La Segunda República Española: Un periodo de reformas y conflictos (1931-1939)

La Segunda República Española (1931-1939)

Proclamación y primeros pasos

Dos días después de las elecciones convocadas por Aznar, se proclamó la II República en medio de una coyuntura económica desfavorable derivada del Crac del 29, una sociedad dividida y enfrentada, y una fragmentación política. En la noche del mismo día, asumió el poder un gobierno provisional diseñado en el Pacto de San Sebastián, presidido por Alcalá Zamora y formado por todos los partidos políticos excepto monárquicos, nacionalistas vascos, comunistas y la CEDA. El objetivo del nuevo gobierno era llevar a cabo reformas relacionadas con la cuestión social, militar y, sobre todo, convocar elecciones a Cortes Constituyentes que dieron la victoria a la conjunción republicano-socialista. Los resultados aparecen en el gráfico del (Doc. 1).

La Constitución de 1931

Las nuevas Cortes crearon una comisión encargada de elaborar una Constitución. Los temas más conflictivos fueron la definición de república, el voto femenino, la organización territorial del Estado y la cuestión religiosa. A esta Constitución hace alusión el (Doc. 2) y en ella se define a España como una república de trabajadores y como un Estado integral. Fue elegido presidente Alcalá Zamora y jefe de gobierno Azaña.

El bienio reformista (1931-1933)

Este primer período republicano se denominó reformista por las importantes reformas con el objetivo de democratizar la vida española, modernizar sus estructuras y mejorar el nivel de vida de las clases menos favorecidas. Entre las reformas destacan:

  • Reforma religiosa: secularizar la vida española.
  • Reforma del ejército: crear un ejército profesional.
  • Reforma agraria: modernizar la agricultura y repartir las tierras entre los campesinos.
  • Reforma del Estado centralista: configurar un Estado que permitiera a las regiones con sentimientos nacionalistas tener una organización propia y acceder a la autonomía.
  • Reforma educativa: reducir el analfabetismo y promover la enseñanza laica y gratuita.

Oposición al reformismo

Desde sectores anarquistas surgió una oposición al reformismo que lo acusaba de conservador y que se tradujo en grandes conflictos sociales. La principal oposición procedía de los grupos sociales más acomodados, apoyados por la Iglesia y un sector del ejército, que trató mediante un golpe de Estado (Sanjurjo) volver a la república de derechas.

El bienio conservador (1933-1936)

Con el fin de paralizar las reformas y reformar la Constitución, estos sectores sociales se unieron en una coalición electoral de derechas (Candidatura Antimarxista) cuyo programa, publicado en el periódico derechista ABC, aparece en el (Doc. 3). El triunfo de la derecha (CEDA y Partido Radical) y la derrota de los republicanos de izquierda y socialistas en las elecciones, como se observa en el (Doc. 1), abrió paso al bienio conservador.

Las medidas adoptadas por el radical Lerroux fueron claramente antirreformistas. La reforma agraria fue desmantelada, el sistema de autonomías paralizado, los créditos para construir escuelas disminuyeron, la Ley de Congregaciones Religiosas no fue aplicada y los colegios católicos siguieron funcionando e incluso se aprobó un presupuesto para el culto y el clero. Se permitió salir de la cárcel a los implicados en el golpe de Estado de Sanjurjo. La única ley no modificada fue la Ley Azaña.

Radicalización y Revolución de Octubre

En respuesta a esto, anarquistas y socialistas radicalizaron sus posiciones y la tensión aumentó. La entrada de la CEDA en el gobierno provocó el inicio de la Revolución de Octubre que solo tuvo éxito en Asturias. Ante esta situación, Alcalá Zamora disolvió las Cortes y convocó elecciones. Los partidos de izquierda se agruparon en el Frente Popular y acordaron un programa común al que hace alusión el (Doc. 4).

El Frente Popular y el camino hacia la Guerra Civil (1936-1939)

Tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero, como se recoge en el (Doc. 1), se formó un gobierno integrado exclusivamente por republicanos de izquierda. Azaña fue nombrado presidente de la República y Casares Quiroga jefe de gobierno.

El gobierno del Frente Popular puso en marcha el programa pactado (mirar Doc. 4) y modificó la cúpula del ejército trasladando a los generales más conservadores y proclives al golpismo.

Radicalización y Golpe de Estado

La vida política y social se fue radicalizando y, al mismo tiempo, los sectores conservadores boicotearon todas las medidas del gobierno, y con especial virulencia la Falange que puso en práctica la dialéctica de los puños y las pistolas.

Con el objetivo de frenar la política reformista, los sectores opuestos a la República promovieron un golpe de Estado denunciado en las Cortes por el secretario del PCE, José Díaz. En su discurso, recogido en el (Doc. 5), … Dos días después de dicho discurso, las tropas del Protectorado de Marruecos se sublevaron contra el gobierno de la República y al día siguiente se inició la sublevación en la península. Su fracaso propició la división de España en dos zonas y el inicio de la Guerra Civil que, tras tres años de enfrentamientos, puso fin al legítimo gobierno de la República.