La Segunda República Española: Orígenes, Reformas y Desafíos

La Segunda República Española

En el siglo XX se producen en España algunos de los acontecimientos más importantes de la historia del país: la proclamación de la II República, la Guerra Civil (1936-1939), la Dictadura de Franco y la Transición a la democracia (1939-1975). Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 dieron como resultado la proclamación de la II República. Alfonso XIII abdicó y la República quedó proclamada el 14 de abril de 1931. El comité revolucionario se convirtió en el gobierno provisional de la República, presidido por Niceto Alcalá Zamora, y Manuel Azaña fue el Presidente del Consejo. El objetivo principal del gobierno provisional era la convocatoria de Cortes Constituyentes, pero su actuación política en los primeros meses se dirigió a abordar una serie de reformas inmediatas y a elaborar una Constitución.

Etapas de la República

La República se divide en 3 etapas:
  • Bienio Reformista (1931-1933)
  • Bienio Rectificador (1933-1935)
  • Frente Popular (1936)

Bienio Reformista (1931-1933)

Durante el Bienio Reformista, las Cortes Constituyentes elaboraron la Constitución de 1931, primera Constitución Republicana, la cual definía a España como una República democrática de trabajadores. Contenía una declaración de derechos y libertades, reconoció el derecho de voto de las mujeres, el matrimonio civil y el divorcio.


Durante el Bienio Reformista, el gobierno presidido por Azaña realiza importantes reformas: la reforma religiosa, militar, agraria, sociales, de educación y del Estado.

Reforma Agraria

La Ley de Reforma Agraria de 1932 fue el proyecto de mayor envergadura. Su objetivo era crear una clase media rural propietaria de sus explotaciones. Esta ley permitía la expropiación sin indemnización de las tierras de una parte de la nobleza, mientras que las cultivadas deficientemente o las que pudiendo ser regadas no lo eran, se podían expropiar indemnizando a sus propietarios. La aplicación de la ley se encomendó al Instituto de la Reforma Agraria (IRA), que contaba con un presupuesto anual para indemnizar a los propietarios expropiados y facilitar el asentamiento de familias campesinas. Sin embargo, las complejidades legales y burocráticas, y las limitaciones presupuestarias convirtieron la reforma en una decepción para el campesinado. La ley contó con la oposición de los grandes propietarios agrícolas, manifestando así su rotunda oposición a la República.

Reforma Religiosa

Uno de los grandes objetivos de la República fue limitar la influencia de la Iglesia y secularizar la sociedad española. La Constitución estipuló la no confesionalidad del Estado, la libertad de cultos y la supresión del presupuesto del culto y el clero. También se permitieron el divorcio y el matrimonio civil, se retiraron los crucifijos de las escuelas y se secularizaron


los cementerios. Además, se prohibió la dedicación a la enseñanza a las órdenes religiosas. La Ley de Congregaciones religiosas (1933) limita la posesión de bienes a las órdenes religiosas. La Compañía de Jesús fue disuelta y sus bienes nacionalizados.

Reforma Militar

La República se propuso reformar las instituciones militares y policiales, desburocratizando una institución vieja y obsoleta que contaba con un excesivo número de oficiales para las necesidades defensivas del país.
Con esta finalidad se promulgó la Ley de Retiro de la oficialidad (1931), que ofrecía a los oficiales en activo la posibilidad de retirarse voluntariamente y en óptimas condiciones. Además, se suprimieron las capitanías y se cerró la Academia Militar de Zaragoza dirigida por Franco, donde se formaban los militares contrarios a la República. Desaparecieron los Tribunales de Honor y el Consejo Supremo de Justicia Militar. Esta reforma fue recibida por algunos sectores como una agresión a la tradición militar y el poder del ejército. Algunos militares se sublevaron contra la República con el General Sanjurjo a la cabeza, aunque fracasaron. En materia policial se creó la Guardia de Asalto, una fuerza de orden público fiel a la República.

Reforma Territorial

Los gobernantes de la República emprendieron una reforma territorial que permitiría a las regiones con sentimientos nacionalistas tener una organización


propia y acceder a la autonomía. Destacan los casos de Cataluña, que consiguió su estatuto, País Vasco y Galicia, que no llegó a tenerlo por el estallido de la Guerra Civil.

Reforma de la Enseñanza y la Cultura

A la reforma de la enseñanza se dedicaron muchos recursos. Se emprendió un plan de construcción de miles de escuelas, con ello se trataba de consolidar una enseñanza pública, obligatoria y gratuita, optando por una educación laica e introduciendo la coeducación. Se multiplica la dotación de nuevas plazas de maestros. Además, se impulsaron las Misiones Pedagógicas y se crearon bibliotecas ambulantes. También se abren Casas de cultura y se apoyan iniciativas como el Teatro Universitario La Barraca dirigido por Federico García Lorca. Desde el punto de vista social hay que destacar la implantación de los Seguros Sociales y la reducción de la jornada de trabajo. A finales de esta etapa se produjo el intento de golpe de Estado del General Sanjurjo que fracasó.

Bienio Rectificador (1933-1935)

La segunda etapa de la República es el Bienio rectificador (1933-1935). En el año 1933 se celebran elecciones, las primeras en las que pudieron votar las mujeres en España, y dieron como resultado el triunfo de la CEDA y el Partido Republicano Radical, con lo que la República tomaba un giro conservador. Se paralizan todas las reformas llevadas a cabo en el período anterior y se excarcela a los militares sublevados en 1932. En octubre de 1934 se produce un movimiento revolucionario en Madrid, País Vasco y Asturias, mientras que la Generalitat de Cataluña proclama el Estado catalán.


Se inicia la polarización política. Por último, en 1936 se inicia la tercera y última etapa de la República. Se vuelven a celebrar elecciones y gana el Frente Popular, que es una alianza de izquierdas. Se concede la amnistía para los condenados por los sucesos de 1934 y se vuelven a implantar las reformas del Bienio Reformista. Manuel Azaña se convertirá en el nuevo presidente de la República. Así se produce un clima de conspiraciones antirrepublicanas y un aumento de la tensión política, que prepara el camino para el Golpe de Estado del 18 de julio de 1936 que dará paso al comienzo de la Guerra Civil.