Segunda Guerra Mundial: Causas, Desarrollo y Consecuencias
Causas de la Segunda Guerra Mundial
La Política Expansionista de la Alemania Nazi
La primera consecuencia del acceso de Hitler al poder fue el abandono de Alemania de la Sociedad de Naciones, como muestra de su rechazo al orden internacional.
La política emprendida por la Alemania nazi para forjar el Gran Reich y conquistar su espacio vital consiguió imponerse en Europa. Alemania procedió a la anexión del Sarre. Pocas semanas después, impulsó el rearme de la sociedad alemana, estableció el servicio militar obligatorio y procedió a la creación de una fuerza aérea. Hitler había quebrantado el Tratado de Versalles sin que las democracias reaccionasen.
La Debilidad de las Democracias
Se formalizó el Eje Roma-Berlín, y más tarde, Japón firmaba con Alemania el Pacto Antikomintern contra la URSS. Al cabo de un año se incorporaban la Italia fascista, la dictadura húngara y España.
Por otra parte, la Guerra Civil Española evidenció la debilidad de las democracias, que propugnaron una política de no intervención.
Gran Bretaña, dirigida por Chamberlain, fue la abanderada de la política de apaciguamiento respecto a Hitler.
El Anschluss y el Primer Expansionismo Nazi
Las tropas alemanas ocuparon Austria y Hitler forzó un referéndum que permitió la incorporación de Austria al Reich (Anschluss). También procedió a la ocupación de los Sudetes, en Checoslovaquia.
Hitler convocó a los jefes de gobierno de Gran Bretaña, Francia e Italia a la Conferencia de Múnich. Los reunidos aceptaron la ocupación alemana de los Sudetes y su integración al Reich a cambio de no agredir sobre el resto de Checoslovaquia.
Hitler volvió a agredir Checoslovaquia, lo cual provocó su desaparición como Estado. Hitler y Mussolini estrecharon su alianza política y militar con el Pacto de Acero, ante la alarma de las democracias.
El Estallido de la Guerra en Europa
El siguiente horizonte del expansionismo nazi fue Polonia, pero Hitler era consciente de que la invasión de esta nación podía provocar la reacción occidental a causa de las alianzas de Polonia con Francia y Gran Bretaña. Hitler, convencido de que no era posible mantener una guerra en dos frentes, llevó a cabo un acercamiento a la URSS, con el fin de conseguir su neutralidad militar en caso de producirse un conflicto occidental.
Los soviéticos veían con preocupación el avance alemán, y debido al aislamiento al que estaban sometidos por parte de los países occidentales, no esperaban contar con ninguna ayuda si eran invadidos. Stalin optó por el Pacto Germano-Soviético de no agresión. Este permitía obviar temporalmente el conflicto entre ambas potencias e incluía una cláusula secreta del reparto de Polonia y del reconocimiento del control de la URSS sobre Finlandia, Letonia, Estonia y Lituania.
La invasión nazi de Polonia se desarrolló a partir de la reclamación de Hitler sobre la ciudad de Danzig. La negativa del gobierno polaco, que contó con el apoyo francés y británico, fue la excusa que Hitler utilizó para iniciar la invasión de Polonia. Francia y Gran Bretaña declararon la guerra a Alemania. La Segunda Guerra Mundial había comenzado.
El Imperialismo Japonés en Asia
Ante la crisis económica, Japón se planteó disponer de un espacio vital propio que le permitiese el dominio de Asia oriental, con el fin de extraer materias primas y exportar sus productos. Para poder hacer efectivo su expansionismo, desarrolló una poderosa industria armamentística, se acercó a la Alemania nazi y reforzó su alianza con el Pacto Antikomintern.
La invasión japonesa de la región de Manchuria, en China, fue el primer acto del nuevo rumbo expansionista japonés y significó la formación de un Estado satélite, Manchukuo. Japón expresó sus deseos de crear una gran fuerza naval, lo que constituía un anuncio claro de la preparación de una guerra para la futura expansión por el Pacífico. Se quería crear la Gran Asia, entendida como un nuevo orden asiático.
El inicio de la guerra en Europa favoreció los planes japoneses, ya que debilitaba el control británico, holandés y francés sobre las colonias asiáticas.
Definiciones
Eje: Conjunto de países constituido por Alemania, Italia y Japón, y sus aliados en la Segunda Guerra Mundial.
Pacto Germano-Soviético: Firmado por Stalin y Hitler, permitía obviar el conflicto temporalmente e incluía cláusulas secretas para el reparto de Polonia y el reconocimiento del control de la URSS sobre algunos territorios.
