La Segunda Revolución Industrial
Transformaciones Demográficas y Energéticas
La mejora de la dieta y los progresos médicos y sanitarios hicieron posible una nueva fase de crecimiento de la población europea. Con descubrimientos en medicina, descendió la mortalidad, aumentó la esperanza de vida y se mantenía elevada la natalidad. Este crecimiento provocó desplazamientos de población. La emigración a ultramar se dirigía a EE.UU., Canadá y Australia.
Aparecieron dos nuevas fuentes de energía: petróleo y electricidad. El uso de la electricidad cambió la ubicación de las empresas y su organización interna, y tuvo varias aplicaciones como la comunicación, el transporte, la iluminación y el ocio. La explotación de petróleo comenzó en 1859 en EE.UU.
Revolución en el Transporte
Las nuevas fuentes de energía impulsaron una nueva revolución en el transporte. Se crearon las redes ferroviarias y, gracias a la electricidad, se innovaron con tranvías y ferrocarriles metropolitanos. La navegación acortó la duración de los viajes. Por la apertura de nuevos canales se acortaron distancias. Gracias a la innovación del pedal y el neumático se creó la bicicleta. Lo que revolucionó el transporte fue el automóvil.
Innovación Tecnológica e Industrial
El empuje industrial estuvo directamente ligado a la innovación tecnológica. El avance tecnológico se investigó en laboratorios, y se descubrieron nuevos productos. La industria siderúrgica y metalúrgica se expandió. Las grandes empresas eran capaces de hacer frente a la guerra de precios, a la competencia y la renovación. Por la fusión de pequeñas empresas fueron apareciendo gigantes empresariales. Adquirieron dos formas: concentración horizontal y vertical. Se crearon cárteles, trusts, holdings y monopolios.
El Taylorismo y la Producción en Masa
El taylorismo fue un método de organización industrial cuyo fin era aumentar la productividad a base de eliminar los movimientos inútiles del obrero y optimizar el tiempo, y reducir costes. Así se creó la cadena de montaje. Henry Ford adoptó la cadena de montaje. En 1870 la producción industrial británica representaba un tercio del total mundial. En Europa el principal competidor fue Alemania. El aumento de la competencia hizo necesario generar más consumidores, y aparecieron las grandes superficies comerciales. El aumento de los salarios obreros y la difusión de nuevos sistemas de venta abrieron el camino a la era del consumo de masas.
Las Causas del Imperialismo
Crisis Económica y Necesidad de Expansión
El avance de la Segunda Revolución Industrial significó la fragmentación del mundo en dos polos: los países industrializados y los no industrializados. Entre 1873 y 1890 se desarrolló en la Europa industrializada una crisis económica, que tuvo su origen en una crisis agrícola. En los años setenta la llegada de trigo de ultramar redujo el precio, y generó una crisis de sobreproducción en todos los sectores. El mundo industrial salió de la crisis renovando sus estructuras productivas, mediante la innovación técnica y la remodelación empresarial.
Las explicaciones económicas vinculan la expansión del imperialismo contemporáneo a las necesidades de la industria de los países desarrollados. Sus objetivos: establecer mercados donde exportar su producción industrial, conseguir materias primas y energéticas y utilizar mano de obra no cualificada y con salarios bajos. La expansión del capitalismo necesitaba buscar nuevos territorios donde invertir capital, el capitalismo financiero se encontraba con limitadas expectativas de beneficios. Los capitalistas buscaron otros lugares donde sus inversiones fueran más rentables. Las inversiones exteriores de las economías desarrolladas se orientaron hacia otros países industrializados. Las investigaciones no otorgan una especial preeminencia de la expansión imperialista a la causa económica. Se pone en duda la rentabilidad económica del Imperio británico, se ha comprobado que los costes para mantener la administración y el ejército colonial no justificaban los beneficios obtenidos.
