88% de votos a favor.
5. La Constitución de 1978
La Constitución de 1978 establece un Estado social y democrático de Derecho, con la soberanía nacional residiendo en el pueblo español. Se instaura una monarquía parlamentaria, donde el Rey es el jefe del Estado con un poder simbólico y representativo. Se garantiza la unidad nacional con el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones.
El Título I trata sobre los derechos y deberes fundamentales de los españoles. El Título II trata sobre la Corona. Se establece la separación de poderes:
El poder ejecutivo reside en el presidente del Gobierno.
El poder legislativo reside en las Cortes Generales, un parlamento bicameral compuesto por el Congreso de los Diputados y el Senado.
El poder judicial reside en los jueces y tribunales. El máximo órgano judicial es el Tribunal Supremo y, en materia constitucional, el Tribunal Constitucional.
La Constitución también garantiza la libertad de expresión, la igualdad ante la ley, el derecho a la vida y el deber del Estado de proteger el medio ambiente.
Una de las características más novedosas es la descentralización del Estado. España se organiza territorialmente en municipios, provincias y comunidades autónomas. Se aprobaron los Estatutos de Autonomía del País Vasco, Cataluña y Galicia. Las demás regiones españolas accedieron a la autonomía por la vía lenta (artículo 143).
6. Crisis de Suárez y Fin de la UCD
A principios de 1981 estalló una grave crisis política dentro de la UCD, cuestionándose el liderazgo de Suárez. Suárez presentó su dimisión. Aprovechando esta situación, el 23 de febrero de 1981, mientras el Congreso de los Diputados votaba la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo, se produjo un intento de golpe de Estado liderado por el teniente coronel Antonio Tejero. El golpe fracasó gracias a la firmeza del Rey Juan Carlos I en defensa de la democracia.