La Segunda República Española: de la Esperanza al Conflicto

EL GOBIERNO PROVISIONAL

El poder fue asumido por un gobierno provisional presidido por Alcalá Zamora y formado por todas las fuerzas progresistas del país que habían suscrito el Pacto de San Sebastián:

  • Republicanos de derecha
  • Republicanos de izquierda
  • Regionalistas
  • Socialistas

El Gobierno Provisional tuvo que hacer frente a diversos problemas como la creciente tensión social o la oposición de los terratenientes, los patronos y buena parte de los militares ante los decretos reformistas del Gobierno.

El conflicto más grave fue la denominada “quema de conventos”.

Las Cortes aprobaron en diciembre la Constitución de 1931, de clara tendencia democrática.

Dicha constitución se caracterizaba por su extensa declaración de derechos individuales, políticos, familiares, culturales y económicos.

Recogía también el principio de división de poderes: poder legislativo, poder ejecutivo, poder judicial.

EL BIENIO REFORMISTA (1931 – 1933)

Alcalá Zamora fue elegido Presidente de la República.

El nuevo gobierno, con un programa claramente izquierdista, profundizó en el programa reformista iniciado durante el periodo provisional:

Reforma del Ejército

La reforma del ejército tenía un doble objetivo: asegurarse la obediencia del Ejército al poder civil y modernizar su estructura y organización. Para ello se promulgó la Ley de Retiro de la Oficialidad.

Reforma Educativa

La reforma educativa tenía el objetivo de acabar con la hegemonía de la Iglesia en la enseñanza y establecer una educación primaria gratuita, laica y obligatoria. De esta forma, se crearon más de 10.000 escuelas y se incorporaron 7.000 maestros.

Reforma Territorial

Se abordó una reforma territorial.

Reforma Agraria

Sin embargo, la ley de Reforma Agraria no se aprobó hasta 1932. Este retraso provocó que los resultados fueran escasos e insatisfactorios.

De esta forma, tanto la oposición conservadora como la radicalización popular contribuyeron a obstaculizar la labor del gobierno. Las principales manifestaciones de esta oposición son las siguientes:

  • Agitaciones anarquistas.
  • La creación de diversos partidos de derechas:
    • La derecha monárquica y antirrepublicana
    • La CEDA de Gil Robles
    • Falange Española

EL BIENIO RADICAL-CEDISTA (1933 – 1936)

En un contexto de pérdida de prestigio y apoyo popular del gobierno, se produjo la dimisión de Azaña y la convocatoria de nuevas elecciones en septiembre de 1933. En dichas elecciones, los anarquistas propusieron la abstención, los socialistas se presentaron por separado de los republicanos de izquierdas, y las derechas se agruparon en torno al Partido Radical y a la recién creada CEDA.

Las mujeres votaron por primera vez en estas elecciones de 1933.

La CEDA obtuvo el mayor número de escaños en las elecciones.

Se aprobó una ley de Amnistía, beneficiando a todos los implicados en la sublevación contra la República encabezada por Sanjurjo.

En octubre de 1934, se formó un nuevo gobierno. Esto provocó un nuevo levantamiento popular.

La sublevación fracasó en casi todo el país.

A finales de 1935 se abrió una profunda crisis política en el gobierno debido al hundimiento del Partido Radical relacionado con dos grandes escándalos que salpicaron a algunos de sus miembros más destacados: el escándalo del estraperlo y una acusación de corrupción económica.

EL TRIUNFO DEL FRENTE POPULAR (FEBRERO 1936) Y EL INICIO DE LA GUERRA CIVIL (JULIO DE 1936)

Ante esta situación, la única salida era la disolución de las Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones. En esta ocasión, la izquierda unió sus fuerzas contra la reacción de la derecha, configurándose así el Frente Popular que agrupaba a todos los grupos de izquierda, con el apoyo incluso de los anarquistas.

La participación en las elecciones de febrero de 1936 fue de un 72%.

El gobierno frente populista decretó la amnistía para los represaliados de la revolución de 1934. Igualmente, restauró el Estatuto de Cataluña, suspendido tras la revolución de octubre, ocupando Companys la presidencia de la Generalitat. Se retomó la expropiación y adjudicación de tierras a los campesinos. Finalmente, Alcalá Zamora fue destituido como Presidente de la República, nombrándose para dicho cargo a Azaña, quien eligió a Casares Quiroga nuevo Presidente del Gobierno.

En la primavera de 1936, comenzaron los enfrentamientos violentos entre grupos de derecha e izquierda.

El teniente de la Guardia de Asalto José Castillo fue asesinado en julio de 1936.

Calvo Sotelo fue asesinado el 13 de julio, precipitando la conspiración militar que venía organizando un sector del ejército. De hecho, uno de los errores más graves que cometió el gobierno republicano fue el de alejar de Madrid a los altos mandos militares sospechosos de participar en dicha conspiración.

El 17 de julio estallaba la sublevación en Melilla, donde se encontraba la mayor y mejor preparada guarnición del ejército español, bajo el mando de Franco. España había quedado dividida en dos bandos condenados a enfrentarse en una guerra fratricida que se prolongaría hasta el 1 de abril de 1939.