Operación Barbarroja: Era el nombre de la operación que preparaba Hitler para invadir la URSS.
Anschluss: Referéndum que permitió la incorporación de Austria al Reich.
Limpieza étnica: Política basada en conceptos racistas que pretende eliminar cualquier etnia o raza considerada inferior o perjudicial.
El Desarrollo de la Guerra
Guerra Relámpago
La invasión de Polonia significó la aparición de la guerra relámpago, un nuevo tipo de guerra basada en la sorpresa y la rapidez de movimientos del ejército alemán. Perseguía la destrucción del enemigo y la devastación de sus infraestructuras, y respondía a las previsiones de llevar a cabo una campaña corta.
Una parte del territorio ocupado se incorporó directamente al Reich y se formó un gobierno bajo control de la administración nazi. Los nazis situaron en el punto de mira a la Europa septentrional por su importancia militar y económica. Dinamarca y Noruega fueron conquistadas con rapidez. Todo ello provocó, en Gran Bretaña, la dimisión de Chamberlain y la formación de un gobierno de unidad nacional presidido por Winston Churchill.
El siguiente objetivo fue Francia. La ofensiva se inició a través de los Países Bajos y Bélgica. Francia se quedó sin respuesta, ya que había situado todas sus defensas en la Línea Maginot, fronteriza con Alemania, sin prevenir una invasión por Bélgica. Las tropas franco-británicas fueron evacuadas por la playa de Dunkerque.
Europa bajo el Dominio Nazi
La Ocupación Nazi
Los países vencidos fueron administrados y controlados por los soldados y la policía alemana. Se impuso la esclavización y la explotación de la población, así como la participación de capital alemán en empresas, el control de la producción alimenticia y minera, y las requisas de productos. Los nazis practicaron el pillaje sobre los recursos materiales y humanos de los países ocupados e impusieron la producción de aquello que necesitaba el Reich.
La Gestapo y las SS arrestaban, torturaban y deportaban hacia campos de concentración a todos los que se resistían. A los considerados peligrosos o inferiores se les eliminaba sistemáticamente. Aparte, planificaron la eliminación de todos los judíos de Europa en campos de concentración y de exterminio.
Los Campos de Concentración
Los primeros campos se crearon en 1933, como el de Dachau, destino de detenidos políticos alemanes, grupos étnicos y religiosos, y homosexuales. En 1938 se construyeron los de Mauthausen y Ravensbrück, donde fueron enviados la mayoría de los republicanos españoles. El campo de Auschwitz-Birkenau fue el más representativo, porque era considerado un campo de exterminio; se pusieron en práctica las últimas novedades tecnológicas para exterminar en masa a personas. Allí enviaron polacos, rusos, gitanos, judíos. Llegaron a exterminar unas 10.000 personas diariamente. Los campos eran espacios cerrados con muros, rejas eléctricas y torres de vigilancia para evitar fugas. Los prisioneros vivían en barracones y había unos edificios auxiliares; estaban sometidos a unas duras condiciones de trabajo. Se instalaron cámaras de gas y hornos crematorios para hacer desaparecer los cadáveres.
Las Consecuencias de la Segunda Guerra Mundial
Impacto Demográfico
En la Segunda Guerra Mundial murieron entre 40 y 65 millones de seres humanos. A esta elevada mortalidad hay que añadir 35 millones de heridos y en torno a 3 millones de desaparecidos. De ello se deduce una nueva dimensión de la catástrofe: el profundo impacto de la mortalidad entre la población civil, que representó algo más de la mitad de las víctimas totales.
La Segunda Guerra Mundial comportó la desaparición del concepto tradicional de retaguardia.
Las poblaciones de retaguardia fueron sometidas a bombardeos, que pretendían aterrorizar y acabar con su capacidad de resistencia. También buscaban destruir la organización industrial y económica del enemigo y debilitar su potencia militar.
En la posguerra también hubo un número elevado de víctimas indirectas que se produjo a causa de la destrucción, las heridas y las irradiaciones de las bombas atómicas.
Continuaron los desplazamientos de la población. 30 millones de europeos deambulaban por el continente.
El Impacto Económico
La Segunda Guerra Mundial tuvo una indisociable dimensión económica, con la intervención del Estado para poner la producción, la ciencia y la técnica al servicio de las necesidades bélicas.
Al acabar el conflicto, la devastación era especialmente importante en Europa oriental, donde hubo una reducción de su capacidad de producción debido a las destrucciones de los pueblos y al pillaje en las ciudades.