Factores Políticos, Demográficos y Culturales
La expansión de las potencias industriales estuvo también provocada por querer aumentar su poder político a escala internacional. Los dirigentes políticos europeos consideraron las colonias como un factor estratégico para incrementar su poder militar. La explosión blanca, un enorme crecimiento cultural, generó un flujo migratorio y contar con territorios coloniales donde establecer a esa población. Se extendió el interés científico por explorar zonas del mundo desconocidas. Se constituyeron sociedades científicas que organizaron expediciones geográficas y antropológicas para adentrarse en África y Asia.
La Superioridad Racial y la Misión Civilizadora
Las causas del imperialismo fueron dadas por las concepciones de la superioridad de la raza blanca. Esta concepción vino acompañada de la exaltación nacionalista. El colonialismo se disfrazó de un paternalismo que sostenía que la responsabilidad del hombre blanco era civilizar a los pueblos inferiores y después evangelizarlos.
El Reparto del Mundo
África
El imperialismo es la culminación del colonialismo iniciado en el siglo XVI. Los viejos imperios estaban ubicados en el continente americano, pero en la nueva etapa la ocupación se realizaba en África, Asia y el Pacífico. Las nuevas colonias eran territorios de ocupación donde se ejercía el control político y económico, el ritmo de ocupación fue muy rápido. El imperialismo presentó un carácter belicoso con guerras y expansión colonial.
En África se llevó a cabo un nuevo tipo de ocupación colonial. A principios del siglo XIX los europeos sólo disponían de enclaves en la costa africana, y en la segunda mitad del siglo, exploradores se internaron en el continente. Las expediciones aumentaron y las potencias europeas se lanzaron a conquistarlo. El proyecto británico trató de conectar el norte con el sur de África mediante el ferrocarril, para dominar la fachada oriental y el océano Índico. Gran Bretaña obtuvo los mejores territorios. El proyecto francés pretendía ejercer el dominio de una franja que se extendía de este a oeste. Desde sus posesiones en Argelia, controló el norte de África y se extendió hacia Sudán. La rivalidad entre Francia y Gran Bretaña se extendió al rey Leopoldo II de Bélgica que encargó la exploración de la zona del Congo. Los alemanes se instalaron en África central y se convirtieron en áreas de conflicto. El canciller Bismarck convocó una conferencia Internacional en Berlín, y se elaboró un acta, que decía que garantizaba la libre navegación por los ríos Níger y Congo y establecía los principios para ocupar territorios africanos por parte de la metrópoli. A los imperios francés e inglés se añadieron los intereses alemanes y los portugueses se consolidaron en Angola, Mozambique y Guinea. Y España e Italia intentaron conseguir pequeños territorios. El primer conflicto fue la guerra de los bóers (Boer).
Asia
En el siglo XIX se produjo la penetración europea en Asia y otras nuevas potencias. La colonización británica se concentró en la zona de la India, porque poseían los puertos de Madrás, Calcuta y Bombay, y estableció un virrey. La reina Victoria fue proclamada emperatriz de la India. La expansión francesa tuvo su centro en Indochina, que dio origen a conflictos en Asia suroriental. Fue anexionándose toda la región del Mekong y estableció un protectorado sobre Camboya, y después de una guerra con China lo hizo también en Annam y Tonkín. Con estos territorios Francia creó la Unión Indochina.
Rusia
Continuó su expansión hacia Siberia y hacia el sur. En esta zona llegó hacia los límites del imperio británico, con el que mantuvo un importante litigo por el control de Persia, Afganistán y el Tíbet. Se produjo la guerra ruso-japonesa. China no fue ocupada por ningún país aunque algunos europeos consiguieron enclaves comerciales. Los ingleses equilibraban las compras de té y seda con la venta de opio, pero el gobierno chino prohibió la entrada y surgió las guerras del opio. Gracias a esta guerra el gobierno británico consiguió la apertura de doce puertos. Francia se situó al sudoeste, Gran Bretaña en el sur. Rusia y Japón en el nordeste y Alemania y Gran Bretaña en la península de Shandong. Entonces Gran Bretaña explotó las minas, ferrocarriles y el control del comercio, y originó reacciones nacionalistas. Los europeos controlaron Oceanía. Los holandeses habían establecido una colonia en Indonesia.