Este documento explora diversos aspectos clave de la Segunda República Española (1931-1939), desde su organización política y reformas sociales hasta los desafíos económicos y políticos que enfrentó. Se analizan figuras relevantes y eventos significativos, incluyendo su impacto en las Islas Baleares.
El “Estado Integral” durante la Segunda República
El “Estado Integral” de la Segunda República, establecido por la Constitución de 1931, rechazó el centralismo y la solución federal. Propuso una organización basada en municipios agrupados en provincias, que podrían formar regiones autónomas si varias provincias lo acordaban. Para ello, se requerían tres condiciones:
- Apoyo mayoritario de los ayuntamientos.
- Referéndum favorable.
- Aprobación de las Cortes.
El Estado mantenía competencias sobre nacionalidad, defensa, política exterior, economía y seguridad pública, mientras que las autonomías gestionaban áreas como legislación penal, social y mercantil. En las Islas Baleares, se reconocía un presidente con funciones similares a las de las provincias.
Medidas en Materia de Igualdad entre Mujeres y Hombres
La Constitución de 1931 estableció la igualdad entre hombres y mujeres. Las mujeres pudieron votar por primera vez en las elecciones de 1933. Se implementaron diversas medidas:
- Matrimonio civil.
- Eliminación del estatus de “hijo natural” en los registros civiles.
- Legalización del divorcio.
- Igualdad de acceso de ambos sexos a los cargos públicos.
También se promovió el acceso de las niñas a la educación, reduciendo el analfabetismo. En Palma, las mujeres votaron antes que en el resto de España. Surgieron organizaciones políticas femeninas, tanto republicanas como conservadoras. Un ejemplo destacado es Aurora Picornell, líder comunista que luchó por los derechos de las mujeres y fue asesinada por los franquistas en 1937.
La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) comenzó con un golpe de Estado apoyado por Alfonso XIII. Se dividió en dos etapas:
- Directorio Militar (1923-1925): Suspendió la Constitución y disolvió el Parlamento.
- Directorio Civil (1925-1930): Intentó crear un Estado corporativo.
La política económica estuvo marcada por el intervencionismo y el nacionalismo económico. La oposición republicana, el Pacto de San Sebastián, el nacionalismo catalán y la crisis del crack del 29 precipitaron la caída de la dictadura y la monarquía. La dictadura buscó modernizar el país, pero su autoritarismo y la crisis económica aceleraron su deslegitimación y caída. A pesar del régimen, hubo avances económicos como la creación de la Banca March y la ampliación del puerto de Palma.
Características de la Economía Española durante la Segunda República
La Segunda República, proclamada en 1931, impulsó un régimen democrático con un amplio programa reformista, pero enfrentó la oposición de sectores conservadores, lo que paralizó las reformas tras el triunfo electoral del centroderecha en 1933. A los problemas tradicionales de la economía española, como el desempleo agrícola, la desigual distribución de la tierra, la baja competitividad y el déficit comercial, se sumaron los efectos de la crisis de 1929. El aumento de salarios mejoró el consumo, pero sin un crecimiento de la productividad, lo que redujo los beneficios empresariales y generó desconfianza en la inversión privada. Además, la política de contención del gasto público agravó el desempleo y aumentó la conflictividad social. En Mallorca, la economía estaba bastante diversificada: 40% industria, 36% agricultura y más del 20% servicios, incluyendo el incipiente turismo, aunque estos sectores padecían de precariedad y economía sumergida.
La Segunda República: Concepto y Principales Problemas
La Segunda República se proclamó el 14 de abril de 1931, estableciendo un régimen democrático y progresista. España se convirtió en una república laica y unitaria, aunque reconocía el derecho a la autonomía regional. El gobierno republicano-socialista promovió reformas para modernizar el país en educación, ejército y agricultura. Se impulsó la secularización del Estado y la redistribución de la propiedad agraria para mejorar la situación campesina. También se fomentó la enseñanza pública, obligatoria y laica, además de integrar los nacionalismos. La República enfrentó crisis económicas, desigualdad social y oposición de sectores privilegiados. El ejército mostró resistencia, destacando el golpe fallido de Sanjurjo en 1932. La radicalización de obreros y campesinos provocó un aumento de los conflictos sociales. En Baleares, se intentó redactar un Estatuto de Autonomía tras la proclamación republicana. Sin embargo, la victoria de la derecha en 1933 impidió que el proyecto se concretara.