La Proclamación de la Segunda República. La Constitución de 1931. El Bienio Reformista (1931-1933)
La Dictadura de Primo de Rivera y el Advenimiento de la República
Primo de Rivera dimite en enero de 1930. Alfonso XIII encarga formar Gobierno al general Berenguer con el fin de volver al sistema anterior. Pero la complicidad del Rey con la dictadura ha posibilitado el crecimiento del sentimiento republicano. Las principales fuerzas políticas suscriben el Pacto de San Sebastián para promover el establecimiento de una república, lo que ocurre tras las elecciones municipales del 12 de abril de 1931. La victoria de los partidos republicanos en las principales ciudades, donde el sistema electoral está libre de la influencia caciquil, lleva a la proclamación de la República el día 14. Alfonso XIII marcha voluntariamente al exilio.
Las Cortes Constituyentes y la Constitución de 1931
Tras la gestión de un Gobierno provisional, en junio de 1931 se celebran elecciones a Cortes constituyentes. Las elecciones dan un notable triunfo a las candidaturas de centro-izquierda debido a:
- La desunión de la derecha, que apenas tiene tiempo para reorganizarse políticamente.
- La unidad de la conjunción republicano-socialista.
- La abstención pedida por la CNT.
La Constitución es aprobada en diciembre de 1931 por una aplastante mayoría al no darse votos en contra, pues la derecha se ausenta a la hora de la votación, principalmente por la cuestión religiosa.
Características de la Constitución de 1931
Las principales características de esta Constitución son:
- Aparición de la figura del presidente de la República.
- Soberanía nacional.
- Sufragio universal (la mujer alcanza, por primera vez en España, el derecho de voto).
- División de poderes.
- Incremento de derechos y libertades: a la educación, la protección social, la libertad religiosa, de expresión, reunión, asociación, libre residencia, circulación, elección de profesión, inviolabilidad de domicilio, de correspondencia, propiedad privada (aunque podía expropiarse por el bien común), etc.
- Se garantiza la autonomía de las regiones en el marco de un Estado integral a través de estatutos de autonomía.
- Se proclama la separación entre la Iglesia y el Estado, es una República laica.
El Bienio Reformista (1931-1933)
El primer presidente de la República será Alcalá Zamora. El primer presidente del gobierno, Manuel Azaña. Podemos analizar su labor en diversos ámbitos:
La Política Agraria
En un marco de fuerte conflictividad por las reivindicaciones de tierra de los campesinos y las resistencias de los propietarios se pone en marcha una reforma agraria que tiene como uno de sus fines el reparto de tierra entre los campesinos a través de la expropiación (e indemnización) a los propietarios. El elevado coste de esta tarea hace que la reforma transcurra muy lentamente, frustrando las esperanzas de los campesinos.
La Cuestión Religiosa
La República trata de aminorar la influencia de la Iglesia Católica en la sociedad a través de:
- Las medidas contra la Compañía de Jesús.
- La prohibición a las congregaciones religiosas de ejercer la actividad docente.
- Otras leyes como la de matrimonios civiles, del divorcio o de secularización de los cementerios.
Estas medidas provocan la oposición de una parte de la población española.
Las Autonomías
Se aprueba el estatuto de autonomía de Cataluña en 1932.
Educación y Cultura
Se realizará un importantísimo esfuerzo por mejorar y ampliar la educación, tanto en calidad como en cantidad, construyendo un gran número de escuelas públicas. Su esfuerzo se verá atenuado por el efecto de la supresión de la enseñanza religiosa.
La Política Laboral
Se producen importantes avances en la legislación laboral. Destaca la ley que regula los convenios colectivos, el derecho a la huelga y a las jornadas de vacaciones. Se establece la ley de jurados mixtos basada en los comités paritarios de Primo de Rivera. Además, se amplían las prestaciones a los pensionistas, el seguro médico a las mujeres en período de maternidad y las indemnizaciones por accidentes de trabajo. Esta política cuenta con la oposición de la patronal y la CNT.
La Cuestión Militar
Había muchos problemas: demasiados oficiales, escasa formación, material obsoleto, predominio de los monárquicos y tendencia a intervenir en política. Azaña decide una depuración pacífica: se exige a los mandos militares prestar juramento de fidelidad a la República, o retirarse con el sueldo íntegro.
Algunas de estas medidas alarman a una parte importante de los conservadores españoles que en 1932 llevan a cabo un fracasado pronunciamiento militar a cuyo frente se sitúa el general Sanjurjo.
En 1933 la dura represión de unos sublevados anarquistas en Casas Viejas (Cádiz) provoca una crisis parlamentaria que lleva a la dimisión de Azaña y a la convocatoria de nuevas elecciones en noviembre de 1933.